Había llegado casi con retraso a la invitación anual al Baile de
máscaras de Dulce, pero llegué al fin. (Muchas gracias, Dulce, es un
placer estar aquí). Bien dicen que "más vale tarde que nunca". Debo aclarar
que mi retraso no fue por culpa de un coma insulínico ni porque me gané
la lotería del Niño, del Gordo o del Feo. Me demoré simple y llanamente
porque tuve que inventar una máscara biométrica y supertónica que se
adhiriera a mis anteojos, que por tener un marcado astigmatismo y además
hipermetropía y presbicia, sin ellos no veo "un pomo a la vela" y no
podría encontrar ninguna llave, tal como le pasó a mi querida amiga
TRACY.
Mi disfraz era muy
elaborado, había trabajado en él como proyecto final en el curso de
Corte y Confección que había tomado en línea durante los dos años que
duró la pandemia, con la idea de abrir mi propio negocio "Confecciones
La Aurora y las Mil y una Prendas". Me había sacado la calificación más
alta, por lo que me sentía orgullosa y creía poder competir con los
modistos de renombre sin contar con el sádico misógeno de Niklas Lager, a
quien detesto viceralmente y considero un soberano imbécil de mal
gusto, además.
Mi traje
era de Sultana del Imperio Otomano, hecho con las mejores sedas chinas
en tonos verdes esmeralda y tules cuajados de perlas y piedras
preciosas. Las pulseras de oro y piedras engastadas tintineaban al
caminar y el collar que hacía juego, brillaba empedrado en mi pecho.
Había soñado con ser Hurrem, la esclava rusa emancipada y esposa legal
del Sultán Suleimán "El magnífico". Tan apuesto, él; tan guapo, tan
sexi, tan digno. Supuse que lo hallaría en el baile. Estaba segura. El
sultán me había prometido que iría.
El
anfitrión, Marqués Dulce del Toboso, me recibió con una gran sonrisa y
abrazo y su mayordomo me condujo con solemnidad al salón. Allí me
encontré con Tracy Correcaminos, Caperucita Roja, la Bella durmiente del
Bosque bien despierta, Blancanieves con bronceado caribeño, La
fierecilla domada, La novicia rebelde en minifalda, Sor Juana Inès de la Cruz, la
Bruja Morgana, El Capitán Alatriste, Aladino, el Mio Cid, Don Quijote y
Sancho Panza, Los Piratas del Caribe, el Pato Donald y los 7 enanitos,
¡ah! y Dumbo, el elefante volador.
Ni
rastro de Suleiman. Mi decepción era enorme pero lo disimulé bien por
educación, no en vano había sido educada por los Condes de Chateau
Vieux. La orquesta en vivo tocaba en ese momento un paso Doble. Me
chiflan, los pasos dobles, la verdad sea dicha. Apareció de la nada el
Zorro y me sacó a bailar. Luego el Hombre Araña me invitó a bailar el
baile de la tarántula y no pude resistirme. Más tarde Gardel me invitó a
un tango "Mi buenos Aires querido" y se me saltaron las lágrimas, no
pude negarme. Cuando terminamos quise reponerme un poco, necesitaba
tomar aire y algo fresco. Dulce me acercó un "destornillador" con mucho
hielo. Me lo bebí en un plis plás, entonces me recordó lo de la llave -
¿La buscarás? Me preguntó ilusionado. Cada uno de los invitados busca la
suya.
Afirmé con un gesto rotundo y una sonrisa de par en par. Sin tardanza, la comencé a buscar.
Nada por aquí, nada por allá. Una vuelta más. ¿Suleiman vendrá? La llave no aparece. La casa es grande, hay muchos recovecos.
- Llave, llavecita ¿Dónde estás?
Nada por aquí, nada por allá.
De
pronto viene Tom, el gato y maúlla en singalés. No le entiendo, miro
suplicante a Jerry, el tiempo apremia, el ratón me lo traduce al
japonés. Y el "Google translate" al español.
