Dunhuang, Lago Creciente, foto por
Como dije en mi primera entrada sobre este tema, Si bien es cierto que han existido intercambios comerciales entre
distintas culturas desde el Paleolítico, recién tenemos noticia de la Ruta de la Seda (c.a 120 aEC- 1450 EC) por las crónicas de la Dinastía Han. Ellos fueron quienes se encargaron de controlar las rutas en ese entonces. El término "ruta de la seda" fue acuñado por el geógrafo alemán en 1877 Barón von Richthofen, quien lo introdujo en su obra Viejas y nuevas aproximaciones a la Ruta de la Seda,
aludiendo a este rico material cuya elaboración solo los chinos
conocían, aunque también se comerciaba con jade, marfil, especias,
ámbar, coral, porcelana, vidrio, perfume, tintes, objetos
manufacturados, etc.
La ciudad Dunhuang (en rojo) y la ciudad Jiuquan (en amarillo)
en la provincia de Gansu, China actual
en la provincia de Gansu, China actual
Dunhuang (trad. Flameante Faro), en la Pcia de Gansu al NO de la China actual, en este contexto era un sitio clave, una población asentada en un oasis, muy cerca del desierto Kumtag (que es una parte del desierto Tamakladan) y con numerosas formaciones rocosas que proporcionaron una gran variedad de grutas, las llamadas cuevas Mogao, muchas de ellas usadas por los monjes budistas para sus retiros espirituales.
En el censo del año 2000, Dunhuang contaba con una población de 187,578 hab. La ciudad existe desde su fundación como destacamento de frontera aprox. en 104 aEC. (Los chinos de la Dinastía Han (206 aEC- 220 EC) durante el reinado del Emperador Wu, vencieron a los pueblos Xiongnu (mongoles) de las estepas y dominaron la zona desde c:a 133 aEC). La ubicación de esta comandancia no era fortuita, pues quedaba muy cerca del Corredor del Hexi y de la intersección de las rutas N y S de la seda. La ciudad fue conquistada en 1227 de la era común por los mongoles de Kulai Khan que establecieron en China la Dinastía Yuan. Hoy en día la ciudad lucha contra la desertificación en la que el adyacente desierto de Kumtag avanza a razón de 4 metros por año.
Estatua de una Apsará (ninfa acuática indú) en Dunhuang
Ahora que nos hemos ubicado en el espacio y en el tiempo quiero contarles como Wu (llamado al nacer Liu Che), un niño avispado e inquieto, hijo de una mujer divorciada y concubina del Emperador Jing llegó a ser uno de los más grandes emperadores que jamás tuvo China. En una época en la que no había telediarios ni revistas del corazón, las intrigas de Palacio eran y son apasionantes porque sorprendentes se nos presentan las luchas de poder entre las mujeres de los harenes, que aunque este término es musulmán, puede aplicarse por extensión a un palacio chino, ya que el Emperador tenía esposa legítima y concubinas reales, cuidadas por un eunuco; y aquellas que le daban hijos al Emperador ascendían en la escala de poder al igual que, dependiendo de con quien se aliaban, podían obtener poder (o la prisión y hasta la muerte).
Por ejemplo, El Emperador Jing padre de Wu, tenía una esposa oficial que no podía tener hijos y una concubina preferida de nombre Li, que ya le había dado un vástago varón, pero todo lo que esta mujer tenía en belleza también lo tenia de necia y soberbia, cualidades negativas que la llevaron a la ruina, a ella y a su hijo. Por un lado Li menospreciaba a la esposa oficial jactándose de ser madre de un heredero mientras que la otra era estéril, por otro, se enemistó con la hermana del Emperador -craso error- a la que odiaba con toda sus fuerzas.
Pero vayamos un poco más atrás en el tiempo, cuando la madre de Wu -Wang Zi- aún estaba casada con un plebeyo. Resultó un buen día que la madre de ella consultó el oráculo y se le vaticinó que sus dos hijas obtendrían fama -y poder, claro- así que la buena madre obligó a Wang Zi (que así se llamaba la joven) a divorciarse de su marido y Wang Zi y su hermana fueron ofrecidas al entonces príncipe Liu Qi (el mayor de los hijos del Emperador Wen de la Dinastía Han, casado con la temible y poderosa Emperatriz Dou), quien al morir su padre ascendió al trono con el nombre de Emperador Jing.
