Wednesday, May 17, 2023

Este jueves, un relato: "Cuéntame una anécdota o un hecho curioso" La agitada vida de la Roma de los Severos (193-235 EC). Mi aporte

 

                                                                                   (c) Bridgeman


Calígula y Nerón de la dinastía Julio Claudia, no fueron los únicos emperadores psicópatas del Imperio Romano. Verán, sucedió que en el año 217 de nuestra Era, el emperador romano Caracalla (1), -hijo del emperador Septimio Severo quien da nombre a la dinastía-   se había instalado en la antigua Edesa a tomarse un descanso invernal antes de reanudar en primavera la guerra contra el Imperio iranio Parto (ubicado en la lucrativa  Ruta de la Seda).  En abril de ese fatídico año, cuando se dirigía  hacia un templo en Carras que quería visitar para solicitar el favor de los dioses en la próxima contienda, Caracalla paró en el camino para orinar con tan mala suerte que encontró la muerte a manos del soldado Julio Marcial quien le tenía inquina porque no lo había querido ascender a  centurión. (Obviamente el asesino fue crucificado in situ y rapidito).    
 
A Caracalla lo sucedió   el valiente comandante  de la guardia pretoriana Macrino. Este  pudo mantenerse en el trono imperial durante 14 meses  hasta que fue derrotado por un niñato de catorce años apodado Heliogábalo,   logrando  huir afeitándose la barba para no ser reconocido.  

El verdadero nombre de Heliogábalo, era Varius Avitus Massianus. Adoraba al dios El Gabal, una antigua deidad siria, (de ahí su apodo). No era ninguna joyita el muchacho pues mató a su abuela y a otros miembros de su familia, se casó cinco veces, tuvo  amantes varones y a uno de ellos lo quiso hacer César y sucesor;   también  gustos extravagantes y sádicos como el de invitar a mucha gente  a opíparos festines y luego soltar en la sala leones y tigres (a los que previamente les había hecho sacar los dientes y garras, cosa que ignoraban  los invitados,  malográndoseles  la digestión) o hacerles caer pétalos de rosa del techo hasta asfixiarlos.

Al cuarto año de aguantarlo como emperador, con 18 años de edad, la Guardia Pretoriana lo pasó por la lanza y a otra cosa, mariposa.  Fue el turno entonces del último emperador de la dinastía Severa -Alejandro Severo-  un joven bien educado que logró gobernar  -con ayuda y apoyo de su madre Julia Mamea- por 13 años, hasta que ¡trácate! el ejército se sublevó y los decapitó a ambos, sumiéndose el Imperio en lo que los historiadores denominaron  "la crisis del Siglo III". que duró unos cincuenta años hasta la llegada al poder del emperador Diocleciano, pero esta aunque jugosa, es otra historia. 


 
Nessum Dorma, por Los Tres tenores (Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras) en Roma, Termas de Caracalla, 07-07-1990




Notas:
 
(1) Caracalla -apodado así por el pueblo-  cuyo nombre era Lucius Septimius Bassianus (como emperador llamado Marcus Aurelius Antoninus 211- 217 EC) Mató a su hermano Geta, designado por su padre Septimio Severo como co-sucesor, hizo una buena purga, odió  a su mujer y se quedó solo con el trono ejerciendo un gobierno despótico. Fue recordado  por haber otorgado la ciudadanía romana a todos los habitantes del Imperio en 212, subido la paga a los soldados, y por haber finalizado la construcción comenzada por su padre, de las Termas de Caracalla


Termas de Caracalla

 
 
Esta es mi participación a  mi propia  convocatoria.



 

 Imágenes tomadas de la red 




 
 




28 comments:

Noelia Cano said...

Muchas gracias por un aporte tan enriquecedor e interesante, entre aportes de ficción, también gusta leer anécdotas históricas.
Besitos.

Albada Dos said...

Un aporte con tanta información que es un gustazo y una lección de arte. Los tres tenores, qué bella interpretación elegiste para acompañar.

Un abrazo y gracias por compartir

Bertha said...

Uff de verdad que eran unas joyitas de gente:no la hagas y no la temas...
Una estupenda historia y muy bien ambientada, me gusta esas expresiones tan radicales con estos déspotas.
Un abrazo de mañanita estimada,Myr

María Pilar said...

Hola, Myriam, dicen que el hombre es unlobo para el hombre, pero en esta época eran una jauría. Qué bien lo has contado con tan pocas palabras.
Besos!

Pedro Ojeda Escudero said...

Ni orinar le dejan a uno tranquilo...
Besos.

Campirela_ said...

Me has dejado ojipláticas jaja, qué fuerte lo de ese niñato matar a tanta gente y que gustos por dios. Gracias Myriam por tu aporte tan extraordinario, ahora mismo te dejo el mio. Un besazo con todo cariño.

Marifelita said...

El Imperio Romano, siempre con personajes interesantes, algunos sanguinarios y otros extravagantes y con infinidad de anécdotas! Muy interesante tu aportación Miriam!

Carmen Silza said...

Excelente aporte Mirian, mi felicitación por tu buen hacer. Un abrazo fuerte.

Beauséant said...

Qué preciosidad las termas de Caracalla, no conocía casi ninguno de los datos que has comentado.

Lo bueno de la época romana es que eran tiempos complicados para todos :) Ahora parece que sólo perdemos los de abajo, pero entonces, de vez en cuando, algún emperador mordía la arena antes de tiempo, ¿verdad?

Sylvia said...

