Sunday, July 28, 2013

De tortugas y otras cosas


Pasar por el  desierto es necesario. No todo debe ser ruido, barullo, movimiento. Se necesita silencio para escuchar el sonido del viento al  batir las hojas del sauce; se necesita silencio para escuchar el canto del grillo o de la alondra, incluso y aún más, se necesita silencio para escuchar a la propia  conciencia. Es en el desierto, donde el alma aflora y va, luego, en busca del mar, tanto como las tortugas de agua van a él. El mar que trae tus señas, ese mar que es tuyo y mio y que nos vio nacer.


¡Felices vacaciones a todos los amigos que se las toman ahora!


30 comments:

De barro y luz said...

¡Y los oasis donde saciar la sed de la boca y del corazón!

Con el calor que está haciendo... todo es desierto :)


Bss

Emilio Manuel said...

Hola Myrian, pasear por el desierto, o por cualquier lugar, y saber escucharnos y escuchar es fundamental para vivir,lo que es más difícil es saber poner soluciones a aquello que, tras pensarlo y reflexionarlo, no nos ha gustado, si esto último no se hace, no sirve para nada, es un placer inútil.

Lo que no es bueno es la travesía por el desierto esa es dura muy dura y a veces te puede llevar a la nada.

Un abrazo

Isabel said...

Debe ser toda una experiencia estar y contemplar el desierto. Felicidad para ti querida Myriam.

Un fuerte abrazo.

Migue said...

Myrian,
me pone feliz escuchar el canto de los pájaros,ver las ramas de los árboles batirse impulsadas por la brisa.El silencio es buena compañía en los momentos de reflexión, que los necesitamos sin duda.
Las tortugas son ejemplo de subsistencia, además de que... despacio se llega lejos.

Un abrazo.

Abejita de la Vega said...

Es necesario estar a solas con uno mismo. Con las tortugas o con los trigales, como es mi caso. Da igual.

Besos

Montserrat Sala said...

Yo pienso Myriam que en el desierto, no se pueden oir, ni el batir del sauce ni la canción de las alondras, sencillamente, perqué no los hay. Para oir el ruido del silencio también es una buena propuesta, ir a al montaña. subir pero calquier camino hacia arriba, y allí además de sentir la voz de tu conciencia, podrás apreciar el canto del grillo, el batir de las alas de un gorrión, el silbido del de los pinos con el viento, el croar de las ranas en de un torrente de aguas cristalinas, y te podrás pasear encima de una nube de algodón suave y mullido.
¿Se nota que me gusta la montaña? Besos.

LA ZARZAMORA said...

Poco importa el lugar cuando llega ese momento necesario de introspección, para coger impulso, y luego dar el salto, y volar más alto si cabe.
Besos, Myrcita.

Pamisola said...

El ser humano puede aislarse en el más ruidoso y caótico lugar, y hasta sentirse sólo, y a kilómetros de distancia. Sucede a veces.

Muy simpáticas las tortuguitas.
Felices vacaciones.

Besos.

Paco Cuesta said...

Absolutamente necesario, tanto que debíamos tener un desierto en propiedad.
Un abrazo

Colotordoc said...

Hola Guapa:

Definitivamente es necesario estar solo en algún momento...Escucharse y rectificarse uno mismo y volver a emprender el camino.

Besote guapa

Katy said...

Eso mismo voy a hacer yo, desaparecer del mundo virtual hasta setiembre para escuchar el silencio los ratos en los que me dejen, a descansar la mente.
Cuídate y a la vuelta nos leemos
Bss

Tatiana Aguilera said...

Vivo en un país con casi todos los accidentes geográficos, y entre ellos: el desierto. Lo conozco. Estremece su silencio y su absoluta necesidad de vida...Besos Myriam.

Aristos Veyrud said...

Venimos del mar y hacia el mar profundo volvemos, pasando por extensos desiertos. Mar y desierto hermanados y unidos al alma por el silencio allí donde nacen auténticos todos los besos.
Besos querida Myr ja ja ja!!!!!!!!!

Larisa said...

Apunto el consejo. Aunque el silencio a saco hace que afloren las dudas, los dolores, el conflicto. Al menos el silencio de un piso de 24 metros cuadrados. Quizás sea una buena idea lo del desierto. Gracias.

Rafa Hernández said...

Bueno pues yo prefiero una buena piscina que un desierto, aunque en este se medite mejor.

Besos.

María said...

Me quedo con esa frase tuya: "Se necesita silencio para escuchar el sonido del viento y al batir las hojas del sauce", me ha encantado, Myr.

Un beso.

Nómada planetario said...

Hay lugares donde escuchar el diálogo con uno mismo, sin interferencias ni ruidos.
El mar en estas fechas y latitudes es barullo puro.
Besos.

Miguel said...

Yo tengo la suerte de estar junto al mar todo el verano. Y además estoy casi todo el verano de vacaciones. Así que no pido nada más.

Un beso.

María said...

No es que sea necesario mi querida MYR, es absolutamente imprescindible aunque supongo que vale le desierto, la pradera, el pico de una montaña o simplemente una habitación en penumbra para alejarse de todo... hasta de ti mismo.

Te ha quedado un texto preciosamente poético, para desearnos feliz comienzo de vacaciones... graacias cielo, para ti también si es así.



Muaaaaaaaaaaakss!! enoorme.

María said...

Ayyyyyyyyy Dioosssssssss, pero.. pero si son ellaaass... es... Jo! mi querida MYR me dejas alucinada cielo...

Yo... no sé qué decirte... sí, nuestro mar, es verdad.
Bueno... yo... no sé, graaaaaaaaaaaaciaaaaaaaaaass.

Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaksss!! inmensooo
hasta nuestro mar preciosa... nos vemos allí ¿vale? :))


Dulces sueños MYR... gracias por esta preciosa sonrisa.

TORO SALVAJE said...

Silencio y paz.
El desconcierto está lejos.

Buen agosto.

Besos.

Amilcar Luis Blanco said...

El desierto es también y ante todo, pienso porque nunca he estado allí, silencio y soledad, quizás más de lo primero y ocasión propicia para escucharse.
Muy verdadero. Un beso

Alas.Rotas said...

Hola Myriam que tal estas, bonito post nos enviaste con estos calores. Nos traes el viento, el mar, dejando a tras el desierto y en cambio el silencio y la soledad la puedes encontrar en otro sitio. Un beso

I. Robledo said...

Felices dias, amiga... Bellisimas y acertadisimas esas reflexiones...

Un abrazo fuerte

Janeth said...

En silencio aprendemos a ser más justos, más valientes; en silencio aprendemos a ser más inegoístas, más puros; en silencio aprendemos a ser más buenos, más auténticos; en silencio conocemos el valor del silencio.

Marina said...

Gracias guapa
Besos veraniegos.

matrioska_verde said...

¡que bonito Myr y cuanta verdad!

hay que ir hasta la aridez del alma para después retornar al oasís de la vida.

biquiños,

p.d.: espero que estés teniendo un buen veranito.

Prunus said...

Tortuguitas con la casa ca cuestas, la casa que a fin de cuentas es nuestra memoria...volvemos al mar...muy bonito. Gracias.

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Hola Myriam:
Acabo de hacer un pequeño paréntesis en mis vacaciones para revisar el blog. Gracias por pasarte y comentar :)

Pedro Ojeda Escudero said...

Vengo de disfrutarlas para deseártelas felices a ti. Besos.