"El cortinado carmesí" cuyo título original es "Le rideau cramoisi" (texto enlazado aquí) es una novela corta escrita por Jules de Barbey d'Aurevilly, que forma parte del conjunto de seis publicadas en 1874: "Les Diaboliques" aunque algunas de ellas ya habían sido publicadas anteriormente de forma independiente. Dicho sea de paso, el título de ésta compilación hace alusión al tipo de mujeres representadas por Barbey en cada una de las novelas que daría de por sí para un análisis aparte.
De 52 años, el vizconde de Brassard -nombre ficticio que emplea el narrador para, supuestamente, preservar su identidad- relata a su compañero de viaje un recuerdo, al detenerse el carruaje tirado por cuatro caballos en el que ambos viajaban a causa de una avería justo frente a una casa con una ventana de cortinado carmesí, que es la que dispara el recuerdo de una trágica experiencia vivida por el Vizconde cuando éste tenía 17 años y -el ahora Capitán- era subteniente del Ejército Francés en la época del Imperio de Napoleón I. La voz narradora es la del receptor de este recuerdo que nos lo narra intercalando diálogos con el vizconde que nos traen al presente, para que no perdamos la locación temporo-espacial que enmarca relato.
Según lo que Leda Schiavo menciona en el prólogo de la Ed Austral, 2009 de la Sonata de Otoño que manejo, en su momento Valle-Inclán fue acusado por algunos críticos de su época de plagiar esta historia en la que bien pudo haberse inspirado y aún ido un poco más allá estableciendo con ella un diálogo intertextual. Es más, yo diría que es prácticamente imposible que al estar nosotros en permanente en contacto con el medio no seamos estimulados por nuestras lecturas, películas que visionamos, música que oímos, actualidad, publicidad, etc, etc. y no tomemos inspiración en aquello que despierta nuestro gusto e interés o, profundizando, establezcamos un diálogo con una obra que nos llega al alma o a la que queramos trascender re-escribiéndola transgrediendo límites, aportando una mirada nueva, crítica, satírica etc. El profesor Pedro Ojeda nos ha hablado de ésto en varias ocasiones, por ejemplo, al referirse a los juegos intertextuales de Cervantes con su propia obra o a los de Bécquer con obras anteriores. Es más, Pedro afirma que no hay clásico sin intertextualidad, un canibalismo necesario y muy nutritivo.
Suponiendo que éste hubiera sido el caso de la idea central de la novela de Barbey, Valle-Inclán va mucho más allá convirtiendo a la Sonata de Otoño en - como dicen Leda Schiavo y Pedro Ojeda cada uno a su manera y con sus palabras- en una re-escritura de la escritura en la que siendo la suma y burla de los tópicos finiseculares novocentistas lo parodia todo. No solo juega con el romanticismo del texto francés, sino que añade además elementos nuevos como el fetichismo, lo macabro y el esperpento, etc, lo que convierte a la Sonata de Otoño -junto a las otras tres sonatas que aún no he leído- en lo mejor de la prosa modernista española y en un producto original por lo novedoso y transgresor. Al menos para mí ésta lo es de pleno derecho.
Obra:
Le Rideau Cramoisi (en adelante Rideau) Novela corta de 43 folios, según el texto que enlazo aquí.
La Sonata de Otoño de 27 capítulos de libro o entregas en periódicos de la época, (en adelante Sonata)
Personajes:
Rideau: Vizconde Brassard a los 17 años, en ese momento subteniente del Ejército Francés.
Alberte (Albertine) de 18 años, que regresa de la Escuela de señoritas en la que había estado internada.
Padres de Albertine, llamada Alberte: muy mayores
Coronel, jefe del subteniente.
Receptor del relato que hace el vizconde de 52 años ya, narrador de la historia y compañero de la diligencia en la que viajaban .
Sonata: Marqués de Bradomín, otoñal.
Concha: la prima moribunda que lo llama a su lado, al Palacio de Brandeso en donde ella está.
Tio: Don Juan Manuel que vive cerca de Concha.
Paje Florisel
Criadas la mayor Candelaria y otra nueva.
Prima Isabel, que viene al palacio trayendo las dos hijas de Concha.
Las dos hijas de Concha.
Marido de Concha, ausente , lejos.
