"Objetos"
Convocatoria de Alfredo Cot desde su blog "La Plaza del Diamante" en donde hallarán más relatos. Las imágenes e ideas abajo son suyas. De las opciones que nos dio yo elijo la que sigue y desde ya les anticipo que es una anécdota verídica:
Las horas. El tiempo. Tarde. Pronto. Espero. Me esperan. Corro. Llego. Fin.
En 1974 tenía 18 años y hacía dos que era jurídicamente emancipada (como ya conté en este otro viaje a Holanda) Había decidido viajar desde Colombia en dónde me encontraba circunstancialmente en ese entonces a Israel vía Zurich en El Al, la compañía aérea nacional de Israel, país en el que tenía familiares y que por primera vez visitaría. Si un avión es un objeto, entonces para mi, es el más preciado. Vuelo - y con asiduidad- desde que tenía 6 meses de edad (mis padres me iniciaron). El avión, objeto al que le agrego mi cartera [con un mapa, una brújula, mi tarjeta de crédito, el pasaporte, el teléfono móvil, una caja de cleaneex y un peine. Cualquier otra cosa es superflua y por lo tanto, innecesaria. (Y por la pandemia agregaría, tapabocas y un frasco de alcohol en gel)].
Elegí hacer la escala en Zurich y quedarme unos días vistando la ciudad y a amigos que tenía allí. Ellos me llevaron al aeropuerto para abordar mi avión a Tel Aviv. Llegamos temprano, con tiempo. Despaché mi maleta y recibí mi tarjeta de embarque, pero no entré directamente a la zona exclusiva para pasajeros porque faltaba mucho hasta la salida del avión, así que me quede en la cafetería de la zona general charlando con mis amigos y se me fue el santo al Cielo. Pero ido, bien ido. En un momento interrumpimos la conversación, levanto la vista a la pantalla de Despegues y veo que las dos luces rojas a la derecha de mi vuelo están tintineando.
Erika me dice - ¡Ya está, lo perdiste!. Te quedas con nosotros unos días más.
Jan afirmó - Te quedas. No hay problema.
Jan afirmó - Te quedas. No hay problema.
- ¡No, gracias!- les respondí agitada y me levanté como una flecha, los saludé de lejos y corrí a un mostrador como quien vio al mismísimo diablo. Logré - no sé cómo- que llamaran por teléfono a mi avión, avisando que tenía la tarjeta de embarque y había despachado la valija y que tenía si o sí que abordarlo, que no podían despegar sin mi. Vinieron a dónde estaba dos agentes de Seguridad Israelí con walky talkies y corriendo flanqueada por ellos, uno a mi derecha y el otro a mi izquierda, pasé migraciones y seguridad suiza obviando las enormes colas y seguimos corriendo y corriendo. -¡Abran paso!- exclamaban los agentes en inglés y alemán. Yo iba con ellos por donde me indicaban, corredores, salas, escaleras rodantes, y no sé que más porque iba concentrada en seguirles el paso a esos atléticos hombres. En inglés les decía, - No quiero perder el vuelo. - No lo vas a perder- me respondían.
Llegamos a un gran hangar, mi corazón iba al galope. Respiré profundo unas tres veces para calmar mi agitación y me sequé el sudor que corría en goterones por la frente. Recuerdo que el galpón tenía una enorme mesa rectangular de madera en el centro y mi maleta estaba encima. Alrededor se había abierto un abanico de entre siete y nueve agentes israelíes, hombres y mujeres. No recuerdo el número exacto. Saludé y hablé con ellos en inglés y en francés. En esa época, mi inglés no era tan bueno y el francés era mi segundo idioma. Yo repetía toda azorada que no quería perder el vuelo, que para mí era muy importante tomarlo. Ellos me decían. - El avión te esperará. Luego siguió una media hora -de reloj- de interrogatorio en la que se enteraron de toda mi vida y la de mi familia, al derecho y al revés. En inglés y en francés. Porque me hacían las mismas preguntas para ver si había discrepancias o si mi relato era congruente. Revisaron muy bien la maleta y vieron algo extraño que no comprendían y que tuve que explicar (una de esas brillantes ideas que a veces se me ocurren): Fue el hecho de que comprara un periódico israelí en hebreo que estaba extendido sobre todo lo prolijamente empacado.
- ¡Lee el periódico!
- No sé - sólo sé decir ¡Shalóm! (hola/paz), bebakashá (por favor) Todá (gracias) Ken (sí) y Lo (no). Esto es todo lo que sé -les repetí- Ese es todo mi vocabulario, por ahora.
- Y entonces, ¿por qué tienes un diario que no puedes leer?
- Quería ver las palabras en hebreo, me gustan las letras, las frases. Espero aprenderlo.
Se miraron entre ellos. (No quise ni adivinar sus pensamientos). Yo transpiraba copiosamente. Y sentía como un calor vergonzante me subía por oleadas.
- ¿Estás nerviosa? ¿por qué?
- Hace media hora que El Al debería haber despegado, no quiero perder este vuelo.
- No te preocupes, el avión te espera.
