Wednesday, May 16, 2012

La viuda valenciana (2) Acto 2: "Enlace los sucesos"

 



En  el Acto 2  tenemos tres ejes narrativos  que fueron presentados según vimos en  el Acto 1 y  que ahora se desarrollarán y profundizarán.

       1-     El encuentro de Camilo y de Leonarda. Camilo la podrá gozar, pero a ciegas aunque  deseará              verla, que es el  eje central y en extremo erótico.
 
 2-     Los intentos de los 3 pretendientes  Otón, Valerio y Lisandro por volver a casa de Leonarda y conquistarla pero sin que ninguno consiga nada y se choquen los tres aquí y acullá. Con el orgullo herido  exclama uno de ellos: “Que ha de tener esta viuda/ galán en casa encerrado/ mujer sola, libre y rica/ que ha tantos ha negado./ A fe que hay algún criado/ que por las noches se aplica /y dentrellos Urbán /que es bellacón y discreto". Cosa con la que están de acuerdo los otros dos y que  puede perjudicar el honor  y buen nombre de viuda, sumando  tensión a la trama.

3-     Las capitulaciones matrimoniales que está  negociando el Tío Lucencio con el enviado del secretario de un príncipe de la corte de Madrid, que pretende a Leonarda, también suman tensión a la trama, porque Leonarda no tiene intención alguna de casarse.

Veamos  el eje central: 

Mientras Camilo espera a Urbán en el punto de encuentro, lo carcomen las dudas: Inicia el acto con  la escena  de Camilo  “entre el temor y el deseo/ con quien batallo y peleo”  caminando en la oscuridad hacia el punto de encuentro con  Urbán quien  portará máscara para no ser reconocido y que le hará colocar una venda negra en los ojos  a Camilo para que no vea  hacia donde se dirigen. Camilo piensa en voz alta si la dama será demonio: “Y que se yo si pensando/ que abrazo algún ángel bello/ a un demonio enlazo el cuello/ que a oscuras anda volando/ porque es indigno de bello?” o si será vieja: “o que fuese alguna vieja/ ya sin pestañas ni cejas/ con dientes postizos/ que me hiciese con hechizos/ andar como simple oveja?”  o de si padecerá de sífilis: “O fuese alguna cuitada/ herida del mal francés/ que me hiciese andar después/ por una hora desposada/  muerto dos años después”. 

Mientras Camilo y Urbán van caminando hacia la casa, Urbán le da una lección de erotismo a Camilo sobre la importancia del sentido del tacto: Camilo se sigue quejando de que no puede ver a la dama: “No niego, que es muy dichosa (la fortuna de gozar a la dama esta noche)  mas sea fea o hermosa/ para aborrecer o amar/ si a oscuras la he de gozar/ ¿no es todo una misma cosa?” Urbán le responde: “¿Una misma, de qué suerte?/ un cuerpo grueso y perfeto/ no hay más gusto que despierte/ que tocar un esqueleto/ como pintara la muerte”.  Camilo sigue igual desconfiando “engaño ha de haber”, pero aunque dude y tenga temores, su curiosidad puede más y sigue adelante.

Leonarda espera a Camilo con ansias, pero en el ínterin vuelve Otón, (que antes se había disfrazado de librero) “que resultó salamero”, como dice Julia. Otón espera afuera y cuando Camilo y Urbán están llegando, Urbán le da vino a Otón, para que se duerma y así entrar a la casa sin que éste los vea: “tomad amigo y bebed/ que el vino es amor/ que apaga otra llama/ en el corazón que ama”. (Eje 2)
 
