Thursday, July 21, 2011

Una leyenda de Bécquer que no me gusta nada - Parte 2

 Continuación de ayer

Si   en "Maese Pérez el organista" Bécquer escribe una leyenda sublime que me transporta al Séptimo Cielo, con la "Rosa de pasión"  me transporta al Séptimo Infierno. En efecto, en ésta Bécquer se nutre de la tradición presente en el imaginario colectivo para dar forma en la figura del judío Daniel a los aspectos más ruines del ser humano. Pero, entendámoslo bien: tuyos y míos porque en este arquetipo está tu propia sombra, la mía también. La  de todos. Reconocerlo  nos hace mejores seres humanos porque contribuye a borrar las diferencias, o los blancos y negros, o " yo bueno" " tú malo".

Siempre he creído y creo que  el creador de un producto artístico, tiene un compromiso social que marcha de la mano con la obra que produce más allá de su mero valor estético, porque la obra tiene  de hecho, un contenido que no es inocente, sino que posee intrínseca una ideología. Bécquer no lo vió así. Por eso, si él viviera hoy me gustaría pedirle que se manifestara sobre  el dolor,  indignación  y asco que yo - como lectora judía -  siento al leer este producto suyo, porque sé - me consta -  que su mensaje  fortalece esas falsas creencias - semillas de odio hacia otro pueblo - tan  tristemente arraigadas en la tradición aunque hoy, en España, sean cosa del pasado.

Sin embargo, hoy esta obra suya se lee en los colegios viéndose, supongo, como una inocente leyenda en la que una joven judía se enamora de un cristiano y da su vida por él,  a causa de la intolerancia de su padre y vecinos judíos, tal   como lo podemos observar en este trabajo realizado por alumnos de 4A  (pulsar aquí). Pero.... ¿explica, acaso, el docente a su alumnado  que los rasgos del personaje central de Rosa de Pasión están basados en estereotipos racistas y completamente falsos? ¿Qué éstos han sido utilizados con fines perversos por determinadas ideologías?  ¿Enseña el docente lo que es un libelo de sangre?. De sobra sabemos, que si no se hace un estudio crítico del contenido de la obra que se enseña,  quedándonos solo con su  estética,  esos mensajes perversos penetran en el inconsciente del inexperto receptor de manera subliminal, es decir, sin que ni siquiera se percate de ello. Las técnicas de propaganda (y la publicidad), saben muy bien utilizar este recurso.  

Adolfo Hitler y su ministro de propaganda Joseph Goebbels se basaron entre otros, en "El mercader de Venecia" de Skakespeare para armar bien el arquetipo del judío muy similar a éste de Bécquer.  La pieza  fue representada en todo el territorio alemán después de La fatídica noche de los cristales rotos para incentivar el odio hacia los judíos.  Paradigmática así mismo fue  la película alemana "Der Evige Juzz (EL eterno judío)" libelo que  los nazis presentaban como un documental.

Estas "inocentes" semillas de odio plantadas en el pasado siguen perviviendo en nuestro presente no solo a través de obras literarias o fílmicas,  también lo hacen a través del lenguaje y de expresiones populares y ésto es verdaderamente lamentable, tanto como que por la tradición se sigan  por ejemplo,  al son de las matracas, "matando judíos" en Semana Santa en alguno que otro  pueblo de España tal vez  aún hoy en día. Para mí, que con ello en la actualidad no se pretenda odiar al otro o infligirle daño,  no es excusa para no hablar y expresarse de manera responsable.

La fuerza del lenguaje es mucho mayor de la que suponemos. Una mentira o calumnia que se repite una y otra vez, termina creyéndose como verdadera, por ejemplo. Las técnicas de propaganda se basan en ésto.  En cualquier caso, el objeto de esa calumnia o injuria es: un ser humano que tiene sentimientos hoy y también los tenía en el Siglo XIX.

Por todo ésto, no me gusta  nada esta leyenda de Bécquer que opaca a mis ojos, su magnífica producción artística.


© Myriam Goldenberg, Análisis de "Rosa de Pasión" de Gustavo Adolfo Bécquer.

Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia.

Nota: La leyenda de Rosa de Pasión en la página del Ayuntamiento de Toledo.
 

15 comments:

Ricardo Miñana said...

Te deseo un feliz día de la amistad,
que tengas una bonita semana.
un abrazo.

Mixha Zizek said...

Interesante post, muy informativo, hay muchas cosas nuevas que aprendía al leerlo, besos

Pedro Ojeda Escudero said...

Así como ayer contextualizaba a Bécquer en su época, hoy te doy la razón sin matices. Esta leyenda no puede elegirse como trabajo de alumnos menores de edad sin condenar el antijudaísmo: como parte del arte debe enseñarse, pero siempre con los valores morales cívicos y democráticos del presente.
Besos.

