Tuesday, April 3, 2012

¿Lluvia?



Aún recuerdo la última lluvia  de invierno  arropada en el viento que golpeaba con fuerza  los cristales de ese piso once. Me asomé a la ventana y vi tu imagen delinearse. Era el mar, al fondo, que me la traía con sabor a olas.  Era el mar, me dije, y envuelta en una ola, regresé  a sentarme  en el sillón de mi odontóloga.


21 comments:

Abejita de la Vega said...

Se derriten esos edificios como un azucarillo.

Cuando cesó la lluvia, la odontóloga estaba allí.

Que llueva, que llueva...

Besos

Asun said...

Uuuuyyyy... ¿No estarías bajo los efectos de la anestesia y con alucinaciones? No sé, no sé, una ola hasta el piso once... ¡Aunque igual era un tsunami!

Besotes, Myriam.

TORO SALVAJE said...

Poesía bucal.
Me gusta.

Besos.

Bertha said...

Myriam que buena vista tienes, désde el piso once y lo viste...jajaja.Que falta hace que llueva por estos lares.

Un abrazote grande*;*

Merche Pallarés said...

¡Qué ruina de ciudad! ¿Dónde es? No creo que sea en Israel ¿o sí? Besotes, M.

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Me encantan las fotos distorsinadas por la lluvia en un cristal.
Un beso.

lichazul said...

qué foto más triste
solo cemento parado
y un mar descolorido de fondo

y es que a veces la lluvia trae fantasmas que nos inquietan

gracias por tus huellas silentes en mi espacio, te ví entrar
buena semana

I. Robledo said...

Oh, incluso se puede poetizar el drama odontologico...

Increiblemente bello, amiga

Un abrazo fuerte

Sor.Cecilia Codina Masachs said...

Hola Myriam, gracias por estar a mi lado. Una visión dantesca, pero me ha gustado tu forma de tomar la anestesia jaja!!.
Te cuento por correo.
Con gran ternura te dejo mi beso
Sor.Cecilia

Maite said...

Curioso poema!

Felices Pascuas.

un abrazo.

maite

virgi said...

Parece que ir a la consulta te inspira. Bendita lluvia que aquí no llega.
Besos, Myriam

Paco Cuesta said...

La realidad, tozuda como siempre, termina imponiéndose.

Tatiana Aguilera said...

Me inquieta la foto, los grises se agolpan en la mirada y temo esos colores.
La lluvia es el llanto de las nubes, y el mar las besa y las acuna en su cuerpo de algas y caracolas...
Un beso Myriam.

mj said...

Qué sensación. No me esperaba el final, te lo digo de verdad...Pero he sonreido al observarme...
Un abrazo enorme

guillermo elt said...

Y ese sillón es el mejor sitio para disfrutar del romanticismo de tu visión???... Jo!... por lo menos haberte ido a la salita de espera, cierras los ojicos y que siga el odontgólogo con otro cliente... Cuando terminaras el éxtasis, que continuara contigo... que digo sho. jeje

Besibrazos

Angeles said...

Por acá llueve y llueve, espero que desde otro punto de vista vuelvas a encontrar su imagen.
Besitos.

Belkis said...

Nada como la lluvia para traernos recuerdos, lástima que haya que despertar a la cruda realidad.
Un abrazote Myr

matrioska_verde said...

poética realidad.

cualquier lugar es bueno para dejar que llegue la mágica lluvia hasta nuestro corazón...

biquiños,

Pedro Ojeda Escudero said...

Quizá las odontólogas comprendan mejor la razón de la lluvia...
Besos.

L. said...

Lo bueno ,es que no te ahogaste...

Anonymous said...

Que placer ver esa lluvia comodamente sentada desde este lado del vidrio, no??? No sé porque me transmiten tristeza esas imágenes!

Beso