En el Acto 2 tenemos tres ejes narrativos que fueron presentados según vimos en el Acto 1 y que ahora se desarrollarán y profundizarán.
1-
El encuentro de Camilo y de Leonarda. Camilo la
podrá gozar, pero a ciegas aunque deseará verla, que es el eje central y en extremo erótico.
2-
Los intentos de los 3 pretendientes Otón, Valerio y Lisandro por volver a casa de
Leonarda y conquistarla pero sin que ninguno consiga nada y se choquen los tres
aquí y acullá. Con el orgullo herido exclama uno de ellos: “Que ha de tener esta viuda/ galán en casa encerrado/ mujer sola, libre y rica/ que ha tantos
ha negado./ A fe que hay algún criado/ que por las noches se aplica /y
dentrellos Urbán /que es bellacón y discreto". Cosa con la que están de acuerdo los otros dos y que puede perjudicar
el honor y buen nombre de viuda, sumando
tensión a la trama.
3-
Las capitulaciones matrimoniales que está negociando el Tío Lucencio con el enviado del secretario de un príncipe de la corte de Madrid, que pretende a Leonarda, también
suman tensión a la trama, porque Leonarda no tiene intención alguna de casarse.
Veamos el eje central:
Mientras Camilo espera a Urbán en el punto de encuentro,
lo carcomen las dudas: Inicia el acto con la escena de Camilo “entre el temor y el
deseo/ con quien batallo y peleo” caminando en la oscuridad hacia el punto de
encuentro con Urbán quien portará máscara para no ser reconocido y que
le hará colocar una venda negra en los ojos a Camilo para que no vea hacia donde se dirigen. Camilo piensa en voz alta si la dama será
demonio: “Y que se yo si pensando/ que abrazo algún
ángel bello/ a un demonio enlazo el cuello/ que a oscuras anda volando/ porque
es indigno de bello?” o si será vieja: “o que fuese
alguna vieja/ ya sin pestañas ni cejas/ con dientes postizos/ que me hiciese
con hechizos/ andar como simple oveja?” o
de si padecerá de sífilis: “O fuese
alguna cuitada/ herida del mal francés/ que me hiciese andar después/ por una
hora desposada/ muerto dos años después”.
Mientras Camilo y Urbán van caminando hacia
la casa, Urbán le da una lección de erotismo a Camilo sobre la importancia del
sentido del tacto: Camilo se sigue quejando de que no puede ver
a la dama: “No niego, que es muy dichosa (la fortuna de gozar a la dama
esta noche) mas
sea fea o hermosa/ para aborrecer o amar/ si a oscuras la he de gozar/ ¿no es
todo una misma cosa?” Urbán le responde: “¿Una misma, de qué suerte?/ un cuerpo grueso y perfeto/
no hay más gusto que despierte/ que tocar un esqueleto/ como pintara la
muerte”. Camilo sigue igual
desconfiando “engaño ha de haber”, pero aunque dude y tenga temores, su curiosidad puede más y sigue adelante.
Leonarda espera a Camilo con ansias, pero en el ínterin vuelve Otón, (que antes se había disfrazado de librero) “que resultó
salamero”, como dice Julia. Otón espera afuera y cuando Camilo y Urbán están llegando, Urbán le da vino
a Otón, para que se duerma y así entrar a la casa sin que éste los vea:
“tomad amigo y bebed/ que el vino es amor/ que apaga otra llama/ en el corazón
que ama”. (Eje 2)
Leonarda recibe a Camilo por primera vez: Hacen pasar
a Camilo al salón “¡Asiéntate!” Camilo pregunta: ¿Dónde? Leonarda contesta: Aqui.
