Wednesday, October 6, 2021

Este jueves, un relato: "de caballos", ¿Comisiones a mi a estas horas? contribución de José Tejerina

 Convocatoria de Myriam desde su blog De amores y relaciones, aquí el listado de participantes .

 

 

 ¿COMISIONES A MÍ Y A TALES HORAS…? ¡Santo cielo! Más de noventa y nueve siglos han pasado y parece que fue ayer. Acababa de terminar la última glaciación de nuestro errante planeta ( < gr. πλανήτης [planétes] ‘ vagabundo’ y nuestros antepasados , que no habían ganado suficiente platita para hacerse un pisito, eran trogloditas. La cuestión de los garbanzos diarios, el de pane lucrando, era harto problemática: los animales corrían demasiado y los que no corrían eran demasiado grandes como para dejarse abatir. Y las herramientas, ¿qué digo herramientas, si faltaban siglos para que apareciera la siderurgia?, eran de piedras más o menos filosas ( si será matusalénico el euskera que al hacha la llama aizkora, de aiz ‘piedra’). Tenían, pues, que conformarse con carroña. Nosotros decimos: quien hambre tiene con pan sueña. Si ellos no decían eso, es porque aún faltaba algún siglo para llegar al neolítico con su invención de la agricultura y la ganadería. Ellos soñaban despiertos y dormidos con bisontes, ciervos, caballos y elefantes que les quitaran la gusa; y, como intellectus apretatus discurrit qui rabiat, ‘un entendimiento en apuros discurre que se las pela’, que decían los escolantes en su jerga latina macarrónica o culinaria, para propiciar ritualmente una abundante caza, llenaban las rocas de sus cuevas rupestres de pinturas propiciatorias con las figuras de los animales de sus sueños… 
 
Dado que los hechos son tozudos y no hay contra ellos argumentos que valgan, contra facta non valent argumenta, y las pinturas no servían ni para cazar un mísero gazapo, como si fueran todos españoles, buscaron un culpable y pagó el pato el caballo: el caballo estaba mal pintado. Unos decían que era demasiado barrigón, escuálido replicaban otros, desorejado decían unos, orejudo decían otros, colilargo sentenciaban unos, rabón decían otros. Decidieron en consecuencia crear una comisión con representantes de toda Troglolandia que tendría un plazo de dos años para reunirse y decidir cómo debía ser pintado el caballo. La comisión se reuniría en la cueva de Ekaín (Guipúzcoa). Puntuales como clavos se presentaron los comisionados de Ardales (Málaga), Alpera (Albacete), Cogul (Lleida), Santimamiñe (Vizcaya), Altamira (Cantabria), Tito Bustillo ( Asturias), Lascaux y Chauvet ( Francia) y Kapova (Urales). Ningún comisionado hizo prevaler su opinión, por lo que se accedió a establecer los cambios apuntados por cada comisionado. El resultado, el que se puede contemplar en la cueva rupestre de Kapova, ¡¡¡ un camello!!!   ¿Puede  alguien extrañarse de que, en pleno siglo XX, un experto en Management, Drucker, para explicar qué es un comité de empresa, dijera : “ Un camello es un caballo de comité”? ¿Y puede alguien extrañarse de que se haya llegado a decir “Si quieres que algo no funcione (o” que un problema se enquiste”), crea una comisión”? Yo, como no acabo de verlo claro, voy a proponer que se cree una comisión para dilucidarlo. 
 
Nota:  La ilustración del camello del Paleolítico de la cueva de Kapova pertenece a terrae antiquae.

 

 

16 comments:

Campirela_ said...

Un texto curioso al menos, me ha quedado claro que en las cosas importantes si no hay un comisión de algo no funciona ajaja. Un aporte con muchos datos y detallado.
Un besote y feliz semana.

Myriam said...

jajaja es que las comisiones la lían parda. Pero si bien un camello no es un caballo
y vice versa, no puedes negarme de que al final -comisión de por medio- el camello de Ekein es un caballo jajaja.

Mil gracias, JOSE, por haberte sumado a mi convocatoria, ya por segunda vez. Beso grande.

