Friday, November 5, 2010

de como Cervantes hace puré al apócrifo de Avellaneda en 9 pasos. Parte 1

Introducción: 

Vamos a ver en  este análisis  como Cervantes - que con seguridad se sintió extremadamente dolido e indignado con la aparición del  falso de Avellaneda - desde el mismo momento en que decide destruirlo  desde dentro de su propia obra en la que lo introduce en un momento determinado,  Cervantes va subiendo el tono del disgusto  y utiliza una serie de recursos para atacarlo desde todo ángulo posible -hasta con ensañamiento, diría yo- para hacia el final de la Obra, en un gesto de burla teñida de falsa generosidad, "perdonar" a Avellaneda  por boca de DQ/Alonso Quijano  en la última cláusula  de su testamento en lecho de  muerte y colgar -para siempre y por siempre-  la pluma que usara el relator de la historia de DQ, el Cide Hamete Benegeli.

Cervantes tomó conocimiento de la publicación de una segunda parte de Su Novela bajo el pseudónimo de Alonso Fernandez de  Avellaneda. Su autoría fué atribuida por el mismo Cervantes a Jerónimo Gines de Pasamonte, un soldado aragonés nacido en 1553 y quien  fuera compañero de milicias de Cervantes,  que participara en la batalla de Lepanto (1571), en la Toma de Tunez ( 1573) etc,  que fuera también apresado por los turcos y pasara 18 años remando en las galeras. En 1593,  sg Riquer en "Cervantes, Pasamonte y  Avellaneda",  Pasamonte hace circular un manuscrito en el que  se atribuye el comportamiento heroico de Cervantes. Como hemos podido leerlo, Cervantes se vengó de esta usurpación,  retratándolo como el  galeote malo llamado Gines de Pasamonte, en   el capitulo 22  de la Primera Parte, cosa que le impide  a Pasamonte la publicación de ese manuscrito para evitar ser reconocido en la satirización que de él hace Cervantes. Más adelante volverá una vez más  a aparecer el galeote, disfrazado de Pedro, el titiretero, en el cap.  2, 27.  Pasamonte, sg Riquer, se venga de Cervantes publicando  La segunda parte del Quijote bajo el seudónimo de Avellaneda. Yo parto de la premisa de que  ha quedado suficientemnte probado que Pasamonte es Avellaneda. El círculo literario de la época era pequeño; todos se conocían, por eso no tiene nada de raro que Cervantes supiera muy bien quien se ocultaba tras ese pseudónimo.

Como decía, después de haber tomado conocimiento Cervantes de este apócrifo, éste decide que la mejor forma de destruirlo, es dentro de su propia obra y con su propia pluma. Lo hace magistralmente en los nueve pasos que veremos a continuación y  para lo que utiliza:   la descalificiación, la desacreditación, la  sátira, la ironía, la oposición, el señalamiento (nos señala continuamente a nosotros los lectores que estemos atentos a las diferencias de entre los personajes) etc.

Desarrollo:

Capitulo 2,59  - Noticia escrita del apócrifo y diferenciación. La introducción  por parte de Cervantes en  2, 59  no es al azar. Nada en la Obra de Cervantes  lo es. Para empezar, lo hace después del Capítulo de la fingida Arcadia, ya afuera de La casa de los Duques. ¿Significado?  DQ y S habían sido aplastados al final del capítulo por un tropel de toros que como nos ha explicado Pedro, reepmplazó al original de cerdos. Un vez más para DQ y S,  la realdidad se impone a golpes en el más cruel realismo: muerden polvo.

¿Dónde  exáctamente nos lo presenta?   Lo hace en la venta que DQ ve como venta y no como castillo. Otra prueba de como la realidad ( cordura) se impone en DQ. Por su lado Sancho aclara al huesped al pedir la cena que su señor come poco y que  él no es tragantón en demasía. Qué conste esta diferencia  con el S de Avellaneda que lo retrata "soez, estúpido, sucio y glotón " (sg Nota 12 de Riquer  2,59)

Primer paso: Cervantes  hace que otros confirmen que su DQ y S  son los verdaderos. para ello, Cervantes crea dos personajes Dn Jerónimo   y Dn Juan que descalifican el apócrifo, como una mala lectura, despúes de haber leido la Primera parte del Quijote de Cervantes:
 
