Wednesday, January 20, 2010

Historias de la vida misma: Carta de una hija a su madre (2)



Viene del miércoles pasado


Todos juntos desafiamos el papel que la sociedad tiene asignado para la esposa y la amante; la familia y la “otra”. Atreverse a lo que es real no es el camino más cómodo. Esta historia eterna de “buenos” y “malos” hoy no nos alcanza para explicar la Vida y su potencial enorme de infinita transformación.


A menos de un año de la partida de papá murió su única hermana. Su mamá, mi abuela, se había ido dos años antes. Extraña paradoja, los aprendizajes de mi mamá no sólo le sirvieron para lograr su propio milagro, sino que ese milagro la ayudó a acompañar en la partida a los seres que en virtud de su diagnóstico, supuestamente la iban a acompañar a ella: su esposo, su madre y su hermana.


Así sin referentes de su propia historia, sin un “otro” u “otra” a quien responsabilizar; el tren de la Vida la puso en una nueva estación, la de enfrentar la relación que tenía con nosotras dos, sus hijas. Hacía falta limpiar mucha maleza en el jardín de nuestras vidas.


La muerte de papá había dejado un vacío enorme que tenía cualidades y texturas distintas para cada una de nosotras tres. Creo que de una manera implícita para mamá, algo del orden de lo “justo” se había cumplido. “El que las hace las paga” flotaba como sensación. Pero la infidelidad de papá no había sido hacia nosotras. De el teníamos la impronta de un padre muy presente. Muy cabrón si, pero con la humanidad de un grande en los momentos de necesidad.


Hubo peleas y miserias… todo lo humano nos cabe y nosotras lo transitamos, tal vez para agotar un “programa” muy antiguo, tal vez para que nuevas formas de encontrarnos pudieran nacer… Mi aporte siempre había sido el de la mirada racional de las situaciones. Y yo creía tanto que la razón me asistía…Miro a la distancia mi propia vida y siento que nada me alejó tanto de sus formas más vitales como los momentos en que con vehemencia sentía tener la razón.


Se que la Fundación Salud fue su hogar en esos tiempos. El espacio en el que se sentía comprendida y también el lugar en el que recibió herramientas valiosísimas para transitar los cambios que la Vida le exigía. Un día me dijo “Stella me pidió el teléfono de ustedes, las va a llamar” Para mis adentros pensé “Y que me llame”… En febrero de 2001 me enoncontraba de vacaciones con mi marido y mis hijos y empecé a soñar con Stella; por eso me impactó tanto cuando por un llamado de mi hermana me enteré que a mamá le tenían que hacer una biopsia de pulmón nuevamente. Regresé a Buenos Aires la acompañé al médico y desde allí pedí una entrevista con Stella. Me citaron para esa misma semana y supe que el cáncer podía volver. Su sistema inmunológico pedía paz y no guerra.


Se iniciaba un Seminario de Inteligencia Emocional en la Fundación Salud y me anoté. Mientras tanto los médicos desistieron de hacerle la biopsia. Ella había tenido que cambiar de obra social y tenía que llevar su historia clínica al nuevo establecimiento. Esto significó enfrentar una realidad, era el tiempo de saber que su cancer no había sido un linfoma y de enterarse que los primeros síntomas de Enfisema pulmonar habían aparecido. ¿Por que papá no le había querido decir el verdadero diagnóstico? Suponemos que por lo inexorable del pronóstico. Al tiempo que mamá se enfermó un linfoma se podía curar pero el cáncer que ella tenía no.



Continuará el próximo miercoles

23 comments:

Pedro Ojeda Escudero said...

Siempre he sido de la opinión que la forma más correcta de enfrentar el presente es conocer el propio pasado sin tapujos ni excusas.

Unknown said...

Es muy difícil ponerse en la piel y la cabeza de los demás, el por qué no decirle el diagnóstico, tal vez para protegerla?

Los hijos ante la infidelidad de los padres/madres, reaccionan distino, muchas veces se le perdona más al papá que a la mamá.

Besos!!!

Josep Julián said...

Dices "todo lo humano nos cabe y nosotras lo transitamos" y eso me ha gustado mucho. Escribes muy bien.
Un abrazo.

Unknown said...

La realidad bien entendida es una de las terapias más dignas.
Un abrazo

Montserrat Sala said...

Me uno a la opinión de que hay que enfrentarse al pasado y ponerse en la piel de nuestros progenitores, para comprender los vacios existenciales de nuestras propias vidas.Una entrada valiente, que te honra, Myr.

Belkis said...

Interesante historia sobre una realidad que duele mucho pero que a cualquiera puede ocurrir.
El poder manejar situaciones de este tipo es muy difícil, máxime porque no hay un patrón. Cada cabeza es un mundo y la forma de afrontarlo y enfrentarlo es distinta. Lo importante es asumirlo con responsabilidad tanto por parte de la persona enferma, como por parte de sus familiares. El victimismo no ayuda. Estoy ansiosa por recibir la continuación.
Un abrazo muy grande Myr

guillermo elt said...

