Ajeno a la
realidad circundante, caminó por entre las piedras muy de prisa. Trataba de llegar
bordeando el riachuelo, a la montaña que se dibujaba a la distancia. El camino era sinuoso, irregular. Cada vez
que ascendía, la respiración se le hacía más difícil. El ardiente sol del
mediodía lo sofocaba... Jadeante y transpirado, se sentó a la sombra de un
arbusto a descansar. Sacó de su mochila la cantimplora y bebió algunos sorbos
de agua fresca.
_ Esta vez
llegaré hasta el fondo de la gruta_ se dijo , decidido_ y encontraré el tesoro.
Midió en el mapa
la distancia que aun le faltaba recorrer y enseguida retomó su caminata. Había
dejado el campamento atrás, en la zona del valle y él se había adelantado a investigar, guiado por
su intuición fruto del esfuerzo de años de estudio y de búsqueda infructuosa. Algo le decía muy adentro suyo que esta vez no fallaría, que éste sería el
descubrimiento arqueológico que coronaría su carrera.
Con irrefrenable
alegría halló, por fin, la entrada de la gruta. Se sacó el sombrero y se pasó
un pañuelo por la frente encendiendo el
farol que había llevado; comenzó
cuidadosamente a entrar en la cueva húmeda y oscura. Cuando ya había caminado una media hora,
tropezó cayendo en un hueco que había sido camuflado por el musgo y algunas
plantas...... A medida que se deslizaba, las ramas y las
piedras, iban rasgando su ropa, hilos de sangre brotaban de sus heridas. Perdió
el conocimiento.
_ Anhuel, trae más agua y unos paños_ pidió la
esbelta mujer morena, con voz entrecortada.... apurada...mientras le sostenía
la cabeza al hombre todo magullado que había aparecido ahí tendido entre los matorrales. En los cincuenta años, cabello gris, ojos
verdes, bigote, y 1 metro y 80 centímetros, piel tostada por el
sol y músculos bien delineados, era el
hombre más apuesto que jamás hubiera visto. Y ahí estaba, semi- inconsciente y
en sus brazos...... Con dedicación lo cuidó día tras día hasta que finalmente
el hombre, que no era otro que el arqueólogo curioso, habló.
_ ¿Dónde estoy? ¿Quién
es usted?
La bella mujer lo miró desconcertada sin
comprender lo que decía y en su propio idioma le dijo _
descanse extranjero........ descanse.......
Pasados unos días
más, de ser un huésped herido, Andrés, pasó a ser un miembro más de esa extraña
sociedad a quien los habitantes trataban con amor y respeto. Caminaba por los parques llenos de una frondosa y delicada vegetación,
cuyas exóticas flores impregnaban el aire de los más ricos aromas.... La ciudad
era toda construida en una roca cristalina, que al brillar del sol, producía
unos destellos multicolores. Las puertas
y ventanas eran hechas de oro macizo con piedras preciosas incrustadas
en refinados diseños ornamentales.....
Observó a quienes allí
moraban y cada vez más atónito
descubrió, que esas personas vivían en armoniosa hermandad. No había ni
guardias, ni policías. Notó que
había un consejo formado por
hombres y mujeres que dirigían la comunidad. Sus decisiones se proclamaban a
viva voz al pueblo que se reunía en el jardín de la fuente, al sonido de un gong. Las personas caminaban, charlaban, reían,
estudiaban, meditaban, pero cuando sonaba el gong dos veces se reunían para almorzar. La cena no era comunitaria. Pero a la noche había distintos tipos de
reuniones libres: teatro, cantos danzas, relatos de historias a la luz de una
fogata......
Y llamó a su salvadora por su nombre: _ ¡Alisha!
y aprendió su idioma. Vestido a la
usanza de esa extraña civilización con una túnica bordada de colores pasteles,
se acerco a ella y la tomó por el brazo dulcemente _ Te amo, le dijo........
Ella lo miró con sus ojos almendrados penetrantes, como si quisiera leer su
alma y se acercó hacia él. Andrés sintió la vibración de su cuerpo y sintió
intensos deseos de poseerla......de amarla como jamás había amado a nadie....de
besarla, de acariciarla......
_ ¡¡¡Carlos,
Enrique !!! vengan pronto, gritó Mónica,
uno de los miembros del campamento. ¡¡¡Miren ésto!!!...
_¡No..... no es
posible!_ exclamaron ambos al llegar a la gruta en la que se veía a duras
penas...... acercaron los faroles........y entonces lo vieron....... El
esqueleto de Andrés yacía allí, medio sentado, medio reclinado, con su sombrero, sus típicos pantalones y
camisa a cuadros. Sus manos asían un cáliz de oro.......Comenzaron a caminar a
tientas, cuidadosamente. Había mas objetos medio escondidos entre la maleza y
las piedras.......... muchos más, hasta que Mónica, tropezó y calló en un
hueco.
39 comments:
Alisha está libre?
:P
Besos.
la gruta y la vida..
se parecen tanto..tanto..
como la esperanza a la paz,
como la belleza a la luz,
como el amor al destino.
un abrazo.
Hacia donde miras es hacia dónde vas...
qué bueno tú relato Myriam
Un abrazo
mj
Otro post como los que sueles hacer simplemente de en sueño. Un beso
esto continua , verdad??
porque está requetebueno
felicitaciones Myriam
abrazo y buena semana
Habrá que tener cuidado cuando nos topemos con la entrada de una gruta, no vaya a ser que tropecemos al entrar y seamos los siguientes en caer por algún hueco.
