El tenía todas las papeletas y ella, la urna contenedora. A veces. Otras, a la inversa, también nadaban juntos en el ancho mar de la vida, siempre respetándose y queriéndose, valorando el estar juntos tanto como los espacios de cada uno. Cuando discutían no se humillaban el uno al otro sino que escuchaban y trataban de entender la postura del otro y había reconciliaciones porque a veces cedía ella, a vece él. Mantenían siempre un delicado equilibrio porque ellos sabían El Gran Secreto, por eso pudieron aparecerse en el sueño del escultor y cobrar vida.
Nota: Texto mio, Escultura por León Bronstein
7 comments:
Un bella reflexión sobre la importancia del equilibrio en todos los órdenes de la vida. Real como vida misma. Bss y buen mes de Julio
Preciosa descripcion de un momento magico.
Un beso.
¡Me encanta!
Besos y salud
Eso, eso, es lo que nos falla a lo largo de nuestra existencia.No saber equilibrar o mantener el equilibrio.-Como esta reflexión:a veces él y, otras ella...saber equilibrar.Cuantos conflictos nos evitaríamos verdad?
Una bonita escultura.
Feliz finde Myr.
¡Qué cara de felicidad tenías en Tanger! ¿O era tu doble?
Un abrazo
ABEJITA: Siiiiiiiiiiiii, yo!!!! una pena que no pudieras venir... Fue una maravillosa experiencia en todo sentido - Besos
Ojalá el amor siempre fuera así de sano y en la vida en general.
Un abrazo grande.
mar
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