Convocatoria de Mónica desde su blog "Neogéminis" (Más relatos en su casa)
Participo con una historia iniciada hace años y abandonada, que tenía olvidada
y recupero gracias a la propuesta de Mónica para este jueves.
Capítulo 1
Iba corriendo cargando el portafolios hasta alcanzar el tren que
estaba a punto de partir. Jadeando todavía, se sentó en un vagón para no fumadores.
Miró a su alrededor. Nadie lo había seguido, por suerte, y respiró aliviado. Se quitó
la gabardina, la dobló cuidadosamente y la acomodó en el estante. Abrió el
portafolios y sacó unos documentos que se puso a leer con un marcado
nerviosismo. Sin poder concentrarse, su mente se dejó llevar por los
pensamientos al compás de los sonidos cadenciosos del tren que le producían un
efecto soporífero.
Esta
sería su última misión, ya estaba a las puertas de su jubilación.
Veintisiete años habían transcurrido de ardua labor, de permanentes
viajes, de nunca dormir en la misma cama más de dos noches
seguidas. Su matrimonio...¿que quedaban de él más que cenizas? Hacia
nueve años que su ex-mujer se
había quedado con sus niñas, las cuales en realidad, veía muy poco.
Gracias a
la computadora portátil y al correo electrónico, sin embargo, mantenía
un
contacto asiduo con ellas, especialmente con la menor, que era su
preferida.
Hacía frío, la nieve había cubierto los
campos y el tren pronto llegaría a la frontera con Suiza. Las montañas comenzaban a delinearse a lo lejos. Añoraba
los momentos de paz que había vivido en sus últimas vacaciones. ¿Cuándo habían sido? Si, hace dos años en
Creta. Ahí la había conocido. Ahí se había enamorado intensamente...
Edward se acercó sigilosamente hasta la
mujer que estaba recostada en la tumbona al borde de la piscina. La mujer, de
cabellera espesa de un castaño con reflejos rojizos que tintineaban a la luz
del sol y que apenas rozaba sus hombros, levantó la vista al sentir una
presencia cerca de aquel que le ensombrecía el libro que estaba leyendo.
-Hola, buenas tardes, que agradable temperatura ¿no? -dijo el intruso en
Inglés con un marcado acento británico, al tiempo que se reclinaba en la reposadera de al lado.
La mujer le respondió en el mismo idioma,
con una cálida sonrisa _ Oh sí, adoro los días como hoy, adoro este
país... vengo a Grecia cada vez que puedo... y en especial a las islas...
-Sí, es un fantástico lugar para
vacacionar. Desafortunadamente, sólo podré disfrutar de este paraíso una semana.
Luego debo continuar para Tokio, Bankok,
Moscow y Amsterdam, antes de regresar a Londres, en viaje de negocios.
-Oh veo que Ud. tiene una agitada
agenda. ¿A qué se dedica?
-Soy
hombre de Negocios. Director General de Ventas para Asia de Computers
Piers Net Inc. Lo siento, no me he presentado... Mi nombre es Edward Evans,
encantada de conocerla.
-Cynthia Rozenkrantz, encantada,
-dijo al tiempo que se incorporaba, Sr.
Evans, ha sido un gusto, ahora si me disculpa... Y comenzó a caminar hacia el hotel.
- Hasta pronto... - respondió
él apresuradamente observando como, muy a su pesar, la esbelta silueta de Cynthia
se iba alejando.
El
sonido del tren acompasaba rítmicamente con el movimiento. El paisaje
se le hacia cada vez más familiar. Trató de concentrarse
en lo que estaba tratando de leer... pero no podía... su mente le
estaba haciendo una mala jugada y volvía a pensar en ella, en
Cynthia....
Aquella noche, la volvió a encontrar. Sus
ojos no podían dejar de admirarla. Cynthia sentada en la butaca e inclinada
ligeramente hacia el Bar, traía puesto un sencillo vestido largo negro que caía
graciosamente hasta sus tobillos dejando ver sus sandalias negras de charol. Tenia un chal rojizo y dorado en
los hombros. En el lado derecho, una magnolia recogía su cabello. Edward,
sin perder tiempo se acercó a ella. Cynthia le sonrió al verlo acercarse.
De ahí en mas, fue solo pasión, deseo,
cálida atracción. Paseos en la playa, besos, sexo ardiente, conversaciones a la
luz de las velas en la terraza por las noches... Una semana. Tan sólo una
semana..... pero la mas plena de su vida...
Y luego, la despedida.....
