Se le han volado los pajaritos,
Se le han volado si más.
Ya no hay primavera, ni
verdes campos de alfalfa,
ni espigas de trigo maduras.
Cabalga pues, en sus sueños
hacia nuevos montes dorados,
la niña que a monja viste,
a ángel, ninfa, u ondina;
a hada madrina, quizás.
Aquel pastor que tocaba
sereno la flauta dulce,
perdióse en un viejo pajar
cubículo bien cuadrado
de miedos e inhibiciones;
contando ovejas se queda
bajo el triste soto gigante,
evitando de esa manera,
el sol que quema y abraza;
la vida que puja y lo llama.
Myriam Goldenberg ©
8 comments:
Pero están por llegar...
Besote guapa Feliz fin de semana
La vida puede golpear y duro, pero siempre hay que sobreponerse y volver al ruedo con serena felicidad.
Un abrazo enorme Myriam, por aquí andamos mejor.
:)
Besos y salud
Querida Myriam:
Nos regalas un poema en donde el Ser humano se muestra en su volubilidad; el dolor del alma es parte de la vida pero nuestra capacidad de resiliencia es la que nos permite, varía en cada persona, superar los duelos o las enfermedades y seguir adelante.
Te dejo un beso y un abrazo.
Este poema nos viene de perlas a los de este hemisferio ya que la hemos recibido hace pocos días.
Y, gracias a que cada año regresa y podemos disfrutarla.Con sus agravantes que también los tiene.Mientras haya primavera aunque los años nos recuerden que no la tenemos...
Un besazo Myr.
En algunas de las muchas vueltas que da la vida existen ocasiones donde se nos vuela la ilusión esperando que algún día vuelva.
Saludos
No vuelan todos, alguno queda.
No vuelan todos, alguno queda.
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