Argumento:
Rideau: El subteniente visconde Brassard llega con la guarnición en un poblado en el que busca alojamiento. Lo encuentra en la casa de la ventana con la cortina carmesí. Allí vive un matrimonio mayor que le alquila una habitación al muchacho. Pasado unos meses de vida tranquila en la que él se encontraba con el matrimonio solo a las horas de las comidas -almuerzo y cena- llega un día la hija de éstos: Albertine, llamada luego Alberte. Aquí es cuando empiezan los problemas para el joven subteniente. Alberte no se sienta a la mesa al lado de sus padres -como era de esperar- sino cerca suyo y no solo eso, sino que pasa provocativamente por debajo de la mesa su mano acariciando la del joven y luego el pie. Actos éstos que despiertan en el imberbe muchacho su instinto sexual, hasta el momento dormido. Fluyen entonces todas las emociones como una catarata y él debe esforzarse frente al matrimonio por mantener la compostura. Pasan seis meses y ella no le da "ni la hora" mientras que él, ciego de pasión, sueña y delira con poseerla, llegando hasta odiarla por su inexplicable indeferencia. Sin embargo, un buen día aparece ella en la habitación del subteniente. Hay más del argumento pero eso lo veremos mañana.
Sonata: Concha moribunda y con su marido muy mayor que ella y bien lejos, llama al gran amor de su vida y primo el Marqués de Bradomín a su lado para que la acompañe hasta morir. El llega y comparte -como sabemos- con ella ese tiempo en el que ambos están muy unidos. El tío Juan Manuel la visita también e incluso tiene un accidente al caer del caballo que montaba. También llegan a Palacio la prima Isabel, junto con las hijas de Concha.
Marco y espacio temporal:
Rideau: El recuerdo está situado en Francia, en un poblado del que no se dice su nombre, en la época Imperio I francés de Napolón I alrededor de 1813 y el relato del recuerdo sucede en ese mismo pueblo, 35 años más tarde.
Sonata: La acción está situada en Galicia, España, a finales del siglo XIX.
© Myriam Goldenberg
Rideau: Vizconde Brassard a los 17 años, en ese momento subteniente del Ejército Francés.
Alberte (Albertine) de 18 años, que regresa de la Escuela de señoritas en la que había estado internada.
Padres de Albertine, llamada Alberte: muy mayores
Coronel, jefe del subteniente.
Receptor del relato que hace el vizconde de 52 años ya, narrador de la historia y compañero de la diligencia en la que viajaban .
Sonata: Marqués de Bradomín, otoñal.
Concha: la prima moribunda que lo llama a su lado, al Palacio de Brandeso en donde ella está.
Tio: Don Juan Manuel que vive cerca de Concha.
Paje Florisel
Criadas la mayor Candelaria y otra nueva.
Prima Isabel, que viene al palacio trayendo las dos hijas de Concha.
Las dos hijas de Concha.
Marido de Concha, ausente , lejos.
Argumento:
Rideau: El subteniente visconde Brassard llega con la guarnición en un poblado en el que busca alojamiento. Lo encuentra en la casa de la ventana con la cortina carmesí. Allí vive un matrimonio mayor que le alquila una habitación al muchacho. Pasado unos meses de vida tranquila en la que él se encontraba con el matrimonio solo a las horas de las comidas -almuerzo y cena- llega un día la hija de éstos: Albertine, llamada luego Alberte. Aquí es cuando empiezan los problemas para el joven subteniente. Alberte no se sienta a la mesa al lado de sus padres -como era de esperar- sino cerca suyo y no solo eso, sino que pasa provocativamente por debajo de la mesa su mano acariciando la del joven y luego el pie. Actos éstos que despiertan en el imberbe muchacho su instinto sexual, hasta el momento dormido. Fluyen entonces todas las emociones como una catarata y él debe esforzarse frente al matrimonio por mantener la compostura. Pasan seis meses y ella no le da "ni la hora" mientras que él, ciego de pasión, sueña y delira con poseerla, llegando hasta odiarla por su inexplicable indeferencia. Sin embargo, un buen día aparece ella en la habitación del subteniente. Hay más del argumento pero eso lo veremos mañana.
Sonata: Concha moribunda y con su marido muy mayor que ella y bien lejos, llama al gran amor de su vida y primo el Marqués de Bradomín a su lado para que la acompañe hasta morir. El llega y comparte -como sabemos- con ella ese tiempo en el que ambos están muy unidos. El tío Juan Manuel la visita también e incluso tiene un accidente al caer del caballo que montaba. También llegan a Palacio la prima Isabel, junto con las hijas de Concha.
Marco y espacio temporal:
Rideau: El recuerdo está situado en Francia, en un poblado del que no se dice su nombre, en la época Imperio I francés de Napolón I alrededor de 1813 y el relato del recuerdo sucede en ese mismo pueblo, 35 años más tarde.
Sonata: La acción está situada en Galicia, España, a finales del siglo XIX.
Contribución a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda desde su blog La Acequia.
11 comments:
No conozco esta novela de la que hablas MYRIAM y que comparas con Sonata de Otoño o que parece que la copia o se inspira en ella...
Aunque sí que hay mucha semejanza en lo que te leo...
