Cualquiera de los empresarios asesinados de verdad (ver lista) podría haber sido Txato, cualquiera, sin señalar particularmente a ninguno. Y este asesinato acaecido en la novela en el seno de la Familia 1 y la pertenencia a ETA de uno de los hijos de la Familia 2, es el suceso sangriento que enfrenta a las dos familias de ese pueblo en Guipúzcoa. Qué esto haya sucedido por gente integrante del mismo pueblo; vecinos y amigos, ya sea por acción (haber apretado el gatillo o contribuido a ello) u omisión (haber sido testigo y callado) y que la familia del victimado deba irse del Pueblo como apestada, hace que el trauma por la pérdida de un familiar -hecho traumático en sí mismo- que sufre esta familia se magnifique y eleve a la enésima potencia.
Txato, el asesinado, ha pecado de crédulo e ingenuo, primero creyendo que a él no le harían daño, porque siempre había sido una persona generosa con los amigos e hijos de los amigos, había dado trabajo en su Empresa a 14 personas (padres de familia) y había sido una persona con la que se podía hablar. Creyó que accediendo a la extorsión, lo dejarían en paz. Sí es cierto que era muy trabajador y controlador, no era, sin embargo, ningún explotador. El era un hombre que se había hecho a sí mismo a base de ingenio, espíritu emprendedor y de trabajar como un buey. "Los del pueblo me conocen. Soy de aquí, hablo euskera, no me meto en líos, doy trabajo (...) con el que se puede hablar" (C31).
Bittori se pregunta "qué
siente el que dispara cuándo la víctima cae, cuando empieza a manar
sangre por los orificios que hacen las balas en el cuerpo" (C32)
y necesita encarar a quienes le han hecho tantísimo daño -tanto que
todo su cuerpo es una herida abierta- y hacer que reconozcan la felonía -asuman su responsabilidad- y
pidan perdón por ello. Por eso, para Bittori, lo más importante es que Joxian visite la tumba de su amigo asesinado y que Joxé Marí pida
perdón, eso es lo único que la mantiene con vida. Y lo logra, por obstinada, lo logra. Ahora, puede morir en paz.
Xabier subsumido por la culpa y la pena, incapaz de poder querer a una pareja, bloqueado emocionalmente, encerrado en sí mismo, ahoga sus penas y trata de amortiguar el dolor con coñac, y el tiempo en su vida se cuenta antes de... o después de...: "Todos los hechos de su vida han ocurrido a una determinada distancia temporal del asesinato de su padre¨" (C61)
Mientras que su hermana Nerea,
se aferra a tablas de salvación en forma de proveedores de sexo que desembocan en relaciones desastrosas; en las que prima su necesidad de sentirse viva y así se lo impone a sí misma: ¡vive! (C27). Esta es la razón por la que ella reactiva su pulsión sexual
-que per se es pulsión de vida- y sienta esas urgencias que antes del
asesinato del padre no eran de tal intensidad (C66) y haya tocado fondo y
necesite imperiosamente vomitar las brasas que la queman por dentro (C28).
En Psicología, el tiempo del trauma es el tiempo detenido: Cuando
no se ha superado, lo que de ninguna manera significa olvidado, está
ahí siempre presente, como un sangrante disco rayado del que no puede
salirse, en el cual giran las vidas de las personas que sufren la tragedia,
que dejan -en sí- de vivir en un afán por comprender lo incomprensible, de encontrar un sentido a lo que no lo tiene y que ha partido sus
vidas como un rayo.
