Wednesday, December 30, 2009

Entre líneas y sombras



Entre líneas y sombras
me encuentro en tus palabras
que me atrapan, me arrastran
y acarician como cálida brisa
muy sentida que en mi piel
penetra indecorosa y atrevida.

Y sin embargo,
¿puede captarse la nube
en un suspiro?
¿puede el viento acaso,
susurrar tu nombre?
¿puede el mar golpear
contra la roca y desgranar
tormentos, tristezas, latitudes,
para aflorar en múltiples
estrellas que tallarían
el sutil y veleidoso
manto de la noche?

Entre líneas y sombras
me encuentro en tus palabras
y me pierdo.




Marianne Gambell


Feliz Año Nuevo 2010
les deseamos en y desde de amores y relaciones.
Foto de Myr en Rosh Hanikrá, extremo Norte, Israel.


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Thursday, December 24, 2009

Ráfagas



Si he de morir,
queriendo vivo
en la loca pasión
del desenfreno,
deshojo tempestades
hasta hallarte
cascadas de sol
cielo, torrente, vino.

Llego de lejos
para amarte
enredada en la fría
tangente de tus llagas...

Monte, ocaso, brisa:
chispas de luz, fogata plena
danzan las llamas,
crispan las horas.
Vierten las sombras
fugaces del delirio:
cálidas ráfagas
de ilusión temprana.





Marianne Gambell


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Saturday, December 19, 2009

"Ego te absolvo" y una forma de chantaje emocional en el Cap 2,28 del Quijote

Tomo el guante que arroja Pedro Ojeda, quién nos guía desde su blog La Acequia en la Lectura colectiva del Quijote : trataré de dar una respuesta de como se pueden manipular las emociones de una persona analizando el diálogo de DQ y Sancho de este capítulo en las que ésta situación se produce.

Hablamos de chantaje emocional cuando en una relación entre dos personas uno chantajea y el otro le sigue el juego, es decir que éste acepta los términos del chantaje por miedo al abandono, a ser rechazado o no querido o, por exceso de responsabilidad para con esta persona. El que efectúa el chantaje, tiene el poder, aún en el caso de mostrarse débil.

Accedemos a la manipulación del chantajista _ que implica forzar, generar culpa, amenazar, dar lástima_ porque ésta nos genera angustia. Al comprar ese efímero alivio estamos firmando un pacto que configura un patrón de comportamiento del que es muy dificil escapar y que se retroalimenta en espiral negativa. Perdemos nuestro norte: dejamos de confiar en nuestra propia intuición, en nuestra entraña y accedemos a términos en contra de lo que es legítimo y razonable para nuestro bienestar emocional. La relación se convierte en una relación tóxica, autodestructiva.

Quedamos atrapados en las redes, redes que se van cerrando conforme pasa el tiempo y nos van asfixiando, hasta que, en un último intento por salvar nuestra vida, tomamos una bocanada de aire, cobramos algo de fuerza y logramos liberarnos, quienes tenemos la suerte de lograrlo; la mayoría "perece en el intento-no-intento": por ej. se enferma psiquicamente.

Quizás el mismo Cervantes fuera un sobreviviente, quizás y en todo caso creo: sabía de lo que hablaba por boca de sus personajes.

Veamos como Don Quijote manipula los sentimientos de Sancho cuando éste le manifiesta que desea dejarlo y volver a su casa:

DQ comienza minimizando el dolor de Sancho, que además, fué mayor por el abandono de DQ anulando su propia responsabilidad en ese abandono que ni siquiera es mencionado aquí y en otras partes del capítulo justificado:"_ Haría yo una buena apuesta con vos, Sancho_ dijo DQ_ que ahora que vais hablando sin que nadie os vaya a la mano, que no os duele nada en todo vuestro cuerpo. Le permite hablar libremente generando confianza y aludiendo al valor terapéutico de la palabra: Hablad hijo mío, todo aquello que os viniere al pensamiento y a la boca; que ha trueco de que a vos no os duela nada, tendré yo por gusto el enfado que me dan vuestras impertinencias. DQ se muestra solidario: Y si tanto deseais volveros a vuestra casa con vuestra mujer y hijos, pero genera muy sutilmente culpa: no permita Dios que yo os lo impida; dineros teneis mios; mirad cuánto ha que esta tercera vez que salimos de nuestro pueblo, y que lo libera pero S, debe pagarse a sí mismo luego de hacer la cuenta ( no vaya a ser que DQ se ensucie las manos con dinero, él es el amo, S. el criado: se lo recuerda) y le tira línea: y mirad lo que podéis y debéis ganar cada mes, y pagaos de vuestra mano".

