Friday, April 7, 2017

Meditaciones en Haifa, Estación 1



Si  te preguntara:
"¿qué valor le das a mi amistad?"
¿qué me dirías?.
 Si te dijera:
"el silencio de una carta me golpea"
¿Buscarías lo no dicho?
¿Brotaría de la fuente el agua clara?



Próxima estación aquí 

(c) Myriam Goldenberg


26 comments:

Cayetano said...

Buena pregunta. Me temo que la respuesta es difícil. Aunque lleva a pensar en lo verdaderamente importante.
Un abrazo, Myriam.

manouche said...

Recuerdos de Eilat...

Ester said...

Cada uno valoramos de diferente manera. Lo pienso...
Un abrazo

Abejita de la Vega said...

Silencios que duelen.
Un abrazo, Myriam.

Anonymous said...

Puedo decirte que el lazo de la amistad, suena a companas de gloria en mi corazón.
El tesoro más preciado
Es esa Amistad sincera
Esa que nada te pide
Siempre aconseja
No se enfada
Y te espera.
Abrazos.
Ambar

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Reflexiones profundas las que nos dejas para estos días :-)
Musu handi bat

Ambar said...

Preguntas para reflexionar.
Besos

Genín said...

Pues no tengo ni idea... :)
Besos y salud

Rita Turza said...

Que pregunta más difícil. Cada uno vivimos las relaciones de una manera diferente.
Es una reflexión bonita e inquietante.

Mil besos querida Myriam.

Ildefonso Robledo said...

En la familia y en los amigos está todo lo bueno de la vida...
Un abrazo y el deseo de unos dias felices

amelche said...

Qué bonito y qué difícil contestar. Un abrazo.

Colotordoc said...

Interesante reflexión...El valor depende de lo que tu mismo valores, que a veces no coincide con el otro...

Besote guapa

Katy said...

Muy bello. Tal vez muy subjetivo porque la respuesta requiere tener delante a la persona interrogada. Lo que es cierto es que si es una amistad, no tiene valor. Es impagable:-) Bss

Clara said...





La comprensión.
La espera.
El amor incondicional...todo ello compone la amistad y la alimenta.
Descifrar ese silencio.
Y seguir ahí.
Un abrazo grande, disfruta de estos días.


Mari-Pi-R said...

El silencio hace pensar con respecto a la amistad.
Que tengas un feliz domingo.

Ernesto. said...

Una buena puntuación!

Sin duda que brotaría el agua clara...

Abrazos, Myriam.

Pedro Luso de Carvalho said...

Olá Myriam.
Se me perguntassem qual é o valor da amizade, certamente eu diria que, pela sua raridade, não tenho meios para avaliar esse tesouro.
Um ótimo final de domingo.
Um abraço, Pedro.

Carlos Medrano said...

¿Sabes que un papel puede cortar
como una navaja?
Simple papel en blanco,
una carta no escrita
me hace hoy sangrar.

(Ángel González)

Ele Bergón said...

Si en esa amistad hay siempre que se pueda existe la verdad, creo que sí que brotaría de la fuente el agua clara.

Besos

Pedro Ojeda Escudero said...

Me gusta mucho el tono de estos poemas íntimos, pequeños, que abordan dilemas desde casi el silencio.
A veces percibimos el silencio como dolor o alejamiento, pero debemos ser conscientes también de las cosas que le pueden ocurrir al otro. Por eso, no hay que esperar, sino dar.
Besos.

Edurne said...

Estoy de acuerdo con la reflexión de Pedro: no hay que esperar nada, hay que dar, dando se es más feliz, si das esperando recibir y... no recibes nada, ni una mirada, huyyyy!
No sabemos lo que puede ocurrir en la cabeza, en el corazón de los otros, el silencio, muchas veces, no quiere decir nada malo...

Eskerrik asko eta muxutxuak!
;)

María Pilar said...

La profundidad de esas palabras tan directas a lo más profundo te llevan a reflexionar en lo auténtico de la vida, en lo que de verdad tiene valor...

emejota said...

La amistad debería ser la mejor proyección de uno mismo en el otro, por eso para que resulte duradera se impone un delicado y respetuoso equilibrio.

Bertha said...

La amistad es aceptarse y como tal: esa parte del silencio es aceptable.

Un abrazo.

chusa said...

cuando la amistad es importante el silencio de una carta esperada golpea, me dejan pensando tus versos interrogantes en el aire. Preciosos como la imagen
hasta pronto, cara

ELOY GONZÁLEZ CORRO said...

Romper el silencio de lo no escrito es bucear en el alma del otro, hacer que brote el agua clara es alumbrar lo mejor del otro usando lo mejor nuestro.