En
ese momento, el micrófono lo despertó
de su ensueño. Con una voz afable, el guarda indicó "Gare de Cornavin,
Geneve". Guardando de prisa los documentos, tomó sus pertenencias y se
alistó para bajar
del tren. Ya en el Hotel Du Rhône, estaba a punto de tomar una ducha
cuando el teléfono sonó.
-Mr Evans, por
favor...
- al habla
- Buenas noches, Mr. Evans- Dijo la voz
del otro lado con un tono de angustia y apurado nerviosismo.
- Buenas noches, ¿en que lo puedo ayudar?
Mi
nombre es John Axelsson. Debo verlo inmediatamente- Y luego en tono vacilante
agregó- Ud. no me conoce. Tengo una información muy importante que le quiero
hacer llegar... es extremadamente urgente....
-¿Información sobre que?
- No por teléfono. Lo encuentro en el bar Chez Maxim, dentro de veinte minutos.
- No por teléfono. Lo encuentro en el bar Chez Maxim, dentro de veinte minutos.
- Dentro de media hora.
- Bien, Sr. Evans, ahí estaré, en el bar
con una pipa y sombrero a cuadritos blanco y negro. No llegue tarde, lo
esperaré sólo 5 minutos.
- Ahí estaré.
- Operación Maxwell ¿le dice algo? Y
colgó.
Edward quedó estupefacto. Sintió que un
sudor frío le corría por la espalda. Inmediatamente fue a la ducha, se enjabonó
rapidísimo y luego dejó que el agua hirviendo fuera cayendo sobre su cuerpo y
lo relajara un poco... Se hacía tarde, con rapidez tomo la toalla y se secó.
Luego sacó ropa limpia de la maleta aún no desempacada y se vistió. Miró el
reloj. Se le hacía tarde. Salió apresuradamente en dirección al lugar de
encuentro. Acercándose al bar, comenzó a observar a
las personas, buscando a ese misterioso sujeto. Vio un hombre de unos 55 años
con traje gris, sombrero y pipa. Ese era
su hombre.
-¿Sr. Axelsson? El hombre movió
afirmativamente su cabeza al tiempo en que le acercaba la mano. ¡Encantado!.
_ Igualmente.
_ Bien, Sr. Axelsson, vayamos al grano: dígame
de que se trata todo ésto.
_ Sr. Evans. Tengo información
confidencial sobre esa operación. Aquí en este sobre la encontrará.
_ Pero... ¿Por qué yo? ¿qué espera de
mí?
_ Porque un amigo común, Peter
Sullivan, hace ya mucho tiempo, me dijo que podía confiar en Ud.
Las manos de Edward comenzaron a sudar...
Si era lo que creía que era...
_ Sr. Evans. Puede dejarlo o tomarlo,
usted decide. Pero está involucrado. Lea los documentos y cuando lo haya
hecho, contácteme en este número. Axelsson anotó el número en un papel de
servilleta_ No deje pasar mucho tiempo. Ahí sólo me podrá localizar hasta
pasado mañana a las 3 PM.
_Y diciendo ésto miró a su alrededor
nerviosamente, mientras se alejaba hacia la puerta.
Edward
pidió un scotch en las rocas.
Todavía no podía comprender que estaba sucediendo. Al terminarlo,
regresó a su
Hotel. Entró en la habitación y cerró con llave. Se acercó a la mesa y
encendió
la lámpara. Abrió el sobre. Los papeles comenzaron a
caer desordenadamente sobre el escritorio. Y ahí estaban... Fotos,
mapas, memorandums, etc. Era toda información altamente clasificada. Se
puso a leer.
Cuando miró el reloj eran las cuatro de
la mañana. No podía mantenerse por mas tiempo despierto, así que se acostó. Al
día siguiente continuaría.
Estaba corriendo por un callejón. Dos
hombres lo seguían, trató de esquivarlos. Entró en la galería La Fayette, corrió
por las escaleras que conducían al primer piso y se mezcló entre las personas
que paseaban o compraban. Se metió en un vestidor. Los vio pasar. Contuvo la
respiración. De prisa salió y subió dos pisos mas por la escalera mecánica. Tomó el ascensor y bajo al primer
subsuelo del garaje. Subió las escaleras y salió caminando hacia la plaza. Jadeando, se sentó
en un banco a recuperar el aliento.
