Plumas amordazadas, plumas que no callan.

Acabo de terminar el capitulo 1, 24 del Quijote, que estoy leyendo con la guía de Pedro Ojeda Escudero desde su blog La Acequia. Una de las muchas cosas en las que me hizo pensar esta lectura, son justamente estas palabras " Porque aunque pusieron silencio a las lenguas, no le pudieron poner a las plumas.....las cuales.... suelen dar a entender a quién quieren, lo que en el alma está encerrado......." Cervantes, sabemos, vivió y sufrió la inquisición. ¿Sería ésta acaso una sutil forma de protesta?

Al mismo tiempo y a partir de la entrada de Pedro Ojeda que hizo sobre los Sonetos de Amor Oscuro de Federico García Lorca (FGL). Me llamó la atención que la primera edición autorizada de ellos, fuera publicada recién el 17 de marzo de 1984. Di un pantallazo por su biografía, que da cuenta de un periodo doloroso para la historia española. Si bien es cierto que los sonetos se conocían y algunos de ellos se habían publicado antes, más por la familia que por él mismo que dudaba; recién en 1953 fueron publicadas sus "Obras Completas" que en realidad estaban incompletas..... porque estos sonetos habían sido censurados..... ¡hasta 1984! ¡Vaya pluma amordazada!

En cuanto a la persona de FGL, en el plano público gozó de prestigio como escritor, no obstante en el plano personal, vivió la pesadilla permanente de no ser aceptado por sus ideas políticas de izquierda y aun más, por sus preferencias homosexuales. Por una o ambas causas, fué asesinado cuando comenzaba la Guerra Civil. España perdió a uno de sus más brillantes hijos de letras y se polarizó en un baño de sangre.

_"quiero llorar mi pena y te lo digo"

_" no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu rio
con hojas de mi otoño enajenado"

Sólo a partir de la aceptación genuina de las diferencias, sólo cuando dejemos de lado las polarizaciones, las posturas extremas y nos acerquemos al otro, hacia el centro, es que podremos lograr vivir en armonía tanto entre países, como en la misma sociedad en que nos encontramos, como en nuestras relaciones de pareja, en fin... en cualquier relación interpersonal, también... si, ¿y por qué no? en la relación con nosotros mismos.

¡NO, no callemos las plumas! ¡No callemos al alma!