Edurne said...

Myriam, ahora mismo voy a buscar mi ejemplar de "Rimas y Leyendas", que, he de confesar, no he vuelto a leer desde el instituto...

Me parece muy interesante este trabajo que estáis haciendo.

Y gracias por tus visitas y tus ánimos!

Un besote!
;)

Aristos Veyrud said...

La técnica de demonizar o satanizar es decir encarnar el diablo en alguna persona raza o pueblo, mediante la propaganda prejuiciosa, mentirosa y calumniosa y apoyada en el arte ha sido usada desde siempre, y sigue siendo usada que es lo peor. Basta dar una ligera mirada a la historia de las artes plásticas, frescos, esculturas, grifos, gárgolas, y de inmediato como dice Myr se descubre ese sub limen de quiénes representan lo divino y quienes lo demoniaco, quienes son los buenos y quienes son los malos. Igual pasa en las sagradas escrituras de todas las religiones monoteístas y de casi todas las demás religiones, sin diablo y sus representantes en la tierra no hay Dios y viceversa, demonio y Dios andan de codazos haciendo de las suyas. En el cine actual cuando se trata de tramas de buenos y malos los personajes en promedio tienen un perfil predeterminado y tendencioso. Queda todo este legado como documento y testimonio que refleja lo desagradable del ser humano y que debe servir como herramienta no de propagación de prejuicio y perjuicio sino de análisis y purga ética para construir un nuevo lenguaje de humanismo y entendimiento entre todos los pueblos.
Gracias a ediciones como esta se desempolva y sacude parte de la ignominia (porque es poca la que queda registrada consciente o inconscientemente) que por desgracia han tenido que padecer y siguen padeciendo tantos seres humanos y no humanos también.
Análisis, discusión, investigación son elementos liberadores. "!Oh santa simplicidad!" exclamó Giordano Bruno al ver a una viejecilla apilando leña en la hoguera a que fue condenado sin que esta denotara el menor asomo de emoción en su rostro.
Esta leyenda del poeta reflejo directo del espíritu de su época y entorno es bien desagradable.
Un abrazo Myr!!!

Merche Pallarés said...

Comparto al 100% la opinión de nuestro querido profe, PEDRO O.E. y tu análisis es muy certero. Besotes, M.

LOLI said...

Desde luego el horno no está para bollos...mucho mejor que no les metan ideas equivocadas a los muchachos...

Gracias.

UN BESAZO.

Soy YO - MilThon said...

uy hoy no apetece leer mucho solo quice saludarte AYER ERA DIA DEL AMIGO

Y DECIRTE FELIZ DIA D EL AMIGO

Asun said...

Prometo que un día de estos –lo que no puedo prometer es cuando, aunque espero que sea este verano :-)– venceré la pereza y empezaré con Becquer. Entonces volveré para leerte con detenimiento.

Mientras tanto de mando un beso.

Abejita de la Vega said...

Te dije en la anterior entrada que ningún maestro español actual hará leer a sus alumnos la historia del "Santo Niño de la Guardia". Mira por donde hay profes que ponen a sus alumnos a leer esa leyenda tan racista sin profundizar en su contenido. Como dice Pedro, si se hace con menores, habría que condenar antes el antijudaísmo. Las niñas son de cuarto, si se trata de cuarto de Primaria son demasiado pequeñas, unos nueve años, me parece un texto nada adecuado. Si son de cuarto de Secundaria, creo que es así, son adolescentes de quince años, hay que tener mucho cuidado con estas cosas...si no queremos que terminen en bandas neonazis, que las hay.

Ya te dije, en otra ocasión, que en España, en este momento, no hay sentimientos generalizados contra los judíos; pero sí los hay con respecto a musulmanes y gitanos. Y hay que tener mucho cuidado con los textos que se utilizan en clase, la lucha contra los sentimientos racistas es tarea importante, daigual contra qué etnia vayan dirigidos. Educar es la clave.

Besos

Myriam said...

Queridos amigos: Gracias por vuestro apoyo en este tema que es tan doloroso. La educación es la clave si queremos una humanidad mejor en la que no impere el odio de hermano contra hermano sin importar etnia, sexo, color, costumbres, idioma.

Un fuerte abrazo a todos y cada uno de ustedes.

Paco Cuesta said...

No he llegado a ella, pero no hay duda por tu análisis, que ha de leerse con reservas. Lo haré

Señor De la Vega said...

Mi Señora Myriam,

Sin duda Bécquer era un hombre de su espacio y de su época, y en “la rosa de la pasión” dibujó a sabiendas, exageradas caricaturas de la tradición popular antijudía, con bien llevados diálogos que insuflaban credibilidad al libelo histórico, para ganar lectores (más bien lectoras en El Contemporáneo) y en los diarios conservadores donde entonces publicaba.

