Friday, September 15, 2017

Arqueología y Medicina (1) Trepanación, la primera cirugía desde por le menos el Neolítico y tres hombres del S. XIX a recordar por su legado

Cráneo encontrado en Perú, Inca,  datada 1400-1520 EC
 (foto tomada de la red)

Pues sí, amigos,   desde el Neolítico,y quizás hasta incluso desde antes,  que se viene practicando la trepanación, es decir, perforación del cráneo, pero sin tocar  la duramadre -membrana que recubre el cerebro, lo que habría causado muerte inminente por meningitis- probablemente 1- para liberar coágulos causados por un hematoma subdural, producido por un porrazo en la cabeza o heridas de combate; 2-   epilepsia;  3- porque un espíritu se alojara ahí y le provocara un dolor de cabeza insufrible 4- por infestación de parásitos comunes en las zonas de pastoreo.   ¿Qui lo sa?. Las opiniones entre los estudiosos han estado en el pasado  divididas y no son autoexcluyentes. En la actualidad, las técnicas altamente desarrolladas de la antropología, la arqueología y la medicina  forenses, son herramientas eficaces para desentrañar y esclarecer estos misterios del pasado.  Lo realmente interesante es que  en muchos casos, el paciente sobrevivía la cirugía por lo menos dos semanas (y  hasta varios años) según los remanentes arqueológicos que se han encontrado, por ej. en Perú y las cicatrizaciones con crecimiento de tejido óseo que  se han estudiado.  

Los primeros instrumentos para ello eran cuchillos hechos primero  de obsidiana, y un bloque de piedra para golpearlo- Los Indios peruanos tenían para ello, un cuchillo llamado TUMI.  Más adelante, se usaron cuchillos de metales. Según  el neurólogo Charles Gross que escribió el libro "A hole in the Head" (Un hueco en la cabeza) existen  5 métodos de trepanación:

1-  En líneas rectas que se intersectaban  formando un cuadrado.
2-  Rayado con un pedernal
3- Cortando una ranura circular
4-  taladrando con una barrena
5- Perforar puntos formando un círculo y luego eliminar las secciones entre círculos.


 
 Ilustración por Lisowsky, 1967 con 1- Raspado (como si se rayara una manzana, claro que tomaba su tiempito) 2- Ranurado  3- Taladrado y cortado en círculo
  4- Perforado y cortado en cuadrado


 aquí se puede observar una trepanación sobre un hueso inflamado
 (foto tomada de la red)
 
Aquí, un cráneo con varias trepanaciones, lo que indica que el individuo
sobrevivió a la primera tanda, seguro. Patallacta, Perú
 (foto tomada de la red)

periodista, escritor, diplomático, Hombre de Ciencia y Cultura

Un hombre polifacético con una trayectoria  muy interesante: E. G. Squier había nacido en Bethlejem, N.Y.   hijo de un ministro inglés y una madre alemana, trabajó de joven en la granja familiar. Estudió y luego enseñó en el colegio rural. Se formó como  ingeniero civil en la Univ.,  pero por causa de la crisis financiera y consecuente recesión de 1837, quedó sin trabajo por lo que se mudó a Albany y se dedicó  al periodismo escribiendo para varios periódicos; también desarrolló un gran interés por las culturas antiguas. Su primer libro  estaba relacionado con la ocupación británica de Cantón en China "The Chiness as they are" (Los chinos como son) publ. en 1843. Luego, trasladado a Ohio,  se concentró en las culturas pre-colombianasDurante este período, Squier colaboró ​​con el médico y arqueólogo amateur  Edwin H. Davis (1811-1888) en el libro "Monumentos Antiguos del Valle de Mississippi", que fue publicado en 1848. Este  trabajo fue un hito en la investigación científica estadounidense y pionero en el desarrollo de la arqueología como ciencia. Entre los logros más importantes de Squier y Davis se encuentra  el enfoque sistemático para analizar y documentar los sitios que excavaron, incluyendo el Serpent Mound en Peebles, Ohio, que descubrieron en 1846 y  además, cartografiaron.