S. muerde el anzuelo: _" Cuando yo servía_ respondió S_ a Tomé Carrasco [...]"

DQ se muestra comprensivo y da la impresión de que accederá a las demandas de S.: _"Confieso_ Dijo DQ_ que todo lo que dices, S. sea verdad. ¿Cuánto parece que os debo dar más de lo que os daba Tomé Carrasco?"

Sancho le responde confiado, que con dos reales más por cada mes se tendría por bien pagado en cuanto al salario de su trabajo y otros 6 reales por la promesa incumplida del gobierno de la ínsula.

DQ accede aparentemente a pagarle los 25 dias desde que salieron del pueblo. Aquí S. exagera quizás creyendo que va aconseguir lo que quiere: S. argulle que la promesa de la ínsula debe mantenerla desde el día en que DQ se la prometió. Pero no están de acuerdo : 20 años y pico para S y 2 meses para DQ.

DQ cuya retórica es mil veces superior y además conoce muy bién las debilidades de S, le responde generándole culpa de forma más marcada que antes: "Ahora digo que quieres que se consuman en tus salarios el dinero que tienes mío; y si esto es así y tu gustas de ello, desde aqui te lo doy, y buen provecho te haga; que a trueco de verme sin tan mal escudero, holgáreme de quedarme pobre y sin blanca. pero dime, prevaricador [....] Empieza la amenaza: Entrate, entrate malandrín, follón y vestiglo que todo lo pareces , éntrate digo, por el mare magnum de sus historias; y si hallares que algún escudero haya dicho, ni pensado, lo que aquí has dicho, quiero que me la claves en la frente y, por añadidura, me hagas cuatro mamonas selladas en mi rostro. La amenaza sube de tono: Vuelve las riendas, o el cabestro, al rucio, y vuélvete a tu casa; porque un sólo paso desde aquí no has de pasar más adelante conmigo. ¡oh mal conocido! !oh promesas mal colocadas! . Lo humilla: Oh hombre que tiene más de bestia que de persona! Coaxiona más mintiendo: ¿Ahora cuando yo pensaba ponerte en estado, y tal, humilla a la mujer de S.: que a pesar de tu mujer y como lo subiría de estado a él, generando expectativa: te llamaran señoría, te despides? y reafirma la mentira: ¡Ahora te vas, cuándo yo venía con intención firme y valedera de hacerte señor de la mejor ínsula del mundo? Lo continúa humillando y amenazando: En fin, como tú has dicho otras veces, no es la miel......etc , Asno eres, y asno has de ser, y en asno has de parar cuando se te acabe el curso de la vida; que para mí tengo que antes llegará ella s su último término que tu caigas y des en la cuenta de que eres bestia".

¿Cómo reacciona S: a las crueles palabras de DQ? Compungiéndose de manera que le vinieron lágrimas a sus ojos. Acepta ser humillado reconociendo que es un asno al que sólo le falta la cola. Es más, le dice que si DQ quiere ponérsela, él le servirá como jumento todos los días que le quedan de su vida. Y promete enmendarse, todo con tal de quedarse al lado de DQ.

DQ Se muestra magnánimo y pone las condiciones desde su posición superior: [...] Ahora bien_ le dice DQ_ Yo te perdono con que te enmiendes y con que no te demuestres de aquí en adelante tan amigo de tu interés, sino que procures ensanchar el corazón y te alientes y animes a esperar el cumplimiento de mis promesas, que, aunque se tarda, no se imposibilita"

A lo que Sancho responde que SI a todo, que si lo haría aunque sacara fuerzas de flaqueza. Con esta respuesta, el pacto está firmado y el chantaje sellado. El duo DQ-S queda indefectiblemente encadenado. No será el uno sin el otro; amo y criado, compañeros de aventuras, pero dudo de que Sancho vuelva a atreverse a reclamarle algo de su bien merecido salario en lo que queda de la novela.


Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia. © Myriam Goldenberg.  
 

in tempore solvitur







Silenciosa quietud, serenidad, sosiego
del árbol que nos mira y nos cobija.
Los sonetos perdidos de otros tiempos
gimen por su dolor incomprendido.
Restos de paja y barro deja el río,
trina el ave al asomo de su nido.
Racimos de luz ensombrecida
reflejan el vaivén de tus palabras.
La cadencia de siglos en espera
penetra como llaga en mis heridas.
Mi sangre se entremezcla con la tuya
en forma de rosa aflora ahora
y laten corazones enlazados
en nuevas dimensiones siderales.



Marianne Gambell


Foto mía.


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