La novela de la momia alpina Otzi, edad de cobre

                                                    Foto: cortesía de Grossbruck/Contrast

                                                   
                                                    Foto: cortesía de Nosko/Reuters

Esta bella momia "Ötzi"  de 5.300 años de antigüedad (edad de Cobre) fue descubierta por casualidad el 19 de Septiembre de 1991 por una pareja de alemanes, super-deportistas y avisados  alpinistas -como nuestros amigos Jabo del Blog Se positivo siempre y Manolo del Blog Puntos de Vista,  que al descender de la cumbre de Finail  en los Alpes tyroleses  de Ötzal (aqui si pulsais este enlace Alpes en video, para los amigos que como yo solo los vemos en fotos y ¡gracias!) la encontraron  ahí de cúbito ventral (boca abajo), resguardada por un espolón rocoso, con nieve hasta la cintura y la nariz congelada en el hielo.  Creyeron que se trataba de un desafortunado accidente mortal de algún alpinista, le tomaron una foto y dieron parte  a las autoridades. Las tareas de recate -dificultadas por la nieve y la imposibilidad de desprender a la momia  del hielo- las comenzó Gendarmería, luego se hizo cargo el Departamento Forense de la Universidad de Innsbruk en Austria y ellos junto a un grupo de arqueólogos  de la de Bonzano en Italia,  se aprestaron a estudiarla a lo ancho y a lo largo, al derecho y al revés. 

La momia "Otzi" como la llamaron -porque todas las momias deben ser nombradas ya que una vez, allá lejos y hace tiempo, fueron  hombre o mujer- contó una novela, como diría Pedro del blog  La Acequia, quien  hace varios años escribió sobre otra momia, más joven, que fumaba marihuana hallada en la ruta de la seda,  en China. 

He aquí la novela de la momia:  Como ya sabéis mi nombre actual es Ötzi, porque así lo decidieron los que me metieron tubos y lupas por todas partes, hasta en el culo,  aunque mi nombre era otro con más carácter. De mi sexo no quedó mucho,  pero orgulloso les cuento que soy masculino hasta la médula y chamán, los 57 tatuajes de mi cuerpo confirmaron que conocía los puntos de acupuntura ¡2.000 años antes que los chinos, señores!, 80% de los puntos que en la actualidad se conocen para aliviar la artritis. Tengo 46 años, mido 1.60 m. y he llegado a pesar alrededor de 50 kg,  aunque ahora pese -dadas las circunstancias- tan solo 14. Tengo pelo largo, barba y ojos cafés. Mis piernas son bien musculosas pero tengo un quiste en el pie derecho que me hace ver las estrellas, calzo 38. Me faltan unas cuantas costillas  y no tengo muelas de juicio, lo que no impide que sea sabio. ¡Recordad que tengo contacto con los espíritus y conozco el arte de la sanación!.  Sufro de artritis -los años no vienen solos- y para ayudarme me he aplicado a mi mismo acupuntura, cosa que me alivia el dolor.  Como lo han mostrado los parásitos de mi estómago, poco antes de morir sufrí una terrible diarrea, no solo por los parásitos éstos que me husmearon se dieron cuenta, también encontraron en mis posaderas restos del papel  higiénico de la época mía que era a base  de musgo y hojas secas, no tan sedoso como el de hoy. Mi última cena fue 1 hora antes de fenecer.  Tuve una dolorosa agonía, luego les contaré más detalles sobre el triste suceso que puso fin a mis días. 

