Saturday, April 11, 2015

Arthur Rubinstein: un pianista como pocos, enamorado de la vida, enamorado de la música, sencillo, dinámico y alegre con una vida fascinante


Arthur Rubinstein en 1906 (foto de WP)
(1887-1982)

Podría escribir mucho sobre él de su dinamismo, alegría por la vida, profesionalismo, excelencia, pero sobretodo de su humildad, nunca se creyó el más grande, porque como él mismo lo dice a la pregunta del entrevistador, hay muchos muy buenos, pero sí, estaba encantado de tener muchos admiradores. Tuvo una vida apasionante, que relató en dos tomos:  "My young years", Knoppfs Ed., NY,  1973 y "My many years", Knoppfs, Ed., 1980.   Toda una delicia de lectura  y mi recomendación, para quienes pudieran estar interesados.  Podría escribir mucho, pero les dejo aquí dos vídeos y unos fragmentos que tomé de Wikipedia, hoy, la lluvia, el frío y la pereza me ganan.

El Segundo Tomo comienza así: 

"La Primera Guerra Mundial cambió mi vida. Nacido en Polonia que aún se encontraba bajo el Imperio Tsarista fue obligado a emigrar cuando Rusia se hizo comunista.   Cuando comenzó la Guerra estaba en Londres, inmediatamente viajé a París para sumarme a la Legión Polaca, pero cuando el Tsar retiró el permiso para la legión, tuve que regresar a Londres. Allí,  por suerte,  se me pidió tocar en San Sebastián, para reemplazar a un pianista francés que había ido a la Guerra.  Fue este concierto de verano en la playa española que dio comienzo a mi carrera". (La traducción es mía).



Arthur Rubinstein a los 90, entrevistado por Robert Mac Neil
Artur Rubinstein, half blind but as vibrant and eloquent as ever,  Interviewed by Robert MacNeil.
 With Spanish  subtitles.


Su mentalidad optimista se reflejaba en la vitalidad de sus interpretaciones. Poseía un sonido inconfundible, seguro, redondo, lleno de claridad y sonoridad, y capaz de matices impensables. Se sentía a gusto tanto en el clasicismo como en el romanticismo, en el repertorio ruso, español y francés. Será sin duda recordado como uno de los mejores intérpretes de Frédéric Chopin. Liberó a las obras del compositor polaco del excesivo sentimentalismo y amaneramiento. Les dio fuerza, ritmo y una sutil sensibilidad.
En una entrevista comentaba Daniel Barenboim: “La forma de tocar de Rubinstein era tan natural que a uno le parece un juego de niños. Cuando alguien intenta alcanzar semejante claridad se da cuenta de cuán difícil es lo aparentemente fácil”. Al preguntarle el crítico Joachim Kaiser cómo genera ese inconfundible sonido, Rubinstein respondió: “Es muy fácil: piso el pedal izquierdo y toco un poco más fuerte”, lo cual era sin duda de una exageración en tono algo jocoso, puesto que las grabaciones en video de sus interpretaciones nos revelan que no abusaba de este pedal, como la frase nos puede inducir a creer.    (Tomado de WP)