Voy
a donde Tom y Yerry me indicaron y encuentro una llave que me lleva a
una habitación secreta. La abro y entro en ella. Está muy oscuro.
Tratando de encender la luz, me tropiezo y caigo cerca de un mueble, sin
querer queriendo, muevo una manecilla y se abre una trampilla. Me asomo
y veo una escalera descendente. Tomo un candelabro y enciendo las
velas. Comienzo a descender. Mi
palpita con fuerza. Mi respiración se acelera, transpiro, pero sigo
bajando. Cuando llego a la base, inspecciono el lugar. En la pequeña
cámara hay un pasadizo, me dirijo a él sin saber a dónde me llevará. El
aire se hace denso, tengo miedo. Corro. La salida está cerca. Trato de
llegar a ella. No tengo conciencia del tiempo transcurrido. Abro la
puerta al final del túnel, ya puedo calmarme. Y ahí lo veo erguido y majestuoso: Estoy en el Palacio Topkapi.
Reconozco el Jardin de los naranjos que conduce a los aposentos internos
del Harén. La guardia del Sultán patrulla. Camino ligero y decidida.
Me encuentro con Aisha, mi esclava de compañía, y el eunuco Sheker Aga
que, aliviados, me siguen.
- Mi sultana ¿Dónde ha estado? Su Majestad, el Sultán, la mandó llamar. La estábamos buscando.
Hoy, al menos, sus cabezas no rodarían.
Contribución a la convocatoria del Baile de máscaras anual de Dulce desde su blog "El dulce susurro de las palabras" y la búsqueda de una llave.
Imágenes de la serie histórica Turca Muhteşem Yüzyıl/Magnificent Century/El Sultán. Meryem Uzerli en el papel de Hurrem y Halit Ergenç en el del Sultán Suleimán "El Magnífico"
Que historia tan creativa, con tanta peripecia.
ReplyDeleteY conformista que ese baile tiene selectas invitadas.
Un abrazo.
DEMIURGO: Así es, asisten muchos invitados amigos selectos, yo no podía faltar. Gracias por tu opinión. Me alegra que la historia te haya parecido creativa. Un abrazo para ti bien fuerte.
DeleteEs como leer un cuento de las mil y una noches, con un dama sultana y el sultán esperando en esa habitación donde la llave es una incógnita.
ReplyDelete¡Un besazo y muy feliz semana!!
CAMPIRELA: exacto, esa era mi intención, sólo que Hurrem y el Sultán Suleiman existieron de verdad. El fue apodado "El magnífico” y reinó de 1520 a 1566. Un besazo para ti también y muy feliz semana, mes y año!
DeleteUn Sherezade capaz de postergar la condena muerte, en la fiesta de máscaras. Qué bien refrescas esas MIl y una noches. Un abrazo. Carlos
ReplyDeleteCARLOS: La lectura de Las mil y una noche, me fascinó, que bien lo notas. Bueno, en esa época podían rodar cabezas con mucha facilidad. Había que cuidarlas con mucha astucia para mantenerlas sobre los hombros. Aparte, hubo mucho amor entre Suleimán "El magnífico”, Décimo sultán del Imperio Otomano, y Hurrem, nacida Alexandra, de Rutenia. Un abrazo fuerte.
DeleteDelete
¡¡Jolin!! Tracy Correcaminos es tan viajera que se encuentra en todas las salsas.
ReplyDeleteSaludos
EMILIO:. Jajajaja muy cierto. Ella y yo tenemos eso en común jajajaja. A qué sí.... Abrazos.
Delete(Amén de saber disfrutar de lo bueno de la vida).
Unas peripecias de película, y casi las hemos visualizado con tus detalles y explicaciones, pinceladas de obra famosa y aportes cercanos. Felicidades y un abrazo
ReplyDeleteESTER: jajajaja ¡de película! Me gustó. Agradezco tu opinión Beso y abrazo y felicidades para ti.
