Sunday, October 25, 2020

Mujeres desafían el desempleo, se agrupan y quieren robarle clientes a China, art. por M. Solomita y D. Milder


  • Romina Moreno tiene 20 años. Es secretaria de cooperativa Constructores Unidos.
  • Aprendió a hacer construcciones eléctricas a los 18. Foto: E. Leal

 

Son tiempos de revancha para Sylvia González. Cuando trabajaba como costurera en los talleres textiles de Montevideo,  hace ya mucho tiempo, fue testigo del auge y después de la caída de la industria nacional. Confeccionó prendas que se exportaban . " se trabaja y se trabajaba". Pero China sepultó decenas de fábricas. Las empresas que no cerraron comenzaron a importar desde Asia. La confección uruguaya murió. 

Ahora González tiene 59 años. Vive y cose en Paso de los Toros, Como todos los martes, acaba de terminar una reunión en Zoom con otras 12 costureras dispersas entre Pueblo Centenario, Caraguatá y la ciudad de Tacuarembó. No se conocen, pero desde que comenzó la pandemia vírica trabajan juntas, cada una desde la casa con su máquina de coser. Son jefas  de familia. Ninguna tiene estudios; toda la vida cambiaron cierres y acortaron pantalones para sobrevivir: algunas como un  oficio, otras como una "changa". Hoy, juntas, tienen una "misión y visión".

Antes de la pandemia, González confeccionaba equipos deportivos y uniformes para colegios de Tacuarembó. Cuando el país paró, su trabajo también. Una profesora  -que integra la ONG Cardijn, cuyo objetivo   es facilitar la inserción laboral  de las personas en comunidades urbanas y rurales- recordó que González cosía y la llamó con una propuesta: había que hacer 6.000 tapabocas para una empresa forestal. De la misma manera la ONG convocó al resto.

En estos meses hicieron 10.000 tapabocas para UPM, empresas forestales, centros CAIF y colegios de la zona. Después les pidieron sobretúnicas y ahora están confeccionando chalecos reflectores. La demanda no cesa y el grupo cose,  se encuentra por ZOOM, imagina un futuro pospandemia. Incluso se contactaron con los alcaldes de localidades linderas y uno de ellos ya adelantó que la siguiente tanda  de indumentaria para funcionarios municipales se la encargaría a ellas.

- Somos un grupos de mujeres del norte que quiere ganar su lugar en el mercado. Somos Costuras del Norte, ese es nuestro nombre. Tenemos que hacer valer eso para que las empresas que comprarían a China también lo hagan valer.

Más al norte aún, en la ciudad de Tacuarembó, Andrea Olivera reparte su tiempos entre el cuidado de sus hijas , la costura y las reuniones por zoom, Antes de la pandemia estudiaba corte y confección en la UTU, pero no pudo retomar las clases presenciales porque no tiene con quien dejar a las niñas, que no asisten regularmente a la escuela. Olivera va todos los  martes y jueves al Centro de Competitividad Empresarial de Tacuarembó, donde le prestan una computadora con internet para encontrarse con sus socias.  Su trabajo volvió; durante el día hace manos y pies, igual que antes del coronavirus. Pero el resto del tiempo cose. No quiere dejar Costuras del Norte. 


Art por M. Solomita y D.Milder para diario  El País UY. publicado el 25 de Octubre de 2020



9 comments:

Cayetano said...

Me encanta que un grupo de gente emprendedora se lance a conquistar el mercado. Un medio hostil y sumamente competitivo. Ojalá les vaya bien.
Un abrazo.

Tracy said...

Me enorgullezco de ser mujer cuando leo este tipo de noticias.
Gracias por traerlas hasta aquí.
¡¡¡Bravo por ellas!!!
¡¡¡ADELANTE!!!

Campirela_ said...

Es una alegría ver personas y más mujeres emprendedoras y más en un comercio muy dificil, ojala les vaya bien y conquiste al mercado asiático.Besos y gracias por estas entradas.

emejota said...

Súper interesante entrada. Les deseo fuerza y fortuna:

emejota said...

Súper interesante entrada. Les deseo fuerza y fortuna:

manouche said...

Mufjeres valientes VS China...temo que se pierden la batalla.

Albada Dos said...

Hay mujeres, muchas, que cuando se ponen, son como leonas, y eso me enorgullece.

Un abrazo y mi admiración por ellas.

Jorge M said...

Ojala tengan suerte y luchen por ello se lo merecen.
Un abrazo Myriam

amelche said...

¡Ole por ellas! Que les vaya bien. Yo estoy comprando mascarillas de empresas españolas que se han reconvertido para fabricarlas. Aquí también tiene que haber trabajo, no sólo en China.