Camilo pregunta “¿Quien habla?” Julia responde. “Mi señora” y
Leonarda agrega rápido “y... ¡vuestra esclava!. ” Camilo: ”Es la
que de hablar acaba?/ Maldigo a quien me parió/ yo la máscara me quito!” (y hace el gesto de quitársela) Leonarda
se lo impide y le da un beso y dice luego: “Olvidais que estoy aquí/ y que licencia no os doy/ y no os perdono el
delito./ ¡Música suene por él!· Como Camilo se sigue
quejando de que no puede verla y le pide la mano, Leonarda se la da y Camilo, la
toca, la besa y le pregunta: “¿Qué más concedéis por Dios? “. Ella le pide entonces la mano a
Camilo “¡Dádmela
vos, Soverano!”y suspirando, se
deja tentar la cara por él. Y Camilo se vuelve loco porque de cielo a infierno pasa y
quiere saber con quien. Camilo: “mas el veros es mi afán” Leonarda lo amenaza: “En llegando a querer verme/ os harán dos mil pedazos”.Y así siguen,
cada vez más..... Camilo le tienta el pecho, la
tensión aumenta. Ella suspira y
él arrobado clama: ”que bello cuerpo tenéis, que suave (....) más valdrá para
estar quedo,/ no tener ojos, ni oídos/ porque se van los sentidos/ tras aquello
que ver puedo” y ella suspira. El de rodillas, ella
sentada en la alfombra en el salón, con el fuego de la chimenea detrás. En la interacción de ambos personajes vemos como Leonarda lleva la batuta, pero le hace sentir a Camilo que él huésped real a quien recibe con todos los honores y que ella está para satisfacer sus deseos (que sabemos que son los suyos también).
Colación con que amance Camilo el corazón y así,
alargar el placer: Después de que Camilo se niega a recibir el dinero que ella le quiere ofrecer, intercambian sortijas en
señal de amor: Leonarda “Esta sortija tomad que en vos tendrá calidad” Camilo: “Y esta en vos tendrá valor”. Ella le da una uva en la boca: “al menos probar no podéis escusar/ que soy honrada mujer”. Vuela el saco de
Camilo y ella le afloja la camisa. Ahora la bebida: “Beberéis de vuestra
dama/ que quien bebe, quien bien ama” y junto con la bebida, va el primer beso profundo. Los dos se revuelcan en la alfombra y cuando
Camilo cree que ¡Zas!, resulta
que....¡plops! es tarde amanecerá en una hora. Debe partir y habrán más
noches. “¡Noches quedan Camilo, ésto por hoy baste!”.
¡chán, chan! con retirada honrosa “¿Mañana?” “¡Mañana!”. (Nos enteraremos más adelante en el relato que Camilo le hace a su criado Floro, que así "a pan y agua" Leonarda lo tuvo varias noches hasta que al final la gozó).
La noche en la que sí hubo pasión y goce completo: La escena comienza con Camilo reclinado y a sus anchas dentro de la tina
con agua y pétalos de rosa, pero con la venda negra que le cubre los ojos. Leonarda
lo acaricia lentamente -con un trapo
mojado- en el rostro, la barba, el brazo izquierdo, lento, lento y Camilo goza y
gozando estalla: “Tengo una luz encendida en el alma/
que he retratado/ si el aire no me la mata/ de veros oscurecido/ porque os veo
como cielo/ dentro de mi imaginación /esa extraña invención/ haber de niebla y
fuego”. Leonarda le responde “Si me veis como yo,
mi amor/ avivad conmigo el fuego/ que en cuanto se apaga el fuego/ queda después el dolor” ... Camilo: “¿Amor? (...) aunque
eclipse tal vez salga a buscar otro fuego (...).” ¿La amenaza?
Leonarda reacciona y permite entonces que lo descubran pero primero hace apagar las
velas. “¡Descubridlo!” Y Camilo chilla: “¡Por Dios, a oscuras estoy!” Leonarda: ”Por eso licencia os
doy/ pero aún arde la llama”.
Camilo sale de la tina. Los criados, le
ayudan a poner la bata. Leonarda lo espera recostada de espaldas a él, frente
al fuego, desnuda. Camilo: “Eclipse sois, en efecto, /y más hermoso que el sol/ cuando rojo en su arrebol, /cita a la luna en secreto”, se acerca, la
acaricia y comienza a recorrer la geografía de su cuerpo:”(...) tan hermoso
horizonte/ llano, valle/ este monte que
invita / a escalar a su paso.” Leonarda, consciente de su valía, se
medio burla de él: “¿No erais vos quien declaraba/ que si a una tienda iría/
nadie a mi me fiaría/ porque el pecho mostrase?” Y gira con antifaz de ¡gatuvela!, sensual,
alerta, digna y generosa.