Leonarda recibe a Camilo por primera vez: Hacen pasar a Camilo al  salón¡Asiéntate!”  Camilo pregunta: ¿Dónde? Leonarda contesta: Aqui. Camilo pregunta “¿Quien habla?” Julia responde. “Mi señora”  y Leonarda agrega rápido “y... ¡vuestra esclava!. ”  Camilo: ”Es la que de hablar acaba?/ Maldigo a quien me parió/ yo la máscara me quito!” (y hace el gesto de quitársela)   Leonarda  se lo impide y le da un beso y dice luego: “Olvidais que estoy aquí/ y que licencia no os doy/ y no os perdono el delito./ ¡Música suene por él!·   Como Camilo se sigue quejando de que no puede verla y le pide la mano, Leonarda se la da y Camilo, la toca, la besa y le pregunta:   “¿Qué más concedéis por Dios? “.   Ella le pide entonces la mano a Camilo  “¡Dádmela vos, Soverano!”y  suspirando, se deja tentar la cara por él.  Y Camilo se  vuelve loco porque de cielo a infierno pasa y quiere saber con quien.  Camilo: “mas el veros es mi afán”  Leonarda lo amenaza:  “En llegando a querer verme/  os harán dos mil pedazos”.Y así siguen, cada vez más..... Camilo le tienta el pecho, la tensión aumenta. Ella suspira  y él arrobado clama:  ”que bello cuerpo tenéis, que suave (....) más valdrá para estar quedo,/ no tener ojos, ni oídos/ porque se van los sentidos/ tras aquello que ver puedo” y ella suspira.  El de rodillas, ella sentada en la alfombra en el salón, con el fuego de la chimenea detrás. En la interacción de ambos personajes vemos como  Leonarda lleva la batuta, pero le hace sentir a Camilo que él  huésped real a quien recibe con todos los honores y que ella está para satisfacer sus deseos (que sabemos que son los suyos también).

Colación con que amance Camilo el corazón y así, alargar el placer:  Después de que Camilo se niega  a recibir el dinero que ella le quiere ofrecer, intercambian sortijas en señal de amor:  Leonarda “Esta sortija tomad que en vos tendrá calidad” Camilo: “Y esta en vos tendrá valor”. Ella le da una uva en la boca: “al menos probar no podéis escusar/ que soy honrada mujer”.  Vuela el saco de Camilo y ella le afloja la camisa. Ahora la bebida: “Beberéis de vuestra dama/ que quien bebe, quien bien ama” y junto con la bebida, va el primer beso profundo.  Los dos se revuelcan en la alfombra y cuando Camilo cree que ¡Zas!,  resulta que....¡plops! es tarde amanecerá en una hora. Debe partir y habrán más noches. “¡Noches quedan Camilo, ésto por hoy baste!”. ¡chán, chan!  con retirada honrosa  “¿Mañana?” “¡Mañana!”. (Nos enteraremos más adelante en el relato que Camilo le hace a su criado Floro,  que así "a pan y agua" Leonarda  lo tuvo varias noches hasta que al final la gozó).





La noche en la que sí hubo pasión y goce completo:  La escena comienza con Camilo  reclinado y a sus anchas dentro de la tina con agua y pétalos de rosa, pero con la venda negra que le cubre los ojos. Leonarda lo acaricia  lentamente -con un trapo mojado- en el rostro, la barba, el brazo izquierdo, lento, lento y Camilo goza y gozando estalla: “Tengo una luz encendida en el alma/ que he retratado/ si el aire no me la mata/ de veros oscurecido/ porque os veo como cielo/ dentro de mi imaginación /esa extraña invención/ haber de niebla y fuego”. Leonarda le responde  “Si me veis como yo, mi amor/ avivad conmigo el fuego/ que en cuanto se apaga el fuego/ queda después el dolor” ... Camilo: “¿Amor? (...) aunque eclipse tal vez salga a buscar otro fuego (...).” ¿La amenaza?

Leonarda reacciona y permite entonces  que lo descubran pero primero hace apagar las velas. “¡Descubridlo!” Y Camilo chilla: “¡Por Dios, a oscuras estoy!”  Leonarda: ”Por eso licencia os doy/ pero  aún arde la llama”.   

Camilo sale de la tina. Los criados, le ayudan a poner la bata. Leonarda lo espera recostada de espaldas a él, frente al fuego, desnuda.  Camilo: “Eclipse sois, en efecto, /y más hermoso que el sol/ cuando rojo en su arrebol, /cita a la luna en secreto”, se acerca, la acaricia y comienza a recorrer la geografía de su cuerpo:”(...) tan hermoso horizonte/ llano,  valle/ este monte que invita / a escalar a su paso.”  Leonarda, consciente de su valía, se medio burla de él: “¿No erais vos quien declaraba/ que si a una tienda iría/ nadie a mi me fiaría/ porque el pecho mostrase?”  Y gira con antifaz de ¡gatuvela!, sensual, alerta, digna y generosa. 

