Saturday, February 6, 2010

La imperfección humana, en el Cap. 2,35 del Quijote



Como aporte a La lectura colectiva del Quijote que hacemos con la guia de Pedro Ojeda, desde su blog La Acequia y continunado con el análisis psicológico de las relaciones entre DQ y Sancho, hoy veremos como.....


... ante la vista de MERLIN, el mago, DQ siente pesadumbre y SANCHO miedo......

Los personajes de CERVANTES son muy humanos, para lo bueno, para lo malo. Cosa ésta que los hace complejos, reales. Hay compañerismo en la relación de DQ y SANCHO llevan ya un sin fin de aventuras dialogando por los caminos, durmiendo en la intemperie bajo olmos y hayas, o compartiendo camas incómodas en ventas que a veces son castillos. Pero DQ es el amo y S el criado y ésta relación asimétrica se nos recuerda a menudo. Cada vez que S. se desboca y quiere igualarlo, DQ le recuerda quién es el amo. Sancho, por su parte ha crecido tanto por la interacción nutricia con DQ que es capáz de grandes argumentaciones o despliegues manipulatorios como hemos visto en mis análisis anteriores .

En este capítulo, CERVANTES nos hace partícipes de la furia que siente DQ por el encantamiento de su amada y de lo poco que le importa que Sancho sea azotado, no con 3.300 azotes, sinó que hasta pide el doble para él. Lo que sea y como sea, con tal de lograr su objetivo: el desencantamiento de su amada. “Tomaros he yo, don villano, harto de ajos, y amarraos he a un árbol, desnudo como vuestra madre que os parió, y no digo yo tres mil y trecientos, sinó seismil y seiscientos azotes os daré, tan bien pegados, que no se os caigan a tresmil y trescientos tirones. Y no me repliqueis palabra, que os arrancaré el alma”

Interesante aquí se me hace, la forma en que CERVANTES resuelve esta amenaza., que de cumplirse en lugar de un DQ “loco, pacífico, soñador y algunas veces violento” como hasta ahora hemos tenido, éste se nos hubiera convertido en un psicópata desalmado. Por ello, la amenaza que DQ profiere a SANCHO, queda sólo en eso: una amenaza llena de rabia enceguecida, viniendo a sacarlo del escollo el propio MERLIN, cual Deus ex-Machina, que se apresta a decirle “ No ha de ser así porque los azotes que ha de recibir el buen SANCHO, han de ser por su voluntad, y no por la fuerza y en el tiempo que él quisiere......[...]”

SANCHO por su parte, objeta rapidamente rechazando que le toquen el trasero “ Ni ajena, ni propia, ni pesada, ni por pesar, a mi no me ha de tocar alguna mano...[...]” Luego de las imprecaciones de la Ninfa-DULCINEA y a la pregunta de la DUQUESA “Qué decis vos a ésto, SANCHO?” SANCHO argumenta cuán nada está para mirar sutilezas, ni las letras, porque se encuentra turbado por los azotes que está a punto de recibir. El miedo premonitorio, de la frase en los inicios del capítulo, se hace realidad en estos párrafos. SANCHO tiembla, reniega y busca una salida para librarse de ese castigo. Pone en duda y se pregunta de dónde sacó DULCINEA ese vocabulario que utiliza sin desparpajo alguno y esa forma de rogar tan peculiar “Pero querría yo saber de la Señora, mi Señora Dulcinea del Toboso de adónde aprendió el modo de rogar que tiene [...]” Hasta a él, un rudo y simplón escudero, le resulta llamativa la forma de expresarse tan “floreada “de la “princesa Dulcinea”. Digamos que cree poco que sea ella en verdad quien habla. También trata de librarse de los azotes arguyendo su nueva condición de gobernador.

Los malos del cuento: La ninfa-DULCINEA dice a SANCHO que tresmil trescientos azotes no son nada. El DUQUE, que sin ellos no habrá gobierno de ninguna ínsula. MERLIN: lo bien que le harán lo azotes para mortificación de la carne y provecho del alma ( vaya burla a la mortificación de los monjes que hasta cinturones de espinas de alambre _cilicios _se ponían por debajo de los hábitos monacales) sumado a ésto, la anterior amenza de DQ de propinarle el doble.... ante tanta presión a SANCHO no le queda otra que aceptar su castigo humildemente por el bien de su amo y a la vez interesadamente por el bien de su Gobernación, bajo ciertas condiciones.

Acepta, si , pero poniendo condiciones. Definitivamente un escudero que ha crecido en su personaje. Tanto que quien sabe.... quizás hasta se salga de él y cobre vida propia (como los de Pirandello) También vemos a un DQ agradecido que se cuelga del cuello de su escudero y le da mil besos en la frente y en las mejillas. Y más le vale, porque de SANCHO y de sus posaderas, depende que su DULCINEA sea desencantada.

Una última reflexión de esta lectora de hoy: CERVANTES era, para mí, consciente que por nuestra propia imperfección humana, que no importa quién ni como, dadas las condiciones (motivo y oportunidad), cualquiera de nosotros por bueno que sea, es capáz de la peor de las iniquidades. No el vecino, no el otro al que señalamos con el dedo, sinó nosotros mismos. Hoy, aquí, ahora. Como DQ, como SANCHO. SANCHO que es capáz de engañar a su amo con la labradora-DULCINEA del Cap. 2,10. DQ que es capáz de propinarle a su escudero seismil seicientos azotes en este capítulo.

