Wednesday, December 9, 2020

Este jueves, un relato: "Historias olvidadas, abandonadas o reencontradas", El último viaje del Jaguar

 

Convocatoria de Mónica desde su blog "Neogéminis" (Más relatos en su casa)

Participo con una historia  iniciada hace años y abandonada, que tenía olvidada 

y recupero gracias a la propuesta de Mónica para este jueves.

 

 Capítulo 1

Iba corriendo cargando el portafolios hasta alcanzar el tren que estaba a punto de partir. Jadeando todavía, se sentó en un vagón para no fumadores. Miró a su alrededor. Nadie lo había seguido, por suerte, y respiró aliviado.  Se quitó la gabardina, la dobló cuidadosamente y la acomodó en el estante. Abrió el portafolios y sacó unos documentos que se puso a leer con un marcado nerviosismo. Sin poder concentrarse, su mente se dejó llevar por los pensamientos al compás de los sonidos cadenciosos del tren que le producían un efecto soporífero.

Esta sería su última misión, ya  estaba a las puertas de su jubilación. Veintisiete años habían transcurrido de ardua labor, de  permanentes viajes,  de nunca dormir en la misma cama más de dos noches seguidas. Su matrimonio...¿que quedaban de él más que cenizas? Hacia nueve años que su ex-mujer se había quedado con sus niñas, las cuales en realidad, veía muy poco. Gracias a la computadora portátil y al correo electrónico, sin embargo, mantenía un contacto asiduo con ellas, especialmente con la menor, que era su preferida.

Hacía frío, la nieve había cubierto los campos y el tren pronto llegaría a la frontera con Suiza.  Las montañas comenzaban a delinearse a lo lejos. Añoraba  los momentos de paz que había vivido en sus últimas vacaciones. ¿Cuándo habían sido? Si, hace dos años en Creta. Ahí la había conocido. Ahí se había enamorado  intensamente...

Edward se acercó sigilosamente hasta la mujer que estaba recostada en la  tumbona al borde de la piscina. La mujer, de cabellera espesa de un castaño con reflejos rojizos que tintineaban a la luz del sol y que apenas rozaba sus hombros, levantó la vista al sentir una presencia cerca de aquel que le ensombrecía el libro que estaba leyendo.

-Hola, buenas tardes,  que agradable temperatura ¿no? -dijo el intruso en Inglés con un marcado acento británico, al tiempo que se reclinaba en la  reposadera  de al lado.

La mujer le respondió en el mismo idioma, con una cálida sonrisa _ Oh sí, adoro los días como hoy, adoro este país... vengo a Grecia cada vez que puedo... y en especial a las islas...

-Sí, es un fantástico lugar para vacacionar. Desafortunadamente, sólo podré disfrutar de este paraíso una semana. Luego debo  continuar para Tokio, Bankok, Moscow y Amsterdam, antes de regresar a Londres, en viaje de negocios.

-Oh veo que Ud. tiene una agitada agenda. ¿A qué se dedica?

-Soy  hombre de Negocios. Director General de Ventas para Asia de Computers Piers Net Inc. Lo siento, no me he presentado... Mi nombre es Edward Evans, encantada de conocerla.

-Cynthia Rozenkrantz, encantada, -dijo  al tiempo que se incorporaba, Sr. Evans, ha sido un gusto, ahora si me disculpa... Y comenzó a caminar hacia  el hotel.

- Hasta pronto... - respondió él apresuradamente observando como, muy a su pesar, la esbelta silueta de Cynthia se iba alejando.

El sonido del tren acompasaba rítmicamente con el movimiento. El paisaje se le hacia cada vez más familiar. Trató de concentrarse en lo que estaba tratando de leer... pero no podía... su mente le estaba  haciendo una mala jugada y volvía a pensar en ella, en Cynthia....

Aquella noche, la volvió a encontrar. Sus ojos no podían dejar de admirarla. Cynthia sentada en la butaca e inclinada ligeramente hacia el Bar, traía puesto un sencillo vestido largo negro que caía graciosamente hasta sus tobillos dejando ver sus sandalias negras de charol. Tenia un chal rojizo y dorado en los hombros. En el lado derecho, una magnolia  recogía su cabello. Edward, sin perder tiempo se acercó a ella.  Cynthia  le sonrió al verlo acercarse.

De ahí en mas, fue solo pasión, deseo, cálida atracción. Paseos en la playa, besos, sexo ardiente, conversaciones a la luz de las velas en la terraza por las noches... Una semana. Tan sólo una semana..... pero la mas plena de su vida...  Y luego, la despedida.....