Cuando se recuperó compró un helado en un puesto cercano al lago y al
tiempo que pagaba le entregó un sobre al hombre que lo atendió. Mientras comía
el helado, se fue caminando... Estaba llegando a la calle, cuando vio que los
dos hombres nuevamente iban hacia él. Empezó a correr de nuevo... Los
hombres se acercaban cada vez mas.... estaban a punto de atraparlo...
Sonó el despertador. Abrió los ojos. Se
sentía agitado, transpirando... Miró sus manos, estaban temblando. Tomó un vaso
de agua. Otra vez había tenido la misma recurrente pesadilla. ¿Cuándo terminaría? Se miró al espejo. Tenía enormes
ojeras... y se sentía extenuado.
Fue al baño y comenzó a afeitarse. Luego
otra ducha caliente. Todas las duchas del mundo
no podían reponer su cansancio. Este debía ser su último viaje. Después se
retiraría y ahora ésto. ¡¡No podía ser!! Era demasiado y ya se sentía muy desgastado, mejor dicho "Burn out" (1). Pidió el desayuno en
la habitación y continuó leyendo. Una a
una comenzaban a caer las piezas del rompecabezas. Y cada pieza era mas
peligrosa que la anterior.
(1) Quemado por el estrés. Clínicamente agotado.
De momento pinta muy bien. Una aventura trepidante parece estar en puertas.
ReplyDeleteUn abrazo, y feliz día
Capitulo 1, seguiremos a la espera, de momento la cosa promete. Un abrazo grande
ReplyDeleteMuy trepidante la historia. Me imagino que continuará.
ReplyDeleteHay pesadillas más reales que lo propiamente vivido.
Un abrazo, Myriam.
Seguiremos el relato
ReplyDeleteBesos
Nos has dejado deseando sabe un poco más . Una historia de aventuras y misterios que habrá que ir resolviendo . Gracias Myriam nos has dejado con la miel en la boca jaja. Besos.
ReplyDeleteUn inicio intenso y bien dotado para lo que debería ser una historia llena de intrigas y suspenso que bien merecía ser rescatada, Myriam!...ahora la tienes que continuar! jejee. Un fuerte abrazo y gracias por dejarte llevar por mi propuesta
ReplyDelete=)
Me gusta lo que escribiste.
ReplyDeleteInteresante historia.
Un abrazo.
Me enganchó la historia.
ReplyDeleteVoy a por las palomitas...
Besote guapa
desubicado es para mi la palabra que le define, un hombre sin raíces, ya que las perdió de peregrino y esclavo de sus compromisos y trabajo. Sus sueños plagados de acción y deseos no cumplidos son la droga que su cerebro y su cuerpo necesitas
ReplyDeleteBuen fin de semana
Esperando el segundo capitulo, me encanta!!, un abrazo.-
ReplyDelete¿Es un sueño? ¿ Es una realidad? ¿Son las dos cosas?
ReplyDeleteDe momento está intrigante. Seguiremos esperando el despertar de de un fin que imagino muy sorprendente.
Besos
Bueno, la intriga está servida, estamos a la espera del segundo capítulo.
ReplyDeleteBesos
Una muy buena primera parte, me ha encantado el misterio de esta intrépida historia, veremos que pasa, genial amiga Myriam, un abrazo.
ReplyDeleteY es que aunque tu vida sea una aventura llega un punto en el que pides a gritos algo de tranquilidad. La verdad es que pinta muy bien. Besos.
ReplyDeleteMuy bien narrado; los distintos tiempos los manejas con mucha soltura. La historia se hace misteriosa con la introducción de la pesadilla; está pidiendo una continuación.¡Ánimo!
ReplyDeleteBesitos y feliz finde :)
Nos gusta la aventura, pero cuando nos satura como a tu personaje, deseamos que alguien nos rescate de ella y nos devuelva a la bendita rutina al menos unos días...¡ próximo capitulo en puertas, imagino !Volveré corriendo tras el.
ReplyDeleteAbrazos
Muy emocionante. continúo a la espera de la segunda parte...Un abrazo😘💚✔
ReplyDeleteALBADA, ESTER, CAYETANO, PACO, CAMPIRELA, MONICA,DEMIURGO, MANUEL,
ReplyDeleteRODOLFO, MARI PI, ELE BERGON, TRACY, JORGE, MOLI, VOLARELA,LUCIA y BERTA:
No sé como agradecerles sus comentarios tan amorosos.
Trataré de continuar la historia esbozada en este capítulo
que escribí hace mucho y por h o por b nunca continué.
Uds. me han motivado mucho y por eso mil gracias.
Besos y abrazos a todos y a cada uno.