¿Y cómo es que estaba ya en esqueleto si no había transcurrido apenas tiempo? Porque quienes lo encontraron eran miembros de su expedición, ¿no? ¿Y ese caliz?Uuuuy.... ¡Qué de incógnitas!
Ahora nos tendrás que contar a ver qué pasó con Mónica.
Muy buen relato, Myriam. Me deja llena de intrigas.
Un beso grande.
Veo que estamos abonados al misterio y a la sorpresa :-)
Un beso.
Si cayendo por ese hueco se llega a ese mundo de ensueño, entonces, no habrá mayor tesoro que caer en él.
Besos
Bien podría ser el guión de una buena película! Ya tengo ganas de verla en pantalla.
felicidades Myriam por tan grande y bella imaginación.
Qué relato más... made in Myriam...
Me encantó.
Besos y abrazos.
Justa recompensa a unos años de trabajo
Esperemos que Mónica se encuentre con un moreno esbelto...ja ja ja.
Ciframos la vida en cualquier ideal menos en nosotros mismos y en nuestra capacidad de amar que es el verdadero tesoro que cada cual puede encontrar.
Relato que cuestiona y afina consciencia.
Un abrazo Myr!!!
Nunca sería exploradora de cuevas, pero después de leer esto...ni hablar. No quiero acabar en una Sima de Huesos, como mis paisanos de Atapuerca.
Imaginativo relato.
Besos
El senderismo rodeado de naturaleza me encanta, me hiciste recordar cuando de mas joven nadaba buceando por el rio de mi pueblo...
tienes arte para las narrativas.
que tengas una bonita semana.
un abrazo.
LO has narrado estupendamente. Me ha gustado. Abrazo. Jabo
Que bueno!!!
Encontró el mejor de los tesoros :)
Me encantó tu relato y el golpe de efecto es buenísimo...jeje.
Besotes preciosa :)
Un hermoso relato me recordo a Alicia, la niña que cayo en la madriguera del conejo y se vio en un mundo de extraños,...amiga una magnifica historia que me dio mucho gusto leer...
Es cierto lo que dice Janeth. A mi tambien me hizo recordar a Alicia...
Magnifico relato, amiga, que insinua mil cosas...ç
¿Y la foto de donde es...?
¿Y esos nichos en la pared?
¿Quizas una necropolis?
Un abrazo, amiga
Un texto muy hermoso que me ha recordado el libro "El fantasma de Anil" mismo autor que el de "El paciente inglés".
Besos.
Todos llevamos una gruta dentro, Myriam.
Besos.
Y esa copa de oro era la del Santo Grial?
Buen cuento :)
Besos, Myriam.
Buena gana de trabajar si tenemos las puertas y ventanas de oro macizo y el perfume de las rosas inunda el misterio de las cuevas. Yo también quiero caer en esas cuevas que no dan claustrofobia.
Un abrazo.
Vaya historias más estupendas que estás escribiendo. Fantástico. Me encanta ese “y vuelta a empezar” del final.
Genial, de verdad. Intrigante, y entretenido.
Bqñs,
ANTIQVA: la foto es de las grutas de Tel Maresha, en Beit Guvrin, Israel y este es el Columbarum, Período Helenístico, 300 a CE. Abrazos.
Relato atrapante... magnífica fotografía. Cariños!
Suele pasar que en busca de nuestra verdad encontramos el final y que a veces no se encuentra la línea divisoria entre la ficción y la realidad. Interesante relato Myr. Estás escribiendo estupendamente. Supongo que continuará.
Un besito amiga querida.
Pase a visitar tu blog y te felicito por tan bella entrada. Desde Jaén un abrazo y feliz día
¿Continuará?
Eso espero.
besitos
Más de uno se dejaría atrapar por ese hueco, para aparecer en otra dimensión de la vida.
Besos mientras las manos se me quedan como polos baratos encima del teclado.
Hacia el interior de uno mismo, recuperando lo que alguna vez fuimos. Me gustó muchísimo.
Hermoso relato, Myriam, lleno de magia y color.
Um relato pleno de misterio...gostei muito!
abraços
cvb
Y vuelta a empezar. Van cayendo todos, encadenados a los sueños.
¿Habrá otro capítulo?
Abrazo grande
Como dijeron por ahí, deberías darle continuidad, es uno de esos relatos que la merece...
Un beso.
HD
un relato hermoso que me deja con un montón de incògnitas. ha habido un momento que me daba yu-yu, seguir.
feliz domingo, amaiga.
A mi las grutas me dan miedo, pero me gusta leer sobre ellas. Recuerdo una donde no quise entrar por tener la sensación de no salir jamas.
Un abrazo
Está re bueno!!!
El suspenso circunda todo el relato.
Quedé pensando en la continuación.
Me hizo recordar la teoría de " La tierra hueca".
Qué pasó después con Mónica???
Bsossss
Andrés , el arquéologo....¿ Había recorrido el lugar mucho tiempo antes que el grupo de Mónica?Pertenecía a otro campamento?
Su objetivo era el "tesoro".
¿Es un castigo a la avaricia?
Me quedé enganchada con los datos....
Me hiciste pensar...tratando de descifrar....
Vengo con atraso... pero vengo y me deleito con este relato que, espero, hayas continuado en días posteriores.
Creo que Andrés cometió el error de "tomar prestado" lo que no debía :( somos absurdos los humanos, muchas veces, se nos presenta la felicidad auténtica y total y la dejamos escapar.
abrazos :)
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