Cuando quedaron convencidos de que era una inofensiva gila de cuarta, tres de ellos me llevaron hasta un mercedes blanco, de tipo presidencial, incluida mi valija, se subieron conmigo escoltándome y el que conducía enfiló hacia la pista hasta llegar cerca del avión que había detenido su corretaje, esperando a -lo que creían- un pasajero muy importante. Abrieron la compuerta y bajaron la escalera. Exultante y agradecida, me despedí de los agentes y subí por la escalerilla. Sería otoño. Recuerdo que vestía ese día una auténtica falda escosesa en blanco y negro y polera blanca de lana, una capa larga y boina haciendo juego, correspondiente a uno de sus clanes, cuyo nombre he olvidado. Todos los pasajeros se inclinaron por el pasillo o asomaron sus cabezas por sobre los asientos para ver quien era el gran personaje por el que el avión había interrumpido su corretaje en pista y esperado media hora. Y subo yo, una niña de 18 años, muy elegante. Eso sí. ¡Sorpresa, sorpresa!. ¡Shalóm!
- ¡Esperábamos un ministro!- dijo uno consternado.
- ¡O un príncipe o rey!- dijeron otros con sorna.
- ¡O un príncipe o rey!- dijeron otros con sorna.
- ¡Lamento desilucionarlos!. Sólo soy yo, Myriam, y este es mi primer viaje a Israel. ¡Y en El Al!. Definitivamente, no podía perder este vuelo. ¡Gracias a todos por esperarme!.
Las carcajadas no se hicieron esperar. Y así, todo el vuelo.
Jaja. Que bueno...
ReplyDeleteMe gusta mucho tu determinacion de viajera profesional enumerando la lista de objetos imprescindibles, y que todo lo demás sobra.
En cuanto a la historia, hay veces que, por mucha imaginación que tengas, es difícil superar a la realidad
Saludos y abrazos, Ciudadana del mundo (tienes amigos por todos lados)
GABRIEL: Soy práctica, expeditiva y lo que en inglés se llama "easy going" con alma gitana. Para temas técnicos 0 al as. Y en la vida en general, puedo tomarme viajes intergalácticos sin necidad de fumarme un porro, pero a la vez, tengo los pies en la tierra.
DeleteUn abrazo
Una anécdota con final feliz y divertido. Hay que ser decidida y no ceder. Abrazos
ReplyDeleteESTER: Hoy, que se han masificado los viajes y que lo hacemos como ganado, esto no creo que se podría hacer, eran otros tiempos. Besos
DeleteQue cosas tan curiosas, anda que con un móvil de casi 1 kgr. de la época necesitarías un bolso bien majo para llevarlo pero el móvil que no falte ¡qué nivel!
ReplyDeleteUn fuerte abrazo.
PITT: en esa época no existian ni los móviles de I kg ni las tarjetas de crédito. Veo que no se te escapan los más mínimos detalles. Y gracias a ti lo corregí y puse los corchetes sue me había olvidado ys me era una acotación actual en tiempo presente, resultado de mi experiencia como viajera. Geacias de nuevo y un abrazo grande.
DeleteQue linda anécdota, creo que la escucharía muchas veces, porque son las lindas de contar!!
ReplyDeleteTe he visto en el relato tu correría por todo el aeropuerto con esos hombres que te escoltaban.
Buenos, no cualquiera!!
Un abrazo Myriam :)
CECY: jajaja fue inolvidable, ya ves. Claro aue en ese tiempo yo era delgada y joven jajaja y pude seguirles el ritmo porque correr, corrimos. Jajajaja. Besotes
DeleteQue vida tan apasionante querida Myriam, si hay algo que creo que gusta a la mayoría es viajar y poder conocer otro paises y costumbres.
ReplyDeleteTu historia es genial a la par que divertida aunque un poco angustiosa porque por los pelos llegaste a ese avión .
Un placer siempre leerte.
Abrazos!!.
CAMPIRELA: la angustia duró esa hora. Luego después de abordar el avion, creo que EL AL nunca tuvo un viaje más divertido que ese con anécdotas, chiste y risas entre todos los pasajeros e incluso, personal de abordo.
DeleteBesos
Menuda corrida que te echaste, amiga mia, pero por suerte acabó bién: Algo parecido me o currió a mi en el Aeropuerto de Malpensa,todavía me duelen los piés de la caminata que tuve que hacer detras de un empleado LA COMPAÑIA AEREA, pero por suerte mi avión no ha-bía despegado, Un abrazo
ReplyDeleteMONTSERRAT: ¡Qué bien que pudiste llegar a tomar ese vuelo! Por lo menos sirvió la caminata. Besos
DeleteJaja fantastica anécdota brillantemente narrada! Nos has puesto a todos allí, entre aquellos agentes y aquellos pasajeros intrigado por el motivo de semejante demora! Me ha hecho mucha gracia lo de "gila de cuarta" una expresión bien argentina 😁😁 un placer leerte Myriam!
