viene de aquí
Cerrando círculos o pactando con el pasado
Hemos visto a lo largo de este trabajo, cuanto Aida necesitaba saber quién fue su
abuelo, no el mito bajo el cual creció, sino como fue él y que pasó con él, con ese fin conduce una investigación y rearma, así, el puzle familiar con las piezas que faltaban. La desmitificación de ese antepasado suyo que
ni siquiera conoció de niña, cobra especial relevancia si a ese abuelo legendario, le sumamos la figura de un padre ausente, como el suyo. Ambos factores contribuyeron a que el personaje de Aida creciera sin modelos masculinos adecuados en su vida y por
lo tanto, no pudiera construir una pareja estable, por ej., porque ese desajuste de modelos la llevaba, entre otras cosas, a ser insegura en lo emocional y a demandar
mucho afecto y confirmación, más del que cualquier hombre “normal” pudiera
darle, porque ninguno podría suplir esas
carencias afectivas que ella arrastraba desde la infancia, ninguno podría
tampoco estar a la altura de un héroe legendario.
Bruno, en cambio, ha crecido con un padre dominante, que lo ha desvalorizado permanentemente,
que guarda un gran secreto sobre su pasado, secreto qué el necesita conocer para
comprender al padre y replantearse su relación con él, además de porqué está tan descontento con su vida y se siente un fracasado, huérfano de su propia historia.
Andrés/Ángel por su lado y quizás más que ninguno, necesita cerrar círculos, porque como lo ha hablado con el terapeuta Joserra que se encuentra en un café a veces (256) “si no, la vida queda a medias”. Para eso, tendrá que volver sobre sus pasos y redimir del olvido ese pasado que ha querido enterrar en su inconsciente. Pero tiene un coste adicional, al hacerlo, deberá asimismo volver a reconectar con la instancia moral, que trae aparejada la culpa; entender, asumiendo sus faltas, y perdonarse. Al hacerlo, muere en paz, aunque él mismo reconozca que sus agravios merecerían una “condena eterna” (257).
Andrés/Ángel por su lado y quizás más que ninguno, necesita cerrar círculos, porque como lo ha hablado con el terapeuta Joserra que se encuentra en un café a veces (256) “si no, la vida queda a medias”. Para eso, tendrá que volver sobre sus pasos y redimir del olvido ese pasado que ha querido enterrar en su inconsciente. Pero tiene un coste adicional, al hacerlo, deberá asimismo volver a reconectar con la instancia moral, que trae aparejada la culpa; entender, asumiendo sus faltas, y perdonarse. Al hacerlo, muere en paz, aunque él mismo reconozca que sus agravios merecerían una “condena eterna” (257).
Los lectores sabremos todas estas respuestas,
no los personajes que han constituido este entramado de relaciones (los analizados en este trabajo como todos los otros que tuve, muy a mi pesar, que dejar de lado). De saberse, el impacto de estas revelaciones, sería
tremendo; empezando porque Aida comprendería que su abuelo era todo lo
contrario a un héroe mítico, que si bien
era muy guapo, con una bella sonrisa y una bella voz, era también cruel y
despiadado, un hábil manipulador de
voluntades ajenas, un egoísta ideólogo al que poco le importaba los muertos que dejaba a su paso
(Francesc, Andresin), que tuvo, es cierto, una infancia muy traumática.
Bruno, vería a su padre
como un mentiroso, que lo hizo crecer bajo falsas premisas, si ya la relación
era tensa, más ahora lo sería a la luz de estas revelaciones, pero como el padre muere, el hijo no podría de todas maneras, enfrentarse a él. Cierto que Bruno
ha sido seductor y mujeriego, pero nunca cruel como su padre, él si ha mostrado preocupación y cuidado (de la forma que ha podido) por su
padre, por su ex-mujer enferma, por sus hijos. Quizás no haya sabido manejar del todo la ira (y dolor bajo esa ira) cuando más frustrado se sentía o cuando alguien tocaba esos puntos dolorosos que guardaba muy adentro suyo. Suposiciones, porque lo que sabemos de él al respecto, lo hacemos a través de la subjetividad de Aida. No, Bruno no era igual al
padre, aunque de él tuviera ciertos rasgos, y es muy posible que llegara a entender ahora a que se debía la frialdad de su
padre -su desconexión afectiva- como otras tantas cosas que seguramente no le cerraban (como porqué tenía en su biblioteca un libro de poemas de F.G.Lorca firmado y dedicado a un tal Ángel).