Jing tenía una hermana: la princesa Guantao, tía de Wu, quien seleccionaba las concubinas para el Emperador. Esto era una de las cosas que a la concubina Li no le gustaba y por eso la tenía entre ceja y ceja, pero como ya les dije, ella era necia (es decir tonta, y para más INRI, obcecada) cuando Guantao, quiso casar a su hija Jen con el hijo de ella, Li la mandó "a freír espárragos". Aquí es donde entra Wang Zi, madre de Wu, inteligente y discreta concubina que viendo la oportunidad de forjar una alianza conveniente, actuó con rapidez ofreciendo casar a su hijo de 5 años con la princesa Jen, hija de Guantao, que ya estaba en edad casadera. Ambas mujeres unidas convencieron al Emperador Jing de lo bueno de esta unión, quien por su parte estaba harto de las histeriqueadas de su necia concubina Li, así que aprovechó la coyuntura para deshacerse Li y de su hijo, pasando Wang Zi a ser promocionada a rango de consorte real y su hijo Liu Qi a príncipe heredero y futuro Emperador Wu. (La concubina Li fue despojada de todos sus títulos y encarcelada y su hijo desterrado de por vida).
Pero vayamos un poco más atrás en el tiempo, cuando la madre de Wu -Wang Zi- aún estaba casada con un plebeyo. Resultó un buen día que la madre de ella consultó el oráculo y se le vaticinó que sus dos hijas obtendrían fama -y poder, claro- así que la buena madre obligó a Wang Zi (que así se llamaba la joven) a divorciarse de su marido y Wang Zi y su hermana fueron ofrecidas al entonces príncipe Liu Qi (el mayor de los hijos del Emperador Wen de la Dinastía Han, casado con la temible y poderosa Emperatriz Dou), quien al morir su padre ascendió al trono con el nombre de Emperador Jing.
Jing tenía una hermana: la princesa Guantao, tía de Wu, quien seleccionaba las concubinas para el Emperador. Esto era una de las cosas que a la concubina Li no le gustaba y por eso la tenía entre ceja y ceja, pero como ya les dije, ella era necia (es decir tonta, y para más INRI, obcecada) cuando Guantao, quiso casar a su hija Jen con el hijo de ella, Li la mandó "a freír espárragos". Aquí es donde entra Wang Zi, madre de Wu, inteligente y discreta concubina que viendo la oportunidad de forjar una alianza conveniente, actuó con rapidez ofreciendo casar a su hijo de 5 años con la princesa Jen, hija de Guantao, que ya estaba en edad casadera. Ambas mujeres unidas convencieron al Emperador Jing de lo bueno de esta unión, quien por su parte estaba harto de las histeriqueadas de su necia concubina Li, así que aprovechó la coyuntura para deshacerse Li y de su hijo, pasando Wang Zi a ser promocionada a rango de consorte real y su hijo Liu Qi a príncipe heredero y futuro Emperador Wu. (La concubina Li fue despojada de todos sus títulos y encarcelada y su hijo desterrado de por vida).
Imagen tradicional del Emperador Wu
54 años de reinado en los que China floreció (141-87 aEC)
Vasta extensión territorial, poder fuerte centralizado, florecimiento de:
el arte, las letras, especialmente la poesía , y la música.
Promoción del Confucionismo (hasta entonces había dominado el Taoísmo)
Reorganización administrativa basada en la Meritocracia
Como su imperio era tan extenso por sus embajadas había recibido de los más lejanos confines
estatuas de Buda como las halladas en las cuevas Mogao.
Con astucia y mucha paciencia fue capaz de enfrentarse y vencer
a su poderosa abuela la Emperatriz viuda Dou (que era Taoista e influenció favorablemente
al padre de Wu -Emperador Jing- a bajar los impuestos al pueblo, por ejemplo,
pero la política no intervencionista y descentralizada (buena en un momento dado)
luego produjo rebeliones y nepotismo de parte de los señores feudales
que habían obtenido demasiado poder.
Por todo esto, era necesario implementar un cambio radical.
Vasta extensión territorial, poder fuerte centralizado, florecimiento de:
el arte, las letras, especialmente la poesía , y la música.
Promoción del Confucionismo (hasta entonces había dominado el Taoísmo)
Reorganización administrativa basada en la Meritocracia
Como su imperio era tan extenso por sus embajadas había recibido de los más lejanos confines
estatuas de Buda como las halladas en las cuevas Mogao.
Con astucia y mucha paciencia fue capaz de enfrentarse y vencer
a su poderosa abuela la Emperatriz viuda Dou (que era Taoista e influenció favorablemente
al padre de Wu -Emperador Jing- a bajar los impuestos al pueblo, por ejemplo,
pero la política no intervencionista y descentralizada (buena en un momento dado)
luego produjo rebeliones y nepotismo de parte de los señores feudales
que habían obtenido demasiado poder.
