Continuando con
mi comentario a algunos de los ensayos escritos sobre "El Licenciado
Vidriera" traigo aquí hoy dos:
George Shipley en "Garbage
in, Garbage out: The best of vidriera"(2001), contabilizó en su ensayo de 36 folios las palabras de esta novela llegando a la cifra total de 9400, de las cuales 486 palabras o sea el 5,15 % de
la narrativa está dedicada a los 8 años de estudiante en Salamanca. Los 3
años que pasó viajando con el Cap.
Valdivia ocupan el 21,8%. Los 2 de
Lic. Vidriera 66,59% y su vida final
de soldado 6,38 %. O sea, que la mayor
parte de la novela, tiene que ver con el estado psicótico de su protagonista.
Según este autor, la mayoría de los estudios escritos sobre esta novela, se
basan en el análisis de interpretación del contenido de los dichos del
protagonista en su fase de Lic. Vidriera y estudiosos como E.C. Riley, citado
por Shipley, la encuentran poco
satisfactoria.
George
Shipley propone buscar la fuente de esta insatisfacción,
tanto como la crítica según él, maldireccionada. El propone encontrar la historia del
narrador y su narración y los prejuicios del narrador. Y esto
resulta para mi altamente interesante porque tal como dice Shipley y coincido
plenamente con él en esto, porque estoy
convencida de que Cervantes quiso jugar con nosotros, ya que no podemos hacerlo
sin enfrentarnos un dilema moral: ¿Qué
lado elegimos como lectores? ¿Reírnos con el público? ¿O del lado de la víctima
y su autor? Porque está claro que el narrador, es parte del público que se
ríe.
La
biografía de Tomás, involucra lo que yo llamo todo un viaje vital de autodescubrimiento,
en el que al enfrentarse a lo femenino, produce, como dije antes, un brote psicótico que dura dos años, del que
se cura por intercesión de un sacerdote,
aunque el tema de su relación
con las mujeres no haya sido superado. De chico pobre campesino, se
convierte en un hábil estudiante, un excelente abogado y un honorable guerrero
que defiende los intereses del Imperio Español de época y que muere en batalla.
El
narrador ficticio, tal como puntualiza Shipley, se centra en la época de Tomás como el Lic. Vidriera (recordemos que ocupa
un 66,59% de la narrativa), un loco que dice cosas inteligentes -verdades- que hacen reír, por el contrario, no está
interesado en aquel joven que "de todo género de gentes era estimado y querido" ni de cuando
gana fama como soldado. El primer viaje
que hace a Italia junto al Capitán Valdivia es relatado muy someramente y es
más bien, una recapitulación de los lugares por dónde anduvo. El narrador produce una antología de lo mejor de Vidriera. El narrador
ficticio interrumpe la narración de los dichos y hechos de Vidriera en 4 oportunidades.
La primera, después de 10 sentencias: ahí nos informa que esas chanzas ya
circulaban ampliamente en repeticiones que llegaron a oídos de una persona
importante de la Corte que "gustó de su locura" y
que le brindó su protección. La segunda interrupción es a las 37 chanzas, nos
recuerda que Vidriera al llegar a la
Ciudad era constantemente atacado por jóvenes que no le daban tregua. La tercera vez, a los 41, para recordarnos que
Vidriera era constantemente presionado por una montonera de público que estaba
ansioso de escucharlo y la Cuarta y última,
a los 97, para recordarnos (el narrador) que donde quiera que Vidriera hablara, cualquiera podría juzgarlo el más sano
de los sanos. (Recordemos, por ejemplo, La Nave de los locos
de Sebastian Brant, 1494 o el Elogio de la Locura de Erasmus,
1511).
"En resolución él decía
tales cosas, que si no fuera por los grandes gritos que daba cuando lo
tocaban o se arrimaban, por el hábito
que traía, por la estrecheza de su
comida, por el modo en que bebía por el no querer dormir sino al cielo abierto
en verano y el invierno en los pajares, como queda dicho, con que daba tan
claras señales de su locura ninguno pudiera creer sino que era uno de los más
cuerdos de mundo".
En
este pasaje claramente el narrador toma por sabios los dichos de Vidriera no
tomando en cuenta su locura. Este
tema, no es un concepto innovador y
revolucionario por parte de Cervantes, sino que, tal como lo puntualiza Daniel Heiple en "El Licencido Vidriera y
el humor Tradicional del Loco" en Hispania Vol 66 Nro 1 (Marzo, 1983) pag.
