Wednesday, April 11, 2018

La luna lloró sobre Uagadugu para despúes reír en el balcón de los geranios de Katmandú, segunda parte (2)

Primera parte aquí
Segunda parte (1) aquí
 
En las colinas  norteñas de Bagdwar (Bag quiere decir tigre y dwar, puerta) nace el rio Bagmati que separa a  la ciudad de Katmandú, capital de Nepal de la aledaña Lalitpur (antigua Patán) alojadas en el valle de Katmandú, centro de la civilización nepalesa. Este rio tiene carácter sagrado  y aunque hoy está contaminado, ahí es dónde se purifican  vivos y muertos.  Así se procede:  Cuando muere una persona de religión hindú,  antes de  cremarla la sumergen 3 veces (para que después de pasar al otro lado pueda reencarnarse sin dificultad). Después  viene la cremación y  finalizada esta,    los hijos y otros familiares se zambullen en el agua, para resurgir purificados.

Vista del rio, foto de 1950-1955


Aquí vemos el rio Bagmati  y a sus orillas  el templo...


.... hinduista Pashupatinath, del Siglo V,  dedicado  al dios Pashupati, que es una encarnación del dios Shiva, Señor de los animales, que aunque venerado en toda India y Nepal, adquiere aquí consideraciones de dios nacional de forma extra-oficial, porque Nepal es un estado aconfesional.


 vista diurna  del mismo templo hindú

vista nocturna del mismo templo hindú

en éste templo se encuentra uno de los Lingam (falos) de Shiva:

Falo de luz, representación del dios Shiva, símbolo de su energía y potencia.
Vamos, como debe ser.

Dios Shiva en el Templo hinduista  Pashupatinath


Plaza Durbar, Katmandú.
 (Durbar es toda plaza en dónde hay un palacio real y templos).
[En esta plaza en particular se encuentra el Palacio real  de la dinastía Malla (1201–1769),
 y la dinastía Shah (1769-2008), antiguos reyes de Katmandú] 


 A la izq. Templo Traylokia Mohan Narayan Mandir, Plaza Durbar, Katmandú, dat 1680
[totalmente destruido en el terremoto de 2015]

Imagen del S. XIX
Festival hindú Yenia,   el más importante en Katmandú,
en honor del dios Indra y de la diosa Kumari, por el mes de Septiembre.
frente el complejo palaciego Hanuman Dhoka.



 Templo hindú Kasthamandap del SigloVII, dedicado a Gorajnat,
quien fue seguidor del guru Matsyendranath, 
fundador del Hatha Yoga, conocido por las asanas, que son posturas raras, bueno,
ya me entienden,  de esas que sólo ellos pueden hacer.  

Altar  dedicado a Gorajnat dentro del templo Kasthamandap
Este monje deificado creó la orden budista Nath, en la que sus monjes practican el Hatha yoga

Pintura de 1700 mostrando a una mujer  monja  Nath- Hatha-yogui enseñando

 Aquí vemos algunas Asanas:

 
Así me pongo cuando medito Ommmmmmmm


 fáciles ¿no?



  Esta última es la que mejor me sale ;-)

 Yo me había separado -con cierta tristeza- de mi amigo británico, el médico  Robert Winston, en Gongkok, la capital del estado Sikkim en la India, aquí muy cerca, a unos 600 km. El me había prometido que la travesía sería pintoresca y fácil, bueno, fácil en términos británicos,  porque no sé si se puede considerar lo que se dice fácil, o lo que los galos entendemos por fácil, pero debo decir en honor  a la verdad  que pintoresca lo fue y mucho. Además de todos los aromas posibles con los que mi delicada nariz se vio irremediablemente saturada. La primera parte la hice en un taxi colectivo  local en el que recorrimos, apretados como sardinas en lata,  unos  130 km  que hicimos en  casi dos horas  hacia  la Nueva Jalpaiguri en donde tomé el tren que me llevaría  a la intersección Raxual,  con 14 horas y media de traca-traca (ni les cuento como me quedo el trasero). Toda una experiencia. El tren estaba tan lleno  que era imposible ir al pequeñísimo servicio sin pisar a alguien -y siempre utilizando la técnica del codazo y la sonrisa pidiendo perdón,  única forma de que se movieran para darme paso- y lo peor de todo, sin que te robaran el asiento.  Así que las pocas veces que me vi obligado, para que no me pasara lo que cuando el tigre de Bengala, negocié con mi vecino cuidarnos mutuamente los lugares,  de manera que él se acostaba transversalmente para ocupar ambas plazas cuando yo me levantaba  y lo mismo hacía yo cuando le tocaba el turno a él.  Cada vez que nos deteníamos para que bajaran o subieran pasajeros, vendedores ambulantes  se arremolinaban   en las puertas ofreciendo  a gritos todo tipo de productos, algunos verdaderas chucherías.  En fin, al llegar a la famosa intersección Raxual, tomé otro taxi colectivo que me llevó, nos llevó a todos los que entramos  nuevamente apretujados como sardinas enlatadas a la ciudad de Kathmandú. Fueron 154 km, según me dijo el diligente conductor, que hicimos en 2 hs y media,  las más largas de mi vida, en las que para evadirme del malestar de tener a estas alturas la línea de mi trasero casi borrada, la columna vertebral sacudida y el estómago revuelto por los olores que inmisericordes machacaban mi pituitaria,  pensaba en mi amiga  Pramila Aimée Faida que había dejado allá en  Uagadugu, Alto Volga, en África y en nuestras largas charlas. ¡Cómo la extrañaba!  Casi de forma inconsciente, metí la mano en mi mochila y toqué el sobre con las semillas de geranios que me había regalado y una profunda emoción me embargó al evocar su amplia sonrisa.



