En
la atestada sala el ambiente era pesado, casi no quedaba oxígeno, no sólo por la gente, también por las velas y los inciensos - ¡Abran una ventana! pidió Clemente García, que yacía en la cama moribundo - ¡Tanto amor, agota, y que se me perdone la sinceridad, pero ya me conocen, no voy a cambiar a estas alturas!.- y tosiendo, se re-acomodó con dificultad en la cama.
El creciente murmullo del público allí reunido cesó de inmediato, muchas de las personas que estaban en el recinto acompañándolo comenzaron a santiguarse y a rezar, otras a retirarse, puesto que ya era bastante tarde y el sol se había ocultado.
Mientras, Lola Fuentes abanicaba al paciente domiciliario
para evitar que, exhausto, se desmayara una quinta vez, Clemente sin embargo y sin previo aviso, volvía en sí y parecía que tenía un poco más de cuerda.
- ¡Ave María Purísima! ¡Qué mi Joselino parta en paz! - gemía la triste Lola.
-¡Amén! Replicaban al unísono todas, todos y todes.
Con medida parsimonia Herminia Gómez sirvió el café y Felicitas Ruiz, con mucho garbo y solemnidad, tomó la bandeja y repartió entre los presentes hasta el último suspiro.
195 palabras
Buenas tardes a todos los amigos que pasan por aquí.
Convocatoria de Maga de Qamar desde su blog "La trastienda del pecado" con el tema, "El último suspiro" en cuyo blog podrán leerse más relatos.
Se resistía a exhalar el ultimísimo y postrero suspiro, quién sabe si no probó la pastita.
ReplyDeleteMurió en compañía. En beso
ReplyDeleteMuy bien narrado. Lo del café, excelente, para dar salida al cuento, con su repartida hasta el último suspiro. Un abraz. Carlos
ReplyDeleteMe imaginé la escena como si estuviera en el mismísimo teatro, y si, no va a dejar que su ultimo suspiro pase desapercibido, le iba hacer unas buenas entradas mas, para que se sigan persignando.
ReplyDeleteUn abrazo :)
Un último suspiro casi como una forma de llevarse el último trago de oxígeno para mantenerse en pie. Aunque esos suspiros de la foto no me desagradan :)
ReplyDeleteBesos dulces.
Me gustó mucho tu historia, tan bien relatada que hasta me pareció sentir el peso de esa habitación, me vi allí entre esas gentes metida, saludos.
ReplyDeletePATRICIA F.
Hola, Myriam: qué bonita la frase final con la que despides el relato, perdona que empiece por ahí, pero me ha encantado. En cuanto a tu relato, me daba la sensación de estar leyendo a Cela, Delibes, Clarín, etc. Genial relato, muy bien narrado y con la expresión del "último suspiro", como se pedía en el reto, muy bien hilado. Me ha gustado mucho. Te felicito.
ReplyDeleteUn abrazo. :)
Bueno si entre los convidados también estaba el moribundo no me extraña que no quisiera irse con semejante manjar. Muy bueno. Besos.
ReplyDeleteBella historia, me gusto mucho.
ReplyDeleteJAJJA muy bueno el final con al el ultimo suspiro, que no sabemos quien se lo comió. ESperemos que la muerte llegara en ese momento, para que los comensales no se quedaran con hambre. Tambien me encanta esoq eu haces, de bautizar a los personajes con nombre y apelido sin que luego tenga trascendencia alguna a la hora de hilvanar parentescos, que igualmente el lector los busca.Bueno en este caso no tanto porque era muy cortito
ReplyDeletebesosssMyr
Y tuvo fuerzas para decir algunas palabras. ¡Genio y figura hasta la sepultura!. Muy bien narrado querida Myriam. El relato fluye desde las primeras palabras para finalizar magistralmente entre el aliento final y, las mordidas que los parientes dieron a los merengues.
ReplyDeleteUn gran abrazo. Muy bueno el relato.
Los demás no sé si fueron a acompañarlo en el último suspiro o a comer y beber. Cuanto más durará, más tiempo comerían, pero vamos, que él se resistía, pero el reloj no para.
ReplyDeleteMe ha encantado la frase que pone pie a tu texto, Myr.
Millones de gracias por tu participación. Me ha recordado a esas escenas de hace sesenta o setenta años. Aquí no sé si se lleva eso mucho, tal vez en los pueblos.
Un beso enorme y cuídate mucho.
era costrumbre en España acompañar al difunto con algunas viandas cuando no notas de humos sobre su vida, pero como los difuntos, las constumbnres tambien se van yendo Un abrazo
ReplyDeleteHola A TODOS: Muchísimas gracias por vuestros comentarios y cariñosa presencia en este espacio. Besos y abrazos.
ReplyDeleteBuen cuento, con excelente final...
ReplyDeletePor supuesto que puedes utilizar la imagen... Claro que si...
Un abrazo, amiga
Unos suspiros con mucho público y cosuml de café.
ReplyDeleteSi la muerte se sigue postergando, habrá que servir cena.
Besos.
ILDEFONSO: ¡Muchas gracias! Un abrazo
ReplyDeleteDEMIURGO: jajaja seguro que sí, pero algo sencillo como una picada con fiambre ¿te parece? Un abrazo.
ReplyDeleteUma historia curta e muito bem contada por você, querida Myriam.
ReplyDeleteAliás como tudo que sempre li aqui, sua narrativa leve sempre me encanta.
Mas olhando a foto... adorei esses suspiros!
Amanhã darei jeito de comprar alguns. rss
Uma feliz semana pra você, paz e saúde sempre!
Beijinho.