Por el contrario en “Historia de los Templos de España” había mencionado a los judíos de Toledo y su alto nivel cultural en la Edad Media y compadecido sus persecuciones.

Se le acusaba de neo-católico, algo que él asumió públicamente si no serlo significaba no tener trabajo; fue criticado en su función como censor por diarios neo-católicos (La lealtad) y esa misma actividad, provocó su defensa apasionada por un diario liberal y anticlerical (Gil Blas). Los neo-católicos, nunca tragaron su vida disoluta, en burdeles y tabernas... Los liberales nunca tragaron sus amistades conservadoras y recibidos favores... Lo cierto, es que en mi opinión, ni la política ni la religión, le ofreció ideales, y si alguna vez lo hizo en sus últimos años le importaban un pito.
Valoró en mi opinión, a su hermano, la amistad de sus amigos y amigas, el amor, los sentimientos, la lealtad y poco más y no creo que fuese un hombre malo...(y eso sí, fue siervo de sus vicios, de sus gozos y del necesario dinero para ejercerlos o para subsistir, que de todo hubo.)

Desde los bajos fondos, y colaborando con Gil Blás, se le atribuye a él y su hermano el seudónimo SEM (posiblemente abreviación de SEMen) y por ello el ser copartícipes de unas acuarelas, que hace pocos años salieron a la luz públicamente y hoy son famosas “Los borbones en pelota” nota: le advierto que el carácter antimonárquico y anticlerical, por su exceso pornográfico puede herir sensibilidades, no siendo la mejor visión para menores. [le incluyo un par de muestras].

Dicen y yo me hago eco, que otra explicación para tal seudónimo pueda ser la siguiente: que SEM es un nombre hebreo, concretamente el de uno de los hijos de Noé (a su vez padre de los pueblos SEMíticos). También es el nombre de un escritor español de la Edad Media conocido con el nombre de Sem Tov (afincado en Soria). El significado de Sem en hebreo parece ser literalmente "nombre; renombre y por extensión prosperidad, fama".

¿Pero por qué podrían haber escogido los hermanos Dominguez Bastida firmar con el seudónimo SEM? Bécquer es el segundo apellido del padre del poeta y el judaísmo se trasmite por vía materna. Resulta que los Bécquer, de [Beker (panadero)], eran originarios de Flándes, lugar al que tantos judíos españoles huyeron con la expulsión de los Reyes Católicos en 1492. La familia Bécquer se asentó en Sevilla, provenientes de Flándes en el S. XVI o principios del XVII, cien años después de la expulsión. Es decir, cabe la posibilidad que adoptaran el seudónimo de SEM porque la familia del poeta y el poeta eran descendientes de judíos y conscientes de ello.
El debate está servido: ¿antiSEMítico SEM?

Dicho lo cual y volviendo a la sustancia, su razón tiene Usted en pedir que los profesores ejerzan de maestros y si bien permitiendo el acercamiento a cualquier texto, exijan que después lo contextualicen con la adecuada y constructiva crítica de valores, y también que se compare con lo que perciben en éste siglo XXI de los temas que cada texto trata, para que comprendan que se sigue haciendo lo mismo, por dinero; ya que al lector demasiadas veces se le da lo que nos pide, sin conciencia de lo que se escribe y con muy poca conciencia de a quien lo escrito afecte.

Suyo, Z+-----

Myriam said...

Mi Señor DE LA VEGA: Me honra con su visita a mi espacio al cual es Ud. muy bienvenido y le agradezco su extenso comentario -y los enlaces- con los datos biográficos de GAB y sus opiniones tan interesantes.

Al igual que Ud. no creo que GAB hubiera sido "una mala persona" o que hubiera sentido aversión a los judíos y tal como lo detallo en el primer párrafo de la primera parte de esta entrada, sí se valió GAB de la tradición presente en el ideario colectivo de aquella época, explotando esa veta. Me alegra lo que Ud, menciona de GAB en " Los Templos de España".

En realidad no me importan las motivaciones que GAB hubiera tenido para hacerlo, yo solamente analicé el contenido de su escrito. Lo que si me preocupa - y mucho- es como se enseña hoy esta leyenda en las escuelas.

Me gustaría, sin embargo, aclarar dos puntos:

Según tengo entendido, el padre de GAB, se llamaba José Dominguez Insausti y como pintor tomó el apellido Bécquer presente en su familia, como Ud lo señala, provinientes de Flandes.