Una vida como la de Arthur Rubinstein deja muchas anécdotas para contar, aquí queda constancia de unas pocas.
  • En uno de sus conciertos en el Teatro Principal de Palma de Mallorca le dijo al desesperado afinador, que no acertaba a ajustar una nota: “Déjelo, hombre. Si la gente no se va a dar cuenta”. Años más tarde, en el mismo escenario, hizo pasar a toda la gente que se había quedado a las puertas sin entrada y les dejó sentarse sobre el escenario alrededor de él.
  • Cuenta el director y pianista Daniel Barenboim que la primera vez que fue a visitarlo a los once años, muerto de miedo ante semejante eminencia musical, el maestro le dio un puro y una copa de coñac. La tensión quedó evidentemente aliviada, y la alegría con la que volvió Barenboim a casa les resultó a sus padres algo sospechosa.
  • Cuenta Astor Piazzolla que en 1939, a los dieciocho años, lo escuchó en el Teatro Colón (Buenos Aires) y quedó enamorado de su manera de tocar el piano. Decidió escribir un concierto para Piano, especialmente para él. Luego lo fue a visitar a su departamento en Buenos Aires para mostrárselo. La primera reacción de Rubinstein, aunque muy amable, fue la sorpresa de que el concierto fuese para piano solo. Comenzó a tocar los primeros compases del joven futuro genio de la música Argentina y le lanzó una mirada "fuerte y cordial". Le preguntó "¿Digame joven, a usted le gusta la música?" "Sí" respondió Astor. "¿Entonces, porqué no va a estudiarla?" "Justamente, por eso estoy acá, quiero estudiar música." Rubinstein se encargaría de hablar con el director de orquesta Juan José Castro que terminaría recomendando a Astor que estudie con Alberto Ginastera.
  • Joachim Kaiser narra en su libro “Große Pianisten in unserer Zeit” (Grandes pianistas de nuestro tiempo) el contratiempo que se le presentó mientras interpretaba en Eindhoven lasonata Appasionata, cuyo significado explicó Beethoven con la frase: “lean la Tempestad de Shakespeare”. En el tercer movimiento, en el presto-fortissimo, en ese final salvaje, se rompió la banqueta con un fuerte chasquido. Rubinstein se puso pálido; pero, lejos de acobardarse, siguió tocando, medio de pie, medio sentado, con notas incorrectas, hasta el final.
                                                                                                   (Tomado de WP)


11 comments:

Milena said...

Maravilloso post, querida Myriam. Adoro las interpretaciones de Rubinstein, son todo corazón, o alma... La entrevista es una verdadera joya.

Gracias, un abrazo grande

Bertha said...

A parte de tener un gran talento se refleja que era un hombre con un gran sentido del humor.Un arma muy necesaria para ir avanzando y no dejando posos por la vida.-Porque motivos tendría; dado en la época en que nació y removiendo un poco la memoria la memoria histórica.

Me ha encantado saber algo de este gran hombre y sobre todo deleitarme con su música.

Un abrazo enorme feliz finde.

Colotordoc said...

Estudiaba cn jazz y música clasica. Rubistein es de mis favoritos. Aun se conservan los acetatos en la casa materna

Besote guapa

Anabel Rodríguez said...

Me ha gustado muchísimo el post. Dice mucho de la personalidad y vitalidad de Rubinstein. ¿Las biografías están publicadas en castellano? Es que mi inglés (como decía Celia Cruz) y not very good looking. Un abrazo

Myriam said...

ANABEL: ¡qué bueno verte por aquí!, muy bienvenida. Mira estuve buscando pero no encuentro una traducción al español. El original está escrito en inglés y luego hay traducciones al alemán, francés, sueco y polaco. Hasta ahora no he encontrado, como te dije, al español, lo cual me parece extraño, siendo que Rubinstein jugó un papel importante en España como concertista.

Besos

Abejita de la Vega said...

Sabía vivir y tocar el piano como un ángel. Tu entrada es un bonito homenaje.

Un abrazo, Myriam.

Pedro Ojeda Escudero said...

Un más que merecido recuerdo y homenaje. Gracias, Myriam.

Ambar said...

Preciosa entrada. Me ha gustado mucho.
Saludos

Gelu said...

Buenas noches, Myriam:

Gracias por este trabajo. A modo de pequeño homenaje a Arthur Rubinstein, como comentario, se me ha ocurrido preparar una entrada en mi Blog de cine, con la película ‘Mi corazón te guía’de 1947.

Abrazos

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Siempre me ha encantado.
No puedo decir más.
Un beso.

amelche said...

¿Sabes que tiene dedicada una palmera en Elche, en El huerto del cura?

http://flvargasmachuca.blogspot.com.es/2013/05/la-palmera-rubinstein.html