Carlos Augusto Pereyra Martínez said...

Creo que la vida era menos complicada por las calendas prehistóricas, porque no habían comisiones, Tenías que ir directo a la presa para sobrevivir, y respecto del camello, es un caballo del desierto. Aquí en Colombia, camello se volvió trabajo, por eso camellar es el verbo trabajar. Claro que aquí en Colombia, con más de quince millones de parados, encontrar camello es una odisea. Un abrazo. Carlos

Maria Liberona said...

Realmente un texto curioso y diferente

Neogeminis Mónica Frau said...

Que extraño resulta ver un camello en medio de unas pinturas rupestres! Desconcierta imaginar personas del paleolítico conviviendo con criaturas que asociamos con otro entorno y otras realidades. Muy particular el tono disparatado que le ha dado José a sus personajes. Muy original y divertido. Un abrazo

Ester said...

Llego tarde, voy con retraso a todo pero no me he perdido ninguna de las entradas equinas que has promovido y la tuya magnifica, siempre docente, siempre interesante. Un abrazo

José Luis Asensi said...

Original relato en clave de humor. Y aquí habría que nombrar una comisión para dilucidar, si es en clave de humor latino o latín, pero mejor no que la vamos a liar más.Menos mal que nuestros antepasados se dedicaban a sobrevivir y no a discutir. Váya con las comisiones. Ahora eso se lleva mucho, con comisión incluida, claro está.
Me ha gustado.Mucha originalidad con tono de disparate y crítica :))
Un saludo.

Gabiliante said...

Pues yo, por abundar en la discusión, creo que lo de la foto es un caballo normal y con dos monjas dominicas(de esas que van de blanco) viajeras del tiempo. De ahí que los inventores de la dieta paleolítica, supieran tanto latín.
👏👏👏Bravo por el humor
Saludosss

Dakota said...

Me ha parecido un texto curioso, muy detallado,con humor. Me ha encantado, felicidades.

Un abrazo Myriam.

ɱağ said...

Esto de las Comisiones tiene su aquel. A veces son expertos pero expertos en comisiones o en vida contemplativa pero no ver un camello donde hay un camello ya es de mentes retorcidas o muy esquematizadas.
Me ha encantado cómo has plasmado el tema, la ironía, algo así como explicar manteniendo unos ojos bien abiertos de extrañeza o de incomprensión ante la realidad.
Lo que hay es lo que es en este caso, o viceversa. El gato no tiene tres pies :-) pero tiene cola :-9

Un beso enorme, José.

Myriam said...

JOSE TEJERINA me hace saber lo siguiente (por Messanger, no tiene blog) que comparto con uds:


Gracias, Myriam. He pasado buenos ratos leyendo las entregas de cuantos han acudido a tu citación. Los comentarios son muy corteses. Si he dado un tono relajado a mi contribución y he conseguido dibujar alguna sonrisa, me alegro y me veo recompensado. Un abrazo.


ABRAZOS a TODOS

Berta Martín Delaparte said...

Me has dejado con la boca abierta, y con más conocimientos en mi intelecto. Que manera más habil de jugar con las palabras , y paralelamente ofreciéndonos datos de diferentes lugares con anécdotas que me han resultado una mezcla de: divertidas y además muy interesantes.
Bravo.
Un abrazo y feliz fin de semana.

rodolfo said...

la tradición de los Reyes magos con sus camellos se pierde en la noche de los tiempos. Quién nos dice que uno de esos camellos que acompañaban a su majestad, se quedo prendido de los bosques deportes rurales y comilonas vascas? Una entrada muy elaborada por tu parte. Un abrazo

MOLÍ DEL CANYER said...

También me quedo alucinando y es que las comisiones sean de la época que sea la lian parda. Muy bueno y muy divertido. Besos.

Myriam said...

JOSÉ TEJERINA agradece calurosamente vuestros comentarios. (Yo también).
Abrazos a todos.

Albada Dos said...

Muy original, tanto el texto como la temátuica.

Por los caballos, y no camellos :-). Un abrazo