Thursday, December 12, 2019

Este jueves, un relato: "El viaje (de Yuri K.) a...tres ciudades y algo más" (Mi participación)


Yuri Knorosov con su gato siamés Aspid

El 19 de noviembre de 1922, en el pueblo de Pivdenne, cerca de la ciudad Járkiv   en la recién formada República Socialista de Ucrania, nació  Yuri Knorosov,  hijo  de padres rusos, intelectuales. El niño tenía grandes dotes musicales y un temperamento inquieto y curioso con deseos de absorber el mundo pero la escuela le aburría soberanamente y lo consideraban rarito.

En 1940, a los 17 años, el joven Yuri se trasladó a la ciudad de Moscú para  estudiar en la recién estrenada  Facultad de Etnología. del Departamento  de Historia de la Universidad Estatal de Moscú, especializándose en Egiptología y Sinología comparadas, focalizándose  en los sistemas de escritura. Como parte de su curricula participó en expediciones a las regiones de las actuales Usbekistán y Turkemistán, con especial interés en  estudiar cómo el avance soviético afectaba a las tribus nómadas de la región.

Y vino la Segunda Guerra Mundial en la que  luchó desde 1943 a 1945.  Cuando el Ejército Rojo del que él formaba parte,  entró por fin en  Berlín,  Yuri Knorosov salvó algunos libros de la  explosión de la actual Biblioteca Estatal, uno de los  cuales - el llamado Códice de Dresde-  despertó en él  un gran interés por descifrar la escritura maya.


 Vista parcial del Códice Dresde, hecho en corteza de higuera y plegable.


En 1947, Yuri Knorosov comienza sus estudios mayas y escribe una disertación sobre el alfabeto de (Diego de)  Landa, franciscano en Yucatán  entre 1572 y 1579,  quién quemó la mayoría de los códices mayas, quedando para nosotros sólo cuatro (el de Dresde, Madrid, París y el de Grolier en México). Tres años más tarde, Yuri K.  publicó una obra seminal para el desciframiento de la escritura maya. En este artículo presentaba su tesis de que tanto la escritura egipcia jeroglífica como la sumérica cuneiforme, contenían también un componente fonético  (además del logográfico y del ideográfico).   Por lo tanto, como no podía ser de otra manera, descifró la escritura maya,  a pesar de que el  considerado la máxima autoridad en la materia, Erik S. Thompson,  con un ego más grande que un globo aerostático, lleno de envidia,  hiciera  lo indecible  por obstaculizar su trabajo.

En 1956, el gobierno comunista, le permitió a su insigne etnólogo  epigrafista Yuri Knosorov, viajar a la ciudad de Copenague, en Dinamarca, a un Congreso de  académicos mayanistas, pero no fue sino hasta 1990, poco después  de la caída del muro de Berlín,  que se le permitió  viajar -como tanto había deseado-  a México y a Guatemala, cunas de la Civilización Maya. 

Yuri Knorosov falleció de pneumonía el 31 de marzo de 1999 a los 77 años,  en un hospital de la ciudad de San  Petersburgo, rodeado por familiares y amigos,  poco  antes de recibir un premio otorgado por la Universidad de Harward. Dejó muchos artículos y libros publicados.



Convocotaria  de Myriam,  o sea yo, desde mi blog o sea este. Una vida que merece ser recordada  y ejemplo del viaje como experiencia vital.


Las fuentes están enlazadas en el texto.






13 comments:

Emilio Manuel said...

Para viaje, el que se marcaron hace justo 500 años Magallanes y Elcano, que con los medios de la época dieron a lo largo de más de 3 años la vuelta al mundo o algo mas ya que se se estima que los supervivientes recorrieron cerca de 42.000 millas, es decir, unos 78.000 kilómetros. No una, sino casi dos vueltas al mundo.

Un abrazo.

Cayetano said...

Un espíritu inquieto. Lo malo fue la época en que le tocó vivir. Malos tiempos para la cultura.
Un abrazo, Myriam.

manouche said...

Ese talentuoso Yuri tenia cara ten feroz por dar miedo al gato !!

Ester said...

Me gusta leerte por las pinceladas de historia unas veces o por la libertad de narrar la historia a tu aire. Abrazos

Campirela_ said...

Sin duda una historia que merece leerse , tuvo que ser un espíritu inquieto y sobre todo aventurero lo cual lo hace si cabe más atractiva la lectura ..Gracias por dejarnos este bonito viaje ..Un abrazo feliz día.

Neogeminis Mónica Frau said...

Una biografía más que interesante y maravillosamente enigmáticos esos códices que logró descifrar.
Hasta ahora no logro la asistencia de mis musas... se deben haber ido de viaje jejee. Un abrazo... seguiré llamándolas
=)

Ele Bergón said...

Interesante la vida de este autor, descifrando, algo tan enigmático como la escritura maya. No lo tuvo fácil, pero siguió adelante.

Un abrazo

Tracy said...

Una historia real con la que nos has hecho partícipes de una vida extraordinaria que muchos desconocíamos.
Gracias por tu aportación y por tu dirección en este jueves que has salvado , aún siendo la primera vez, como si llevaras tiempo conduciéndonos.
Un beso enorme.

Ildefonso Robledo said...

Magnifico el modo en que nos introduces en la historia de este personaje

Un abrazo, amiga

Leonor Sánchez Escritora said...

Muy interesante. Desconocía la historia de Yuri Knorosov.
Mil gracias.
Un saludo

Mari Carmen said...


Hoy he aprendido diversas cosas tan interesantes como curiosas, es lo que me apasiona, precisamente.

Muchas gracias por la información, me encantó.

Un abrazo.

Albada Dos said...

Perfecta manera de viajar por la historia, por las cruentas maneras de cercenar a los hombres.

Un abrazo. No estuve por aquí, pero aprovecho para enviarte mis mejores deseos de viajes espectaculares

Chelo said...

Como no podía ser de otra manera, tu propuesta nos ilustra. ¡Nada menos que descifró la escritura maya!
Gracias de todo corazon por la info y por la propuesta.
Un beso de domingo, Myri