Y ahora, antes de que me caiga desmayado, a buscar alojamiento, que ya tendré tiempo para saludar al sol, en sueños:





o de bailar con el dios Shiva:

Estatua de Shiva como Nataraja  "Sr de la danza",  dat Chola period  880-1279 EC
actualmente  en el Metropolitan Museum of art NYC


Continúa el miércoles que viene 

(Cómo ves, Cayetano, no puedo  abandonar los títulos de tu personaje Horacio Pereira que tan generosamente me ha cedido)





17 comments:

Cayetano said...

Me alegra que simplemente un título imaginario te haya inspirado este derroche de imágenes y texto.
Un abrazo, Myriam.

manouche said...

He intentado meditar,Te espero para desligarme brazos y piernas...

Emilio Manuel said...

Aquí estoy contigo en Katmandú, pero no me pidas que haga esos ejercicios.

Un abrazo.

Ester said...

El titulo es un poema y las imágenes me traen pensamientos bonitos ver como el río se integra en la vida, las calles son la continuación de las casas, la felicidad surge por las esquinas. Que tengas un buen día!!

Ele Bergón said...

Lugares que siempre he pensado me encantaría visitar, pero que ya nunca lo haré. Las posturas también las envidio, pero imposible del todo

Besos

Pitt Tristán said...

No creo que la experiencia sea más placentera que viajar en tu texto.

Gracias.

Kety said...



El paseo por Katmandú a través de tu relato, genial, pero las posturas, lo más que he logrado es sentarme. ;-)) ¡Qué elasticidad!

Besos

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Estuve por allá hace más de 30 años. Mantengo un recuerdo estupendo.
Musu handi bat.

Pedro Ojeda Escudero said...

El relato fantástico pero no cuentes con que haga según qué posturas, no quiero partirme...
Besos.

amelche said...

¡Uff! Me estreso sólo de pensar en doblarme para poner esas posturas tan complicadas. Quizá en mi próxima vida seré más flexible...

Tais Luso de Carvalho said...

Maravilhosa postagem, Myriam, eu adoro viajar pra longe, para culturas diferentes da minha e... viajo com meus amigos blogueiros (rss) que me acrescentam muito!!! Vejo muitos documentários, também, realmente é o que gosto, junto com as leituras. Mas aquelas mulheres se exercitando...fora de série.
Obrigada, amiga!
Beijo!

Genín said...

La asana que mas uso yo es la famosa "tumbadoenelsofá" jajajaja
Gran entrada didáctica, como siempre :)
Besos y salud

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche said...

Interesante y muy sugerente crónica.

Un abrazo.

Mari-Pi-R said...

Costumbres que son muy respectadas y que se respectan.
Me gusta su forma de meditar unida al ejercicio.
Un abrazo.

Colotordoc said...

A veces medito...muy pocas...no me queda tiempo. La bicicleta me relaja y mucho. Quizás me llegue a Uagadugu y de ahí a Katmandú

Besote

Ambar said...

Me ha gustado el relato y las imágenes que muestras. No sería capaz de hacer esos ejercicios y mucho menos de meditar tan "anudada".
Besos

Paco Cuesta said...

¿Sorprendido? Nooo, ¡asustado!