Wednesday, July 10, 2019

Doña Pola Alegría y Gumersindo, el durmiente.


Ahí quedó refocilado -y extenuado- Gumersindo Díaz  Rodriguez después del ardiente  encuentro con su querida Pola Alegría Alarcón quien  dejó su impronta sellada como indeleble recuerdo de su paso por los orgullosos atributos del susodicho aquella primaveral tarde en la vibrante y acogedora  ciudad de Tel Aviv en Israel.


11 comments:

manouche said...

Pobre sin defensa...

Ester said...

Ella dejó su impronta y el dejó en ella un recuerdo para no olvidar. Curiosa estatua. Abrazos

Colotordoc said...

Es que con la caló que hace...se tiene que hacer ejercicios en la noche :D

Besote guapa.

Emilio Manuel said...

No lo entiendo, seria diferente si pusiera ¡¡oh que polla!!¿que es eso de pola?.

Saludos

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Y yo que pensaba que estaba tomando el sol en una playa nudista :-)
Musu bat.

Albada Dos said...

Derrengado, exhausto, pero quién sabe si muy feliz :-)

Un abrazo

Tracy said...

Jajajajaja

Gustavo Figueroa Velásquez said...

Vaya mi querida Myriam, que este Gumersindo tuvo una faena de p...madre!
Bueno, para eso se tiene lo que se tiene :)

Besitos y feliz verano.

yessykan said...

Vaya si quedo exhausto, nada mas mira como quedo!
Le exprimio toda la adrenalina. Jajajja
Un saludo!

Genín said...

Desde luego, quedó hecho polvo, según parece... :)
Besos y salud

Cayetano said...

Agotadito se quedó el pobre de tanto trasiego y ajetreo nocturno. Jejeje.
Un abrazo, Myriam.