Introducción
La violencia tiene múltiples formas y se halla en el
origen de nuestra Cultura (sensu laxo). El instinto de agresión
ha servido -en muchas ocasiones- para la supervivencia de la especie, pero la
violencia como tal, tiene un gran sur-plus al que se suman: la maldad, el
odio, la ignorancia, los prejuicios y el afán
de dominio y control de un ser humano sobre otro. En el análisis de esta obra teatral (pulsar aquí para
verla), que está basada en la vida del boxeador español vasco José Manuel Ibar Aspiazu, alias Urtain, veremos a través de
ésta y de las próximas entregas como esa violencia se expresa de
distintas maneras en la obra.
Toda la obra se desarrolla en un solo acto en el
cuadrilátero de boxeo y está relatada en 12 escenas en sentido inverso, desde
el suicidio de Urtain hasta su nacimiento. Luego de la presentación con el
baile introductorio en el ring, vemos al personaje principal de la obra, José
Manuel Urtain, suicidarse.
La violencia
en el personaje de Urtain: Urtain contra si mismo: escenas 12 a 9 inclusive.
Iniciar la Obra de teatro con el Suicidio del personaje
tiene un impacto tremendo que da el
tono a toda la obra, realzado hasta lo grotesco por la descripción tan gráfica del locutor de saco blanco que explica a la audiencia: “Una mañana.... en
un barrio del Pilar de Madrid un portero escuchó un ruido shhhhhhhhhhhhhhhh ¡Plop! ¡El hombre está reventado sobre el cemento .... En efecto, el hombre
está muerto sobre un charco de sangre.
Un momento..... este hombre se parece a.... Es....”. A esto se suman las palabras del cadáver de Urtain que dice “Qué he hecho
yo.... para que todo lo que haga sea tan sucio -algo que va a repetir en otras
escenas de la pieza- Soy un asesino”. Las furias danzan y aullan a su alrededor.
La sensación de la atmósfera para la audiencia es
tétrica, desoladora, angustiante y macabra.
Al final de su vida, Urtain “es un muñeco roto”, tal como
lo llaman los periodistas en la escena 11. “Es nada. La nada es”, eso es lo que es....
¿pero cómo llegó a ese estado de nada en que se suicida 4 días antes de las
Olimpiadas en las que España gana 22 medallas?
Uno de los periodistas de la escena 11, dice que lo habían encumbrado, otra: “todos los combates
estaban apañados”, pero el locutor de
saco blanco afirma “esta noche va a ser un combate auténtico, todo va a ser
real, los sentimientos de Urtain también van a ser reales”.
El relator- Manolo: dice “Un millón, un millón de personas
se suicidan por año en el mundo.....” y da varias “definiciones” de suicidio
(no del todo correctas o demasiado simplificadas si se quiere) según los
griegos, los japoneses, Emile Durkheim.....y
en las que no me voy a detener (ya que la intención del autor -a mi juicio- es mostrar, tal como lo hace, la diversidad de concepciones que existen en las distintas culturas sobre el suicidio) y la
teoría actual (occidental) según la cual efectivamente, el suicida padece de un
trastorno mental mediante el cual el sujeto es incapaz de superar la
depresión y el miedo. Miedo
a no soportar ver las Olimpiadas de
1992 y no ser parte activa en ellas (estaba retirado desde hacía años), y depresión por varios motivos que
vamos observando en la marcha regresiva de las secuencias, claramente expuesta en las escenas 9 y 10
cuando el agitado Urtain, con voz lastimera y frases monocordes de
escasa representación simbólica –es decir, de pobreza conceptual– nos relata sobre su socio Cecilio con el que
puso un bar a principios de los 90, que a los 24-26 años levantaba piedras, que
se casó (una primera vez) y tuvo dos
hijos; que un empresario lo vio en San Sebastián y que a él “le dijeron que se
iba a hacer millonario con el boxeo”. Dicho sea de
paso, la actuación del actor -Roberto Alamo- que lo representa es extraordinaria.
