Tuesday, December 3, 2013

Tránsitos: La partida, la llegada


Se acerca la hora de la partida. Otros llegan. Yo voy, como siempre.   A veces, vengo. En este permanente itinerar,  voy y vengo,  y transito por los aeropuertos, esas enormes plazas parecidas unas a otras con una uniformidad que agobia,  en las que nos cruzamos tantos sin que nos miremos siquiera -como transitas tú sin que te vea o me veas-  cada uno enfrascado en sus propios pensamientos o con la mente en blanco-aletargado-estilo zombi.  La tarde es otoñal - gris, fría, húmeda- y me pregunto si acaso tú te acuerdas de mí cuando    levantas con ambas manos   el cuenco de café recién torrado, humeante, calentito y lo acercas a tus labios. Y no me refiero a que recuerdes el roce de los cuerpos o el color de mis ojos, no, sino a aquella sensación, esa que nos hizo estremecer de vez en cuando.  Hoy te he sentido cerca mío otra vez y me has sorprendido gratamente. A esta edad, los regalos de cercanía emocional se valoran y agradecen doblemente, más cuando la amistad es sólida y profunda. Ya es tarde, sigo mi camino.  ¿Te encuentro en mi próximo aeropuerto?


                                                                                        "Somos seres en tránsito" 


Nota: La foto corresponde a la serie de los 13 aeropuertos  en los que estuve  en este año, 2013.


28 comments:

Tracy said...

Mucha razón tienes al decir que a ciertas edades se valora mucho la cercanía emocional, yo diría que siempre, pero... sí, a ciertas edades, más.
Un beso que va volando hacia donde estés.

Myriam said...

Gracias TRACY por ese beso volador que atrapo con mucha alegría y aquí va el mio para ti. Tienes mucha razón, la intimidad emocional importa a cualquier edad, lo que pensaba cuando escribí el texto al expresarme así es que a nuestra edad (la mediana edad) nos quedamos con lo esencial, suponiendo, desde luego, que hayamos descartado mucho de lo superfluo que nos ocupaba cuando más jóvenes, pero que en su momento creíamos de gran importancia.

Rafa Hernández said...

Suerte la tuya por poder viajar tanto, y que lo hagas durante muchos años más. Besos y abrazos mujer viajera.

De barro y luz said...

Realmente los aeropuertos son una zona de tránsito entre la tierra y el cielo. ¿Acaso el miedo a que sea el último viaje produce ese automatismo reflexivo en los transeuntes?
- "Estoy en tránsito entre una vida, y otra tras el aterrizaje"
- "De todas maneras, vaya bien o mal, em el cielo nos vemos"



Bss

Aristos Veyrud said...

Después que haya amistad sólida y profunda cualquier camino o senda es una dicha y alegría.
Besos Myr!!!

Javier Rodríguez Albuquerque said...

No por favor!!! En un aeropuerto MO!!!
No puedo con los aeropuertos. Nos encontramos en otro lugar, por favor :)
Un beso.

Genín said...

Si, lo malo es cuando estamos llegando al último viaje y lo presentimos...
Besos y salud

Sergio DS said...

Viajo menos, mucho menos, pero es posible que nos hayamos cruzado en un aeropuerto, quizá estuviéramos en la misma cola, así de grande y pequeño es el mundo.

Paco Cuesta said...

Tan frías, tan impersonales como la cena solitaria en el hotel de turno.
Un beso

Gustavo Figueroa Velásquez said...

Nuestro transito por la vida es un constante viaje, bien fisico o emocional; vamos y venimos y los recuerdos se apiñan pero otros se han quedado definitivamente olvidados en algún rincón enfermo del cerebro. Pero, hay momentos en los que uno añora un momento, justo ese momento, que nos hizo estremecer y que quedó grabado en nosotros por encima de cualquier cosa, aeropuerto o lugar del mundo en donde nos encontremos.
¡Bello mi estimada Myriam!
Te dejo un abrazo desde esta Suecia que también es tuya.