11 comments:

Paco Cuesta said...

¡Fantástico! Relación amo criado asimétrica "y no me repliques palabra". Pero nunca amo psicópata.
Yo me preguntaba donde está el caballero de antaño, pero en efecto, todos somos caballeros (o damas) hasta que dejamos de serlo.
Gracias. Un abrazo

pancho said...

Desde mi punto de vista de lector (des) atento del Quijote, el primer párrafo del comentario lo podría haber firmado cualquier cervantista, hipertextos incluidos.

La evolución de la figura de Merlín es interesante para el desenlace del relato. Teme que la propuesta de DQ de arrancamiento del alma y exageración de azotes, más que eso por ser de ejecución ajena, provoque el levantamiento de S y con ello su deserción de la broma.

S acepta el castigo, pero en ningún momento quiere dar a entender que exista paralelismo con la posibilidad de pérdida de la ínsula. Tiene interés en resaltar que su cesión es por Dulcinea, en el clásico triunfo de la belleza, tan repetido en la literatura.

Razonamiento perfectamente hilado hasta la conclusión final: imperfección de la naturaleza humana.

Antonio Aguilera said...

Escribo sin tildes, "Sascacharrao el teclau":
Ay muchacha! por que no publicas, como casi todos, tambien en La Acequia para saber de tu comentario en el acto.
Tengo que sacar tiempo de donde no lo hay para poner enlaces en mi desastroso blogs.
Es que no se si sabras que ando mal de la vista (cosas de los cincuentones supongo), entonces tengo que imprimir los textos para leerlos. Creo que ya te lo dije en una ocasion.
Disculpame, me llevo tu texto y los de otros y mañana volvere.

Hasta luego

Antonio said...

Eres una sabia fuente con gran capacidad de análisis del mundo cervantino y su DQ. Es cierto lo que dices al final, los seres humanos somos capaces de lo más sublime y de lo más villano, todo depende de las circunstancias.
Un abrazo

Anonymous said...

Yo creo que es así, nadie sabe con cereza como puede actuar hasta llegada esa circunstancia. uno puede pensar que hay cosas que nunca haría, pero no me animaría a ser tan categorica.
Creo que cualquiera puede llegar a hacer algo abominable, dependiendo de las circunstancias y de que haya involucrado.

Muy bueno tu análisis!
un beso

Antonio Aguilera said...

Ya he vuelto, una vez leido.
Aun no he solucionado lo de las tildes

En la primera frase das las claves de todo tu escrito:"Los personajes de CERVANTES son muy humanos, para lo bueno, para lo malo. Cosa ésta que los hace complejos, reales."
Todas las "pasiones del alma" estan volcadas en el libro.

Bueno, tu que eres especialista en ese tema lo detectas antes que nadie.
No se si conoces a mi cuasipaisano Carlos Castilla del Pino, un profesional de las pasiones humanas como la copa de un pino (como su propio apellido indica): casi toda mi familia a pasado por sus manos. Ya murio el hombre hace un par de años, creo.

Los personajes de Cervantes estan vivitos y coleando, son un fiel reflejo de la realidad de la calle: son complicados a veces hasta el paroxismo.

Yo siempre he dicho que lo mejor de la novela son los dialogos entre hidalgo y escudero, detalle que no se te escapa, "llevan un sinfin de aventuras dialogando por los caminos".

Pero en el fondo no son muy solidarios en uno con el otro.
SAncho solo piensa en su isla, y por ella pasara el suplicio de los azotes.
Don Quijote por Dulcinea es capaz de estrangular a su escudero.

Vivir para ver.

Feliz Domingo

Pedro Ojeda Escudero said...

En efecto: los personajes cervantinos no caben en una clasificación simplista. Cuando parece que los comprendemos, se nos escapan con salidas humanas, muy humanas.
Cervantes fue un gran analista de las emociones.
Excelente aportación.

Merche Pallarés said...

Me quedo con tu último párrafo. Cervan fue un gran psicólogo de la complejidad del ser humano. Excelente análisis, querida Myr. Besotes, M.

Manuel de la Rosa -tuccitano- said...

Es curioso lo que se puede extraer de nuestra obra tan universal...pero lo verdaderamente excepcional es que si lo sacamos es por la intencionalidad del autor...un abrazo

Alatriste said...

Vaya vaya te has lucido esas semanas. Con respecto al capítulo me ha parecido muy atrevido lo de llamar a don Quijote psicópata, la verdad es que sería interesante reflexionar si después del calentón del momento don Quijote hubiera cometido tal asesinato.

Con respecto a Sancho, necesita que le amencen con la Ínsula para aceptar, pero que lo haga con negociación incluida y poniendo sus condiciones, hace ver que, a pesar de ponerse todos en su contra, es capaz de sacar fuerza para no resultar humillado.

Muy bueno Myr bravo ;D

Asun said...

Completísimo análisis del capítulo. Ya sabes cómo me gustan estas disecciones psicológicas que haces.

Muchísima razón tienes en el último párrafo: nadie estamos libres de comportamientos reprobables.
Si me permites, yo añadiría que es por eso mismo que nadie debemos sentirnos con el derecho de juzgar al otro.

Un beso