Este jueves, un relato: "Inspiración" La Conferencia consonántica accidentada

 

                                                               

   Balduino IV,  rey leproso del Reino Cruzado  de Jerusalén

 

 

Corría el año  2000, naturalmente y sin premura me  dispuse a organizar la Conferencia Internacional  que el  mundialmente conocido Profesor medievalista, Bernard Hamilton de la Universidad de Nottingham, GB,  daría a propósito de su libro recién editado,  sobre la vida y obra de uno de los personajes más significativos de la época de los Reinos Cruzados en Tierra Santa y su lucha contra los Ayubíes  de Egipto con Saladino a la cabeza  o los turcos  del Sultanato de Rum. Estaba el salón, aula magna de la Facultad de Historia de la Universidad de Buenos Aires,  lleno a reventar con el máximo aforo y  el auditorio expectante. Y yo,  feliz por el éxito de la convocatoria con la que me colgaría una cucarda.

"Balduino IV nació en el año 1161 en Jerusalén, hijo de Amalarico I y de su primera mujer Inés de Courtenay, fue rey de Jerusalén desde el 15 de julio de 1174 hasta su muerte en 1185.  Hoy voy a contarles brevemente como por una década este Balduino, enfermo de lepra, como sabemos gran tragedia y estigma en la época, logró conducir  su reino con sabiduría y coraje a pesar de sus nefastos designios"....

 

No había  llegado al cuarto de hora cuando oímos un fuerte estrépito y cuatro hombres, de rojo oscuro y enmascarados,   irrumpieron y rodearon el aula armados de ametralladoras.  El que parecía el lider gritó que nos quedáramos quietos y nada nos pasaría. El profesor atónito se calló, no podía dar crédito a lo que veía, ¿qué podían querer estos sujetos aquí dónde no había ni joyas ni billetes?.

Obedecimos. Quietos y silenciosos todos nos quedamos. 

De pronto se levanta uno de entre la audiencia.

- ¡Abajo o le disparo! -gritó  el más robusto de los secuaces.

El hombre simuló sentarse luego, agazapado,  pasó tipo felino-ninja por entre las filas de los asientos hasta el flanco izquierdo del recinto  y sin que nadie  casi alcanzara a darse cuenta, lanzó un cuchillo directo al pecho del enmascarado que se deslizó al suelo, completamente inerte, seco y tieso.  Yo miré de reojo a nuestro héroe. "¡Madre mía! ¡Qué polenta tiene este!", pensé.  "Un asaltante  menos. Quedan tres". Miré el reloj. Había pasado una hora que pareció una eternidad.   Sentimos ruido de  cavadoras, como si  estuvieran haciendo un túnel cerca. Entonces recordé que lindante con nuestro Centro,  estaba el Banco HPSM.  El ninja,  oportunamente  vestido todo de negro,  había dado la vuelta camuflado por entre los asientos negros y ¡zas!  insertado otro cuchillazo al tipo con la ametralladora de la derecha que cayó al suelo, fulminado.  "Otro menos", pensé.    Uno de los otros dos delincuentes estaba hablando por su walky-talky  con los que cavaban el túnel y el segundo, sonándose la nariz, por lo que ninguno de ellos  se percató del suceso.  Una señora de la audiencia que estaba con un embarazo muy avanzado,  rompió la fuente.  Un vecino de asiento médico se movilizó a asistirla. El médico se dirigió al que había hablado por su walky-talky. "Necesitamos llamar a una ambulancia y hacer espacio aquí, también instrumentos para que esta señora pueda dar a luz". Y ¡Bum! nos quedamos a oscuras. "¡Luz! dije", gritó el galeno desesperado "¡¿Cómo puedo  trabajar a oscuras?!". Trajeron velas y corrieron a la mujer hacia el pasillo lateral. El ninja le había dado al tercero también. Iban quedando menos de "La banda de los Siete Pirados" como se los llamó porque por lo que supe después se iban a ir volando con el botín  en parapente por la azotea.

La Policía y el Ejército rodearon el Edificio y toda la manzana. Vino la prensa. Al Banco, también  me enteré  después, lo cerraron y, como era de esperar, tenía rehenes  con otros cuatro asaltantes  que terminaron todos en manos de la policía y tras las rejas,  por suerte.

 

Por aquí nos quedaba el del Walki Talky, pero a ese el ninja le largó unas boleadoras que lo amarraron de una, tirándolo  al piso. Y ahí,  el profesor que estaba cerca,  valientemente, lo desarmó. Todos aliviados y muy agradecidos queríamos felicitar  al profesor y al ninja   pero   cuando miramos alrededor tratando  de encontrar a este último,   había desaparecido sin dejar más que una máscara medieval  tras de sí tirada en el piso que nadie se atrevió a tocar. 

Convocatoria de Maga de Qamar desde su blog "La trastienda del pecado" con el tema. "Inspiración", utilizando en principio  de frases al boleo las primeras 5 consonantes de la palabra INSPIRACIÓN, en mi texto, marcadas con rojo.

 

 

Palabras y Frases que armé con las consonantes de la palabra INSPIRACION

según la propuesta de Maga de Qamar: 

 

Corría el año...

naturalmente y sin premura

Profesor medievalista.... de la Universidad....

Reinos cruzados en Tierra Santa

Salón lleno a reventar

No había llegado

 

 

 

Imágenes de la Red.