Como Squier también se involucró en política apoyando a los Whigs (demócratas)  en reconocimiento a su labor ocupó cargos diplomáticos  desde 1849 como Atachée Estadounidense para Centroamérica  por lo que viajó y estudió las culturas de: Honduras, Nicaragua, San Salvador, etc. etc.  Cuando fue comisionado a Perú -siendo un diplomático y hombre tanto de  ciencias y como de cultura- fue invitado a casa de una dama de la alta sociedad peruana, Doña Zentino, quien le mostró el cráneo peruano obtenido en una tumba inca, cerca de Cuzco. Cráneo que le entregó en custodia  para que Squier pudiera realizar sus estudios e investigaciones sobre el mismo.

Como la Academia de Ciencias de N.Y. no le creyó (imposible fue para ellos admitir que  indios americanos realizaran este tipo de operaciones)  partió a Europa  con su cráneo bajo el brazo a ver a  una eminencia mundial en cerebro:  El Profesor de Patología externa y Cirugía clínica de la Univ. de Paris:  Dr. Paul Broca,  de Francia.


Paul Broca ( Fr. 1824-1880)

Paul Broca  fue un ícono de la neurociencia y la neurocirugía que también estaba intrigado por los cráneos trepanados. Su trabajo antropológico estableció que hace miles de años, los individuos no sólo trepanaron cráneos, sino que también realizaron  con éxito estas operaciones en personas vivas. Después de comentar sobre un cráneo peruano precolombino en 1867 (el primer caso de trepanación  sobre una persona viva reconocido como tal, que le trajo Efraím Spier a París),  estudió cráneos trepanados aún más antiguos excavados en suelo francés. En la década de 1870, teorizó que el procedimiento se originó como un medio para tratar las convulsiones en los bebés. Como él lo vio, el hombre neolítico atribuyó tales convulsiones a los espíritus malignos, para los cuales la trepanación proporcionó un medio  para escaparan. Debido a que las convulsiones infantiles simples se resuelven por sí solas, la práctica habría parecido exitosa y, por lo tanto, habría sido propagada y expandida por generaciones posteriores. La teoría de Broca integró hábilmente su conocimiento antropológico y médico y ayudó a crear el apasionante ambiente en el que los científicos reflexionaban sobre lo que el Neolítico y las personas primitivas realmente sabían acerca del cerebro y la cirugía.

Para quienes desean conocer un poco más al Dr. Broca: La tercera circunvalación del cerebro en el lóbulo central, en dónde se aloja el área del lenguaje, lleva su nombre. Fue fundador de la Sociedad Antropológica de París en 1859, debido a su gran interés en el tema. Broca, que también admiraba a Squier, estudió el cráneo inca con la trepanación,  y en 1867 publicó al respectos dos artículos al respecto, uno para la Revista de la Soc. de Antropología y otro para la de Medicina.  A él le llamó particularmente la atención de que no había fractura previa, indicativo certero de que un diagnóstico había precedido la operación.


Los primeros trabajos científicos de Broca se ocuparon de la histología del cartílago y del hueso, pero también estudió la patología del cáncer, el tratamiento de los aneurismas y la mortalidad infantil. Una de sus mayores preocupaciones era la anatomía comparada del cerebro. Como neuroanatomista hizo contribuciones importantes a la comprensión del sistema límbico y del rinencéfalo.

En su carrera posterior, Broca escribió sobre la Salud pública y la Educación pública. Participó en la discusión sobre el cuidado de la salud de los pobres, convirtiéndose en una figura importante en la Asistencia Pública. También defendió la educación secular para las mujeres y se opuso férreamente a Félix Dupanloup (1802-1878), obispo católico de Orléans, que deseó mantener el control de la educación de las mujeres.Una de las principales áreas de especialización de Broca fue la anatomía comparada del cerebro. Su investigación sobre la localización del habla llevó a una investigación completamente nueva sobre la laterización de las funciones cerebrales.

-
El descubrimiento del área de Broca revolucionó la comprensión del procesamiento del lenguaje, la producción del habla y la comprensión, así como los efectos que el daño en esta área puede causar. Su investigación llevó a otros a descubrir la ubicación de una amplia variedad de otras funciones,  una igualmente importante es  el área de Wernicke.