Camilo suspira y dice:  “fiaos a mi os suplico/ dad a luz vuestro secreto/ a ser esclavo prometo/ a ciego no sacrifico” él intenta verla,  forcejean, ella se escapa y los dos criados lo sujetan.  Leonarda  que va a su cama y monta en ella,  le dice: “otros sentidos espero  que os guíen ahora hacia mi” Otros sentidos, igualmente valiosos que la vista, pero que no solemos tomar en cuenta y los  que  Camilo,como veremos, no ha ejercitado mucho.

Camilo se tropieza, los criados lo levantan,   Leonarda grita a los criados: ¡Dejadle!” y a Camilo: “¡Buscadme!, /en el lecho os espero” Camilo rápidamente se trepa al lecho, se quita la bata, se abrazan... y cuando viene lo mejor de lo mejor: Urban y Julia corren las cortinas, que es lo que nosotros vemos:¡cortinas! solo cortinas -para que nuestra imaginación haga lo suyo- y las sombras de los dos criados que quedan de pie a ambos lados de la cama con las espaldas hacia las cortinas,  cual dos esclavos egipcios que protegen a Cleopatra en brazos de Julio Cesar o de Antonio. 

Después de la noche de amor, Urban  ya ha dejado a Camilo y así nos lo hace saber: “Vive Dios que es mi señora/ maestra en lides de amar/ sano dejo a su señor/ e ignorante por ahora”.  Pero, Urbán es  emboscado por los tres pretendientes de Leonarda, que a la voz de “muera el perro” lo quieren matar y Camilo -que ya estaba con su criado Floro- y andaba  cerca, se arrima al lugar de los hechos y lo salva, sin saber quien es. (Eje 2).

Leonarda con su criada y Camilo con el suyo coinciden en el mercado:  Camilo y Floro están sentados conversando y Camilo le cuenta a su criado su experiencia amorosa de estos días, pero a oscuras:  “ni por mis ternezas,/ ni por mis rabias y enojo/ se ha dejado ver”. Floro  que ya le ha dicho “¡como no, gracioso cuento!”, le informa de un hecho muy concreto y visible:  “tras de ti una dama pasa/ y rica a fe de quien soy”. Pero aún después de charlar con Leonarda,  cuando Floro le pregunta: “¿Porqué no la requebrabas?”  Camilo le responde en clara señal de que no ha reconocido la voz de la viuda, o sea,  que el sentido del oído no le ha funcionado muy bien:  “Esta no vale dos clavos/ ni cuántas quieras nombrar/ porque es querer comparar/ los reyes con los esclavos”.  

Naranja por charla de Leonarda  con Camilo en el mercado: Leonarda busca la forma de entablar diálogo con Camilo al que ya ha visto ahí sentado. Para ello,  le arroja una naranja, que éste recoge y le entrega con las palabras “vengo con el resplandor /porque lucís  como Apolo”. Leonarda le responde: “Mucho la luz estimáis para no ser ciego”.  En este diálogo que continúa, ella querrá saber que es lo que Camilo siente por ella y a la vez, implícitamente, si es capaz de reconocerla. Camilo no la reconoce y cuando le cuenta que ama a una dama que no ve, pero que si toca, que además compara con el resplandor de la Luna, cerrando los ojos  y acercando su mano izquierda al rostro de la Viuda, la describe así: ”la frente es extremada/ la nariz perfeccionada/ que es del rostro el fundamento/ los ojos son relevados/ que es señal que buenos son/ (...) cuello y pechos extremados”. Como dije, Camilo no la reconoce,  por lo que podemos inferir que la imagen mental que Camilo se había hecho  de ella, no condice con la realidad, sino que es puro producto de su imaginación. Por más que Urbán le diera lección teórica del sentido del tacto y Leonarda le hiciera en la práctica utilizar los otros sentidos, Camilo es incapaz  de  asimilar lo aprendido  ya que  no reconoce en la viuda que ve  a la Dama  amada con la que ha hecho el amor.  Finalizado el diálogo se separan y Leonarda se va canturreando con Julia las palabras de esta descripción. 
 
La próxima semana: Acto 3:  “De  suerte que hasta...” 


Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia.  © Myriam Goldenberg.   

11 comments:

Verbo... said...