En ese momento, el micrófono lo despertó de su ensueño. Con una voz afable, el guarda indicó "Gare de Cornavin, Geneve". Guardando  de prisa  los documentos, tomó sus pertenencias y se alistó para bajar del tren. Ya en el Hotel Du Rhône,  estaba a punto de tomar una ducha cuando el teléfono sonó.

-Mr Evans, por favor...
-  al habla
- Buenas noches, Mr. Evans- Dijo la voz del otro lado con un tono de angustia y apurado nerviosismo.
- Buenas noches, ¿en que lo puedo ayudar?
 Mi nombre es John Axelsson. Debo verlo inmediatamente- Y luego en tono vacilante agregó- Ud. no me conoce. Tengo una información muy importante que le quiero hacer llegar... es extremadamente urgente....
-¿Información sobre que?
- No  por teléfono. Lo encuentro en el bar Chez Maxim, dentro de veinte minutos.
- Dentro de media hora.
- Bien, Sr. Evans, ahí estaré, en el bar con una pipa y sombrero a cuadritos blanco y negro. No llegue tarde, lo esperaré sólo 5 minutos.
- Ahí estaré.
- Operación Maxwell ¿le dice algo? Y colgó.

Edward quedó estupefacto. Sintió que un sudor frío le corría por la espalda. Inmediatamente fue a la ducha, se enjabonó rapidísimo y luego dejó que el agua hirviendo fuera cayendo sobre su cuerpo y lo relajara un poco... Se hacía tarde, con rapidez tomo la toalla y se secó. Luego sacó ropa limpia de la maleta aún no desempacada y se vistió. Miró el reloj. Se le hacía tarde. Salió apresuradamente en dirección al lugar de encuentro. Acercándose al bar, comenzó a observar a las personas, buscando a ese misterioso sujeto. Vio un hombre de unos 55 años con traje gris, sombrero y  pipa. Ese era su hombre.

-¿Sr. Axelsson? El hombre movió afirmativamente su cabeza al tiempo en que le acercaba la mano. ¡Encantado!.
_ Igualmente.
_ Bien, Sr. Axelsson, vayamos al grano: dígame de que se trata todo ésto.
_ Sr. Evans. Tengo información confidencial sobre esa operación. Aquí en este sobre la encontrará.
_ Pero... ¿Por qué yo? ¿qué espera de mí?
_ Porque un amigo común, Peter Sullivan,  hace ya mucho tiempo,  me dijo que podía confiar en Ud.
Las manos de Edward comenzaron a sudar... Si era lo que creía que era...
_ Sr. Evans. Puede dejarlo o tomarlo, usted decide. Pero está involucrado. Lea los documentos y cuando lo haya hecho, contácteme en este número. Axelsson anotó el número en un papel de servilleta_ No deje pasar mucho tiempo. Ahí sólo me podrá localizar hasta pasado mañana a las 3 PM.
_Y diciendo ésto miró a su alrededor nerviosamente,  mientras se  alejaba  hacia la puerta.

Edward pidió un scotch en las rocas. Todavía no podía comprender que estaba sucediendo. Al terminarlo, regresó a su Hotel. Entró en la habitación y cerró con llave. Se acercó a la mesa y encendió la lámpara. Abrió el sobre. Los papeles comenzaron a caer desordenadamente sobre el escritorio. Y ahí estaban... Fotos, mapas, memorandums, etc. Era toda información altamente clasificada. Se puso a leer.

Cuando miró el reloj eran las cuatro de la mañana. No podía mantenerse por mas tiempo despierto, así que se acostó. Al día siguiente continuaría.

Estaba corriendo por un callejón. Dos hombres lo seguían,  trató de esquivarlos. Entró en la galería La Fayette, corrió por las escaleras que conducían al primer piso y se mezcló entre las personas que paseaban o compraban. Se metió en un vestidor. Los vio pasar. Contuvo la respiración.  De prisa salió  y subió  dos pisos mas por la escalera mecánica. Tomó el ascensor y bajo al primer subsuelo del garaje. Subió las escaleras y salió  caminando hacia la plaza. Jadeando, se sentó en un banco a recuperar el aliento.  Cuando se recuperó compró un helado en un puesto cercano al lago y al tiempo que pagaba le entregó un sobre al hombre que lo atendió. Mientras comía el helado, se fue caminando... Estaba llegando a la calle, cuando vio que los dos hombres nuevamente  iban  hacia él. Empezó a correr de nuevo... Los hombres se acercaban cada vez mas.... estaban a punto de atraparlo...

