Sunday, March 19, 2017

Teatro de títeres (3) El Bunraku japonés, estilo y belleza



1- La palabra Bunraku:  

Primero es necesario referirnos al nombre de este género teatral. Lo que llamamos Bunraku es un término general que empleamos para el teatro clásico de títeres del Japón. Pero originalmente este era el nombre de una persona y hablando estrictamente creo que deberíamos emplear a cambio el término Ningyô Jôruri. Este hace referencia a un teatro de títeres (ningyô significa muñeco y por extensión, títere) el cuál es acompañado por un tipo de recitación o narración llamado Jôruri.

El término Bunraku se empezó a utilizar tan solo hace un poco más de un siglo hacia mediados del período Meiji. Este fue hecho a partir del nombre de una persona, Uemura Bunrakuken (1737-1810), quien estableció un pequeño teatro de Ningyô Jôruri en Osaka en 1805, cerca de medio siglo luego del máximo florecimiento de este tipo de teatro de títeres. Además el nombre fue seleccionado para un teatro, el Bunrakuza (za es un sufijo para nombres de negocios) en 1872.

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2. Los Tres Componentes del Teatro de Títeres:


Los tres componentes del teatro Bunraku son: el canto narrativo conocido como gidayû-bushi que es el responsable de la historia, la interpretación del laúd shamisén, y la manipulación de los títeres.

El narrador emplea un texto de gidayû, el cuál coloca frente a él y que contiene tanto los textos como las indicaciones de entonación. Este libro que comprende toda la parte narrativa de la obra es conocido como maruhon.

El escenario del Bunraku es casi tan grande como el del Kabuki pero difiere con este último en que no tiene ni el hanamichi (pasarela) ni el escenario circular. También, y debido a que el tamaño de los títeres es menor que el de los actores, la escenografía esta hecha de acuerdo a sus proporciones. El escenario o lugar en donde los títeres se mueven es concebido de tal forma que los títeres aparecen como si estuvieran al nivel del piso.

En la parte del escenario que está más cerca del público hay un pequeña baranda (tesuri) , o " tercera verja", hecha así con el propósito de que pueda ser vista desde la parte de atrás. Cerca de dos pasos hacia atrás esta una baranda o "segunda verja" que es un poco más alta. Normalmente es la zona en donde se mueven los títeres.
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3-  Tayu y Samisén:

El Tayû, quien recita el gidayû-bushi, es un narrador de un tipo de poesía dramática y descriptiva.  (...) En los comienzos del Bunraku existía una gran variedad y los nombres de los narradores se convirtieron en nombres de estilos de narración. Sin embargo, desde la época en que el primer Takemoto Gidayû (1651-1714) abrió su teatro, el Takemotoza en Osaka en 1685, el Bunraku emplea exclusivamente el estilo gidayû.

El jôruri de antes del gidayû-bushi es conocido como el viejo jôruri,
En cuanto a la técnica de narración del jôruri existen varias escuelas. Al mismo tiempo un solo narrador podría recitar las líneas en diferentes formas dentro de una sola obra ya que el texto es de dos tipos: (I) la descripción lírica de las situaciones, el desarrollo de la historia y la explicación de la esencia psicológica (la sección llamada ji que es un tipo de recitativo), que es descrita en tercera persona, y (2) las líneas (serifu) de los personajes expresados en primera persona.

Esto se asemeja a las características del teatro griego, donde la parte del choros se diferencia de la de los tres actores, y se emplean diferentes tipos de ritmo para las líneas del choros y para las de los actores respectivamente, como lo mencionó Aristóteles en sus Poéticas. Pero la sección ji del Bunraku se caracteriza por tener una gran ornamentación poética y la recitación es hecha en forma muy vigorosa, mientras que las palabras son muy cercanas a las utilizadas en la vida diaria. (...)

El shamisén proporciona la melodía, pero más que ser un mero acompañamiento, la música de este también debe tener y transmitir matices emotivos y psicológicos. El músico de shamisén es a veces un compositor al igual que un intérprete y también juega un papel importante en la transmisión del arte. No solamente debe entrenar aprendices sino que también debe entrenar en forma rigurosa y disciplinada a los narradores con los que va a compartir el escenario. Los músicos son los acompañantes de los títeres y narradores, pero son esenciales en la continua transmisión de este tipo de drama.

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4. Títeres y Titiriteros:


Las dos características del Bunraku que no tienen paralelo en ningún lugar del mundo son los títeres y las técnicas por las cuales son manipulados.

Un títere consiste de una cabeza, el cuerpo, los brazos y las piernas. Sin embargo, ya que en el pasado los kimonos de las mujeres eran tan largos que ocultaban las piernas, los títeres que representan mujeres son hechos sin piernas.

La cabeza, los brazos y las piernas son desmontables, y el palo sobre el cual la cabeza esta insertada se coloca a través del torso del títere.

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Los titiriteros se niegan a si mismos al dejar las expresiones humanas completamente a los narradores, cuyas palabras y actitudes reflejan emociones, y también a los títeres. Este es un requisito fundamental en cuanto a la belleza del Bunraku. Un titiritero destacado parece desparecer ante nuestros ojos cuando está en escena, y nos sentimos atrapados simplemente por la representación realista casi humano del títere.


