Friday, February 12, 2016

Arte bajo medieval-renacentista: La dama del unicornio, 6 tapices

Estos seis tapices,  que les traigo hoy están expuestos en el Museo de Arte Medieval de Cluny, París, desde su adquisición en 1882, fueron hallados en el Castillo de Bousac, Limousin, Francia,  con el escudo de la Familia Le Viste,  confeccionados en Flandes, datados en el ultimo  cuarto del S. XV y primero del S. XVI, de 311 a 377 cm de alto por 290 a 473 cm de largo, pueden con justicia ser considerados como verdaderas  obras  maestras del arte occidental. Como curiosidad les cuento que el castillo fue vendido a la Municipalidad en 1833 y  Prosper Mérimée George Sand, que  pasaron temporadas en él,  fueron quienes descubrieron  estos 6 tapices de la Dama del Unicornio.  Es más, George Sand, que lo habitó varias veces, escribió en  este castillo el "Diario de un viajero durante la guerra"  (1871).

Los  cinco primeros tapices representan cada uno un sentido distinto:  vista, gusto, tacto, olfato y oído. El sexto y último lleva la inscripción "a mi solo deseo" y se ha prestado a múltiples interpretaciones, desde las más mojigatas a las más pícaras y kilos en papel de  discusiones entre especialistas.

Completos:

              La Dame à la Licorne : la Vue (Cl. 10836) - N° Inventaire : Cl. 10831 à 10836
                                                                        La  Vista


                 La Dame à la Licorne : le Goût (Cl. 10831) - N° Inventaire : Cl. 10831 à 10836
                                                                       El Gusto
      


        La Dame à la Licorne : le Toucher (Cl.10835) - N° Inventaire : Cl. 10831 à 10836
                                                                        El   Tacto
La Dame à la Licorne : l'Odorat (Cl. 10832) - N° Inventaire : Cl. 10831 à 10836
El Olfato


              La Dame à la Licorne : l'Ouïe (Cl. 10833) - N° Inventaire : Cl. 10831 à 10836
                                                                      El  oído

La Dame à la Licorne : A mon seul désir (Cl. 10834) - N° Inventaire : Cl. 10831 à 10836
                                                                "A mi solo deseo"

 Podemos apreciar  en  estos tapices -obras de arte que invitan a la contemplación-abundante  flora  y animales apacibles en una especie de Eden en donde el unicornio  es o bien actor o bien espectador, pero  siempre portador de armonía

El unicornio dotado de cuerpo de caballo, cascos de cabra y cuerno en la frente, figura mítica conocida desde antiguo probablemente originaria de  la India,  ha  gozado de alta  popularidad durante el medio-evo; su significación para el mundo cristiano es compleja: sólo puede ser capturado por una virgen, por lo que simboliza pureza y castidad,  pero también posee una dimensión relacionada con el amor cortes.  La figuración de criaturas mitológicas no es algo novedoso, se viene sucediendo desde la Antigüedad: centauros, quimeras, esfinges; igualmente,   se repiten motivos antiguos de hojas de acanto,  palmentas, etc,  de influencia medio-oriental, principalmente del mundo islámico. La representación de la Naturaleza puede significar  organización divina y  disposiciones humanas cuando esta circunvalada en jardines y otros espacios cerrados,   pero puede  encarnar los peligros y violencia si se halla en selvas y bosques,  mostrando la ambivalencia  de la Creación (orden-caos),  algo muy presente por ejemplo, en los bestiarios medievales.

Esta dimensión simbólica es, por supuesto,  cristiana,  pero puede reflejar también -y de hecho lo hace- un sentido profano: así, plantas y leones,   funcionan como alegorías de poder (por ej. el león),  o emblemas de un reino (tal el caso del Leopardo en el escudo se Inglaterra),  o funcionan como afirmación de la identidad de un individuo a un grupo (lo vemos en el animal heráldico),  o aparecen motivos de la poesía y del amor cortés.

Toda esta  imaginería medieval está representada en estos  bellísimos tapices del 1500, indiscutibles obras maestras del arte, en la época que  nosotros llamamos Renacimiento, algo que nos demuestra que en el devenir de la Cultura, la Naturaleza, la Humanidad y la Vida, deberíamos hablar de procesos y no en términos de departamentos estancos.




Detalles de los seis tapices anteriores:






















Nota: Todas las fotos son propiedad del Museo de Arte Medieval de Cluny, París, Francia.




18 comments:

EL AVE PEREGRINA said...

Myriam, hermosa representación de los sentidos en estos bellísimos tapices.