Mientras el cuenta todo ésto en la escena 10 los que están en el bar se ríen, se burlan de él: Marisa,
la segunda mujer que lo quiere y se
preocupa por él, le dice “deja de hacer ésto, te estás haciendo daño, se están
riendo de ti ¿por qué no te vas a casa
ya?” La mujer nos cuenta –a nosotros, el
público– que ella le consiguió trabajo a Urtain por intermedio de un cuñado
y que después de dejar el boxeo, le dieron trabajo de portero en una discoteca,
luego tuvo un negocio de calzado “pero el no está hecho para los negocios”, nos aclara ella.
Que se quieren Marisa y Urtain lo vemos en las lágrimas
de ella cuando lo observa hacerse daño, en su preocupación por conseguirle
trabajos, en como se abrazan y bailan juntos -incluso ella trepada en las
caderas del fuerte de su marido que la levanta como una pluma-. Se ve también que Marisa lo quiere en que ella
nunca se opuso a que viajara al pais
Vasco a visitar a sus otros hijos....
En la escena 9: Urtain hablando con Manolo, al que casi
no puede ver por su herida en el ojo derecho, nos cuenta “me acabo de asociar con uno que tiene un
mesón, coño, pero no tengo el teléfono” y vuelve sobre “no tengo el
teléfono” y le pide a Manolo que le traiga la foto que el se tomó con Franco -varias veces mencionada en la obra- y el
teléfono de Pedro”. A Urtain lo vemos,
jadeante, transpirando, hasta babaeando.
Manolo le pregunta “¿estás bien? “ y el dice “yo estoy como un toro” (en
clara alusión a su fuerza bruta, pero un toro que se olvida cosas como ese Nro de teléfono tan importante, un toro que sabemos que va a fracasar en los negocios y del que la gente se va a burlar y a aprovechar).
Urtain nos cuenta: “mi mejor amigo me pidió que firmara
por los coches y por confiar
en él, me pasé unas navidades en la cárcel, ¡en la cárcel! sin ver a mis hijos”.
Urtain se nos muestra patético. En
cada palabra que Urtain nos dice, en cada gesto, nos muestra como los demás hasta sus más amigos se han
burlado de él y lo han estafado, excepto Marisa que lo quiere como ya hemos
visto y Manolo que lo trata de tranquilizar diciéndole que es difícil para un
boxeador de su talla adaptarse a la vida "normal" y que “quien da todo lo que
tiene no está obligado a dar más” Y le repite “José, no estás obligado a dar
mas”.
El acento en estas cuatro escenas está puesto en los
aspectos internos del personaje, en sus miedos a ser invisible con respecto a la
competición olímpica, en sus decepciones de los “amigos” que lo estafaron en los años posteriores a su
retirada del Boxeo, en como la gente se reía de él y solo iba al bar para sacarse una foto con él (y él siguéndoles el juego) y en la rotunda incapacidad de Urtain
para adaptarse a la vida “común” fuera del estrellato y de los golpes "del deporte" del boxeo, después de
su retiro. Urtain está perdido en sus
propios laberintos de los cuales solo
puede salir por una destitución subjetiva brutal en la que como Lacan diría, al
pasar al acto del suicidio, queda reducido a un objeto y como el locutor nos dice: a un muñeco roto, reventado en el pavimento, en su charco de sangre.
La semana que viene
la segunda parte: escenas 8 a 5 inclusive.
19 comments:
Muy bien, Myr, intentaré ver la obra este fin de semana. Pero con lo que he leído ya tengo muchos datos para fijarme más en los detalles.
biquiños,
He oído hablar de esa obra.
Un boxeador a golpes en la vida, seres fragiles, muñecos rotos, nokeados año a año, después el amargo recuerdo del campeón que fue, la realidad del objeto que se es.