5. La Estética de los "Súper Títeres":


Lo que viene a mi mente en este momento es la palabra super-títeres, empleada por el gran director de teatro británico Gordon Craig (1872-1966) quien se oponía en forma directa a cualquier actuación de tipo realista que fuera expresada a través de acciones desenfrenadas, y aseguraba que los verdaderos actores deberían dejar toda responsabilidad al director quien los manipularía como si fueran títeres. Él llamaba a los actores que permitieran eso, "súper-títeres" (Uber-marionetten). Pienso que los títeres del Bunraku, siendo títeres, se aproximan a la noción que Craig creó para los súper-títeres. Pero también, desde otro punto de vista, podrían ser llamados superhumanos (Uber-mensch).

Algo que podemos llamar súper-títere o superhumano es posible encontrarlo en el extraordinario mundo del Bunraku.


 6- Un Teatro de Títeres para Adultos:


Otra característica sin parangón es el hecho de que estas obras de títeres han sido creadas para adultos y describen el mundo de los adultos.

Los títeres usados en el teatro de títeres moderno con influencia occidental en Japón, al igual que aquellos usados en obras de títeres en occidente, tienen en la mayoría de los casos cabezas que son de un tamaño proporcionalmente mayor que el de sus cuerpos. Esta es la proporción encontrada en el cuerpo de un niño y está basada en la misma noción que generalmente se usa en los cuentos para niños y en las caricaturas o comics. En estos los temas para niños imperan y son comunes las fantasías y cuentos de hadas. (...)

Pero este no es el caso de Bunraku. Primero que todo, el tamaño de la cabeza comparado con el torso es considerablemente más pequeño que la proporción normal de los cuerpos japoneses. Esto posiblemente proviene de la intención de hacer que el títere que tiene la mitad del tamaño de un ser humano parezca un adulto.

Segundo, las obras que se desarrollan en el mundo de los adultos y su contenido dramático, la escala, los temas y el contenido literario son prácticamente iguales a las obras que son hechas para actores reales. (Con relación a esto podríamos tener en cuenta por ejemplo a obras como Chushingura o Terakoya). Los títeres expresan emociones con el mismo realismo como lo haría un actor humano. En términos generales se puede decir que en esto se fundamenta la vitalidad del Bunraku.

En especial por esta razón, el Bunraku al igual que el Kabuki, atrajo a público urbano del período Edo ejerciendo sobre este considerable influencia y creando una parte importante dentro del mundo del teatro japonés. En cierto sentido el Bunraku supera tanto la característica infantil tradicional del teatro de títeres como el mundo simplista de la fantasía. Sin embargo, luego de entrar en el mundo del teatro para adultos y de pasar un período de florecimiento, perdió popularidad frente al teatro Kabuki y entró en un período de crisis.

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PROYECTO GAGAKU
Universidad de Stanford
 
por Toshio KAWATAKE ©


 Para ver vídeo del teatro pulsar en este enlace:


https://www.youtube.com/watch?v=kEUQNvn8EJQ








11 comments:

Cayetano said...

Nunca dejarán de sorprenderme algunas manifestaciones culturales y artísticas del mundo oriental, particularmente las pertenecientes al Japón. En este caso, que tan didácticamente nos expones, el mundo de los títeres orientado a un público adulto, como pasó en Europa con los cómics, que antes eran un producto para el consumo infantil, hasta que los europeos nos convertimos en "mayores de edad" y, sobre todo a partir de los 70, se multiplicaron las publicaciones para uso adulto.
Un abrazo, Myriam.

Pensando en Haiku, Karin Rosenkranz said...

Interesantisimo este tema. Me encanta aprender leyéndote.
saludos

Ambar said...

Toda una lección de un tema para mi desconocido. Siempre aprendo con tus entradas.
Besos

Isabel said...

¡Qué interesante!
Había leído sobre el Kabuki, pero ahora conoceré más gracias a ti.
Abrazos.

Genín said...

Una entrada muy didáctica e interesante.
Besos y salud

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Es que... mirar hacia atrás tiene un encanto especial. ¿Será porque nos hacemos mayores...?
No lo sé, pero conocer esto, aunque sea superficialmente es una maravilla.
Musu handi bat.

Mari-Pi-R said...

El arte se vive en todo el mundo y es agradable conocer con detalle de tu mano las diferencias.
Un feliz domingo.

Colotordoc said...

La cultura oriental me sorprende siempre. Una manifestación que tiene su propia vida, como toda manifestación de este tipo.


Besote guapa

María said...

Además de la enorme dificultad de su manejo, la ceremonia que acompaña a todas las actividades artísticas japonesas, por su puesto el teatro ( porque en realidad es teatro con muñecos ) la maravillosa técnica y belleza de los propios títeres .. todo esto hace com o tú muy bien dices, mi querida MYR, el Bunraku sea mucho más que los simples títeres occidentales... mil gracias por darnos tantos detalles sobre el bunraku.

Un beso grandísimo preciosa!!!

Y muy feliz semana primaveral ya de verdad verdadera ; )

Pedro Ojeda Escudero said...

Maravilloso y de agradecer tu atención a estas cosas.
Y es curioso: esta mañana hablaba con mis alumnos del pasaje de los títeres en el Quijote...
Besos.

Ele Bergón said...

Interesante como siempre, esta entrada sobre el teatro de títeres que tan desconocido es para mí.

Besos