Sofonisba Anguissola (1532- 1625)

                                                    Autorretrato  1556- Museo Lancut-Polonia

Hoy quiero recordar y compartir con  uds, la historia de esta célebre pintora renacentista que nació en Cremona, Italia en 1532. Hija mayor de los nobles Amilcare y Bianca,  una joven extremadamente talentosa que revolucionó la historia del arte, al irrumpir con su genio en un mundo hasta entonces dominado por hombres, en el que ganó  sin embargo de ellos,  respeto y reconocimiento.

El padre de esta pintora era amante de las artes y le dio una educación liberal -nada común para las mujeres de la época-  e incentivó a la hija (al igual que a sus hermanos) a desarrollar sus talentos. El nombre de Sofonisba nos lleva al recuerdo de otra noble y valiente  carthaginesa, con destino trágico, que sin duda sus padres admiraban tanto como para ponerle su nombre.

A los 14 años el padre la envió junto con una de sus hermanas a estudiar con Bernardino Campi, un prestigioso pintor de la escuela Lombarda. Cuando éste se mudó a otra ciudad  cuatro años más tarde, Sofonisba continuó estudiando con  Bernardino Gatti (Il Sojaro). Así, en 1550 pinta al maestro Campi, pintándola a ella.

A la edad de 22 años, en 1554, viajó a Roma y conoció a Miguel Angel, quien le pidió que pintara a un niño llorando, pintó entonces a "Asdrubalo picado por un cangrejo de río" (el cuadro de aquí arriba)  y se lo envió a Miguel Angel quien de inmediato reconoció su talento en la complejidad expresada en el llanto del niño y la sonrisa de la niña -dos emociones difíciles de representar- dándole bocetos suyos para que ella los dibujara con  su estilo propio y le hizo recomendaciones sobre su trabajo durante unos dos años. Giorgio Vasari, otro artista e historiador del arte, estaba impresionado por su talento y la incluyó  en su obra magna sobre la vida de los artistas (masculinos, claro). Vasari llegó a decir que las  obras de Sofonisba eran hechas con  diligencia y exactitud tal, que los personajes parecían vivos y que solo les faltaba hablar. Viniendo de él, éste era un gran reconocimiento,  sin duda alguna. Sofonisba tenía también maestría sobre la técnica del sfumato, como pocos.

En 1558,  siendo ya una pintora establecida, fue a Milano a pintar al Duque de Alba que enseguida la recomendó al Rey Felipe II, quien al año siguiente la llamó a su corte para ser dama pintora de su tercera consorte Isabel de Valois (matrimonio parte  del tratado de paz de Cateau-Cambrésis 1559)

Reina Isabel de Valois








Felipe II de España

Al morir la Reina en 1568, el Rey tomó a Sofonisba a su cuidado y hubiera querido casarla con un noble de su corte pero al saber que ella ya estaba comprometida con Don Francisco de Moncada, hijo del Príncipe de Palermo, Virrey de Sicilia, se conformó con darle una gran dote de 12.000 libras. La pareja vivió en la corte de España unos ocho años y luego, bajo licencia real, se estableció en Palermo hasta que el marido murió en 1579. Al año siguiente Sofonisba  viajando a Cremona, su ciudad natal,  a bordo de un buque conoció al capitán, varios años menor que ella; se enamoraron perdidamente y se casaron. El joven  se llamaba Orazio Lomellino. Sofonisba tuvo la suerte de que ambos maridos la amaran y apoyaran en su carrera artística. Orazio y Sofonisba se establecieron en Génova en donde vivieron felices y comieron perdices durante muchos años, hasta que ella finalmente falleció,  a los 93 años.

 A  los 7 años de la muerte de Sofonisba,  su viudo  le rindió homenaje colocando una placa en su tumba con la inscripción: «A Sofonisba, mi mujer .... quien es recordada entre las mujeres ilustres del mundo, destacando en retratar las imágenes del hombre ... Orazio Lomellino, apenado por la pérdida de su gran amor, en 1632, dedicó este pequeño tributo a tan gran mujer».

Sofonisba ejerció una gran influencia en artistas masculinos posteriores como por ejemplo en Pedro Pablo Rubens, un mérito indiscutible, pero aún más siendo como fue,  una exitosa mujer pintora en un mundo al que la mujer -por el simple hecho de serlo- no tenía acceso (hasta entonces, recordemos, solo el varón  -generador de esperma- podía crear vida u obras, asignándosele a la mujer un lugar receptivo-pasivo),  abriendo  de esta manera el camino de la mujer en el mundo del arte, aún cuando no le fuera permitido, en general, pintar cuerpos enteros y  menos todavía,  desnudos. 


Sofonisba Anguisola: una joya femenina -entre la publicación de la gramática castellana de Antonio de Nebrija en 1492 y la muerte de Calderón de la Barca  en 1681- que engalana el Siglo de Oro Español.

Fuentes:

Sara Getz "Sofonisba Anguissola: A talent who says the truth about women"

Frederika Jacobs "Women capacity to create: The unusual case of Sofonisba Anguisola"

Wikipedia