La relación de Aida y Bruno podría colapsar a la luz de estas revelaciones más que nunca, o seguir de otra manera eso es seguro, si es que decidieran seguir adelante con ella, porque como se había venido dando estaba –como hemos visto- condenada al naufragio. En todo caso, ambos estarían ya liberados del lastre del pasado, quizás a tiempo de replantearse el vínculo -pasado el estupor inicial y la crísis profunda de la pareja- pero ya lo sería, sin duda, desde otro lugar más maduro, más cierto, más sincero (desde el punto de vista emocional), una especie de recompensa por haber recompuesto el puzle familiar que a ambos les ha brindado mayor conocimiento de si mismos. Quién sabe. La escritora Laura Castañón nos promete una próxima novela, será un gran placer leerla y, eventualmente, comentarla.
La relación de Aida y Bruno podría colapsar a la luz de estas revelaciones más que nunca, o seguir de otra manera eso es seguro, si es que decidieran seguir adelante con ella, porque como se había venido dando estaba –como hemos visto- condenada al naufragio. En todo caso, ambos estarían ya liberados del lastre del pasado, quizás a tiempo de replantearse el vínculo -pasado el estupor inicial y la crísis profunda de la pareja- pero ya lo sería, sin duda, desde otro lugar más maduro, más cierto, más sincero (desde el punto de vista emocional), una especie de recompensa por haber recompuesto el puzle familiar que a ambos les ha brindado mayor conocimiento de si mismos. Quién sabe. La escritora Laura Castañón nos promete una próxima novela, será un gran placer leerla y, eventualmente, comentarla.
Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia. © Myriam Goldenberg
12 comments:
Quizás al leer el final de la novela se entiende mejor el porqué esta relación de Laura y de Burno no acaba de cuajar, como bien dices y sin ellos saberlo, tienenel lastre de su pasado que les está impidiendo avanzar.
Es muy posible que Laura siga con estas historias sin acabar que nos deja con su final abierto. Como bien dices, será un placer leerla.
Un abrazo
Luz
No sé si he entendido bien, ¿es casi un estudio psicológico de la protagonista o te ha dado pié a ti para que lo hagas basándote en el argumento? De cualquier forma parece interesante.
Mo sabes las veces que he intentado entrar a saludarte y blogger no me dejaba.
:)
Besos y salud
TRACY: es un análisis psicológico de varios de los personajes y sus relaciones basado en lo que está escrito en la novela sobre ellos y como se relacionan. Lo he dividido en 8 entradas y esta es la última.
Gracias por tus palabras. Besos
Un pasado traumático, por exceso de presencia, presencia contraproducente o por ausencia de referentes que se mantiene en el presente sin gestionar, sieempre pasa factura. Creo que una gran mayoría de conflictos humanos que se sufren en presente tienen su semilla sembrada en el pasado... averiguar de donde viene algo y porqué es imprescindible para empezar a solucionarlo todo...la limpieza general y el orden son esenciales en todas partes pero más que en ningún lado en la cabeza.
Como el otro trocito que te he leído, como todo lo que te leo tan claro y buenísimamente explicado que la verdad, ni hace falta que lea la novela ( no se lo digas a su autora:-) , ni que te diga nada cielo... todo está dicho y muy bien dicho por ti:))
Mil graacias MYR y muchísimos besos bonita.
Hay que tener mucha experiencia y conocimientos para profundizar de esta manera en los personajes.
Excelente trabajo.
Un beso.
Estupendo.
Besos
Pues ahora a leer la novela :D
Besote guapa
En efecto, esa posición superior del lector es una buena estrategia narrativa por parte de la autora. Hace que el lector se implique más en el presente -y, sobre todo, en el futuro- de los personajes.
Me ha gustado mucho el análisis de los roles paternos para Aida y Bruno y cómo afectan en su relación.
Besos.
Gracias por compartirlo!
Un beso grande para vos!
Buen fin de semana Myriam
El puzzle familiar queda compuesto con una pieza que ni por asomo suponíamos. Con la boca abierta se queda uno al final.
Aida, vete al oredenador, anda corre y hackea la contraseña, que tú sabes.
Veo que te enganchó.A mí también. Aunque me gusta más la parte antigua que la moderna.
La próxima en París, en años difíciles, creo.
Besos, Myriam.
Estoy de acuerdo en que los padres tienen mucho que ver en la conducta de los hijos a pesar de que muchas veces nos empeñemos en hacer lo contrario de lo que aconsejan, o los hijos no hagan mucho caso de lo que les decimos. Al final todo se pega y terminan por copiar el modelo.
Un abrazo, sigo leyendo tus estupendos estudios sobre la novela y sus personajes,estoy en deuda...
Post a Comment