Sir Victor Horsley (GB, 1857-1916)

Víctor Horsley estaba intrigado por los recién descubiertos cráneos trepanados antiguos, especialmente aquellos que revelaron que la operación se realizó en pacientes vivos. Examinó las aberturas hechas por el hombre como experto en el locus de la corteza motora de los primates y como cirujano que había extirpado con éxito partes de la corteza motora para tratar la epilepsia  jacksoniana. Postuló -contrariamente a Paul Broca- que la trepanación se originó como una forma de tratar el dolor y la epilepsia causada por las fracturas craneales deprimidas sobre la corteza motora. Al igual que Broca antes que él, Horsley ayudó a crear el excitante Zeitgeist, espíritu cultural y científico de la época,  que llevó a otros a finales de los 80 del Siglo XIX  a explorar, reflexionar y escribir sobre cráneos trepanados antiguos.

Si quieres saber más sobre su trayectoria, decirte que V. H. era un científico y un profesor consumados, que  nació en Kensington, Londres. Fue educado en la Escuela Cranbrook, Kent, y estudió medicina en el University College de Londres y en Berlín, Alemania (1881), y en el mismo año comenzó su carrera como cirujano de la casa y registrador en el University College Hospital. De 1884 a 1890 Horsley fue profesor-superintendente del Instituto Brown. En 1886, fue nombrado Profesor Asistente de Cirugía en el Hospital Nacional de Parálisis y Epilepsia, y como Profesor de Patología (1887-1896) y Profesor de Cirugía Clínica (1899-1902) en el University College de Londres. Él era un partidario del sufragio de las mujeres, y era un oponente del tabaco y el alcohol.

De acuerdo con sus biógrafos, Tan & Black (2002), "por la bondad, la humildad y el espíritu generoso de Horsley fue  muy querido  por sus  pacientes, colegas y estudiantes." Nacido  en una situación de privilegio,  decidió ayudar y mejorar la vida de las personas  menos favorecidas. También luchó en defensa del  sufragio de las mujeres, la reforma médica y atención médica gratuita para la clase obrera (...) Fue  un iconoclasta de intelecto agudo, energía ilimitada y habilidad consumada, su vida y su trabajo justifican su epitafio como "pionero de la cirugía neurológica". 

Horsley se especializó en cirugía y en fisiología. Fue el primer médico en remover un tumor espinal, en 1887, por medio de una laminectomía. Desarrolló muchas técnicas neuroquirúrgicas prácticas, como la cera ósea del hueso, la aleta cutánea, la ligadura de la arteria carótida para tratar los aneurismas cerebrales, el abordaje transcraneal de la glándula pituitaria y la división intradural de la raíz del nervio trigeminal para el tratamiento quirúrgico del trigémino neuralgia.
-
Como neurocientífico, llevó a cabo estudios de las funciones del cerebro en los animales y los seres humanos, en particular en la corteza cerebral. Sus estudios sobre la respuesta motora a la estimulación eléctrica farádica de la corteza cerebral, la cápsula interna y la médula espinal se convirtieron en clásicos del campo. Estos estudios fueron posteriormente traducidos a su trabajo pionero en la neurocirugía para la epilepsia. Horsley fue también el primero en utilizar la estimulación eléctrica intraoperatoria de la corteza para la localización de focos epilépticos en humanos, entre 1884 y 1886, precediendo a Fedor Krause y Wilder Penfield.
- 
También fue pionero en el estudio de las funciones de la glándula tiroides. Estudió el mixedema y el cretinismo, causados ​​por una disminución del nivel de las hormonas tiroideas (hipotiroidismo), y estableció por primera vez, en experimentos con monos, que podían ser tratados con extractos de la glándula.
- 
Fue nombrado en 1886 como secretario de una comisión gubernamental formada para estudiar la vacuna antirrábica desarrollada por Louis Pasteur, Sir Victor Horsley corroboró sus resultados y creó una campaña para vacunar contra la rabia en el Reino Unido. Como patólogo, Sir Victor realizó una investigación sobre las bacterias y fundó el Journal of Pathology.

