Friday, February 24, 2012

Meterse en la cueva, no es la solución...



                                                  o tal vez sí, hasta lamerse todas las heridas...


27 comments:

Hada Saltarina said...

Como bien dices, hasta lamerse bien las heridas.... A veces es necesario... Besos (desde la cueva?)

mj said...

A veces es necesario, pero siendo consciente que son las heridas propias las que se lamen. Hasta terminar con las creencias erróneas que tenemos de nosotros mismos. Que no hay nada fuera que nos pueda lastimar. Volvernos más conscientes para después salir y transitar por el mundo con otros ojos y otro corazón....

Un beso Myriam
mj

Isabel said...

Según cómo se vea la cueva, yo la veo como la cama, imposible vivir si no dormimos. Imposible estar atento a lo que ocurre fuera si te duele algo físico o de otra índole, pero con una salvedad: no perder la curiosidad a medida que bajamos los escalones, para al sanar llegar antes.

Me gusta tu entrada, de las que dan qué pensar.

Un fuerte abrazo.

LA ZARZAMORA said...

Sin duda alguna prefiero el mar abierto.
Besos, Myriam.

LOLI said...

Tambien prefiero el mar, si me meto en una cueva me da miedo de no saber salir despues o que se tape la salida.

BESAZOS ♥

Tracy said...

nada de encerrarse, las heridas también cicatrizan con el aire.

Manuel de la Rosa -tuccitano- said...

ganas dan...pero el aire cicatriza mejor las heridas...pero claro, una cosa es decirlo y otra hacerlo...un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Pues no sé qué decirte. Me entran dudas. Por un lado me motiva ver cómo acaba todo esto y por otro preferiría despertarme sin haber hecho toda esta "travesía del desierto".
Me lo pienso el fin de semana :)
Un beso.

Rocío said...

Pero sólo un ratitico. Chiquititititico! Que a veces el resguardo de la cueva puede hacer desear permanecer.

Luego, a seguir andando.
Es lo que toca.

Buen findeeeeee!!!

TORO SALVAJE said...

No sé...
En mi cueva estoy muy bien.
Es que fuera hay bichos.

Besos.

Unknown said...

Prefiero lamerme las heridas fuera de la cueva.
Pasé por una profunda depresión, acompañada de la anorexia, toqué fondo, casi fallezco...mi recuerdo? momentos espantosos, con dos hijas tratando de disimular lo que me sucedía y no lo merecieron.

Me metería en la cueva con un hombre amoroso jajaja que me lleve de la mano, ahhh te estoy contando lo que sueño!!! no a la psico nooo!!! :)

Abupordos, besitos!

Asun said...

Bueno, a veces un ratito de cueva viene bien, se necesita. La cosa es poder y saber alternar la cueva con el aire libre, y como objetivo dejar la cueva a un lado.
Siempre sabremos que está ahí y que si por algún motivo volvemos a entrar, si una vez pudimos salir, podremos volver a hacerlo.

Es curioso el parecido de tu foto de hoy y la mía de ayer: paredes encaladas, angostura, y desde la perspectiva de donde se ha hecho la foto una con escaleras ascendentes y la otra descendentes. Subir y bajar, bajar y subir, la cueva y el exterior.

Un beso enorme, desde fuera de la cueva.

María said...

Pues yo... mi querida MYR, debo confesar que soy de esas jajaja no en una cueva, yo, simplemente me escondo cuando no estoy bien, no me gusta nada que nadie me ve así y sí... allí me curo y salgo nueva.

Creo que no hay ningún médico mejor para uno mismo, que uno mismo, al menos yo lo pienso así. En le fondo nadie te conoce mejor, por poco que eso sea... será que yo me tengo muy estudiada y ya sé como , donde y de qué manera ponerme las tiritas :-)

Eso sí, una cosa es esconcerte para curarte y otra enterrarte para siempre allí, eso jamás... la luz del sol es demasiado bonita.



Muuuuuy feliz finde cielo... en todo caso si alguna vez veo que necesito una enfermera, te llamaré, se que no hay nadie mejor :-)



Un beso grandísimo bonita



PD
Voy a ver si encuentro a tu frutero :-)



Muaaaaaakss a montones.

Aristos Veyrud said...

A veces es conveniente meterse en la cueva con heridas o sin ellas, el problema es acostumbrarse a la cueva o no querer salir de ella más.
Bueno allá cada cual con lo que elija.
Un abrazo Myr!!!

pancho said...

Hay querencia a regresar a los lugares que alguna vez nos abrigaron cuando lo necesitamos.

Un abrazo

Fernando López said...

Hay veces que las preguntas admiten varias respuestas. Un abrazo

Mariluz GH said...

Cierto, no es la solución; pero a veces me ayuda, porque yo sé el remedio que debo utilizar y no me gusta ser una carga.

esa fotografía es "engañosa" me sobrecoge y al mismo tiempo me tienta :)

abrazos y besos de finde

Merche Pallarés said...

Las cuevas me dan claustrofobia... Jamás entraría en una para lamerme las heridas. Estas se tienen que curar a pelo, a la intemperie. Si lo sabré yo... Besotes, M.

virgi said...

En verano, fresquitas.
En invierno, calentitas.
Pues ahora, besos

Ele Bergón said...

Intuyo que tu entrada es una continuación de la entrada que puso Asun, o al menos así me lo parece y efectivamente estoy de acuerdo que el sentirse desplazada o desplazado en un lugar lo mejor es meterse en él y dusfrutar de lo que hay dentro.

Un abrazo

Luz

Paco Cuesta said...

Puede ser una solución transitoria, válida y conveniente.

Pedro Ojeda Escudero said...

Un tiempo. Pero el imprescindible.
Besos.

Angeles said...

Estuve mucho por esas cuevas....no se si es solución, a mi me sirve y vale!
Te dejo un superabrazo!

MIMOSA said...

Preferiría la orilla del mar, escuchando sus idas y venidas y dejarme por sus aguas, curar.

Besos dulces Myriam!

OceanoAzul.Sonhos said...

Por vezes é necessário...

beijos amiga
cvb

Sergio DS said...

Las heridas cicatrizan y pueden llegar a parecer invisibles, pero en ocasiones su portador las siente, como ese hueso curado que un día de lluvia te recuerda que en una ocasión se rompió.

lichazul said...

no hay que temer meterse a la cueva, es más, en ese espacio la perla se forma;)

màs besitos