Aún recuerdo la última lluvia de invierno arropada en el viento que golpeaba con fuerza los cristales de ese piso once. Me asomé a la ventana y vi tu imagen delinearse. Era el mar, al fondo, que me la traía con sabor a olas. Era el mar, me dije, y envuelta en una ola, regresé a sentarme en el sillón de mi odontóloga.
21 comments:
Se derriten esos edificios como un azucarillo.
Cuando cesó la lluvia, la odontóloga estaba allí.
Que llueva, que llueva...
Besos
Uuuuyyyy... ¿No estarías bajo los efectos de la anestesia y con alucinaciones? No sé, no sé, una ola hasta el piso once... ¡Aunque igual era un tsunami!
Besotes, Myriam.
Poesía bucal.
Me gusta.
Besos.
Myriam que buena vista tienes, désde el piso once y lo viste...jajaja.Que falta hace que llueva por estos lares.
Un abrazote grande*;*
¡Qué ruina de ciudad! ¿Dónde es? No creo que sea en Israel ¿o sí? Besotes, M.
Me encantan las fotos distorsinadas por la lluvia en un cristal.
Un beso.
qué foto más triste
solo cemento parado
y un mar descolorido de fondo
y es que a veces la lluvia trae fantasmas que nos inquietan
gracias por tus huellas silentes en mi espacio, te ví entrar
buena semana
Oh, incluso se puede poetizar el drama odontologico...
Increiblemente bello, amiga
Un abrazo fuerte
Hola Myriam, gracias por estar a mi lado. Una visión dantesca, pero me ha gustado tu forma de tomar la anestesia jaja!!.
Te cuento por correo.
Con gran ternura te dejo mi beso
Sor.Cecilia
Curioso poema!
Felices Pascuas.
un abrazo.
maite
Parece que ir a la consulta te inspira. Bendita lluvia que aquí no llega.
Besos, Myriam
La realidad, tozuda como siempre, termina imponiéndose.
Me inquieta la foto, los grises se agolpan en la mirada y temo esos colores.
La lluvia es el llanto de las nubes, y el mar las besa y las acuna en su cuerpo de algas y caracolas...
Un beso Myriam.
Qué sensación. No me esperaba el final, te lo digo de verdad...Pero he sonreido al observarme...
Un abrazo enorme
Y ese sillón es el mejor sitio para disfrutar del romanticismo de tu visión???... Jo!... por lo menos haberte ido a la salita de espera, cierras los ojicos y que siga el odontgólogo con otro cliente... Cuando terminaras el éxtasis, que continuara contigo... que digo sho. jeje
Besibrazos
Por acá llueve y llueve, espero que desde otro punto de vista vuelvas a encontrar su imagen.
Besitos.
Nada como la lluvia para traernos recuerdos, lástima que haya que despertar a la cruda realidad.
Un abrazote Myr
poética realidad.
cualquier lugar es bueno para dejar que llegue la mágica lluvia hasta nuestro corazón...
biquiños,
Quizá las odontólogas comprendan mejor la razón de la lluvia...
Besos.
Lo bueno ,es que no te ahogaste...
Que placer ver esa lluvia comodamente sentada desde este lado del vidrio, no??? No sé porque me transmiten tristeza esas imágenes!
Beso
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