Monday, February 17, 2020

Judith Jans Leyster (Hol 1609-1660) pintora barroca

Judith Jans Leyster, autorretrato (1630), fue su pieza de presentación ante el Gremio Haarlem de pintores del cual era miembro. Este trabajo marca un cambio histórico desde la rigidez de los autorretratos de las mujeres anteriores a favor de una pose más relajada y dinámica.
Esta pintora holandesa de la Edad de Oro, Nació en 1609 y murió el 10 de febrero de 1660 .
Si bien fue exitosa en vida, su Obra fue olvidada después de muerta
porque hasta 1893 toda su obra había sido atribuída erroneamente
a Franz Hals o a su esposo Jan Miense Molenaer.  

En 1893 el Louvre descubrió la firma de ella en un cuadro que tenía
 la firma falsa de Frans Hals cubriéndola.

 Blompotje (Flores en un florero) (1654)
Hija de un cervecero de Haarlem caído en bancarrota, se especula que ella estudió pintura para mantener a la familia. Ella pudo haber aprendido a pintar de Frans Pietersz de Grebber, quien dirigía un taller respetado en Haarlem en la década de 1620. Luego, la familia se mudó a la provincia de Utrecht, y ella pudo haber entrado en contacto con algunos de la escuela Caravaggista de Utrech

 Jolly Toper (1629)


(1640)


Trio feliz
(entre 1629 and 1631) 
En 1636, Leyster se casó con Jan Miense Molenaer, una artista más prolífica que ella que trabajó en temas similares. Con la esperanza de mejores perspectivas económicas, se mudaron a Amsterdam, donde ya tenía clientes. Permanecieron allí durante once años antes de regresar a Heemstede en el área de Haarlem. Allí compartieron un estudio en una pequeña casa ubicada en el actual Parque Groenendaal. Leyster y Molenaer tuvieron cinco hijos, de los cuales solo dos sobrevivieron hasta la edad adulta.

  La  Proposición (1631) 



Joven flautista (1635)


(1628)



Un juego de cartas (1633)

 
 



  Kannekijker
(Joven con jarra ) (1633)



El Concierto (1631–33) 


Judith Jans Leyster firmó sus obras con un monograma de sus iniciales JL con una estrella adjunta. Este era un juego de palabras: "Leister" significaba "estrella principal" en holandés y para los marineros holandeses de la época era el nombre común de la Estrella del Norte. Leistar era el nombre de la cervecería de su padre en Haarlem. Solo ocasionalmente firmaba sus obras con su nombre completo.

 

13 comments:

Albada Dos said...

Qué dominio de las luces. Qué perfección de retratos. Gracias por traer estas autoras tan exquisitas.

Un abrazo y feliz semana

Cayetano said...

Buena pintora, con gran dominio del claroscuro, como se estilaba en aquellos tiempos.
Un abrazo, Myriam.

Campirela_ said...

Cuadros donde a pesar de tener un fondo oscuro los colores le dan esa vida y desde luego cuadros alegres donde representan escenas de la vida..Me ha gustado conocer la obra de esta gran mujer.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Asombrosa mujer.
Extraordinarias pinturas.
Musu handi bat.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche said...

Se aprende y se descubren personas maravillosas cada día, gracias por compartir.

Un abrazo.

Prunus said...

Anda! Me ha gustado la pintora y no habia oido hablar de ella en mi vida!!! :-O

Genín said...

En aquella época la gente no vivía muchos años, en general, pero de todas maneras, esta vivió muy poco...
Besos y salud

Abejita de la Vega said...

Gracias por dármela a conocer. Pintaba sin envaramiento y con alegría.

Besos Myriam

Colotordoc said...

Pinturas excelente, pintor excelente. No la conocía.

Besos

Neogeminis Mónica Frau said...

Muy expresivos esos rostros!

Pedro Ojeda Escudero said...

Por suerte, estamos redescubriendo pintoras y esculturas del barroco que nos sorprenden porque buscaban ángulos menos pretenciosos que sus compañeros varones.
Gracias por la entrada, sabes que estas me gustan mucho.
Besos.

Beauséant said...

Gracias por la reseña, como de costumbre, no la conocía...

Me han sorprendido las poses, son muy naturales, sin ganas de "marcar pose" para la posteridad. Gente corriente alegrando de estar vivas, con casi como fotografías. Supongo que deben ser más complicados ese tipo de retratos, ¿no? La pose no siempre será la misma que si miras ceñudo al frente.

Ele Bergón said...

Nada que envidiar, por lo que se observa en las fotos, a los pintores barrocos de su tiempo, pero claro, ella era una mujer.
¡Cuántas perdidas en el camino. Menos mal que poco a poco, van saliendo!

Besos