Es una situación que me he planteado varias veces... jeje... porque tengo "porcentajes" de que me toque "algo" por ahí... sí, antecedentes varios... bueno, a lo que iba... pues sí, que querría saber el diagnóstico desde el primer momento... Claro, con todas sus consecuencia.

Llegado el momento no sé cómo reaccionaría, pero sí querría saberlo.

Por otro lado, hoy en día, salvo que seas muy mayor de edad, te lo dicen... o te das cuenta... ;)

Besicos.

ILUSION said...

Muchas veces es mejor saber la verdad aunque nos duela,,,que vivir con una mentira piadosa!!!!espero la continuación!!!!!
Besitos!!!!

LOLI said...

O sea que su padre murió de un cancer y su madre tenia tambien cancer?Perdona pero me he liado ¿me lo explicas?

Myriam said...

PEDRO: asi debe ser, absolutamente de acuerdo contigo. No siempre lo logramos porque se necesita mucho valor para hacerlo y a veces nos acobardamos. Pero si, es lo mejor.

GRACIELA: efectivamente, asi fué: para protegerla.

JULIAN Y MONSERRAT: LILI, la hija de mi amiga ELSA P. escribió este relato. Se trata de la vida de ellas. En la primera parte, publicada el miércoles pasado, lo explico.

JAN: de acuerdo contigo y cuando se puede hablar libremente sin tapujos, con la verdad.

BELKIS: asi es. ESta familia es muy valiente y el vinculo entre madre e hija, ha sanado y se ha fortalecido. Todo un trabajo y un ejemplo.

GUILLERMO e ILUSION: : YO también querría saber la verdad, pero siempre hay que respetar la voluntad de las personas involucradas. ES algo muy personal que depende de cada uno.

LOLI: si, el padre murió de cancer de colon. La madre, ELSA P., tuvo cancer hace unos 10 años y remitió es decir se curó del cancer pero tiene Enfisema pulmomar y es oxigenodependiente.

A TODOS gracias por comentar y abrazos

Asun said...

Cuando la razón es nuestra herramienta principal, nos sentimos en posesión de la verdad y nos impide ver al otro con compasión y comprender sus circunstancias, llega el juicio, que lo único que hace es distanciarnos.

Respecto a comunicar o no la gravedad de un diagnóstico, pienso que si no se hace se le está privando al enfermo de poder tomar ciertas decisiones para con sus seres queridos, zanjar cosas pendientes, despedirse, tomar ciertas decisiones...
Por una situación de este tipo que se dio hace unos años con un familiar muy cercano, es un tema que me toca mucho la fibra y me sigue doliendo. Estoy convencida de que si él lo hubiera sabido habría hecho cosas que no tuvo opción de hacer.

Un beso muy grande

la margarita mia said...

me tienes enganchada a la historia,quien no ha vivido sino en la familia en la de la mejor amiguita del colegio historias realmente rocambolescas, es interesante la historia que cuentas y las reacciones de cada una de las partes que estan implicadas, espero la proxima entrega, saludos.

LOLI said...

Gracias Myr.
Pues en el caso de mi madre tenia una enfermedad incurable y no se lo dijo a nadie hasta tres dias antes de que se suicidara,estuvo tres años viviendo con la enfermedad sin decirnos nada ,sin dejarnos ir con ella al medico y engañandonos.Once años antes habia muerto mi padre de un cancer tambien se le ocultó,pero creo que él lo sabia.Creo que no es justo que los medicos no informe a los familiares,su medico me dijo que fué decision de mi madre que no fueramos informados,sigo sin entenderlo...

UN BESAZO FUERTE

Myriam said...

ASUN y LOLI: como dije antes, es mi opinión personal que la verdad sea puesta sobre la mesa. Sin embargo, llegado el momento y cuando nos toca actuar, no siempre logramos hacerlo de la forma más apropiada.

LOLI, en el caso de tu mamá _ y estoy segura de que fué con el afán de proteger a sus hijos_ cargó con esa cruz sóla. A veces creemos que hacemos lo mejor.... y como lo has vivido, no lo es. Pero somos humanos y por esllo falibles. Tratemos de aprender de la experiencia. Siento muchísmo que hayas tenido que pasar por todo ese dolor; LO mismo, ASUN, por lo que te toca.

LA MARGARITA MIA: asi es, nuestro entorno está poblado de seres que, si los escuchamos, tienen mucho que contarnos.

GRACIAS A TODOS
Y principalmente, GRACIAS ELSA P. y LILI por este regalo, cuyo final publico el pmo. miercoles.

GRACIAS Y BESOS

Fernando López said...

Hola Myr:

Yo creo que es bueno enfrenatrse a las cosas aunque no nos gusten. Es la única forma de que vivamos con cierta "paz".

Un beso

Asun said...