Sir Victor Horsley  fue comisionado  en 1910 al Ejército Territorial como Capitán en el 3er Hospital General de Londres del Real Cuerpo Médico del Ejército. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, pidió ingresar al  servicio activo en el frente occidental donde fue enviado inicialmente como cirujano al hospital británico en Wimereux, Francia. Posteriormente fue nombrado coronel y director de Cirugía del Servicio Médico del Ejército Británico en Egipto, con sede en el 21º Hospital General de Alejandría, en apoyo de la Campaña de Dardanelos. Al año siguiente se ofreció como voluntario para la cirugía de campo en Mesopotamia, donde murió inesperadamente en Amarah, Irak, el 16 de julio de 1916, de golpe de calor y hiperpirexia severa,  con sólo 59 años de edad.

 
En síntesis, la técnica de la  trepanación -desde  por lo menos el Neolítico- ha sido un fenómeno global, tal como lo ha confirmado la Arqueología a partir de  estas primeras apreciaciones con el cráneo del inca peruano, tanto que hasta  se ha descubierto que se dio entre los  nómadas de Gorny Altai  (en Siberia, Rusia), en donde se han excavado  cráneos  dat. 400-300 aEC.   con trepanaciones más médicas que rituales, como lo demuestra este estudio antropológico e interdisciplinario,   o en China  desde hace alr. de 3000 aEC, o India, o... pero de eso, hablaremos posiblemente, otro día. 



Mañana respondo a la pregunta que me hizo Manouche en su comentario en esta entrada.
 
En la próxima entrada de  Arqueología y Medicina  (2)  nos vamos  al Antiguo Egipto.


11 comments:

manouche said...

Cuantos sobrevivieron a esa cirurgia (?( ?.

Emilio Manuel said...

Cuando estuve por Perú, una de mis visitas fue conocer la cultura Mochica que por allí se desarrolló entre los siglos II y VII, esta cultura realizaba operaciones de trepanación con el que bebe agua.

Saludos

Myriam said...

MANOUCHE: interesante pregunta,
te contesto en la entrada de mañana.
Besos

EMILIO: ¿Con el que bebe agua? no tendiendo, explicate, por favor.
Investigaré sobre el tema. Escribí en mi blog sobre la cultura Mochica,
pero nada sobre trepanación, entonces. Un abrazo

Genín said...

Te contesto yo por Emilio, aunque el lo hará seguro, lo que el quería decir es, "como el que bebe agua", o sea, como si nada, que lo hacían muy a menudo.
Interesante todo lo que dices sobre esta gente que "andaban de cabeza" con las trepanaciones...jajaja
Besos y salud

Myriam said...

Gracias, GENIN, por la aclaración
y me alegro de que te haya gustado la entrada.
Mañana publico mi respuesta a la pregunta
de Manouche.

Un abrazo

Rafa Hernández said...

Joder vaya entrada sobre medicina, aunque a mí eso de esos cráneos tan feos me han dado un poco de repelús, y las herramientas que usaban, como el taladro, ya me ha descompuesto el cuerpo.

Besos.

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Sí, yo también me he quedado asombrado cuando en diferentes visitas he visto que esta técnica es muy antigua. Este hombre, otro genio.

Por cierto. Ya me leído y he contestado a todos tus comentarios (uf!!! menudo trabajo) :-)
Musu handi bat.

Colotordoc said...

Hola Myriam:

Me has dado una idea sobre la medicina prehistórica...Ya te contaré

Besos

giovanni said...

En holandés tenemos la expresión: Je hebt een gaatje in je hoofd (Tienes un hueco en la cabeza), que significa: Sos estúpido.

Eso claramente no era el motivo para perforar el cráneo. Digo eso en broma, porque tu post tiene antecedentes muy interesantes y habla hasta de una "atención médica gratuita para la clase obrera". No sabía nada de la trepanación y he aprendido mucho. Gracias!

Un beso

Janeth said...

Que tema interesante el que nos muestras, siempre me intrigo mucho como es que estos antiguos podian saber tanto del cerebro y hacer estas lobotomias, trepanaciones, o lo que se les quiera llamar, me intriga y me horroriza al mismo tiempo,...hace poco vi un programa en televicion donde se hablaba justo de este tema,..y se atribuia la enseñanza de esta tecnica de trepanar el craneo a los dioses que venian del cielo (extraterrestres)...

Tracy said...

Muy interesante, recuerdo que cuando oí por primera vez lo de la trepanación en el Neolítico, me quedé de piedra y aún hoy al leerlo me produce igual efecto.