Sonó el despertador. Abrió los ojos. Se sentía agitado, transpirando... Miró sus manos, estaban temblando. Tomó un vaso de agua. Otra vez había tenido la misma recurrente pesadilla.  ¿Cuándo terminaría? Se miró al espejo. Tenía enormes ojeras... y se sentía extenuado.

Fue al baño y comenzó a afeitarse. Luego otra ducha caliente. Todas las duchas  del mundo no podían reponer su cansancio. Este debía ser su último viaje. Después se retiraría y ahora ésto. ¡¡No podía ser!!  Era demasiado y ya se sentía muy desgastado, mejor dicho "Burn out" (1). Pidió el desayuno en la habitación y continuó leyendo.  Una a una comenzaban a caer las piezas del rompecabezas. Y cada pieza era mas peligrosa que la anterior. 
 
 
 
  (1) Quemado por el estrés. Clínicamente agotado.



18 comments:

Albada Dos said...

De momento pinta muy bien. Una aventura trepidante parece estar en puertas.

Un abrazo, y feliz día

Ester said...

Capitulo 1, seguiremos a la espera, de momento la cosa promete. Un abrazo grande

Cayetano said...

Muy trepidante la historia. Me imagino que continuará.
Hay pesadillas más reales que lo propiamente vivido.
Un abrazo, Myriam.

Paco Cuesta said...

Seguiremos el relato
Besos

Campirela_ said...

Nos has dejado deseando sabe un poco más . Una historia de aventuras y misterios que habrá que ir resolviendo . Gracias Myriam nos has dejado con la miel en la boca jaja. Besos.

Neogeminis Mónica Frau said...

Un inicio intenso y bien dotado para lo que debería ser una historia llena de intrigas y suspenso que bien merecía ser rescatada, Myriam!...ahora la tienes que continuar! jejee. Un fuerte abrazo y gracias por dejarte llevar por mi propuesta
=)

El Demiurgo de Hurlingham said...

Me gusta lo que escribiste.
Interesante historia.
Un abrazo.

Colotordoc said...

Me enganchó la historia.
Voy a por las palomitas...

Besote guapa

rodolfo said...

desubicado es para mi la palabra que le define, un hombre sin raíces, ya que las perdió de peregrino y esclavo de sus compromisos y trabajo. Sus sueños plagados de acción y deseos no cumplidos son la droga que su cerebro y su cuerpo necesitas
Buen fin de semana

Mari-Pi-R said...

Esperando el segundo capitulo, me encanta!!, un abrazo.-

Ele Bergón said...

¿Es un sueño? ¿ Es una realidad? ¿Son las dos cosas?

De momento está intrigante. Seguiremos esperando el despertar de de un fin que imagino muy sorprendente.

Besos

Tracy said...

Bueno, la intriga está servida, estamos a la espera del segundo capítulo.
Besos

Jorge M said...

Una muy buena primera parte, me ha encantado el misterio de esta intrépida historia, veremos que pasa, genial amiga Myriam, un abrazo.

MOLÍ DEL CANYER said...

Y es que aunque tu vida sea una aventura llega un punto en el que pides a gritos algo de tranquilidad. La verdad es que pinta muy bien. Besos.

Maite Sánchez-volarela said...

Muy bien narrado; los distintos tiempos los manejas con mucha soltura. La historia se hace misteriosa con la introducción de la pesadilla; está pidiendo una continuación.¡Ánimo!

Besitos y feliz finde :)

Sintiendo en la piel...Lucia said...

Nos gusta la aventura, pero cuando nos satura como a tu personaje, deseamos que alguien nos rescate de ella y nos devuelva a la bendita rutina al menos unos días...¡ próximo capitulo en puertas, imagino !Volveré corriendo tras el.
Abrazos

Berta Martín Delaparte said...

Muy emocionante. continúo a la espera de la segunda parte...Un abrazo😘💚✔

Myriam said...

ALBADA, ESTER, CAYETANO, PACO, CAMPIRELA, MONICA,DEMIURGO, MANUEL,
RODOLFO, MARI PI, ELE BERGON, TRACY, JORGE, MOLI, VOLARELA,LUCIA y BERTA:

No sé como agradecerles sus comentarios tan amorosos.
Trataré de continuar la historia esbozada en este capítulo
que escribí hace mucho y por h o por b nunca continué.
Uds. me han motivado mucho y por eso mil gracias.

Besos y abrazos a todos y a cada uno.