Con respecto a lo que Ud. dice del nombre SEM TOV, en hebreo es SHEM TOV, no SEM y no guarda relación alguna con el SEM de la Biblia. Está referido, a Moises de Leon compilador y revisor de un texto cabalístico muy importante llamado "El Zohar" (Libro del Esplendor) y a toda la familia de los SHEM TOV de España, Literalmente "del Buen Nombre" originalmente era un apodo que se daba a los rabinos cabalistas capaces -al invocar correctamente el Nombre de Dios (el Nombre de 4 letras, que es impronunciable)- de hacer curaciones extraordinarias.

Personalmente, soy de la opinión de que los Hermanos Bécquer utilizaron "SEM" por semen, cosa que guarda relación con la tónica de "Los Borbones en pelotas".

Gracias nuevamente por su comentario, Un abrazo

Señor De la Vega said...

Mi Señora Myriam,

Así parece que en “La historia de los templos de España” no solo alabó a la Sefarad judia, sino también a la cultura de Al'andalus y así lo escribe “Desgraciadamente, como ya antes que nosotros han hecho algunos literatos al ocuparse de este asunto, nuestros mayores han mirado hasta ahora con desdén cuanto produjo ese pueblo conquistador, a cuya imaginación poderosa tanto deben la poesía, las artes y ciencias”.

Me alegro de haberla hecho partícipe del eco sobre su seudónimo, para que con su mejor conocimiento nos ilustre, tiene toda la razón, me hubiese bastado leer las notas biográficas sobre el padre, para haber entendido que el apellido Bécquer fue usado artísticamente para firmar sus obras, y que la línea del apellido Bécquer no es materna sino paterna. También que si ya en 1622 poseían capilla sepulcral en la mismísima catedral de Sevilla, muy difícil fuera o con mucho gasto esconder antepasados judíos, porque sin duda fueron sometidos a numerosos expedientes de limpieza de sangre, obligatorios para ingresar en ordenes, cargos catedralicios, cofradías, diversos colegios, etc.

Como comprenderá cuando a menudo escribo sobre lo que los otros dicen saber que saben, suelo hacerlo por boca de ganso, aunque no me disculpa y si me eleva a ser el más ganso de entre todos.

Ya puesto a profundizar en la sangre del poeta y su relación con los Bécquer sevillanos y su relación soriana (más allá de nominal referencia a Shem Tov), debería a haber trazado su línea genealógica siguiendo otros ecos mejor documentados (por los que no quemo mi mano):

Su abuelo paterno que se llamaba Antonio Domínguez y Bécquer se casó con María Antonia Insausti y Bausa, su bisabuelo paterno fue don Julián Domínguez, quien había contraído matrimonio con doña Mencía Bécquer y Díez de Tejada. Doña Mencía, por su parte, era hija del caballero veinticuatro de Sevilla, don Martín José Bécquer y Tamaríz y doña Ursula Díez de Tejada y Almazán, (Almazán es apellido solariego de cepa soriana), sigámosla a ella para rastrear su origen: Ursula Díez de Tejada y Almazán, era hija del capitán José Díez de Tejada y Trujillo, casado, el 12 de septiembre de 1707, con doña Francisca de Almazán y Lasso de Castilla, VII vizcondesa del Castillo de Tajo, habida en el matrimonio de don Francisco Pedro Gil de Almazán y Altamirano, casado en Antequera, el 28 de junio de 1678, con doña Clara Mansilla y Lasso de Castilla; para abreviar diremos que era séptima nieta de don Pedro I, el Cruel, Rey de Castilla. Esa era la veta castellana de Gustavo Adolfo Bécquer y su vinculación genealógica con los Almazán Sorianos

Por la rama de los Bécquer flamenca, afincada en España: Ursula Díez de Tejada y Almazán fue la esposa de Martín José Bécquer y Tamaríz, éste era hijo de don Juan Antonio Bécquer y Bernal y doña Josefa Mencía Tamaríz y Vargas; nieto de otro Juan Antonio Bécquer y Aldaba y doña María Bernal y Céspedes, y bisnieto de Antonio Bécquer y Bécquer Banst y Ducerf, alguacil mayor del Santo Oficio de la Inquisición, quien vistió el hábito de la Orden de Calatrava desde 1643, el hermano de Antonio fue Manuel Bécquer y Bécquer Banst y Ducerf, ingresó a la Orden de Alcántara en 1643. Las armas del linaje de Bécquer son: En campo de azur, un chevrón de oro, cargado de cinco estrellas de azur, y componado de dos hojas de trébol de oro en los cantones del jefe, y de una corona, también de oro en punta.

Dichas estas gansadas, propias de otros tiempos, y puesto que de pronunciar tanto apellido becqueriano, se me quitaron las ganas de pronunciar en vano el nombre con 4 letras, seguiré investigando a la búsqueda de los primeros poemas pornográficos, que están bien documentados, pero que todavía no hallo, y que escribió el adolescente Gustavo en el libro de cuentas de su fallecido padre.

Un abrazo y Suyo, Z+-----