Thursday, March 10, 2011

Análisis del personaje Benjamín Tobes de la novela “Viene la Noche” de Oscar Esquivias - Parte 2 B


Viene de la entrada de ayer cont. de la filosofía de Benjamín



Sobre el sexo y las relaciones sexuales: A Benjamín le encanta tomar el metro a menudo y mirar las chicas guapas que van a estudiar a la Universidad, que desde mayo van muy poco vestidas. También le encanta la exaltación sexual que ve en esos cuerpos jóvenes de los anuncios de metro y se rie de las pegatinas de su amigo el pastor, sobre las imágenes. Algo que le recuerda a Morris, el poeta, tachando novelas. ( P. 112)


Al igual que Cebrianitos, piensa que el sexo “es lo que mueve de verdad el mundo” (P. 112) La foto de un desnudo femenino nunca le ha molestado (P.112), le parece un motivo para acordarse de Dios y agradecerle toda la belleza que hay en la Tierra ( P. 113). La presencia del sexo sólo le incomoda en las novelas, tanto las descripciones gráficas de la anatomía, como la de las emociones, le parece algo insano y repugnante ( P. 113). Pero sí le gusta ver el sexo insinuado en la vida, en la calle, en el cine, el las fotos, en los cuadros del Museo del Prado, en las revistas pornográficas de “El Europeo”, en las estudiantes que se apiñan en los vagones, etc ( P. 113).


Con respecto a la consensuada no-genitalidad entre Jaime y Sara (P 191), no puede entenderlo ni aceptarlo creyendo que se trata de una broma ( P. 191). En parte, la acusa a ella de ser la causante, en parte, lo considera a su hijo un enfermo que necesita ayuda médica. Mientras Sara explicaba su visión del sexo y de la relaciones sexuales - compartida con Jaime, su marido - en la cena de Nochebuena, Benjamín se imaginaba todas las parejas que estarían en ese momento teniendo relaciones y trataba de vislumbrar a la única de entre ellas, que buscara engendrar un hijo ( P. 189) incluso B. imaginó a los que se estarían masturbando delante de un espejo ( P. 190) y hasta pensó en Clarita, su amante, que cenaba con su hija, y que se estaría , quizás acordándose de él en ese momento: único pensamiento luminoso de la noche, “su cometa”, pensando su vida como una novela (P. 190)


A Cebrianitos (C) Benjamín le cuenta que a los 6 años, 7 etc odiaba a las chicas y que no tuvo sexo hasta los 16. Que en la mili “se hacía pajas cuando estaba muerto de aburrimiento”( Ps. 218, 219) B. va a visitar a su hijo a la tienda en dónde trabaja para tratar de convencerlo de que él y Sara vayan a ver un médico o que se divorcie de ella (P. 226). Poco después B. pregunta abrumado a su amigo C. a que edad él cree que se despierta el impulso sexual ( P. 218) y luego le pregunta directamente si cree que es normal que un chico de 34 no quiera tener sexo ( P. 219). Al no poder convencer a su hijo de que visitara a un médico ( P. 228, 229) va a ver a su amigo Walter Astorga y le pregunta lo que ellos, según su religión, consideraban del sexo ( Ps. 230, 231); cuando está con Teresa en misa y el cura habla de las bodas de Caná, B. no puede concentrarse pensando en Jaime ( P.235) y en lo mal que .- según él - la debe estar pasando (con esa ostra que tiene por mujer).


Sobre la homosexualidad: B. siente un escalofrío cuando descubre una pintada en el baño del Hospital de Burgos que dice “ lupus” y cree que es posible que asi llamen al “mariconeo”, que puede ser curado en los Hospitales - como si de una enfermedad se tratara - y se pregunta con curiosidad que clase de persona es quien puede ofrecerse a algo “tan asqueroso” (P. 149).


Sobre los extranjeros: “Nunca ha habido más extranjeros aquí y jamás Madrid ha parecido un pueblo”, le dice B. a Jaime cuando caminando por las calles ven marroquies, que fuman sentados (P. 22). Más adelante pasan unos senegaleses que extienden mercancías y unos chinos que venden bocadillos ( P. 23).


B. estando en el locutorio, le dice a Magaly, la dominicana: “este año los niños que cantan (la lotería) son casi todos inmigrantes de Marruecos, de Colombia, de Ecuador.... creo que hay tambien alguno de su pais ¿Qué le parece?” (P. 47). B. mira los productos de bazar de la tienda de Magaly y los asocia a “largas travesías en barcos herrumbrosos desde algún pais asiático, tras salir la mercancía de talleres cladestinos con niños exclavizados y mujeres que caen infartadas sobre la cadena de montaje tras pasar dias sin dormir” ( Ps. 48, 49). B: duda mucho de que “los modelos de las fotos de rasgos nórdicos, brillantes cabelleras doradas y ojos azules, ni alguien remotamente parecido ponga los pies en el comercio de Magaly” (P.50)