Por todo esto, era necesario implementar un cambio radical.
Wu, que asumió el trono en 141 aEC a los 15 años de edad, era el Emperador ahora, sabía lo que tenía que hacer y tenía muy buenos consejeros pero quien detentaba el poder real era su abuela y esta actuó, para preservar el orden establecido, de manera implacable anulando y encarcelando a los mentores y a los nobles que apoyaban al nuevo Emperador, quienes se suicidaron en prisión (o fueron asesinados). La madre de Wu, la Emperatriz viuda Wang Zi, que siempre había destacado y por su sentido de oportunidad, aconsejó a su hijo retirarse y esperar un mejor momento para actuar. Wu siguió su consejo. Wu no solo tenía que lidiar con el poder tradicionalista de su abuela, también con las exigencias cada vez mayores de su tía paterna y suegra Guantao y con su mujer Jen que además de no darle ni hijo ni hija -lo que era utilizado por sus enemigos políticos que se lo querían sacar del medio- lo tenía harto con sus escenas de celos, por los cuales hasta le impidió tener concubinas (que pudieran darle un heredero) al ver que perdía el favor de su marido, se aproximó a una hechicera para conseguir por medio de las malas artes, lo que no conseguía por si misma, por lo que al enterarse Wu de ello, se deshizo de Jen (y de Guantao al mismo tiempo) acusando a su mujer ejercer la brujería, la que fue confinada al Palacio Imperial de Beijing en donde murió sola y deprimida 20 años después.
Wu soltero nuevamente, pero sin apoyos políticos, se retiró de la vida pública, simulando una existencia disoluta de diversiones, vino, comida y mujeres. Mientras, con mucha inteligencia y en silencio, fue moviéndose para conseguir los apoyos que necesitaba.
Wu se casó ahora sí, por amor, con Wei Zifu, que además de ser una extraordinaria cantante y bailarina de humilde origen, fue su esposa por 49 años (y Emperadora por 38 años y única mujer por 10 años) y le dio un heredero nacido en 128 aEC. y tres niñas más. Su abuela, La Gran Emperatriz viuda Dou, murió en el 135 aEC. Después de un intento fallido de reformas en 140 aEC y casi 6 años de espera, el momento de Wu-Emperador-con- poder real, por fin había llegado. Wu, tenía c:a 21 años y toda una vida por delante.
Estatuas de soldados y caballería excavados 1990 en el complejo
de las Tumbas del Emperador Jing y su esposa, en la Pcia Shaanxi
Sigue el viernes que viene (nos vamos a las Cuevas Mogao)
Fotos no asignadas, de la red.
14 comments:
Acostumbrados como estamos a mirarnos en occidente el ombligo, olvidamos con frecuencia que hubo otras culturas florecientes en el mundo y que siempre nos sorprenden con cosas que desconocíamos. Eso sí: las intrigas, la ambición, las luchas por hacerse un sitio cercano al poder, las venganzas... son temas recurrentes en todas partes.
Un abrazo, Myriam.
Lo vemos lejano en el tiempo y en la distancia, pero conocerlo nos acerca un poco mas, es interesante constatar que las culturas siempre aportan y mas cuando son tan diferentes. Un abrazo
La route de la soie va permettre l'invasion de l'Ouest par la Chine....
Interesante historia.
Besos. Myriam
No conozco nada de la historia de China y tampoco de su cultura, al menos con algo de profundidad. Me ha resultado muy interesante tu entrada y espero la próxima.
Un beso Myriam
¡Nos queda casi tanto por saber de Oriente!
Muy interesante lo que nos relatas hoy. Desconocemos tantas cosas que es de agradecer cuando alguien nos aporta algo nuevo. Oriente y su cultura me apasiona.
Besos.
La historia china da para mucho. Conozco parte de la historia médica china, muy poco, pero sé que es extremadamente rica.
Besote
Myriam, como siempre, maravillosa
Interesantísimo todo, como ya nos tienes acostumbrados... :)
Besos y salud
Maravillosos tus post. Gracias por compartir querida Myriam
Un fuerte abrazo.
Miryam: buenas noches, haces unos estudios y unos completos y tan exensos que eon un gozada leerlos. Pero (Ay, los peros!) ¿cuando los podré leer?. Mas de uno se ne ha quedado en el tintero o a medias.. espero que no me pase lo mismo con este. Aprovecho para mandarte un abrazo grade y cariñoso.
Venturoso viaje con grande Capitana.
Gracias. Besos
La ruta de la seda, otros de los sueños que los dejaré para la próxima encarnación.
Interesante todo lo que cuentas y que hay que leerlo despacio par mejor saborearlo
Besos
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