Ni aún el cuerpo resiste
tanta resurrección, y busca abrigo
ante este viento que ya templa y trae
olor, y nueva intimidad. Ya cuanto
fue hambre, ahora es sustento. Y se aligera
la vida, y un destello generoso
vibra por nuestras calles. Pero sigue
turbia nuestra retina, y la saliva
seca, y los pies van a la desbandada,
como siempre. Y entonces,
esta presión fogosa que nos trae
el cuerpo aún frágil de la primavera,
ronda en torno al invierno
de nuestro corazón, buscando un sitio
por donde entrar en él. Y aquí, a la vuelta
de la esquina, al acecho,
en feraz merodeo,
nos ventea la ropa,
nos orea el trabajo,
barre la casa, engrasa nuestras puertas
duras de oscura cerrazón, las abre
a no sé qué hospitalidad hermosa
y nos desborda y, aunque
nunca nos demos cuenta
de tanta juventud, de lleno en lleno
nos arrasa. Sí, a poco
del sol salido, un viento ya gustoso,
sereno de simiente, sopló en torno
de nuestra sequedad, de la injusticia
de nuestros años, alentó para algo
más hermoso que tanta
desconfianza y tanto desaliento,
más gallardo que nuestro
miedo a su honda rebelión, a su alta
resurrección. Y ahora
yo, que perdí mi libertad por todo,
quiero oír cómo el pobre
ruido de nuestro pulso se va a rastras
tras el cálido son de esta alianza
y ambos hacen la música
arrolladora, sin compás, a sordas,
por la que se llegará algún día,
quizá en medio de enero, en el que todos
sepamos el por qué del nombre: «viento
de primavera»
tanta resurrección, y busca abrigo
ante este viento que ya templa y trae
olor, y nueva intimidad. Ya cuanto
fue hambre, ahora es sustento. Y se aligera
la vida, y un destello generoso
vibra por nuestras calles. Pero sigue
turbia nuestra retina, y la saliva
seca, y los pies van a la desbandada,
como siempre. Y entonces,
esta presión fogosa que nos trae
el cuerpo aún frágil de la primavera,
ronda en torno al invierno
de nuestro corazón, buscando un sitio
por donde entrar en él. Y aquí, a la vuelta
de la esquina, al acecho,
en feraz merodeo,
nos ventea la ropa,
nos orea el trabajo,
barre la casa, engrasa nuestras puertas
duras de oscura cerrazón, las abre
a no sé qué hospitalidad hermosa
y nos desborda y, aunque
nunca nos demos cuenta
de tanta juventud, de lleno en lleno
nos arrasa. Sí, a poco
del sol salido, un viento ya gustoso,
sereno de simiente, sopló en torno
de nuestra sequedad, de la injusticia
de nuestros años, alentó para algo
más hermoso que tanta
desconfianza y tanto desaliento,
más gallardo que nuestro
miedo a su honda rebelión, a su alta
resurrección. Y ahora
yo, que perdí mi libertad por todo,
quiero oír cómo el pobre
ruido de nuestro pulso se va a rastras
tras el cálido son de esta alianza
y ambos hacen la música
arrolladora, sin compás, a sordas,
por la que se llegará algún día,
quizá en medio de enero, en el que todos
sepamos el por qué del nombre: «viento
de primavera»
en "Alianza y condena" 1965
16 comments:
Unos versos bien escogidos para la entrante Primavera, y ese tan deseado "viento de Primavera"
Gtacias Myriam.
Que bonito sabéis ordenar las palabras para que suenen como música......Un saludo desde Almería.-
http://visual-anjespinosa.blogspot.com.es/
Pues justo en este momento tengo en la calle una tremenda tormenta de agua y viento, además de truenos y relámpagos.
Pero bueno, también forman parte de la primavera :)
Un beso.
¡Qué maravilla! Sin más palabras, simplemente disfrutar de las escritas.
Un beso
Ese viento de Primavera nos está viniendo gélido por aquí, de hecho han anunciado nieve por encima de los 800 metros supongo que esta situación no durará mucho. Besos y salud
Ese viento de primavera, aùn reticente, que nos colme de vitalidad sea bienvenido...
Abrazos Myriam :)
Bonita foto y bonita la leyenda.Un saludo
Me encantan las palomas, aunque ahora estén denostadas.Hermoso poema. No se puede correr tras las primaveras perdidas. Hay que vivir la toca y de momento no quiere asomar.
Bss
Bonitas palabras de primavera, Myriam, no había leído nunca a este hombre.
Besos apretaos
La primavera, la sangre altera...
Bonitos versos, aunque por estos rumbos, la primavera, además de fría llegó con vientos gruesos.
Besote
Los versos muy buenos, pero ni me gusta demasiado la primavera, y menos las palomas, ya que estas con las cagadas se lo están cargando todo. Los monumentos de medio mundo, los tienen que dan asco.
Besos.
En efecto, Myriam. Uno se da cuenta que de pronto es primavera cuando el aroma de las cosas le llega a través del viento...
Besos.
El viento se llena de pájaros en primavera, y de hojas secas en otoño.
Bss
Todo es viento Myr, y cuando nos demos cuenta, otra estación dejará paso a ésta...
Besos, linda.
Siempre me gusta sentir el primer aire de primavera. Bonito poema del gran poeta Cláudio Rodriguez
Hace falta mucha humildad para transmitir la grandeza de la naturaleza.
Besos
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