Friday, October 21, 2016

Rose Valland (1898-1980), pequeña, "insignificante" , gran espía y salvadora de obras de arte durante la Era del Tercer Reich


Nadie podía imaginar que esta pequeña, delicada mujer, "insignificante" (para los nazis),  Historiadora de Arte, Curadora de la Obras de Arte, hija de un herrero, salvaría miles de Obras de Arte expoliadas por los Nazis en Francia. Nadie podía imaginar que ella entendía alemán y que era una espía que trabajaba para la Resistencia y los Aliados y que salvaría más de 45.000 obras de Arte.   Entre las muchas condecoraciones que recibió por parte del Gob. de Francia al finalizar la Guerra,   se encuentran: la de Caballero  de la Legión de Honor, Medalla de la Resistencia Francesa, Medalla de la Libertad, etc. 



    Museo de Jeu de Paume, Paris

Tal era la Cantidad de las obras que los Nazis expoliaron (alr. de 60.000) que las concentraron en este Museo, en el que Rose Valland aparentaba tener un rol administrativo insignificante, colocada en esa posición por su Jefe, Jacques Joujard,  director del Museo del Louvre,  quien ya durante la Guerra Civil Española había evacuado para su salvaguarda  las Colecciones de Arte del Museo  del Prado. Lo que  Rose Valland en realidad hacía era tomar nota minuciosa  de los dueños originales de las obras, de  las obras en detalle y a adónde eran dirigidas. También pasó información a los Aliados sobre la ubicación de los depósitos para evitar que estos fueran bombardeados.

Después de la Liberación, el servicio especializado de Estados Unidos de los ejércitos aliados dirigidos por James Rorimer (Monumentos, Bellas Artes y Archivos Oficial) descubre rápidamente la riqueza y la presión de la información aportada por  Rose Valland, quien  se convirtió entonces  en Secretario de la Comisión Artística  para la Recuperación como miembro del Ejército Francés con el Grado de Capitán  y  fue a Alemania para recuperar las Obras pertenecientes a las colecciones francesas y asegurar su retorno.


Más sobre el salvataje de las obras de arte durante la era del Tercer Reich:








                                           Placa conmemorativa  en honor a Rose Valland  en el Museo Jeu de Paume  de Paris.




Fotos y texto  basado en  WP



17 comments:

Tracy said...

Me uno al homenaje que le rindes. Conocía el hecho, pero cada ve que lo leo me emociono.

Cayetano said...

Gente que ayudó a ganar una guerra, sin armas, la de la cultura contra la barbarie.
Un abrazo, Myriam.

Ester said...

Hacen falta muchas Rose Valland en un mundo de incultos. Abrazos

manouche said...

Conocia la historia de ese valiente mujer,bravo por ensenarla.

Colotordoc said...

Conocía la historia...Una dama que supo burlar al establishment.

Besote guapa

Genín said...

Un ser humano excepcional y gigante!!!
Besos y salud

Milena said...

Un bravo bien alto por Rose Valland.
Myriam, tu post es un estupendo homenaje.
Besos

Neogeminis Mónica Frau said...

Hace poco vi un documental sobre su significativa intervención. Admirable mujer!
Muy buen articulo.
Saludos!

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Para descubrirse.
Besos

Rafa Hernández said...

Conocía algo al respecto; sorprenderte historia la de esta mujer.

Besos.

Anonymous said...

Impresionante lo que hizo esta gran mujer!
Querida amiga, gracias por este post y por el documental que veré este fin de semana.
Un abrazo Myriam!!!

Bertha said...

Se puede decir más alto pero no más claro: lo que le dio fuerzas fue su "amor al Arte"

Un abrazo feliz finde Myr.

Mari-Pi-R said...

En una de estas tarde me miro el vídeo pues es de gran interés para mi. He visto algunos sobre este tema pero no sé si es el mismo.
Un abrazo.

Ambar said...

Una gran labor la de Rose Valland. Muy interesante Myrian.
Un beso

Pedro Ojeda Escudero said...

Seguiré diciéndotelo siempre: muchas gracias por traernos estas vidas que suelen estar olvidadas y que tanto hicieron por nosotros.
Besos.

Abejita de la Vega said...

La recordamos contigo y le damos vida. Por amor al Arte.
Besos

virgi said...

Conocía esta historia, tremendo coraje la de ella, admirable.
Un abrazo, apreciada Myriam