Friday, January 22, 2010

Las Manipulaciones de Sancho en el Cap. 2, 10 del Quijote ( 1)


Como aporte a La lectura colectiva del Quijote que hacemos con la guia de Pedro Ojeda, desde su blog La Acequia y continunado con el análisis psicológico de las relaciones entre DQ y Sancho, hoy veremos como Sancho ha evolucionado tanto como personaje_ con respecto a la primera parte de la Novela_ que es capáz de manipular descaradamente a DQ sin importarle que sufra por ello, queriendolo forzar a que reconozca a una campecina como a su bella y siempre amada Dulcinea.
Sancho presiona, coaxiona, miente : en una palabra, manipula pero siempre guardando estricta relación con la simplesa y vulgaridad propia de hombre común sin alcanzar las sutilezas y variedad en los matices de los que DQ hace alarde cuando éste chantajea a Sancho emocionalmente y tal como lo hemos visto en los análisis de los Capítulos 2, 28 y 2,7
Sancho ha crecido, si, pero no ha dejado de ser quien es y además por más manipulación que haga y como lo reconoce a la Duquesa en el Capítulo 2,33:
Quiere a DQ y no puede vivir sin él ni dejar de seguirlo: […..] Pero esta es mi suerte y esta es mi malandanza; no puedo más; seguirle tengo: somos de un mismo lugar, he comido su pan, quiérole bien, es agradecido, diome sus pollinos y, sobre todo, yo soy fiel; y así es imposible que nos pueda apartar otro suceso que el de la pala y el azadón.


Primer tiempo: Planeamiento



DQ pide a Sancho que vaya en busca de su amada Dulcinea. El tono de su pedido es cariñoso: _Anda hijo y no te turbes cuando te vieres ante la luz del sol de hermosura que vas a buscar. Añorante: ¡Dichoso tú sobre todos los escuderos del mundo! [….] y expectantemente triste: Ve amigo, y guiete otra major ventura que la mía, y vuélvate otro mejor suceso del que yo quedo temiendo y esperando en esta amarga soledad en que me dejas.
Sancho responde solícito: _ Yo iré y volveré presto.; demostrando que se preocupa por la tristeza de DQ: y ensanche vuestra merced, señor mío, ese corazoncillo, que le debe de tener agora no mayor que una avellana, y considere que se suele decir que buen corazón quebranta mala ventura , y que dónde no hay tocinos, no hay estacas; ya “abriendo presto el paraguas”: y también se dice dónde no píensa, salta la liebre. Y anticipando las consecuencias: Dïgolo porque si esta noche no encontarmos los palacios o alcázares de mi señora, agora que es de díalos pienso hallar, cuando menos los piense y hallados, déjenme a mí con ella.
Sancho se va rápido dando la espalda: Esto dicho, volvió Sancho las espaldas y vareó su rucio, mientras DQ se queda esperando y ensimismado en su tristeza: y DQ se quedó a caballo, descanzando sobre los estribos y sobre el arrimo de su lanza, lleno de tristes y confusas imaginaciones , dónde le dejaremos, Sancho por su lado, también se va confuso pero por sus maquinaciones incipientes y pensativo: yéndonos con Sancho Panza, que no menos confuso y pensativo se apartó de su señor que él quedaba: y tanto, que apenas hubo salido del bosque, tanto que vuelve la cabeza para controlar que DQ no lo sigue: cuando volviéndo la cabeza y viendo que DQ no parecía, se apeó del jumento, así que busca un lugar en dónde poder armar su estrategia: y sentándose al pié de un árbol comenzó a hablar consigo mesmo y a decirse:
para lo cual se desdobla en él y su alter ego: la voz de la razón que comienza el diálogo _graciososo, por cierto_ con una pregunta sensata:
_ Sépanos agora, S. hermano, adónde va vuesa merced. ¿Va a buscar algún jumento que se le haya perdido?
A lo que Sancho responde como quien no quiere la cosa y sabiendo lo absurdo de su respuesta: _ Voy a buscar, como quien no dice nada, a una princesa, y en ella al sol de la hermosura y a todo el cielo junto.
Su alter ego pregunta: _Y ¿A dónde pensais hallar eso que decis, Sancho?
El da la respuesta y hasta aquí todo bien: _¿ Adónde?
_ En la gran ciudad del Toboso.
EL alter ego avanza en la profundidad de la pregunta:
_ Y bien; ¿y de parte de quien la vas a buscar?
A lo que Sancho responde que su famoso caballero _ De parte del famoso caballero DQ de la Mancha, que desface los tuertos, hace las cosas al revés: y da de comer al que ha sed y de beber al que ha hambre.
La voz de la razón sigue preguntando siempre en línea sensata:
_ Todo eso está muy bien. Y ¿sabeis su casa Sancho?
A lo que Sancho responde por boca de DQ:
_ Mi amo dice que han de ser unos reales palacios o unos soberbios alcázares.
Y otra pregunta sensata:
_ Y ¿Habeisla visto algún dia por ventura?
Que va poniendo en relieve lo absurdo de la misión:
_ Ni yo ni mi amo la habemos visto jamás.
Y además lo peligrosa:
_ Y pareceos que fuera acertado y bien hecho que si los de Toboso supiesesn que estáis vos aquí con intención de ir a sonsacarles sus princesas y a desasosegarles sus damas, viniesen y os dejasen hueso sano?
A lo que Sancho reconoce el justo rechazo de los habitantes de la aldea siempre que no consideren que el es un enviado:
_En verdad que tendrían mucha razón, cuando no considerasen que soy mandado y que,
Mensajero sois amigo,
No mereceis culpa, non.
A lo que su alter ego le advierte el peligro:
No os fieis en eso; Sancho, porque la gente manchenga es tan colérica como honrada y no consiente cosquillas de nadie. Vive Dios que si os huele, que os mando mala ventura.
Por lo cual, Sancho maldice el hecho que tenga que buscar a Dulcinea:
_¡Oxte, puto! ¡Allá darás rayo! ¡No, sino ándeme yo buscando tres pies al gato por el gusto ajeno! Y aún más cuando es tan dificil encontrarla: Y más, que así será buscar a Dulcinea por el Toboso como a Marica por Ravena o al bachiller en Salamanca. ¡El diablo, el diablo me ha metido a mí en ésto; que otro no!
Y hasta aquí su soliloquio, o diálogo con su alter ego, del que saca como conclusión:
Que todas las cosas excepto la muerte tienen solución:
_ Ahora bien: todas las cosas tienen remedio, si no es la muerte, debajo de cuyo yugo hemos de pasar todos, mal que nos pese, al acabar de la vida. Y que como su amo es un loco de atar: Este mi amo por mil señales, he visto que es un loco de atar, y el mismo es loco porque lo sigue, y aún también yo no le quedo en zaga, pues soy más mentecato que él, pues le sigo y le sirvo, si es verdadero el refrán que dice y el otro de “No con quien naces, sino con quien paces”.
Puede aprovecharse inescrupulosamente de la locura de DQ : Siendo, pues, loco, como lo es, porque por su locura DQ toma una cosa por otra: y de locura que las más veces toma unas cosas por otras, y juzga lo blanco por negro y lo negro por blanco, de lo cual ya tenemos antecedentes: como se pareció cuando dijo que los molinos de viento eran gigante, y las mulas de los religiosos dromedarios, y las manadas de carneros ejércitos de enemigos, y otras muchas cosas a este tono, Entonces, no será dificil engañarlo: no será muy dificil hacerle creer que una labradora, la primera que me topare por aquí, es la señora Dulcinea; y si no le creyera, Sancho está dispuesto a jurar y perjurar y cuando el no lo crea juraré yo: y si jurare, tomaré yo a jurar; Y a porfiar y si porfiare, porfiaré yo más, y de manera que tengo de tener la mía sobre el hito, venga lo que viniere.
Porque así haciéndolo Sancho cree que DQ no lo va a mandar más a estas misiones: Quizá con esta profía acabaré con él que no me envíe otra vez a semejantes mensajerías, viendo cual mal recado le traigo de ellas, o quizá pensará , como yo imagino, que algún mal encantador de estos que el dice que le quieren mal la habrá mudado la figura por hacerle mal y daño.