Don Qujote oye desde su aposento separado por un sutil tabique la conversación en el de al lado que se da entre Dn Jerónimo  (quien comparte nombre de pila con Pasamonte, el verdadero autor del Apócrifo) y Dn Juan.  Este le dice al primero "en tanto que trae la cena leamos otro capítulo de la segunda parte de D Q de la M".  Dn Jerónimo   le responde "¿Para qué quiere vuestra merced, Señor Don Juan que leamos estos disparates? Y el que hubiere leido la primera parte de la historia de Don Quijote de la Mancha no es posible que pueda tener gusto en  leer esta segunda" . Resulta muy irónico por parte de Cervantes - y una gran burla- hacer  que sea justo Dn Jerónimo que diga lo malo que es ese libro.

Juan: "Lo que a mí más me desplace es que pinta a DQ ya desamorado de Dulcinea del Toboso"    que da pié a que DQ, el de C, alegue su amor  por ella.  (Según nota 7  Riquer 2,59 "Avellaneda incapaz de mantener la sutil fig. de Dulcinea, hizo que DQ renunciara a ella y adoptara el nombre de caballero desamorado").

 Dn Jerónimo y Dn Juan acreditan a los personajes de Cervantes como los verdaderos y desvalorizan los personajes del apócrifo: Ambos personajes entran al aposento de DQ y le echan los brazos al cuello de DQ.

 Uno de ellos que arrojando los brazos al cuello de DQ le dice "sin duda, vos señor sois el verdadero Don Quijote de la Mancha, norte y lucero de la andante caballería a despecho y pesar del que ha querido usurpar vuestro nombre y aniquilar vuestras hazañas como lo ha hecho el autor de este libro que aquí os entrego"

Ambos personajes DQ y S de Cervantes protestan por la representación que Avellaneda hace de ellos:

DQ lo hojea y desde el vamos ve tres cosas diganas de reprensión: 1- prólogo; frases en contra de Cerv. 2- El lenguaje aragonés y 3- que le cambia el nombre a Teresa Panza por Maria Gutierrez.  Nótese que Cerv mismo le cambió el nombre a la mujer de Sancho que en la primera parte la llamó Juana.

Sancho también protesta el mal retrato que Avellaneda hace de él: comedor, simple y nada gracioso, tan diferente al de  Cide Hamete Benegeli.

DQ agrega:   "retráteme el que quisiere pero no me maltrate; que muchas veces suele caerse la paciencia cuando la cargan de injurias" Una muestra clara de como Cervantes  consideraba que Avellaneda había tratado de mal a sus personajes.

Don Quijote  da por leido y  confirma por todo necio al apócrifo:  Dn Juan quería que DQ siguiera leyendo el libro para ver las cosas que lo desencantaban, pero DQ lo da por leido y por necio porque no quiere siquiera que llegue a oidos de Avellaneda que él leyó algo de su libro. Y aclara el porque: " pués de las cosas obsenas y torpes, los pensamientos se han de apartar, cuanto más los ojos Por lo mismo, DQ cambia  su itinerario y no pondrá los pies en Zaragosa y continúa diciendo "y así sacaré a la plaza del mundo la mentira dese historiador moderno y echarán de ver las gentes como yo no soy el DQ que él dice". Es decir, mostrando que la caracterización de sus personajes principales es poliédrica  y que la   narración se ha complejizado, Cervantes nos señala a nosotros los lectores que estemos atentos a las diferencias entre sus personajes y los de Avellaneda.

Dn Jerónimo y Dn Juan se despiden de Dq y S y quedan convencidos de que éstos son los verdaderos DQ y S:  "y verdaderamente creyeron que éstos eran los verdaderos DQ y S y no los que describía su autor aragonés"

Capítulo 2,60 - Cambio de destino. Más diferenciación. 
Segundo paso:  Cervantes  siente la necesidad de apartarse aún más del apócrifo y  por eso cambia de destino, complejizándo la narración y llevándola al límite de lo  posible.  Nuevo destino Barcelona, porque era "tal el deseo que tenía de sacar mentiroso aquel nuevo historiador que tanto decían que le vituperaba". Como sabemos, aquí Cervantes hace un fiel retrato de como era la sociedad de la época y de los problemas que la acusiaban.