Al fin y al cabo, ¿porqué cuando dos se aman siempre hay uno que se da mucho puesto ???

a veces con esas actitudes aguan la cosa,

en la imaginación, es allí en donde se vive todo y a plenitud !!!

Besos.

Merche Pallarés said...

Camilo es, como muchos hombres, bastante despistado... Besotes, M.

Unknown said...

El personaje de cCamilo encierra un potencial literario bastante fuerte en la obra.

Como hombre no ve detalles.

Excelente pieza literaria tal como nos tienes acostumbrados...

Vengo desde lares lejanos
A dejar mí huella
Y en ella a puro sentir
Mi mensaje de paz y amor
Con cataratas de luz
Junto a un manojito
De madreselvas en flor
Con brisas otoñales
Regadas con mi cariño
Al compás de Tango porteño
Y mate criollo
Como símbolo de amistad
E Invitándote a pasar
Por mis blogs:
Dónde poemas te esperan y detalle
En:
www.panconsusurros.blogspot.com
Una Mirada de Mi Vida y detalle
En
www.walktohorizon.blogspot.com

Mi Arte y detalle
En
www.newartdeco.blogspot.com
Una deliciosa torta y detalle
En:
www.lasrecetasdelaabuelamatilde.blogspot.com
Una Reflexión y detalle
En
www.cuerposanoalmacalma.blogspot.com

Premios y regalos
En
www.cosechadesentires.blogspot.com

Tuya
María del Carmen García Lombardía

P. Milton Paz y Bien said...

hoy te lei poco solo entre a hecharme de menos un ratin a todos

saludos

paz y bien

Montserrat Sala said...

Hola Myriam: Hay qeu ver como te luces. haces unos estudios de todo lo que el profesor propone leer, qu eson para echarse par trás.
y esto querida amiga, no ssta al alcance de todos. ES que tu, tienes doble mérito: Además de poder, quieres

Te mando mi pensamiento cariñoso de vacaciones, que recuerdo con mucho, placer

Abejita de la Vega said...

La obra es muy bella en su primera parte. Decepciona un poco cuando se le empiezan a torcer las cosas a Leonarda...Lope lo hace así para rematar con un final social y políticamente correcto.
Buen trabajo el tuyo, nos sirve de guía para no perdernos.

Besos

Pedro Ojeda Escudero said...

Un soberbio análisis, Myriam, del montaje televisivo, no podría hacerlo mejor. Dos matices contextualizadores: en el juego teatral del XVII era normal presentar sobre la escena personajes que habían pasado la noche juntos y que o bien porque era de noche o bien por estar embozados, no se reconocían a máscara descubierta ni por la voz ni por otras señas. Hoy nos parece inverosímil, pero como bien señalas al final, tenía un fin teatral, reforzado por el hecho de que solo los espectadores contaban con todas las bazas y, por lo tanto, se sentían superiores a los pesonajes.
Segundo: en la adpatación televisiva -como se suele hacer con estas obras también en los montajes teatrales hoy en día- se simplifica la acción -casi siempre por razones de tiempo- haciendo que desaparezcan acciones secundarias, tan del gusto de la época -porque lo enredaban- y tan poco del gusto de ahora -porque el espectador ya no está acostumbrado-. Por eso, todo parece tan directo al asunto.
Besos.

mj said...

Es que en la oscuridad, ya se sabe, todo se confunde. Pobre Camilo!!!
Un beso

Bertha said...

Es una obra muy bonita.Por lo menos me dejo buen sabor de boca désde el principio.

La observación de Pedro es cierta. Que ahora por el factor tiempo las obras se simplifican.Es que si no... se alargan demasiado y aveces son un poco cansinas.

Muchísimas gracias a todos los que habeis conseguido que esta obra haya llegado hasta nosotros.

Besos Myriam

Estrella said...

A mí me "chirrió" que Camilo no reconociera a Leeonarda al oír su voz cuando se encuentran en el mercado, pero ahora, al leer el comentario que te deja Pedro, lo entiendo perfectamente (¡qué gran maestro es!).

Y que gozo tus comentarios. Le dan más dimensión a la obra, más sustancia.

Un abrazo, Myriam.

LA ZARZAMORA said...

Es un placer leer esa perspectiva fresca y moderna que le atribuyes a la obra.

Besos, Myr.