El impacto del trauma está magníficamente relatado en el C9 Rojo: Xabier es el primero de la familia en recibir la noticia del atentado en el hospital dónde estaba trabajando: La aguja penetró con facilidad en la vena. la fina sonda se coloreó rápidamente de rojo. Rojo. Xabier, Xabier, tienes que ir a tu casa, a tu padre le ha pasado algo (...). Xabier, entonces, corre al lugar, bajo la intensa lluvia, y ve la mancha de sangre en la calle entre el garaje y la casa de los padres. Rojo. El trauma, para Xabier, ES rojo, y el hecho de que sea un color habitual en su lugar de trabajo, marca la intensidad del mismo -del trauma y del dolor- que él trata de ahogar/anestesiar en alcohol. (Para cada uno de los implicados será distinto y particular, desde luego, pero si escribo sobre cada uno, la asesinada por mis agobiados lectores sería yo ;-), que ya me han tenido mucha paciencia)
Los encuentros restaurativos a los que quiere asistir Nerea, sí ayudan a superar el trauma -y como psicóloga los recomiendo-
porque los miembros de la familia afectada, cuyas vidas han sido
destrozadas por la tragedia, tienen la oportunidad en ellos de
salir cada uno de su propio aislamiento y compartir su dolor con otros miembros de otras
familias afectadas por otras tragedias, y con guía profesional, experta, contenedora, ser, de esta manera, capaces de entrar a
una zona segura (la que proporciona el entorno terapéutico), reconstruir en ella el puzle en torno a/los crímen/es cometido/s; integrar la memoria traumática (que siempre es fragmentada); poder expresar en
palabras el dolor, la rabia, la impotencia, etc; llorar a los muertos, trabajar el
perdón, restablecer el contacto con otros seres humanos; encaminarse, finalmente,
hacia una salida y un futuro constructivo: aunque jamás se olvide; aunque se haya logrado perdonar. Y aquí recalco: podrán los deudos llegar a perdonar, pero nunca jamás la vida volverá a ser lo mismo. Perdonar no significa olvidar. Esta novela termina antes de que sus personajes logren algo así porque llegar a otorgar el perdón, requiere de un trabajo de muchos años, para qué vamos a engañarnos. ¿Por qué es importante el perdón de los victimados que siempre debe ser posterior al pedido de perdón de los victimarios? Porque por ejemplo, aliviaría la culpa que siente Xabier de no haber hecho suficiente para evitar el asesinato del padre; porque al perdonar a los victimarios -por repulsivo que parezca o lo sea- la víctima sobreviviente a la vez se perdona a sí misma y se libera también del odio que la envenena. Y perdonarse a sí mismo -y liberarse del odio y del rencor- es necesario para su salud emocional.
Nerea asiste
a las Jornadas en San Sebastián sobre víctimas del Terrorismo y
violencia terrorista organizadas por el colectivo de víctimas del País
Vasco, Xabier tan reticente al principio, se halla sentado en una de las últimas filas, cerca de una de las puertas, como un fantasma que está y no está, oculto además de la hermana que ignora su presencia. (C109) ¿Y si a la brasa le da el viento?
En ese encuentro al que ambos hermanos asisten, habla un escritor -alter ego de Fernando Aramburu- que presenta un libro suyo sobre el tema del terrorismo, quien tomando la palabra dice:
"- Hay libros que van creciendo dentro de uno a lo largo de los años en espera de la ocasión oportuna de ser escritos" (C109)
Y
así es, Fernando, como este ha crecido dentro tuyo -este libro tan
necesario, tan valiente- desde los años de tu juventud en los que escribiste
este poema:
De tu poemario: Yo quisera LLover
Gracias, Fernando
Contribución a la lectura colectiva
virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su
blog: La Acequia © Myriam
Goldenberg
Gracias también a Carlos Medrano que me hizo llegar el poema de Fernando Aramburu y gracias a Pedro Ojeda por haber incluido este libro en nuestro Club de lectura.
15 comments:
La verdad es que leyéndote tengo dos sentimientos contradictorios, por una parte, el interesante argumento me impulsa a leerlo y por otra,no, habiéndome criado en San Sebastián hasta la adolescencia, me produce tristeza recordar la realidad de tantos muertos inocentes caídos por pensar diferente que sus asesinos... :(
Besos y salud
Un très bel ouvrage à découvrir ! Gracias Myriam !
PS: i'm not a robot !! i'm a singer !
Un verdadero trauma colectivo el de un pueblo sacudido por el terrorismo etarra. Tardarán tiempo las heridas en curarse.
Un abrazo, Myriam.
