Friday, January 31, 2020

Witold Pilecki, El capitán polaco que desafió a Auschwitz. Héroe de la resistencia polaca y Justo entre las naciones, asesinado por los soviéticos 1948


Witold Pilecki (13 de mayo de 1901 - 25 de mayo de 1948; pronunciación polaca: [Vitolt Piletski]; nombres en clave Roman Jezierski, Tomasz Serafiński, Druh, Witold) fue un oficial de caballería polaco, agente de inteligencia y líder de la resistencia. Sirvió como capitán de caballería  con el ejército polaco en la guerra polaco-soviética, en la Segunda República Polaca y en la Segunda Guerra Mundial. También fue cofundador del Ejército Secreto Polaco (en polaco: Tajna Armia Polska), un grupo de resistencia en la Polonia ocupada por los alemanes, y más tarde miembro del ejército clandestino polaco (Armia Krajowa). Fue el autor del Informe Witold, el primer informe exhaustivo de inteligencia aliada sobre el campo de exterminio de Auschwitz y el Holocausto. Era católico romano  y se oponía ideológicamente a la franja católica-nacionalista de Polonia.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Pilecki se ofreció como voluntario para una operación de resistencia polaca que implicaba ser encarcelado en el campo de concentración de Auschwitz para reunir información y luego escapar.  Mientras estaba en el campo, organizó un movimiento de resistencia e informó a los aliados occidentales de las atrocidades de la Alemania nazi en Auschwitz ya en 1941. Escapó del campo en 1943 después de casi 2 años y medio de confinamiento. 

Participó como combatiente en el Levantamiento de Varsovia en agosto-octubre de 1944. Permaneció leal al gobierno polaco en el exilio con sede en Londres después de la toma de posesión comunista de Polonia, y fue arrestado por espionaje en 1947 por la policía secreta estalinista por cargos de trabajar para el "imperialismo extranjero", un eufemismo para designar a la inteligencia británica.  Fue ejecutado después de un juicio en 1948. La información sobre sus hazañas y el destino fue suprimida por el régimen comunista de Polonia hasta 1989.

Por sus esfuerzos, Pilecki es considerado "uno de los más grandes héroes de guerra". El rabino jefe de Polonia, Michael Schudrich, escribe en The Auschwitz Volunteer: Beyond Bravery: "Cuando Dios creó al ser humano, Dios tenía en mente que todos deberíamos ser como el Capitán Witold Pilecki, de bendita memoria".  El historiador británico Norman Davies escribe: "Si hubo un héroe aliado que merecía ser recordado y celebrado, esta era una persona con pocos pares".  El embajador polaco en los Estados Unidos, Ryszard Schnepf describió a Pilecki como un "diamante entre los héroes de Polonia" y "el mayor ejemplo de patriotismo polaco" en el evento de conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto celebrado en el Museo Memorial del Holocausto de los Estados Unidos el 27 de enero de 2013.


¡Gracias, Capitán Witold Pilecki, Justo entre las Naciones!.  Yad Vashem, Museo de Conmemoración del Holocausto, cito en Jerusalén. Que su memoria perdure en el recuerdo de todos nosotros.


 
"El exterminio en masa de Judíos en Polonia ocupada por Alemania", nota de la República de Polonia dirigida a la Sociedad de las Naciones, basada fundamentalmente en los informes de Pilecki.​ 1942 


Los dos años y medio o 945 días  de Witold Pilecki en el Campo de exterminio de Auschwitz:


En 1940, Witold Pilecki presentó a sus superiores un plan para ingresar al campo de concentración nazi de Auschwitz (nombre alemán de la localidad polaca de Oświęcim), para recolectar información de inteligencia en su interior y organizar la resistencia interna. Hasta entonces, poco se había sabido sobre el funcionamiento de los campos alemanes, ya que se pensaba que eran campos de internamiento o prisiones grandes más que campos de la muerte. Sus superiores aprobaron el plan y le proporcionaron a Pilecki un documento de identidad falso con el nombre de "Tomasz Serafiński." 

El 19 de septiembre de 1940, salió deliberadamente durante una redada alemana en Varsovia y fue detenido por los alemanes junto con unos 2.000 civiles inocentes (entre ellos, Władysław Bartoszewski). Después de dos días de tortura en los cuarteles de la Wehrmacht, enviaron a los sobrevivientes a Auschwitz. Pilecki fue tatuado en su antebrazo con el número 4859. 

En Auschwitz, mientras trabajaba en varios comandos y sobreviviendo a una pulmonía, Pilecki organizó la Unión clandestina de Organizaciones Militares (Związek Organizacji Wojskowych, ZOW). Las tareas de ZOW eran mejorar la moral interna, proporcionar noticias de afuera, distribuir alimentos y ropas adicionales a los miembros, instalar redes de inteligencia, y entrenar a grupos para asumir el control el campo en caso de que la resistencia polaca iniciara un ataque para tomar el poder, o que enviaran una tropa aerotransportada de la Primera brigada Independiente polaca de paracaidistas, establecida en Gran Bretaña.