Dices que a ti también te gustaría saber la verdad, pero que hay que respetar la voluntad de las personas involucradas. Supongo que te refieres tanto al enfermo como a los familiares.

Yo en mi comentario anterior hablaba sobre todo del enfermo.
Si con anterioridad ha manifestado su voluntad de que llegado el caso se le diga la verdad, pienso que hay que respetarlo por mucho que a nosotros nos parezca que no haciéndolo le estamos protegiendo. En el caso de que no se haya posicionado a este respecto desde luego que la decisión de cómo actuar es mas complicada. Pero lo que creo que nunca se debe hacer es engañarle con mentiras, diciéndole que lo que tiene no es nada y que se está recuperando cuando le han dado un mes de vida. Si no se le dice toda la verdad, sí se le puede decir por ejemplo que lo que ha tenido es grave, que ha tenido un riesgo muy alto y que ese riesgo no ha desaparecido del todo.
Repito lo que decía en el comentario anterior: Estoy convencida de que si él lo hubiera sabido habría hecho cosas que no tuvo opción de hacer.

BESOS

Myriam said...

ASUN: de acuerdo en lo que dices y como profesional de la salud de ser involucrado: debo respetar el deseo del paciente de afrontar la verdad y a los familiares de explicarles porque es importante que se le diga. Pero hasta ahi. Luego ellos tomarán sus propias decisiones. En lo personal y si me tocara, ya te lo dije.

En el caso específico del padre de LILI y marido de ELSA, te aclaro que él era cirujano y siempre supo su propio diagnóstico. Al contrario, fué él quien no quiso decirle a ELSA que lo que ella tenía entonces, era cancer de pulmón, porque no tenía cura y encambio le dijo que era un Linfoma porque éste sí tenia cura. ¿Tuvo razón? ¿Actuó correctamente? No me corresponde a mí de juzgar.

Besos

Myriam said...

FERNANDO: También lo creo, Besos

Myriam said...

COMENTA ELSA P:


Hola MYR, yo también sigo la historia como si no la conociera!! es interesante como se van tocando tantas partes que se creían olvidadas.

Son muy agudos tus seguidores. Me impactó el comentario de ASUN que pinta de cuerpo entero el cambio fundamental de Lili.

Mi aporte siempre había sido el de la mirada racional de las situaciones. Y yo creía tanto que la razón me asistía…Miro a la distancia mi propia vida y siento que nada me alejó tanto de sus formas más vitales como los momentos en que con vehemencia sentía tener la razón.

Esto está siendo sanador para varios...Me hinchó de orgullo el comentario de JOSEP JULIAN para LILI.

Hay algo que no quedó claro. En el momento que irrumpe la enfermedad, yo sentía que me podía morir y no me negaron la gravedad. Era imposible negarla ya que luego de una biopsia a cielo abierto en mediastino no se hace quimio enseguida. Y tuvieron que hacérmela, y se abrió y etc. etc etc. Lo que me negaron fué el diagnóstico y me enteré cuando murió mi marido. Quién puede juzgar? hizo lo que pudo. Te cuento que fué en 1993...van para 17 años.

Muy enriquecedor tu blog...me encantó "el arpa y la flauta".

Un beso muy grande y...no me agradezcas más. Estamos compartiendo.

Elsa

Paco Cuesta said...

Lo mejor es saber la verdad pero es tremendamente duro y no todo el mundo puede sobrellevarlo. Cuanto más si los problemas no sólo son físicos, sino que afectan a los sentimientos.

Kety said...

Ante un hecho así, mientras existe la duda, existe la esperanza.
Es mi opinión.

Un abrazo

Teresa said...

¿justicia universal?
su esposo, su madre, su hermana

qué difícil es demostrar a los demás el maltrato psicológico.

Myriam said...

ELSA P:
Releer y rever la propia historia tiene su parte sanadora también. Y me alegro poder contribuir a partir de esta publicación. También nos enseña mucho a quienes la leemos.

PACO y KETY:
Es importante decir LA VERDAD, como bien lo Señalas, Paco. La duda, KETY es perjudicial por que está ancrada en la incertidumbre y en el engaño. Los pacientes captan ésto a nivel inconsciente y a la larga es perjudical, aún cuando la motivación sea ahorrarle un sufrimiento al ser querido. El resultado es el contrario.

EL tema es COMO se dice esa VERDAD: porque hay que saber decirla de forma tal que el paciente conserve la esperanza hasta el final y cuando llegue la hora, se entregue en paz rodeado de sus afectos.

EL paciente tiene todo el derecho del mundo de querer despedirse como lo crea conveniente y de terminar los asuntos que considere necesario. Si se le miente, se le está privando de esta posibilidad.

BIPO:
Aún más importante que demostrar el maltrato, es importante, creo yo, dejar de ser víctima (pasiva) para ser sujeto actuante de su propia vida y destino. Es aquí cuando los cambios y transformaciones pueden ocurrir.


GRACIAS A TODOS POR COMENTAR Y BESOS Y ABRAZOS