Debo confesarte querida MYR, cuando te leí en le título TRAUMA y conclusiones pensé, a MYR le ha ocurrido como a mi que la ha traicionado el corrector y querido poner TRAMA escribió trauma jaja y no, ya he visto que efectivamente esta novela aborda el trauma que supone sufrir un asesinato en una persona querida, ha sido terrible el peregrinaje demoledor que han debido sufrir tantísimas familias en esta España por culpa de la lacra de ETA, afortunadamente parece que adormece .. no sé si definitivamente, supongo que sí porque no tiene ningún sentido su existencia aunque nunca la tuvo... solo la barbarie empuña pistolas para hacer valer sus ideas. Tremendo este libro.
Gracia mi cielo, siempre te lo digo y es cierto... tus reseñas son verdaderos estudios en profundidad de cada obra que nos regalas.
Un beso inmeeenso sabia ; )
MMuaaaaksS!
PD
Muy divertido el cuento chino/ japonés de abajo jajaja
No, si al final me lo voy a tener que leer... :-)
Besos.
El libro apetece, más cuando lo has promocionado de está forma.
Trauma importante, que no se olvida en mucho años...
Besote guapa
Las relaciones humanas de por si, tan complicadas y si se suma un drama de esta magnitud ,aun se ahonda más en el distanciamiento.
Un libro, que remueve muchas cosas y sobre todo un tema que aun hoy en día no deja indiferente a nadie.
Nada justifica la violencia .-Felicitarte por tus reflexiones que nunca pasan desapercibidas un trabajo hecho con mucho tesón.
Un beso Myr.
Perdonar es necesario para la salud mental pero...es tan difícil.
Besos Myriam
Ese soneto me ha puesto la carne de gallina.Esa niña, ese grito... esa calle.
Abrazo inmenso, Myriam
He vuelto porque fíjate qué casualidad MYR, ayer leía tu entrada y ahora mismo acabo de estar en OTRO BLOG AMIGO que al igual que tú reseña esta novela, a ella le he enlazado tu blog como a ti el de ella, es una fantástica reseñado de libros estupendos, a parte de todo, te gustará.
Otro beso grandísimo !!!
quise escribir " fantástica reseñadora de libros" .. el corrector escribe lo que quiso , ya sabes , me odia; )
Magnífica entrada, Myriam. En el fondo, este mismo libro tiene esa función restauradora de los encuentros que mencionas y sobre los que se debate en Patria. Veo, además, que el bueno de Carlos te ha echado una mano.
Un beso.
Bittori es la que mejor va enfrentando el trauma porque va mirando a la realidad de frente y por eso desea que los otros también lo hagan.
Tanto Xabier, como Nerea y el propio Txato en su ingenuidad y confianza, huyen y evaden el problema. Txato es la víctima mortal, pero sus hijos también lo son y efectivamente Xabier arrastra una culpa, que no tiene, que intenta redimirla con el alcohol y Nerea, está llena de miedo ante una nueva y traumática pérdida, por eso que no es capaz de implicarse de lleno en una relación estable.
Este libro, no solo nos habla del problema del terrorismo en España y el País Vasco, este libro nos habla, en especial, de las personas y las diferentes reacciones que tenemos ante un hecho traumático.
Estupendo poema de Fernando y muy bien traído hasta aquí
Besos
Estoy contigo en que Patria puede servir para superar traumas. Conocer bien las heridas para que cierren bien. Era una reflexión necesaria. Para mí ha sido mucho más que una lectura, he llorado, me he emocionado, he canturreado, he escuchado canciones, no sólo la de Txoria Txori, también infantiles, el Padrenuestro, las canciones que aprendí en las pocas clases de euskera a las que asistí. Un trozo de vida en mi caso. Fue duro vivir el Euskadi de los ochenta, el enfrentamiento llegaba a las escuelas...
Tu entrada me ayudó en la reflexión. Gracias Myriam. Catarsis.
Este comentario general dejó el autor en el FB de Pedro:
Fernando Aramburu dice: Estoy muy agradecido, amigo Pedro, por el esfuerzo y la lucidez de tantas personas del grupo de lectura. Me quito el sombrero. Un abrazo.
Como me siento aludida, aquí lo copio.
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