Antes de 1941, ZOW había crecido sustancialmente. Entre sus miembros figuraron el escultor polaco Xawery Dunikowski y el campeón de esquí Checo de Bronisław. Algunos miembros trabajaban en las oficinas administrativas de las SS en el campo (la señora Rachwalowa, el capitán Rodziewicz, el Sr. Olszowka, el Sr. Jakubski, y el Sr. Miciukiewicz), otros en los compartimientos del almacenaje (el Sr. Czardybun) y también en el crematorio, donde se quemaban los cadáveres humanos (el Sr. Szloma Dragon y Sr. Henryk Mendelbaum). La organización tenía sus propias comunicaciones clandestinas con fuentes del exterior. Gracias a los civiles que vivían cerca, la organización recibía asistencia médica regular. ZOW proveía de información clandestina sobre el campo para la resistencia polaca. Muchas organizaciones clandestinas más pequeñas que existían en Auschwitz se unieron con ZOW

En el otoño de 1941, transfirieron al coronel Karcz al campo de exterminio de Birkenau, recientemente creado, donde procedió a organizar las estructuras de ZOW. Para la primavera de 1942, la organización tenía más de 1.000 miembros, incluyendo mujeres y personas de otras nacionalidades, en su mayoría internados en sub-campos. Los internos construyeron un receptor de radio y lo ocultaron en el hospital del campo. 

A partir de octubre de 1940, ZOW envía reportes a Varsovia, y al comenzar 1941, los informes de Pilecki eran remitidos vía la resistencia polaca al gobierno británico en Londres. Estos informes eran una de las principales fuentes de la inteligencia en Auschwitz para los aliados occidentales. Pilecki esperaba que los aliados llegaran con armas y tropas al campo, o que la resistencia polaca organizase un asalto desde el exterior. Antes de 1943, sin embargo, se percató de que no existía ningún plan de ese tipo. 

Mientras tanto la Gestapo redobló sus esfuerzos para atrapar a los miembros del ZOW, asesinando a muchos de ellos. Pilecki decidió escapar del campo, con la esperanza de convencer personalmente a los líderes de la resistencia polaca de que intentar un rescate era una opción válida. Cuando le asignaron un turno de noche en una panadería del campo fuera de la cerca, él y dos camaradas dominaron a su guardia, cortaron la línea telefónica y se escaparon, la noche del 26 de abril de 1943, robando en su huida varios documentos de los alemanes. En caso de que los capturaran, estaban preparados para suicidarse con cianuro. Después de varios días, con la ayuda de civiles locales, entraron en contacto con las unidades de la Resistencia Polaca. Pilecki entregó otro informe detallado sobre las condiciones en Auschwitz. Este es uno de los poquísimos  casos (de los más de 800 intentos de escape) que  se ha dado   de los Campos de Exterminio de Auschwitz-Birkenau.

Posteriormente a  la huida de este héroe y sus dos compañeros,  hubo tres escapes más de 6 prisioneros:

1- Jerzy Tabeau entonces estudiante de Medicina polaco, posteriormente cardiólogo, escapó junto con otro polaco de nombre  Roman Cieliczko el 19 de noviembre de 1943, ambos se unieron a la Resistencia.  Tabeau murió en el 2002 pero  Cielicko murió 3 meses después de un ataque a los alemanes.

2- Rudolf Vrba y Alfred Wetzler dos judíos checoeslovacos que escaparon el 10 de abril de 1944. El Informe Vrba-Wetzler de 32 pág. que ellos presentaron forma parte de Los Protocolos de Auschwitz.

3- Czesław Mordowicz y Arnost Rosin, dos judíos polacos   que escaparon el 27 de mayo de 1944.

Todos ellos (1-2- y 3) dejaron testimonio de las atrocidades que se cometían en el Campo de Exterminio en los Protocolos de Auschwitz que hicieron llegar -como antes lo había hecho Pilecki en su informe de abril 1943-   a Churchill y a Roosvelt.  Además estos protocolos fueron  publicados en la prensa europea por George Mantello  entonces primer secretario de la misión de El Salvador en Suiza, lo que hizo que  las deportaciones de Hungría se detuvieran por un tiempo algo que salvó -se calcula, junto con las heroicas actuaciones de  diplomáticos como Raul Wallenberg y Ángel Sanz Briz- unos 120.000 judíos húngaros (300.000 ya habían sido gaseados para entonces). En  Noviembre de 1944 (con mucho retraso)  también publica los  Protocolos el Comité de Ayuda a los Refugiados, establecido por Roosvelt en Enero de 1944 para asistir a las víctimas de los países del Eje. 




12 comments:

Albada Dos said...

Qué vidas tan apasionantes hay en la historia. Una maravilla tu post.

Un abrazo

Ester said...

La historia está llena de cosas que me sorprenden, gracias por contarlo. Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Héroes que merecen mucho más de lo que la sociedad les ha reconocido.
Musu handi bat.

manouche said...

R.I.P

Colotordoc said...

Conocía la historia, creo que se ha reconocido todo lo que se merece.

Besote guapa

Cayetano said...

Un hombre valiente, en efecto, hecho de un material especial.
Un abrazo, Myriam.

Pedro Ojeda Escudero said...

Cada vez me interesa más la historia de los grandes seres humanos que atravesaron sucesivamente historias de crueldad...
Besos.

Ildefonso Robledo said...

Que inmensa tristeza... Un heroe contra los nazis y luego asesinado por los comunistas... Ay, que inmensa tristeza

Un abrazo, amiga

Ele Bergón said...

Hay vidas interesantes y no muy conocidas, que merecen la pena ser conocidas aunque hayan pasado muchos años. Por fortuna, hoy, con estos medios que contamos, podemos acercarnos a estos héroes anónimos

Besos

Neogeminis Mónica Frau said...

Muy merecido recordatorio. Un héroe de verdad.

Tais Luso de Carvalho said...

Ótimo teu texto, tenho visto muitos documentários sobre os Campos de Concentração, Segunda Guerra e todos os envolvidos. Não há palavra que defina essa atrocidade, esse crime contra a humanidade. Só imagens conseguem dizer tudo, coisa de loucos.
Beijo!

Prunus said...

Un heroe y referente moral.
Como me gustan estas personas fuertes, que luchan por lo que creen justo y no se amilanan ante nada. Y que pequegnita me siento a su lado!