Deletejajaja has hecho una mezcla de lo más ecléctica, mi querida MYR!
ReplyDeletedesde tu curso de corte y confección para confeccionar ese increíble vestido verde esmeralda al estilo de las Mil y una noche, hasta pasar por todos los personajes de cómic y aventuras con los que bailaste ( no me extraña que quedaras extenuada jajaja ) hasta el encuentro final con nuestro querido DULCE.. en fin, todo un despliegue de tu fantástica imaginación. Por cierto, gracias por tu recuerdo a nuestro encuentro en mi casa, eres un cielaZo! tb yo lo recuerdo con mucho cariño ; )
Me alegro que hayas disfrutado tantísimo en este baile!
Un beso enooorme bonita!!!
MARIA: jajajaja ¡¡¡¡Así es, quedé extenuada!!!! Pero me encontré con muchos amigos ahí y eso ya sabes cuánto me gusta, lo mismo que las mezclas eclécticas jajajaja. Siempre tomando un poco de aquí y otro de allá.
DeleteUn matiz: El encuentro con Dulce se dió dos veces: una a mi llegada y la segunda a mitad de camino, antes de encontrar la llave, luego, fue el encuentro con Suleimán "El magnífico” Décimo Sultán del Imperio Otomano.
Obvio que recuerdo nuestro encuentro con mucho cariño. Beso enorme!!!!!!
Toda una aventura digna del mejor de los cuentos la que has vivido en mi Baile y es lo que tiene estar allí, se experimentan muchas experiencias mágicas. Finalmente, de eso se trata, de dejar volar la imaginación, sin ese ingrediente y sin la presencia de vosotras, mi Baile no sería posible. Gracias por sumarte a la fiesta Myriam, un placer contar contigo en mi Salón.
ReplyDeleteHe dejado tu tarjeta personalizada aquí...
https://eldulcesusurro.blogspot.com/p/baile-de-mascaras-y-juego-de-la-llave.html
Besos dulces y feliz 2023.
DULCE: fue un placer haber asistido a tu fiesta, eres un gran anfitrión. Muchas gracias por la invitación personalizada. Luego la subo al blog. Te cuento que me gusta volar, soy del signo de aire zodiacal de Acuario y creo que eso tiene algo que ver jajaja. Feliz Año, un fuerte abrazo, Besos dulces y hasta pronto.
DeleteTengo un cabreo monumental porque a pesar de los agobios de estos días con la familia, saqué tiempo y te comenté y actuando me lo has dicho he venido para acá trotando y por una vez, no he tenido yo la culpa. Lo siento porque te escribí con mucha ilusión para agradecerte que me hicieras partícipe de tu invento para ver, pese a la máscara, y comentarte lo contenta que me puse al ver a toda la serie de personajes importantes con los que coincidimos en la fiesta. Tú te llevaste la mejor parte ¡Vaya personaje!
ReplyDeleteYo sigo aún buscando las estancias, porque la llave me hice con ella.
Espero hacerme con una de esas llaves para el próximo baile de nuestro querido Dulce.
Millones de besos
TRACY: ah! Pero que cosa, Blogger nos hace de las suyas cuando borra comentarios!!!! A mí también me ha pasado y justo con comentarios largos que no había grabado antes de enviar..... Y da una rabia!!!! Millón de gracias dobles, entonces. Para mí fue una alegría que estuvieras allí. Besotes y abrazos!!!!!! (Espero que tú llave te lleve a una habitación especial y lo disfrutes). ❤️😘😘😘😘😘😘❤️
DeleteQué bueno, Myr, me ha encantado, humor a gogó, súper divertido e imaginativo, eres la bomba :DDDD Besos mil
ReplyDeleteMILENA: ¡Qué lindo verte pir aquí! Muchas gracias. Me pone muy contenta que te haya divertido, esa era la intención. Beso grande.
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