Isabel said...

Hermoso, Myriam, y real como tus viajes y tus entradas en el blog.
Me alegro mucho de que sigas y te animo, además de felicitarte por la constancia.

Un fuerte abrazo.

Emilio Manuel said...

Siempre estamos en tránsito hacia la otra vida, si es que existe;los otros tránsitos son intermedios mas o menos agradables.

Saludos

Colotordoc said...

Los aeropuertos son fríos, impersonales, pero nos llevan hacía donde está la esperanza de algo mejor...

Besote guapa

Tramos said...



Tu narrativa me parece tan real, entre hasta el fondo y senti el calor del café, sentí cuanto quisiste tu expresar.

Excelente,

Besos muchos ♥♥♥

Fernando López said...

Somos seres en tránsito. estupendo resumen de lo que somos. Un aeropuerto no es más que parte del camino. Besos

Spaghetti said...

La vida misma está en tránsito, como las aguas de la acequia, como los amores y relaciones, siempre en tránsito.
un bsazo.

MAR said...

Espero todos hayan sidos buenos viajes y que las y los buenos amigos sean para siempre.
Besos y cariños
mar

manouche said...

A veces transitamos à lo ciego, a veces nos toca un rayo de luz rara,el principal es moverse.

LA ZARZAMORA said...

Esos lugares de tránsito, y donde se den, suelen ser los mejores regalos de la existencia, si van acompañados de la amistad y del acercamiento de los recuerdos gratos y seres queridos, es doblemente un regalo que la vida nos ofrece.

Besos, Myr.

Ele Bergón said...

Como bien escribe nuestro común amigo Pedro Ojeda, somos seres en tránsito y quizá nos demos más cuenta cuando viajamos y en especial si se hace con tanta frecuencia y a lugares tan distantes como lo haces tú.

Bonito texto

Un abrazo

Luz

Unknown said...

El tiempo se nos va en viajes de idas y venidas, viajes reales y viajes de vaivenes de la vida, pero tienes razón y mucha en lo que dices de que a ciertas edades ya no valoramos lo mismo que con 20 ó 30 años, yo creo que nos volvemos más exigentes.

Besos, Myriam

Sor.Cecilia Codina Masachs said...

Hola Miriam, pues tienes mucha razón, a medida que cumplimos años sabemos valorar lo esencial, forma parte de nuestra madurez y sabemos vivir con más serenidad todos los encuentros de amistad o amorosos.
Gracias por tu texto
Un abrazo
Sor.Cecilia

Montserrat Sala said...

Querida Myriam. Muchas veces lo he pensado. Con todo lo que te mueves tú per el mundo, seguro que si cuentas las horas de aeropuertos,te resutarán cuantiosos. A los aroppuertos de hoy dia yoo les llamo las nuevas catedrales del del siglo XXI.Mucho trasiego de personas pero poca oración
Un post muy bonito.
Besos entrañables y amistosos

Pamisola said...

Somos seres en tránsito, unos más que otros. Aun sin movernos de la misma ciudad, siempre tenemos que ir a algún sitio.

Muy bonita tu forma de contarlo.

Besos.

virgi said...

En tránsito e inmigrantes. Desde nuestros orígenes, tan lejanos, pero ciertos.
Un abrazo otra vez y muchos besos

Pedro Ojeda Escudero said...

Gracias, Myriam. Para mí es un ogullo que tu serie parta de la mía. Somos, en efecto, seres en tránsito. Nos encontramos en algún apeadero y charlamos.
Besos.

Pedro Ojeda Escudero said...

por cierto, la foto es muy buena

Rayén said...

Me gustó eso de somos seres en tránsito, así es, todo pasa, todo cambia pero el afecto es tan necesario siempre.Sentir la cercanía del otro es sentirse vivo, creo querida amiga.
Un abrazo inmenso desde mi mundo.