Una reseña que nos llevas conmovedora y dura, amiga Myriam, de alguna manera me evocas el film "Toro salvaje" de Scorsese.
Besitos muchos.
¡Excelente análisis, querida Myriam! pero casi, casi, has destripado toda la obra y tenemos ¡hasta el 14 de abril para comentarla! Pobre Urtaín, en verdad un muñeco roto, un ser primitivo lanzado al ruedo de la fama y "dinero" que nunca recibió. Me dió mucha pena. Lloré como una magdalena. Besotes, M.
Un muñeco roto, sí.
Voy a esperar tu segundo análisis.
Besos, Myr.
Ummm demasiado dura para mi..
hoy solo
Vino y rosas...
sin mas.. con mucho amor..
besitos
La empecé a ver y no pude soportarla mucho rato.
Me pareció un rollazo para gafapastas.
Besos.
ni idea de esa lectura, le comenté a Pedro que ojalá buscara a una Autora para leer, puras lecturas de hombres a mi me aburre jajaja
besitos y luz
además lo que comentó en la acequia es sobre Calisto y Melibea en lo de la Celestina
Como siempre, Myriam, has encontrado un magnífico ángulo de análisis que aporta mucho a la interpretación de la obra.
En efecto, la primera violencia es la de Urtaín contra sí mismo: dejando de ser lo que es, cortando sus raíces y quedándose como un muñeco de trapo, sin forma de estar de pie.
Magnífica entrada.
Besos.
No he visto la obra, pero al parecer es mejor que la propia vida del pobre Urtain - al que tuve el gusto de conocer personalmente y estrechar su poderosa mano- El mito supera al hombre.
bssos
Ahora que lo apuntas, recuerdo la muerte de Urtain unos días antes del comienzo de la Olimpiada del 92, acosado por las deudas. Hace ya veinte años, y parece que fue ayer, quiere decir que han pasado y hemos vivido 20 años sin enterarnos. Mejor que tarden un poquito más en pasar.
Excelente análisis. Cuidada expresión que da gusto leer.
Sobre esa receta de los "repelaos", la podré pedir a mi madre, que yo de repostería, ni idea.
Un abrazo.
Paso a saludarte.
Magnifica entrada desarrollando la idea de uno contra uno mismo.
Recibe un abrazo.
Soy Anna Jorba Ricart
Urtain recibió los golpes más duros de su propio entorno. Golpes que no supo esquivar y que le dieron de lleno hasta llevarlo al K.O. técnico.
Muy buen análisis, Myriam.
Besos
Sólo puedo añadir.. ¡GRACIAS!
Un muñeco roto, !qué triste¡¡
Seguiré atenta al resto, me ha parecido muy interesante.
Un abrazo
Me la perdí,pero intentaré verla...una descripción perfecta de esos palos internos y externos que asesinan una vida.Un abrazo
La obra es muy dura. El detalle ese del ruido del cuerpo al caer, la sonrisa malvada de los picateclas comentando el suicidio, el sube y baja de ese artilugio, Urtain que intenta levantarse...
Es muy interesante lo que dices acerca del suicidio. Es increíble que alguien pueda perder el instinto de supervivencia, que tenga más miedo a vivir que a morir.
Un abrazo
Que cruel realidad y no sera el primero ni el último que se haya visto atrapado en esta vorágine y con este tríste final.
Muy fuerte el impacto que deja la obra y para mí gusto un poco lenta...
MYriam que pases un feliz finde:)
Amiga, no vere esta obra... Uno no esta para esos trotes...
Otro abrazo fuerte
El lucro basado en el espectáculo de la violencia pasa por encima de cualquier valoración humana. No sólo son inescrupulosos quienes organizan esos eventos y esos negocios sino quienes lo consumen. Sin duda que la obra despertará muchos criterios y conciencias críticas.
Un abrazo Myr!!!
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