Capítulo 2,61 - Recibimiento de los verdaderos DQ y Sancho.  Tercer Paso: Recibimiento del  verdadedo y valeroso DQ de La Mancha, no el falso, no el ficticio, no el apócrifo  a la entrada de Barcelona por un avisado de Roque Guinart.  "Bien sea venido, digo,  el valeroso DQ de la M: no el falso, no el ficticio, no el apócrifo que en falsas historias estos días nos han mostrado, sino el verdadero, el legal y el fiel que nos describió Cide Hamete Benengeli, flor de los historiadores"

 DQ no le responde pero cuando los servidores de Roque Guinart hacen en torno a ellos un círculo,  se da vuelta DQ y le dice a Sancho "Estos bien nos han conocido: yo apostaré que han leido nuestra historia y aún la del aragonés recién impresa". 


 Mañana veremos los 3 siguientes pasos


Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia. © Myriam Goldenberg.  

11 comments:

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ said...

Me gusta muchiiiisimo tu forma de verlo Myr. Si, es cierto: Cervantes hace polvo al apócrifo de Avellaneda.

Estupendo post.

Besos.

RAMPY said...

Hola, Myriam, a mí también me ha encantado el post. Un beso.

Merche Pallarés said...

¡Excelente! Espero ansiosamente la continuación... Besotes, M.

Paco Cuesta said...

Cervantes hace demostración magistral del juego intertextual posible entre ambas obras desbaratando una por una todas las pretensiones de Gines-Avellaneda (o quién quiera que fuese).
Un abrazo. ¡Hasta mañana!

Pedro Ojeda Escudero said...

Excelente perspectiva, querida Myriam: todo un regalo este acercamiento desde el análisis psicológico de la reacción cervantina y su tratamiento literario. Espero con muchas ganas la continuación.

pancho said...

Excelente trabajo sobre algo que hemos ido leyendo y comentando repartido en diferentes capítulos. Impresiona verlo así, todo junto. Mucho debió molestarle, incluso lo menta después de muerto DQ.

Un libro de esa envergadura, lo tengo delante, no lo escribe un don Nadie, por muchas ideas que cogiera del original.

Estaremos atentos a la siguiente entrega.

Un abrazo.

Anonymous said...

Interesante la forma en que se muestra! te deja pensando!

Gracias por esta reflexión.

Besos y lindo fin de semana.

Janeth said...

Muy complacida de leer tus interesantes puntos, Me gusta la forma en que Cervantes inpugna la obra de Avellaneda.

Este falso Quijote es comentado por Cervantes en el prólogo de la segunda parte y también lo menciona en diálogos de los personajes de la misma.

El Quijote de Avellaneda se convirtió en un libro maldito y Fernández de Avellaneda fue muy criticado y tardó casi un siglo en volver a imprimirse.

Asun said...

¡Qué sorpresa! ¡Cambio de look en el blog! Se ve que le has regalado un fondo de cabecera nuevo, con tréboles de cuatro hojas, para su cumple. La suerte y la esperanza unidas. Muy bonito.

Bueno, voy a centrarme en la entrada, que es a lo que he venido.

A Cervantes se le ve realmente dolido para atacar tan reiteradamente y de formas tan variadas a su impostor.
Me ha encantado ver cómo analizas cada una de las frases y ssituaciones en las que Cervantes aprovecha para desprestigiarlo.

Voy a por la segunda entrega.

Besos

Aristos Veyrud said...

"pués de las cosas obsenas y torpes, los pensamientos se han de apartar, cuanto más los ojos" esto lo puede decir un enamorado como don Quijote constityéndose para mí en la más dura crítica contra Avellaneda que pasa a ser un desamorado, el mismo se puso la soga al cuello.

Manuel de la Rosa -tuccitano- said...

Yo hubiese jurado....vamos que estoy seguro que aquí dejé mi huella...de todas formas decía algo así:
"Siempre he dicho que la presencia de una psicóloga en la lectura de los jueves era fundamental en el grupo tertuliano...y ahora más que hemos finalizado...más de uno podemos contagiarnos de un pseudo síndrome de Estocolmo...y necesitaremos de tu ayuda"

Dejando a un lado la broma, tu entrada es sin duda muy pedagógica y resume la defensa que Cervantes ha hecho de su obra...besos

Pd: ahora me aseguraré de que esta maldita máquina deja mi huella