Yo creo que desde que vi de pequeña la serie de Yo, Claudio me apasionan las historias de la época romana... aunque sean tan "bestias" todas.
Lo de ahogarlo con pétalos de rosa me ha sorprendido muchísimo!
Lo que da de sí la historia!!

Myriam said...

NOELIA: Me alegro de que te haya gustado está historia de la Historia. Un beso.

Myriam said...

ALBADA: ¡Qué alegría que te gustará mi aporte! La Historia tiene mucha tela marinera. Y las termas con estos tres tenores, maravillosas. Yo estuve presente en un concierto dirigido por Zubin Metha en el Anfiteatro romano de Cesárea, hace muchos años, con el Mediterráneo de fondo y fue apabullante e inolvidable. Un abrazo

Myriam said...

BERTHA: y no tan conocida como otras, por eso la quise compartir. Sí, verdaderas joyitas....Un fuerte abrazo para ti.

Myriam said...

MARIA PILAR: Realmente. Me pregunto por eso a veces como pudo durar tanto tiempo el imperio romano en esas condiciones. Besos para ti.

Myriam said...

PEDRO: Había que darse prisa y maña o podrías no poder repetir 😅. Besos.

Myriam said...

CAMPIRELA: ¡jajaja Sí, esos romanos eran tremendos! Jajaja. Más tarde te leo y comento estoy deseando poder hacerlo. Un Besazo para tí también.

Myriam said...

MARIFELITA: Super interesantes! para los que nos gusta la Historia antigua. Me alegro de que te haya gustado mi aporte. Beso grande

Myriam said...

CARMEN: ¡Muchas gracias! ¡Qué bueno que te gustó mi aporte!. Un fuerte abrazo.

Myriam said...

BEAUSEANT: Las termas son divinas y eran las más grandes de Roma en ese momento. No se andaban con medias tintas; había motines, conjuras, etc y rodaban cabezas en esa época. Más de una vez emperadores fenecían luego de un breve reinado. Con respecto a lo que sucede hoy, esa sensación es porque es nuestro poco grato presente, creo yo. Un abrazo.

Neogeminis Mónica Frau said...

Y uno piensa que son nefastos los gobernantes que nos han tocado en suerte! Con esos antecedentes, podemos decir que algo hemos avanzado. Un abrazo

Myriam said...

SYLVIA: También ví esa serie (y leí los dos libros). Por ese entonces vivía en Estocolmo y justo nació mi hija, así que la veía -con otros pacientes- en un salón del hospital. Un recuerdo imborrable y super memorable.
Sí, sorprende la inventiva humana para hacer daño...¿No? Jaja la Historia tiene mucha tela marinera, y a mí me encantan las historias de la Historia. Besos.

Myriam said...

MONICA: Así es, aunque a veces no lo parezca. Igual seguimos a los tumbones, dos pasitos pa' delante y uno pa'trás. Un beso y un abrazo.

Nino said...

Hola, Myriam:
Estoy seguro, compañera, de que a nuestra coordinadora le va a parecer éste un aporte imperial coronado por tu ingenio al narrar, de manera tan respetuosa con los hechos como desenfadada ante las atrocidades, en 350 palabras lo que a otros les requirió ocupar tomos y tomos de anales.
Un abrazo, Myriam.

Myriam said...

NINO: Muchas gracias por tu opinión. A la Coordinadora le pareció - me lo sopló al oído- un relato digno de ser contado y compartido, o no lo hubiera publicado jejeje. Curiosamente a ser concisa lo aprendí en mi época universitaria en Estocolmo, Suecia. A los profesores no les gustaba leer largas parrafadas de Bla Bla. La información relevante debía estar redactada en pocas líneas, pero ¡Ay! Si faltaba.
Un abrazo.

El Demiurgo de Hurlingham said...

Me gustan los aportes culturales de tus entradas.
Tal vez podrías contar algo, es sólo una sugerencia, de los emperadores Constantino y Juliano el Apóstata, el que impuso el cristianismo como religión oficial y el que intentó restaurar el paganismo.

Era curioso como ser emperador era algo tan peligroso, tan proclive a una muerte violenta o al envenenamiento. Salvo que se fuera un emperador como Augusta, estratega y con poder militar.

Es curioso como se dejara sólo, sin protección a Caralla. Y que haya muerto por un soldado descontento.
Su sucesor, por lo que contás, era más capaz. Pero fue derrotado, aunque tuvo la astucia para escapar. Es insólito que, por su mente retorcida, los pétalos de rosa hayan sido más letales que los leones.
Y así le fue,

Su sucesor fue alguien preparado, tuvo la ayuda de su madre. Hasta que fueron decapitados. Esas clases de conspiraciones le costaría caro al imperio.

Muy bien contado. Besos.

rodolfo said...

la inmadurez nunca se cura, la adolescencia si, Poner a un crio en un lugar de tanto poder tiene solo una explicación: ser manejado en la distancia por otra persona. Caracalla deberia haber pensado en retener su micción que le salió bastante mal. Conozco un caso de un potentado empresario que tuvo igual motivo de parar en Despeñaperros en la noche y se cayó al vacío. Un abrazo

Tracy said...

Conocía algunas de esas locuras, pero leídas así, unas detrás de otras , se erizan los vellos, ¡¡¡Madre mía!!!!! La naturaleza algunas veces también hace justicia sin que paguen justos por pecadores.
Instructiva como siempre tu entrada, me ha gustado tu planteamiento.
Besos

Ainhoa said...

Menuda panda, esta gente tiene historias mil, gracias por acercarnoslas Myriam. Un abrazo.