En una conversación con su amigo Cebrianitos sobre los jóvenes que viajan de misioneros a Africa, B. exclama: “Ahora lo tienen más fácil, el “pais de los negros” es España, están todos aquí “(P. 56) a lo que C. le responde: “Eso suena un poco racista”. B le contesta: “Y una mierda racista, Yo no critico a nadie [pero lo piensa, quizás], a mí me parece bien que venga todo el que quiera, ya ves. Además gracias a los negros estás tú atendido”. (P. 56) [¿Constatación de una realidad? ?¿Ironía? ¿Crítica social?]. Benjamín se desorienta en la ciudad y hasta se siente un intruso por como, por causa del incremento de comercios extranjeros, se ha alterado la fisonomía dle barrio (Ps. 256, 257) [Verdaderamente, lo sufre y con razón: la fisonomía ha cambiado considerablemente en todo aspecto perceptual: visión, audición, olores etc]


Sobre los policias jubilados o en “reserva activa”: le parece “muy injusto y un dispendio” para el Estado, que alguien con 60 años como su consuegro Acacio, llevara un lustro “en la reserva activa” ( P. 114) .


Sobre el alcohol: a B. el alcohol, no le afecta demasiado y piensa que bebiendo se conoce el temple de los hombres (P. 125).


Sobre el perdón: Benjamín concluye que, como regla general en la vida, quien pide perdón, se humilla y quien agradece, se eleva ( P. 116) Por lo tanto, al hacer levantar toda una hilera en el teatro para acceder a su asiento, lo correcto es decir “ gracias” (P. 116). Así, divide a la humanidad en dos: los que piden perdón innecesariamente en circunstancias similares y se rebajan y por otro lado, los que dan las gracias, que son los que actúan con justicia ( P. 116).


Sobre los trenes: B. Viaja en tren porque según sus teorías, es la única forma decente de recorrer España. Para él, un lugar sin ferrocarril no tiene ningún interés, está al margen de la civilización y de lo habitable. De niño cuando se sentía angustiado porque su madre le despreciaba y le pegaba, Benjamín salía corriendo a refugiarse en la Estación. Fantaseaba con escaparse y descubrir nuevos destinos felices ( Ps. 126, 127).


Sobre lo que es el Infierno para B.: Para B. el infierno fueron los tres años que duró la Guerra Civil, los años que pasó en Madrid en las trincheras, habiendo sido movilizado a los 14 años. (P. 161) Y al acabar la guerra, los cuatro años del durísimo servico militar que hizo en las Islas Canarias y en la que bajo las órdenes del comandante Paisán, luchó en la Batería antiaérea del Regimiento Nro 7 contra el Comunismo (P. 162). EL verdadero día en que se abrieron para él las puertas del Infierno fué el 1ro de Noviembre de 1936 en la que detuvieron a su hermano Benito y a un amigo de él, por llevar crucifijos colgados al cuello y a su padrastro por defenderlos, y que fueron asesinados al día siguiente (P: 163). Cuando el atentado de ETA en la T4 de Barajas, Benjamín musita “aquí la Guerra Civil sigue” ( P. 180) y cree que su amigo Walter Astorga alias “ La Puerta” tiene razón en que hay que dar gracias a Dios todos los dias por seguir vivos ( P. 180).


Sobre el tratamiento de “Caballero”: La considera poco menos que un insulto; una palabreja que rechaza por sus sueños de igualdad obrera. Soberbia para quien lo emplea, servil para quien lo acepta (P.137).


Sobre manías y síntomas: Para B. es síntoma de perturbación coleccionar sellos, mandar postales, llevar gafas de sol en inviernos, ser socio del Círculo de lectores, escuchar música con cascos mientras se camina, suscribirse a La Razón, depilarse los hombres las piernas o declararse partidario de la monarquía ( P. 216). Prefiere que le den un golpe en la cabeza si es que de atontado en su hora postrera se le ocurriera decir algo favorable a la monarquía ( P. 217).

La semana que viene veremos en dos entradas el miércoles y el jueves como Benjamín percibe y se relaciona con las personas de su entorno

17 comments:

José Antonio del Pozo said...

Hola, Myriam, good moorning, me está resultando todo un pieza (en bueno, eh) este Benjamín Tobes; no las estrellas, sino el sexo (en contra de Foucault que terminó por concluir que el sexo es... aburrido) es lo que hace girar el mundo y que le gusta ver a él las jóvenes apiñándose en los vagones: ahora me parece el joven Werther. ¿Qué pensaría Benjamín de lady Gaga? Saludos blogueros

Catalina Zentner Levin said...

Cada vez que acudo a tu Blog salgo beneficiada con el bagaje de conocimientos que me aportas.
Profundo análisis de una novela que ya mismo, me pongo a buscar.

Cariños,

Pedro Ojeda Escudero said...