Antes quiero contarles de que me alimentaba: de verduras, carne de corzo,  "pan" de espelta, de cereales tan duros - que usaba polvo de cuarzo para machacar el trigo salvaje. Se preguntarán de donde sacaba yo el polvo ese, pues les cuento que de unas rocas sedimentarias de silicio.  Y otra cosa, esos que me husmearon por todos lados  encontraron  en los restos intestinales  de mi comida polen "Ostrya carpiniolia" que crece en el lado italiano, ahi por el valle de Isarco (Eisacktal). Esto y que yo me hallaba a 92,56 m de la frontera austríaca pero del lado italiano, determinó mi destino final, porque como se habrán imaginado los austríacos y los tanos se pelearon por mi, ganando éstos últimos, así que quien me quiera visitar puede hacerlo donde me encuentro ahora: En  el Museo Arqueológico de Bonsano en donde me exponen al público hasta Enero de 2013, en una caja de vidrio -así a secas- y a media luz. ¡Ni un colchón fueron capaces de colocarme! y ni se imaginan el pudor que me da que me vean así desnudo, cuando conmigo estaba la vestimenta. Eso si, me conservan  a -6 grados C  y 98% de humedad.   Les cuento otro dato:  como el polen estaba en floración, descubrieron estos escafandrosos de blanco, que morí a finales de abril o principios de mayo.

¡jajajaja!  descubrieron muchas cosas estos científicos, no voy a negar que son muy hábiles,  pero  no pueden saber que hacía yo en ese frío  primaveral en la montaña, aunque fuera allí bien equipado con suficiente abrigo y  con artefactos para mi subsistencia. Porque ¡si señores! por empezar tenia un paño íntimo de un metro de largo sostenido por un cinturón  en el que até una almohadilla y tirantes. Encima llevaba una túnica, de la que no quedaron las mangas, perfectamente cosida por mi sastre, una capa de hierbas trenzadas a guisa de saco grueso y un elegante sombrero de piel de oso y unos muy buenos mocasines con hierbas entretejidas para conservar el calor.   Además llevaba varios artefactos  para cazar,  prender el fuego, un termo de abedul con brasas, etc. Que no les cuento en detalle, porque sé que no les gusta leer textos extensos, pero todos objetos que me permitían estar un largo tiempo fuera de casa. Recién en  Junio del 2001 descubrieron la causa de mi muerte:  por una punta de flecha envenenada del lado del omóplato izquierdo. Pues sí señores,  les cuento lo que no saben éstos que me investigan: Fui a las montañas esa primavera, como todas las primaveras, a orar al Gran Espíritu que me da los poderes con los que curo a mi gente y además, a buscar  unas hierbas medicinales que solo crecen allí. 

Hete aquí que  tres jóvenes de mi tribu, envidiosos de mi poder,  me siguieron para robarme mi talismán sagrado, mi báculo y mi  talego con las medicinas.  Los traidores me emboscaron, yo me defendí todo lo que pude, con dificultad logre escapar, pero me hirieron fatalmente por la espalda y aunque malherido, seguí avanzando montaña arriba,  logrando hallar un refugio y reposar  hasta que me morí y quedó  allí mi cuerpo momificado.

La super-última y reciente novedad es que ¡¡los científicos han logrado encontrar y analizar muestras de mi sangre!! Imaginaos, ¡después de tantísimo tiempo!.  

Por último os cuento que por ser chamán, por tener ropa elegante, mi preciosa hacha de cobre  y por la calidad de mis  manos sin señas de haber hecho trabajos manuales,  mi rango social era alto y por los remiendos tan desprolijos que hice a mi vestimenta finamente cosida, dedujeron que no estaba casado  o quizá  no lo estaba justamente  por el hecho de ser chamán y deberme en cuerpo y alma al bienestar de mi tribu.

Nota 1: Los datos están extraídos de aquí , de aquí , y de  aquí 
 

Nota 2: Otros científicos creen que Ötzi era pastor trashumante y no chaman y que llevó a esa zona ganado a pastar. En el paso del valle de  Schnals al de Ötz había pasturas que se venían usando desde el Neolítico.  

Nota 3: Ötzi fue miembro del 1er grupo alpino independiente Tamins-carasso-Isera 5, influenciado por la Cultura Remedello del Valle del Po. El análisis de la composición isótopica de los dientes y huesos da la información precisa de que Otzi pasó la niñez en el valle de Isarco (Eisacktal) o en el Valle de Pusteria (Puster) y vivió los últimos 10 años antes de su muerte en Val Venosta (Vinschgau).
      
Nota 4:  Libros y películas bien documentados  sobre Ötzi, he aquí el listado.