Mañana continúa la segunda parte y pasado la tercera y última parte.

 
Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia. © Myriam Goldenberg.  
 

9 comments:

pancho said...

En el monólogo interior de Sancho camino del Toboso ya llama loco a su amo. En la disertación rodeado de damas se lo vuelve a llamar, esta vez en público. ¿Será capaz de decírselo a la cara?

Nos espera fin de semana en buena compañía, un placer leer tus rigurosos análisis psicológicos.

Paco Cuesta said...

Magnífico Myr: En el fondo todos estamos sintiendo una atracción especial por Sancho, D. Miguel le va otorgando más protagonismo en la obra, y con tu análisis el personaje sencillo y vulgar, alcanza su verdadera dimensión.
Gracias. Un Abrazo

Pedro Ojeda Escudero said...

He leído el texto entero (las tres entradas que publicarás) gracias a tu gentileza. Y aseguro a los seguidores de tu blog que merece la pena leerlas con calma. Excelentes.

Asun said...

Iba a dejar la lectura de esta entrada para cuando llegue a este capítulo, pero la curiosidad me ha podido.
Se le ve espabilado a este Sancho en todo este proceso de como manejar la situación.

Besos

guillermo elt said...

Ay... la gente de dampo y su bondad, su filosofía de la vida...

Besicos.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ said...

Estupendo...!

Espero ansioso la continuación.

Besos...!

Lola Barea said...

Hola Myr, bonito tu escrito lo he leido muy atentamente,, buena reflexio Sancho con la logica de la voz de la razon,, estare muy atenta a los siguientes capitulos, gracias por magnificos escritro,,, saludos cariñosos de LOLA.

Ricardo Marin said...

Hay mucho sancho panza por ahí que van de Sanchos panza y al final aprenden y tambien manipulan a sus manipuladores, es un jego entyre 2 partes, eso el lo que creo.
No obstante tendre que reller este larguisimo post con detenimiento.
No quidse dejar de pasar por tu blog y saludarte Myr.

Merche Pallarés said...

Excelente estudio psicológico de nuestro Sancho. Al final se ve que es un manipulador nato y no tan simple como creíamos. Muchos besotes, M.