Camilo suspira y dice: “fiaos a mi os suplico/ dad a luz vuestro
secreto/ a ser esclavo prometo/ a ciego no sacrifico” él intenta verla, forcejean, ella se
escapa y los dos criados lo sujetan. Leonarda
que va a su cama y monta en ella, le dice:
“otros sentidos espero que os guíen
ahora hacia mi” Otros sentidos, igualmente valiosos que la vista, pero que no
solemos tomar en cuenta y los que Camilo,como veremos, no ha ejercitado mucho.
Camilo se tropieza, los criados lo levantan, Leonarda grita a los criados: ¡Dejadle!” y a Camilo: “¡Buscadme!,
/en el lecho os espero” Camilo rápidamente se trepa al lecho, se quita la bata,
se abrazan... y cuando viene lo mejor de lo mejor: Urban y Julia corren las
cortinas, que es lo que nosotros vemos:¡cortinas! solo cortinas -para que nuestra imaginación haga lo suyo- y las sombras
de los dos criados que quedan de pie a ambos lados de la cama con las espaldas
hacia las cortinas, cual dos esclavos
egipcios que protegen a Cleopatra en brazos de Julio Cesar o de Antonio.
Después de la noche de amor, Urban ya ha dejado a Camilo y así nos lo hace saber: “Vive Dios
que es mi señora/ maestra en lides de amar/ sano dejo a su señor/ e ignorante
por ahora”. Pero, Urbán es emboscado por los tres pretendientes de Leonarda,
que a la voz de “muera el perro” lo quieren matar y Camilo -que ya
estaba con su criado Floro- y andaba cerca, se arrima al lugar de los hechos y lo
salva, sin saber quien es. (Eje 2).
Leonarda con su criada y Camilo con el suyo coinciden
en el mercado: Camilo y Floro
están sentados conversando y Camilo le cuenta a su criado su experiencia
amorosa de estos días, pero a oscuras: “ni por mis ternezas,/ ni por mis rabias y
enojo/ se ha dejado ver”. Floro que ya
le ha dicho “¡como no, gracioso cuento!”, le
informa de un hecho muy concreto y visible: “tras de ti una dama pasa/ y rica a fe de
quien soy”. Pero aún después de charlar con Leonarda, cuando Floro le pregunta: “¿Porqué no la requebrabas?” Camilo le responde en clara señal de
que no ha reconocido la voz de la viuda, o sea, que el sentido del oído no le ha
funcionado muy bien: “Esta no vale dos clavos/ ni cuántas quieras
nombrar/ porque es querer comparar/ los reyes con los esclavos”.
Naranja por charla de Leonarda con Camilo en el mercado: Leonarda
busca la forma de entablar diálogo con Camilo al que ya ha visto ahí sentado.
Para ello, le arroja una naranja, que
éste recoge y le entrega con las palabras “vengo con el
resplandor /porque lucís como Apolo”. Leonarda le responde: “Mucho la luz estimáis para no ser ciego”. En este diálogo que continúa, ella
querrá saber que es lo que Camilo siente por ella y a la vez, implícitamente, si es capaz de
reconocerla. Camilo no la reconoce y cuando le cuenta que ama a una dama que no
ve, pero que si toca, que además compara con el resplandor de la Luna, cerrando
los ojos y acercando su mano izquierda
al rostro de la Viuda, la describe así: ”la
frente es extremada/ la nariz perfeccionada/ que es del rostro el fundamento/
los ojos son relevados/ que es señal que buenos son/ (...) cuello y pechos
extremados”. Como dije,
Camilo no la reconoce, por lo que podemos inferir que la imagen mental que
Camilo se había hecho de ella, no condice con la realidad, sino que es
puro producto de su imaginación. Por más que Urbán le diera lección teórica del
sentido del tacto y Leonarda le hiciera en la práctica utilizar los otros
sentidos, Camilo es incapaz de asimilar lo aprendido ya que
no reconoce en la viuda que ve a la Dama amada con la que ha hecho el amor. Finalizado el diálogo se
separan y Leonarda se va canturreando con Julia las palabras de esta
descripción.