Felicidades atrasadas!!!!

Un abrazo.


Cayetano said...

La primera de las imágenes con unicornio creo que fue la utilizada en su día para la portada de "En busca del unicornio", de Juan Eslava Galán. Libro que recomiendo. Es curioso que el animal mítico suela salir acompañado de jóvenes damas. En el libro citado, una expedición viaja a África para conseguir capturar al fabuloso animal, dado que su cuerno, triturado convenientemente, poseía propiedades mágicas que curarían la impotencia de Enrique IV de Castilla y dotarle de la descendencia necesaria. En la expedición viaja también una joven doncella, ya que de todos es sabido que el unicornio solo se volverá manso y dócil si una virgen es la encargada de capturarlo.
Un saludo.

manouche said...

Merci pour ces magnifiques tapisseries ,amoureuse de la licorne je ne les connaissais pas toutes, "mi deseo" la sensuelle gourmandise?

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Impresionante belleza. Un trabajo extraordinario.
Un beso.

Marisa said...

Muchos fueron los reyes que anduvieron en busca del cuerno del unicornio por sus propiedades mágicas de ser capaz de curar la impotencia sexual y así poder dar descendencia: Enrique IV, Carlos III...

Magnífica la belleza de esos preciosos tapices: para recrearte largo tiempo en todos sus detalles y simbología.
Preciosa tu entrada.

Un fuerte abrazo, Myriam.

Genín said...

Está claro que a la dama le encantaban los animales en general y el unicornio en especial, no hay mas que ver con que dulzura le agarra el cuerno... :)
Besos y salud

Rafa Hernández said...

Menuda maravilla de tapices; eso tendrá un valor incalculable. Menudo trabajo y el tiempo que se necesitaría para crear esa obras.

Besos.

Colotordoc said...

Estos tapices, me gustan mucho, sin embargo cuando estuve en París, el museo estaba cerrado :(

Besote guapa

Cayetano said...

Hola, Myriam. Te envié un correo de disculpa pero igual no lo viste.
Te decía que, como tengo activada la moderación de comentarios, ha ocurrido un lamentable tropiezo por mi parte: eliminar en vez de aceptar tus amables comentarios.
Espero que sepas perdonar mi metedura de pata, totalmente involuntaria.
Un saludo.

Ambar said...

El unicornio, fabuloso protagonista de tantas leyendas, es una criatura que asociamos casi siempre con la virginidad y la pureza. Los tapices son de una belleza extraordinaria.
Aunque tenga poco que ver con tu entrada no he podido evitar recordar aquella canción de Silvio Rodriguez "Unicornio", ¿ la recuerdas?

Besos

Mari-Pi-R said...

Estos tapices son preciosos por su significado, colorido y trabajo con todas las explicaciones los he podido apreciar mucho más.
Un abrazo.

Paco Cuesta said...

Un conjunto de maravilla.
Gracias

Abejita de la Vega said...

Recuerdo esa novela, premio Planeta en mil novecientos ochenta y tantos. Pobre expedición en busca del unicornio cuyo cuerno curaría la impotencia de Enrique IV el Impotente. Llevaban a una doncella para amansar al rinoceronte, digo al unicornio. Aunque la doncella hizo de las suyas, no sé si me explico.

Bella entrada. Besos Myriam.

Janeth said...

Myriam que lindo post,..que belleza de tapices y tan antiguos, realmente un recreo para los ojitos,...me encanta saludarte y desearte siempre lindos y maravillosos días,..besitos

Anonymous said...

Gracias Myriam, por esta belleza de tapices y con lujo de detalles, una maravilla y parte de la historia de la vida.
Un abrazo.
Ambar

Micaela said...

Precioso Myriam. Una auténtica maravilla después de tantos siglos. Un fuerte abrazo.

Prunus said...

Y a mi que el que mas me atrae -conceptualmente hablando- es el de "A mi solo deseo"....hummmm

Muy bonito.

Pedro Ojeda Escudero said...

En el arte medieval la dama y el unicornio tenían siempre una fuerte simbología que remitía a las relaciones sexuales -entendidas en un amplio sentido, no solo físicas-. Por aquellos tiempos de estos hermosos tapices un rey castellano organizó una extravagante expedición en busca del unicornio, convencido por los médicos y nigromantes del momento que el polvo que de él se obtenía curaba la impotencia y la esterilidad -todavía hoy se cree en algunas zonas de Asia-. Hay un relato de todo aquello y una novela de Eslava Galán: En busca del unicornio.
Qué delicadeza la traza de estos tapices.
Besos.