17-20 las
obras satíricas que trataban la Locura en los S. XVI y XVII partían de dos
tradiciones que tienen hondas raíces clásicas y Bíblicas, A- por ej. En el Eclesiastés 1: 15, El nro
de locos es infinito, o, la filosofía estoica que ponía énfasis en
sostener que los valores del mundo son una locura y por otro B - La alabanza de la cordura del loco, la idea
de que la locura es un don de los dioses. Tenemos la locura mística de los platónicos
y más tarde, el loco santo. Cervantes
logra integrar ambas tradiciones en el Licenciado vidriera.
Shipley puntualiza
el uso que Cervantes en boca del narrador, hace de la palabra "entendimiento", como la facultar de razonar,
separada de la memoria. Cuando Vidriera
era el estudiante T. Rodaja, el
estudiante gozaba de un magnífico entendimiento tan excepcional como su memoria. Desde que fuera hechizado con el brebaje,
comienza a perder la facultad de razonar y luego la pierde totalmente y es en
ese estado de pérdida absoluta, que sus
dichos desprovistos de razón, se convierten en el reflejo de su comunidad,
su centro, porque todos se reúnen en torno a Vidriera, que los divierte, sin
haberlo buscado por él mismo. De hecho, cuando recobra la razón, deja de ser
interesante para la comunidad y también para el narrador que formaba parte de
ella.
Sigue el pmo miércoles la última parte.
Contribución
a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro
Ojeda desde su blog: La Acequia ©Myriam
Goldenberg
10 comments:
:)
Besos y salud
Hola todos:
Estoy de viaje y esta entrada ha sido programada.
Veo ahora que hay dos tipos de letra, uno muy pequeño: lo siento, no tengo computadora y desde mi smartphone no puedo hacer los cambios y no quiero tampoco arriesgarme a que se me borre la entrada por falta de pericia mía.
Espero que igualmente puedan leerla completa quienes así lo desearan.
Saludos y abrazos a todos.
Excelente análisis, pero a estas teorías de análisis de la patología del licenciado hay que añadir una gota de género literario: Cervantes actualiza con fina ironía el viejo debate entre armas y letras -como también lo hará en el Quijote- usando este membrillo que enloquece al joven licenciado...
Besos.
Brillante guapa. Tus análisis me estimulan a volver a leer a Cervantes.
Besote
Un razonamiento de esta obra muy profundo.El pobre pasa de un estado a otro sin ser consciente de ello.Me gusta ese punto donde señalas: que mientras los divertía todos acuden , pero tan pronto como recobra la cordura ya no les interesa.La comunidad como los llamas demuestran que el ser humano no es piadoso con los débiles, aunque sus respuestas están cargadas de razón ellos lo toman a chanza por qué saben que no tiene peligro.Pero cuando ya razona estos se puede volver contra ellos.
Un beso grande seguimos esperando...
Tendré que volver a leer las chanzas con papel y lápiz al lado, porque no me había dado cuenta de que hubiera tantas, aunque está clara qué parte es el núcleo de la novela.
Llama la atención en esta novela que tenga tanto cuerpo y tan poca cabeza y tan poco pie. Tomás no consigue echar un clavo a la rueda de la Fortuna, al final se cura y a nadie interesa; sólo le queda la gloria del soldado de Flandes, allá va y es casi casi un suicidio.
Cervantes juega un poco con todo, con las tradiciones y con los tópicos literarios, con su propia biografía, con sus lecturas favoritas y...el resultado es Cervantes, el mejor escritor en lengua española.
Un abrazo, Myriam.
Espero qeu estes bien en tu viaje...un saludo desde Murcia....
Lo he leído perfectamente Myriam aunque es verdad que no me explicaba el por qué de las diferentes letras. Sin problemas.
Me ha encantado tu explicación porque avanza en el conocimiento de la personalidad del Licenciado Vidriera. Me explico, he leído la aportación de Luz y de Mª Ángeles en sus respectivos blogs y la 3ª que he seleccionado para esta tarde es la tuya. El orden ha sido arbitrario, pero ahora que lo he terminado reconozco que os vais complementando y no os repetís. Me habéis aportado un abanico muy preciso entre los diferentes aspectos en los que cada una habéis hecho hincapié. Me he enganchado y espero la próxima aportación.
Besos y feliz viaje.
Una estupenda entrada. Leí todo el escrito. La literatura clásica me encanta.
Un abrazo.
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