La próxima semana: Acto 3: “De suerte que hasta...”
Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia. © Myriam Goldenberg.
Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia. © Myriam Goldenberg.
11 comments:
Al fin y al cabo, ¿porqué cuando dos se aman siempre hay uno que se da mucho puesto ???
a veces con esas actitudes aguan la cosa,
en la imaginación, es allí en donde se vive todo y a plenitud !!!
Besos.
Camilo es, como muchos hombres, bastante despistado... Besotes, M.
El personaje de cCamilo encierra un potencial literario bastante fuerte en la obra.
Como hombre no ve detalles.
Excelente pieza literaria tal como nos tienes acostumbrados...
Vengo desde lares lejanos
A dejar mí huella
Y en ella a puro sentir
Mi mensaje de paz y amor
Con cataratas de luz
Junto a un manojito
De madreselvas en flor
Con brisas otoñales
Regadas con mi cariño
Al compás de Tango porteño
Y mate criollo
Como símbolo de amistad
E Invitándote a pasar
Por mis blogs:
Dónde poemas te esperan y detalle
En:
www.panconsusurros.blogspot.com
Una Mirada de Mi Vida y detalle
En
www.walktohorizon.blogspot.com
Mi Arte y detalle
En
www.newartdeco.blogspot.com
Una deliciosa torta y detalle
En:
www.lasrecetasdelaabuelamatilde.blogspot.com
Una Reflexión y detalle
En
www.cuerposanoalmacalma.blogspot.com
Premios y regalos
En
www.cosechadesentires.blogspot.com
Tuya
María del Carmen García Lombardía
hoy te lei poco solo entre a hecharme de menos un ratin a todos
saludos
paz y bien
Hola Myriam: Hay qeu ver como te luces. haces unos estudios de todo lo que el profesor propone leer, qu eson para echarse par trás.
y esto querida amiga, no ssta al alcance de todos. ES que tu, tienes doble mérito: Además de poder, quieres
Te mando mi pensamiento cariñoso de vacaciones, que recuerdo con mucho, placer
La obra es muy bella en su primera parte. Decepciona un poco cuando se le empiezan a torcer las cosas a Leonarda...Lope lo hace así para rematar con un final social y políticamente correcto.
Buen trabajo el tuyo, nos sirve de guía para no perdernos.
Besos
Un soberbio análisis, Myriam, del montaje televisivo, no podría hacerlo mejor. Dos matices contextualizadores: en el juego teatral del XVII era normal presentar sobre la escena personajes que habían pasado la noche juntos y que o bien porque era de noche o bien por estar embozados, no se reconocían a máscara descubierta ni por la voz ni por otras señas. Hoy nos parece inverosímil, pero como bien señalas al final, tenía un fin teatral, reforzado por el hecho de que solo los espectadores contaban con todas las bazas y, por lo tanto, se sentían superiores a los pesonajes.
Segundo: en la adpatación televisiva -como se suele hacer con estas obras también en los montajes teatrales hoy en día- se simplifica la acción -casi siempre por razones de tiempo- haciendo que desaparezcan acciones secundarias, tan del gusto de la época -porque lo enredaban- y tan poco del gusto de ahora -porque el espectador ya no está acostumbrado-. Por eso, todo parece tan directo al asunto.
Besos.
Es que en la oscuridad, ya se sabe, todo se confunde. Pobre Camilo!!!
Un beso
Es una obra muy bonita.Por lo menos me dejo buen sabor de boca désde el principio.
La observación de Pedro es cierta. Que ahora por el factor tiempo las obras se simplifican.Es que si no... se alargan demasiado y aveces son un poco cansinas.
Muchísimas gracias a todos los que habeis conseguido que esta obra haya llegado hasta nosotros.
Besos Myriam
A mí me "chirrió" que Camilo no reconociera a Leeonarda al oír su voz cuando se encuentran en el mercado, pero ahora, al leer el comentario que te deja Pedro, lo entiendo perfectamente (¡qué gran maestro es!).
Y que gozo tus comentarios. Le dan más dimensión a la obra, más sustancia.
Un abrazo, Myriam.
Es un placer leer esa perspectiva fresca y moderna que le atribuyes a la obra.
Besos, Myr.
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