Al comienzo de la sonata, Bradomín recibe una carta desesperada, ¿recuerdas?: "¡Mi amor adorado, estoy muriéndome y sólo deseo verte!" ¡¡ tachán, tachán!! ... El marqués de Bradomín de esta «Sonata de otoño» ya no es un joven noble, como en la «Sonata de primavera» ( el personaje de tu novela se parecería más a este marqués...¿no te parece MYR? :-) el caso es que los amores otoñales de Concha y Bradomín terminan de manera terrible...( a lo mejor esta es tu siguiente parte y destrozo tu próxima entrada...si es así perdona cielo, bueno nadie leerá esto tú tranqui :-) pero recordaba que hasta Valle Inclán copia este final tras la muerte de Concha del escritor francés Barbey d'Aurevilly, al que se lo hurta y además jajaja va y acompaña este delito del de asesinato... no sé como será en tu novela, pero desde luego entre estos dos... el supuesto plagiador gana por goleada al plagiado... a veces ocurre que el que copia... mejora en mucho al copiado... ¿recuerdas lo acurrido con VAN GOGH y MILLET? gracias MYRIAM... si tuviera más tiempo... me lo leía todo despacito ( incluidos los enlaces de Pedro, que ahora no puedo leer)... aun así por encima...tiene muy buena pinta esto :-) ... a ver si lo puedo ver en otro ratito...
Un beso muuuy grande cielo... buen día...
Espero ver el final de esto cuando lo subas... aunque sea a la carrera como ahora ;-)
Muaaaaakss gordo MYR
PD
Valle- Inclán siempre ha sido uno de mis autores favoritos... debe ser que los dos, además de respirar aires gallegos conectamos nuestras calenturientas neuronas jajaja
Totalmente de acuerdo; en literatura hay poco que no esté inventado. Siempre se ha oído que la primera premisa o consejo para alguien que quiera escribir es la lectura reposada y atenta de los que antes lo hicieron. No creo que el talento y la imaginación de Valle necesitara de plagios.Si de alguien tiene influencia es de su amigo y colega Rubén Darío.
Buen trabajo, bien sistemático y trabajoso de hacer.
Un abrazo.
Un abrazo.
Hola Myriam: NO recuerdo haberte visto tan trajadora como e éstas últimas semanas. Me alegro por que sé que trabajas muy a gusto con el profesoor Ojeda.
Los estudios qeu haces son de tan alto nivel, que yo pienso que no alcanzo a poderlos trascribir, O,sen zillamente leer a Valle Inclán, ya me resulta bastante largo y lento. Es una literaura de otro tiempo, o para personas mas formadas intelectualmente. Te sigo leyendo, no obstanete. Un beso.
Myriam, gracias por esta entrada de alto nivel. Estoy poco a poco leyendo las sonatas y me viene bien estos textos haciendo referencia a ellas.
Recibe mis saludos.
Un gran acierto intercalar entradas literarias con otras. A mi me encanta a litaratura, pero me cuesta seguir blogs que sólo hablan de ello.
Mis felicitaciones.
Un abrazo.
Buena comparación entre esos dos libros pero, como dice PANCHO, no creo que Valle necesitara plagiar a nadie. Creo, al igual que él, que Ruben Darío le debió de influenciar y ¡mucho! Besotes, M.
No creo en el concepto plagio, que deslizaron algunos críticos, más bien acepto similitudes, quizás esbozos que le ayudaron a escribir su propia historia...
Besitos para ti
Bonito despliegue de literatura de la buena, no lei la obra, ni conosco al autor, pero me dio mucho gusto leer tus apreciaciones, tu le das un matiz muy elegante a las obras que lees...
Como decía Borges toda la literatura es escrita y ha sido escrita por un mismo escritor. Lo mismo sucede en las demás artes, hay artistas que son copiados tan mal que el copiador sale refrito. Hay otros artistas que incorporan partes o se inspiran en aristas de otras obras y los resultados son reconocidos como magistrales. Las copias burdas siempre serán sancionadas, las virtuosas ni se notan.
En este caso los eruditos tal vez lleguen a algún acuerdo, mientras la obra se desarrolla con o sin la discusión.
Un abrazo Myr!!!
Señor, cuanta pasion contenida... Esas cosas pueden terminar produciendo resultados explosivos...
Desconocia esa obra. Si me encanta el marques de Bradomin, ese tipo feo, catolico y sentimental... Uhm, que envidia...
Un abrazo, amiga
Excelente propuesta de trabajo. Valle fue acusado de plagiar no solo a este autor sino a otros muchos, entre ellos Zorrilla. Valle comprendió, mejor que muchos otros, que la intertextualidad era una de las claves de la modernidad en literatura. Valle, trabajando con materiales ajenos construía obras tan propias que solo él podía firmarlas. Voy a ver la continuación de esta magnífica entrada. Besos.
Post a Comment