Monday, February 18, 2013

Lawrence Anthony y el tributo que le rindieron "sus" elefantes salvajes al morir


Lawrence Anthony (1950-2012) fue un conservacionista, ambientalista, explorador y escritor nacido en Johannesburg Sud África  y criado en la Rodesia rural, hoy llamada Zimbabwe, Zambia y Malawui. Por mucho tiempo fue director de la reserva Thula Thula en Zululand, Sud Africa y el fundador de The Earth Organization, un organización  privada de protección al medio ambiente y desarrollo científico.

En su libro "The elephant whisperer" relata como se dedicó a salvar y rehabilitar elefantes salvajes. Para curar las manadas descontroladas que llegaban a él a su reserva Thula Thula como último recurso (descontroladas por las vejaciones que habían sufrido en mano de malvados cazadores) decidió  dormir y comer junto a ellas para que ganaran su confianza, logrando calmarlos como ningún otro hombre lo había hecho. Su fama  como experto en elefantes se extendió y elefante que había que curar, se lo enviaban a él.




Los biólogos y  etólogos saben que los elefantes se despiden de sus compañeros fallecidos con una ceremonia de duelo que la realizan en un lugar "secreto" o mejor, dicho, privado. Esto no es nuevo, desde hace mucho que es sabido. Lo realmente sorprendente fue que al fallecer su gran amigo Lawrence Anthony en marzo del año pasado, dos de las manadas salvajes que estuvieron  hacia mucho tiempo bajo su cuidado, rehabilitación  y cariño,  en procesión solemne, como lo muestra la primera foto, marcharon durante 12 horas unos 20 km, hasta la reserva de Thula Thula a rendir tributo a su amigo muerto. Primero llegó una manada, luego la otra y estuvieron dando vueltas en la propiedad durante dos días sin comer ni beber y luego se fueron por donde vinieron. Pero... ¿Cómo supieron que su amigo había fallecido?  ¡Y después que me digan que los animales no tienen corazón....!











Fuentes art 1, art 2  y   art 3  

Notas: Las  dos primeras fotos  fueron tomadas  por la familia de Lawrence Anthony que fue testigo del suceso.  La tercera es una digitalización de la tapa de su libro: "Elephant Whisperer" (El que murmura al oído de  los elefantes).

26 comments:

De barro y luz said...

Cuando muera el rey de España harán algo parecido... pero para celebrarlo.

Bss

Paco Cuesta said...

¡Asombroso! Myriam. Asombroso.
Un abrazo

matrioska_verde said...

me quedo anonadada con la noticia, Myr, es impresionante... ¡cuanto tenemos que aprender de los animales!

¡cuanta lealtad!

muy hermoso.

biquiños.

Fernando López said...

Interesantísimo Myriam. Los animales son más humanos de lo que parecen. Besos y buena semana

Javier Rodríguez Albuquerque said...

No sé dónde leí el otro día que un diputado había dicho que los animales no tienen derechos.
Sin comentarios.
Un beso.

Kety said...

Myrian, tenía entendido que los elefantes poseen una gran memoria, leyendo este relato, también poseen buenos sentimientos. Mejores que muchos humanos.

Besos

manouche said...

Maldida educacion que nos hace olvidar el mas importante del animal que somos!

TORO SALVAJE said...

Perros, gatos, elefantes, pájaros, tortugas... todos son mejores que nosotros.

Besos.

Unknown said...


Es muy interesante, no tenía ni idea de que esto fuera así.

Es entrañable, parece mentira que los animales tengan el instinto de agradecimiento o amistad tan desarrollado, me parece un hecho precioso.

Besos y gracias por compartirlo.

Colotordoc said...

Los elefantes tienen memoria y sentimientos. Está demostrado en muchos estudios. Guardan luto como nosotros y además, como los delfines se llaman por nombre. No olvidan incluso todo lo que le hacen. Incluso los que están en los zoológicos.

Besote guapa

Gustavo Figueroa Velásquez said...

Por eso mismo, Myriam, tenemos muchas más razones para amar a los animales y, en general, con todo nuestro entorno.
Apasionante historia!
Recibe un abrazo.

Katy said...

No lo sabemos todo sobre los animales pero seguro que además de intuición que tienen mucha también tienen sentimientos como lo han demostrado muchas historias concretas.
Bss y buena semana

Spaghetti said...

Tienes que presentar a este Lawrence de la jungla al rey de España...creo que no le conoce.
bssoss

Humberto Dib said...

Me encantó, Myriam, un libro que seguramente vaya a leer.
Un beso.
HD

María Pilar said...

Sorprendente y maravilloso, Myriam.
Feliz semana. Un abrazo.

Merche Pallarés said...

¡Qué belleza de historia! Y, sí, ¿cómo supieron que había fallecido? Misterios de la naturaleza... Besotes, M.

Gala said...

Que impresionante el relato. Además de verídico.
Si, para que luego digan que los animales no tienen corazón, tienen y un instinto impresionante que nosotros con toda nuestra inteligencia no somos capaces de comprender.
La verdad es que es sobrecogedora la historia.

Besitos mediterráneos.

Nómada planetario said...

Es apasionante la historia de estas manadas de elefantes, al igual que de la de L. Anthony.
Besos en un día para borrar del calendario.

Anonymous said...

Estas historias me emocionan...tengo la piel de gallina amiga.
Ya me gustaría a mi que los humanos se parecieran un poco a ellos, los llamados animales.

Para detenerse y reflexionar, no crees?

Un besote!

giovanni said...

Impactante e interesante, esa ceremonia de duelo. No la teníamos cuando murió nuestro padre (en 1955), pero sí cuando murió nuestra madre (en 1986).
Besos

Aristos Veyrud said...

La naturaleza en su absoluta bondad siempre nos está dando ejemplo y enseñanzas, ojalá el ser humano en alguna oportunidad y ocasión de la historia pueda entender, ya sabemos que el rey español es caso perdido.
Abrazos Myr sabia y conmovedora publicación!!!

María said...

Increíblemente conmovedora esto que nos has contado, los animales, serán lo que sea pero son seres vivos que sienten, ningún hombre sabe hasta donde y cómo, esto demuestra que muchísimo más de lo que imaginamos.


Gracias MYR un beso enoooorme tamaño elefante.


Siempre un placer, sieempre.

LA ZARZAMORA said...

Son mucho mejores que nosotros, sin lugar a dudas...

Besos, Myr.

Mariluz GH said...

Para que luego siga diciendo Toni Cantó, "nuestro" actor-político particular, que los animales no tienen derecho a la libertad ni a la vida.

Nunca dejamos de aprender de ellos... qué hermosa entrada. Gracias

un abrazo

CHARLES said...

Ciertamente no me sorprende que estos animales sean capaces de hacerlo, ellos y muchos otros en sus relaciones con humanos y sus semejantes. Lo que me sorprende es que aún haya personas que se sigan emocionando tanto o más que yo al leer alguno de estos acontecimientos. Gracias por tu preciosa entrada y felicidades por el acierto.

Pedro Ojeda Escudero said...

Los elefantes siempre me han parecido unos animales muy humanos.
Besos.