Thursday, June 30, 2016

Tránsitos: La fuente de la alegría



¡Agua! ¡Agua! quiero agua, digo la zorra al camello, mientras transitaban, casi agotados,  por el desierto.  El camello entonces paró en seco, abrió la mochila y sacó una cantimplora alcanzándosela. La zorra que tenía sed, bebió de ella hasta la última gota y siguieron caminando, lentamente,  hasta Samarkanda.  Cuando llegaron,  el pueblo entero salió a recibirlos y hubo fiesta, nadie hasta entonces había hecho la ruta de la seda, en medio de un sol ardiente completamente disfrazado y aquí tenían a dos que de muy lejos habían llegado.


9 comments:

Cayetano said...

Llegaron felizmente gracias a la resistencia del camello y a la sagacidad de la zorra. Buena pareja.
Un abrazo, Myriam.

Pilar Abalorios said...

Bien está lo que acaba, ¿no?

Genín said...

jajaja Me he imaginado la joroba del camello abriéndose como si tuviera bisagras para sacar la cantimplora, dentro tenia de todo, hielo y hasta una botella de ginebra...jajaja
Besos y salud

manouche said...

Agua= Vida.

Tracy said...

El agua es vida!!!

virgi said...

¡Ah, Samarkanda, deseos de ir!
Y emular a mi querido Corto Maltés.
Muuuuuuuchos besos

Mari-Pi-R said...

Que buena es cuando se tiene sed.
Un abrazo.

Abejita de la Vega said...

¡Agua! ¡Vida!

Pedro Ojeda Escudero said...

yo escribí un libro entero porque la necesitaba cerca...
Besos.