Thursday, August 2, 2018

Este jueves, un relato: "Un viaje con..." (entrada de mi blog Nro. 1365)

 Imagen y convocatoria de Dorotea del blog "Lazos y raíces"


Era verano recalcitrante -para más INRI, Agosto- y época   de vacaciones. Dorotea me mandó preparar el equipaje.  - ¡No quiero viajar sola!- recuerdo que le dije molesta, a lo que ella  me contestó con  infinita paciencia  y voz calmada: -Elije   alguien con quien irte entonces, pero ese viaje a los Archivos Generales de la Corona de Aragón debes hacerlo si quieres  concluir tu tesis.  Tu investigación sobre Violante de Bar no estaría completa sin haberlos estudiado. Te sorprenderá lo que allí puedes encontrar. 

Sabía en mi fuero interno que no debía discutir con ella porque Dorotea, mi directora, siempre tenía razón. Por algo la había  elegido como mi directora, valga la redundancia.

Llegué a casa y subí apresurada al desván a buscar la vieja maleta de cuero marrón. No sé muy bien por que quise viajar justo  con esa; habitualmente lo hacía con la negra de Samsonite, que al ser de fibra era más liviana. Al agarrarla apresuradamente de un  estante del ropero que tenía allí,  se  me abrió volcando de su interior un paquete  envuelto con papel  manteca y atado con una cinta dorada.  Llena de curiosidad  desaté  el moño y  abrí el paquete,  adentro había  doblada una tela bordada con este escudo
 

 de Violante de Bar,  
 quien nació en Francia  c:a 1365
falleció en Barcelona en 1431; 
Culta, políglota, lectora y escritora, 
dejó un  legado  de 45 volúmenes de cartas
 en las que nos habla de la vida política y cultural del momento 
así como de su papel como hija, esposa y madre. 
Escritas en latín y catalán,  estas cartas  constituyen 
una de las colecciones más extensas 
escritas por una mujer en la España medieval. 
 Violante se casó con  Juan I de Aragón, apodado el cazador, 
al enviudar  de su primera mujer Marta de Armagnac,
 muerta al parir su quinta hija que también murió en el parto.
El Rey se dedicaba a la caza,  bien le vale este su apodo, 
y Violante sabiamente  gobernaba 
e impulsaba las artes.


Tomé el paño para observarlo detalladamente, era el escudo de Violante de Bar, "¡¡lo sabía!!", exclamé maravillada y  lo froté con cariño. Lo froté aunque no tuviera en mis manos la lámpara de Aladino. Fue entonces cuando  un ligero resplandor tiñó el desván iluminándolo todo. Y allí se me apareció, en medio  de una  nube,  delicada y bella con una gran sonrisa, majestuosa,  la Reina.

Y yo que va, ni Archivo, ni tesis, ni nada. Del patatús que me dio amanecí en Urgencias del Hospital  con un infarto de miocardio  y luego,  me vino otro..... ¡patapum!. Recuerdo que  me administraron   oxígeno, recuerdo que masajearon  mi corazón y luego desfibrilaron dos o tres veces.  Después recuerdo haber oído fuerte y vibrante la voz de San Pedro que me decía:  -¡Jaque mate! muchacha, esta es la última partida. 



Gracias a todos los amigos que siempre están conmigo




22 comments:

Ildefonso Robledo said...

Ay, que final..., amiga... Que final... Un relato trepidante.

Un abrazo, y el deseo de un verano feliz

Cayetano said...

Esa Violante debía ser muy aficionada a empinar el codo. Lo digo por lo de "Bar".
Un abrazo, Myriam.

Genín said...

Pero entonces... ¿Quién la palma?
Tu no, porque estás escribiendo...
Que intriga dolor de barriga... :)
Besos y salud

Pitt Tristán said...

Todo se aprovecha para ilustrarnos con la Historia, lo mismo un relato, que un viaje, en este caso un no viaje.

Saludos.

María Pilar said...

Cómo me gustan estas historias de mujeres de un pasado tan lejano. El trágico final me ha sacado una sonrisa por lo expresiva que has sido al contarlo. Me ha encantado

MOLÍ DEL CANYER said...

Jolines espero que no sea nada, o solo el efecto de concentrar en tiempo y espacio a dos mujeres tan afines. Muy buen relato, besos.

CARMEN ANDÚJAR said...

Es que una aparición así es para que te de un patatús. Menos mal que sobrevivistes.
Un abrazo

JLO said...

que bueno que tu personaje central sea un ¡escudo! ja... me gustó la idea con esa referencia y la descripción....

parece que estuvo bueno entonces también la idea de este jueves con el tema... saludos!!

Colotordoc said...

El final me gusta...y tenía años que no escuchaba patatús :D

Besote

Anonymous said...

Gostei de ler o relato, triste final! Gostei também de conhecer seu blog!

Estou a seguir!
Abraço!

Myriam said...

DINA:
Bem vinda!
O prazer é todo meu.
Um abraço

manouche said...

En las vacaciones se queman las directoras !

El Demiurgo de Hurlingham said...

Tal vez la reina no debió aparecer tan abruptamente.

Neogeminis Mónica Frau said...

Qué interesante, Myriam, has hecho bien en escoger este personaje como centro de tu historia. No la conocía. Un abrazo y gracias por compartirla.

Dorotea said...

A partir de ahora pesarán sobre mí no solo las culpas cotidianas de cocinera del montón, aparcadora raspacolumnas y parlanchina digital (por mencionar algunas de las nombrables), no, la cosa va a peor. Te obligué a afrontar un reto paranormal que no aguantaste dejándonos de paso con la miel en los labios porque en lugar de entrevistar a Violante de Bar allá donde estéia sin frontera... te refugiaste en la presencia del santo conserje San Pedro. Ay, de corazón, gracias por tu entretenida aportación. Un gran abrazo

Mari-Pi-R said...

Vivir momentos de alucinación flotando en la nube.
Un feliz fin de semana.

Pedro Ojeda Escudero said...

Hay tantas cosas que desconocemos de la intimidad de aquellas mujeres. Desde una perspectiva actual, se han estudiado poco y se han difundido menos sus testimonios. ¡Gracias por este y gracias a ti por tu constancia!

doctorvitamorte said...

San Pedro tienes las llaves, muchacha

giovanni said...

Gracias por tu cuento! Es un incentivo para escribir cartas o mantener un diario de vida. Quien sabe, en 700 cientos años pueda haber alguien... y, además, una directora...

Un abrazo

yessykan said...

Hola Myriam,
Que interesante texto! No conocia a tu personaje. Me encanta aprender de otras nacionalidades, enriquece mi mente. Gracias por compartir.
Un saludo

Clarisa T. said...

Me encantó la historia, dentro de tu historia. "patatus", je, qué gracia... Mi abuela materna decía mucho esa palabra, hiciste que la recordara con cariño.
Supongo que a veces, la curiosidad se nos muestra irresistible...
Saludos!

Albada Dos said...

Posibles historias. Con un patatús incluído. Un viaje al pasado muy bueno

Un saludo