¿Y no es el sexo lo que mueve al mundo bajo sus muchos disfraces?
Sigue acertado este análisis.
Besos.

Asun said...

Yo a Benjamín lo veo como el eterno insatisfecho. De todo se queja: de los libros, de su matrimonio, de su amante, de su nuera, de su suegro, de los inmigrantes...; pero comulga con todo.

Exhaustiva radiografía la que has hecho de Benjamín, querida Myriam. Enhorabuena.

Un beso.

Merche Pallarés said...

Las ideas de Benjamín son las típicas de un español de tierra adentro de 82 años. No se puede pedir peras al olmo, querida. En lo único que concuerdo con él es en el viajar en tren. Besotes, M.

FAYNA said...

Un tipo peculiar este Benjamín. Su filosofía, aquí coincido con Merche, es propia de otra época que, gracias a Dios, quedó obsoleta aunque no por ello queda sin cabida en nuestra actual sociedad. Estoy completamente segura que si escarbásemos un poco aflorarían muchos más Benjamines de lo que imaginamos.

Un abrazo Myr.

Janeth said...

Me encanta la forma de analizar que tienes del libro que estas leyendo, muy concienzudamente y eficaz notar cada expresion de la obra...Felicidades!

el piano huérfano said...

Bueno esta claro que se habla y relata otra época, pero el ser humano sigue siendo el mismo ser, con los mismos deseos animales salvajes que a veces le salen de forma " tan nartural" a Benjamin.

ya te dije myriam que tu blog tiene un nivel muy alto y no quiero mancharlo con mi huella.

Pero como me has dado permiso, pues opino, y en mi opinión es cierto que hay algo raro en este personaje, pero este "raro" existe en todos los tiempos, sólo se disfrasan.

Paco Cuesta said...

Tenemos una irresistible tendencia a retocar el nombre de las cosa: "reserva activa", "carácter fuerte", "en el fondo no es malo", "anti edad". Es cundo menos, curioso.

Clara said...

Benjamin nos resulta cercano,es fruto de unas vivencias,cierto,pero es peculiar y autodidacta,reflexiones que nos dejan un regusto de alguien peculiar y autentico.Me han encantado las manias y los síntomas.

Un abrazo

Silvano Baztán said...

¡Hola, Myriam! Me permito tocar tu puerta para invitarte a participar en un Carnaval de Blogs. La finalidad es generar ideas, propuestas para construir un mundo mejor.

Para más información, puedes ir a http://silvano-baztan.blogspot.com/2011/03/carnaval-de-blogs.html

Salud para ti y los tuyos.

MIMOSA said...

Según voy avanzando (muy lentamente por cierto), tras las pistas tuyas dejadas anteriormente, me voy fijando y haciendo hincapié en cada queja que nuestro amigo va regando por doquier.
No es tan descabellada su idea de que el sexo mueva el mundo, pero lo viste desde sus ojos, así como todo aquello sobre lo que despotrica, como en mi caso sigo escuchando por las calles, de boca de aquellos que rondan cierta edad.
Gracias por tu cálido abrazo, yo te dejo otro acompañado de unos besos

matrioska_verde said...

Tremendo análisis que haces del personaje. Te aplaudo. La verdad es que equivocado o no, Benjamín tiene las ideas superclaras. Biquiños,

pancho said...

Aunque no cuadren los años de Benjamín, pues si en el 2006 tenía 82 debió nacer en el 1924 por lo tanto tenía doce en el 36, demasiado joven para participar en la guerra. Sí es cierto que los jóvenes de esa época tuvieron que pasar seis años de mili. Lo sé por mi padre que siempre lo decía. Él sólo estuvo en la guerra los últimos seis meses, metido en una trinchera despiojándose, espulgándose y pasando hambre, hasta que acabó la guerra, que era lo mejor que te podía pasar porque otros muchos no lo contaron. Fue la quinta más joven que movilizaron con 18 años.

Excelente y trabajoso análisis, de nuevo.

Un abrazo.

Abejita de la Vega said...

A Benjamín la lectura no le sirve para abrir su mente. La reacción de Benjamín ante la no genitalidad de su hijo y su nuera...de incompresión y cerrazón total. Qué disgusto, qué horror. El padre de Sara es un policia retirado cateto e inculto, pero reacciona en la misma línea.

En lo de suscribirse al periódico "La razón", creo que le doy la razón, je, je.

Tu estudio es muy interesante, Myriam.

Besos

Aristos Veyrud said...

Cuantas cosas salen cuando se acerca la lente a una persona, todos somos un universo, es la tarea del arte mostrar que no somos un mero número o un concepto.
Abrazo Myr!!!

Manuel de la Rosa -tuccitano- said...

tu que eres psicóloga...lo puedes responder...no es el sexo el verdaderamente mueve al hombre..al menos en el disfrute...que sería de la salud, del dinero y a el amor sin sexo???? Creo que Benjamín llevaba razón...besos de nuevo