ReplyDeleteMONICA: me honra que digas que uso una expresión argentina. Mi hija me reclama todo el tiempo que uso expresiones españolas jajaja tanto que ayer mismo le dije "parála, ché" y me dijo contenta: "ah, por fiiinnn" jajaja (lo que pasa que ella nació y creció en Estocolmo hssta los 7 años y medio y es más papista que el Papa jajaja)
DeleteMil gracias por lo que dices de la narración. Me pone muy contenta.
Besotes
Que alegre historia, me encanta la manera como la relatas, como te expresas, haces que uno se imagine cada situación, estupendo relato, no sabia que vives en Israel? O ya no? Eres nacida ahí? O de donde eres?
ReplyDeletePerdon las preguntas mera curiosidad amiga Myriam, un abrazo
JORGE: gracias, me alegra que te guste la anécdota. ¡Cuántas preguntas! Actualmente vivo entre dos países: Israel y Uruguay. Nací en Colombia, hija de Argentinos, criada en Argentina por tios y tutores legslales franceses. Ciudadana de Suecia por matrimonio y haber vivido allá 9 años. Etc. Como ves, internacional.
DeleteUn abrazo
Disculpa tantas preguntas, era curiosidad, es interesante tu historia, como dices internacional y eso te da mucho conocimiento sobre el ser humano y sus diversas culturas.
DeleteUn encanto leerte, no dejes de sonreir
Una anécdota estupenda, donde los nervios estarían a flor de piel, pero que acabó perfectamente. Ese tipo de estuche con lo realmente necesario, es como que todos deberíamos tener. Porque importantes, hay pocas cosas que llevar consigo.
ReplyDeleteMuy buen pots. Un abrazo
AlBADA: tal cual y más si uno es nómada como yo. Lo unico de lo que no me gusta desprenderme es de mis libros y los cuadros pintados por mis amigas.
DeleteBesotes
"Les voyages forment la jeunesse" !!
ReplyDeleteMANOUCHE: Tout a fait d'accord. Bisous, chère amie.
DeleteDe hecho, el ser una viajera desde temprana edad te debe haber regalado miles de anécdotas tan fantástica como esta..y es que todos, en cierto momento de nuestras vidas hemos tenido historias así de interesantes...ha sido muy grato leer el tuyo...besos
ReplyDeleteDIVA: muchas gracias, me alegro de que te gustara mi relato. Seguro que tu tienes anécdotas incluso más ibteresantes y divertidas. Espero leer algu na en tu blog en algún momento.
DeleteBesos
Solo soy Myriam ¡ Qué no es poco¡. Me ha encantado tu aventura. besos virtuales.😘
ReplyDeleteBERTA:... Que no es poco y amanece 😜. Gracias, me elegro mucho de que te encantara.
DeleteBesotes
Anecdota que hoy en día sería irrepetible.
ReplyDeleteMuy curiosa y con final feliz.
¿Qué más queremos?
Un abrazo.
ALFRED: Eso es, hoy con la masificación de los viajes y que lo hacemos como ganado, esto no podría haber pasado. Por mi parte, atesoro esta anécdota como un regalo de mi primer viaje a Israel.
DeleteUn abrazo
Querida Myriam, qué anécdota más divertida nos narras, pero al mismo tiempo, en la medida que la iba leyendo me imaginaba tu angustia y, luego, esos momentos angustiosos cuando los de seguridad te someten a un interrogatorio de nunca acabar. Yo mismo he vivido esa situación de casi perder un vuelo, una vez en París, otra en Río de Janeiro, una en Miami y otra en Seúl...¡eso es terrible!
ReplyDeleteBueno, pero al final todo se arregla y aquí estás permitiendonos conocer un poco más de tu vida a través de estas anécdotas angustiantes pero, para nosotros, divertida. Ah, y los amigos a veces nos hacen perder la noción del tiempo, jajajaja.
Puss och kram min kära vän.
GUSTAVO: La angustia en total duró una hora, la anécdots toda la vida. Además, como he comentado más arriba, fue sin duda el vuelo más divertido de El Al en todo su historial, me atrevo a asegurar.
DeleteStor och varm kram, min kära vän, tack för att vara här.
¡Qué alegría leer cosas tan divertidas!, con la que está cayendo es un regalo.
ReplyDeleteUn abrazo enorme mi querida Myriam.
RITA: muchad gracias, amiga. Me da gusto haberte alegrado el día.
DeleteBesos
Yo no hubiera sabido como ponerme ni que hacer y mira tu con tu constancia como conseguiste subir al avión cual ministra. Una anécdota divertida y que relatas con mucha gracia. Besos.
ReplyDeleteMOLI: sin embargo eres una mujer de recursos, no me cabe duda. No sé como explicarlo, quizás como recurso de soreviviente, pero cusndo me pasan cosas así es como que para solucionarlo entro y me muevo en otra dimensión.
DeleteBesotes
Una historia bien movida y de corre corre jja vaya, vaya me gsto mucho
ReplyDeleteMARIA LIBERONA: bienvenida a mi casa. Si no me equivoco es primera vez que comentas aqui. Me alegro de que mi anécdota movida te haya gustado
ReplyDeleteUn saludo
Ciertamente, tu vida es todo un libro de aventuras. Aburrirte no te aburrirás y a quienes cuentes tampoco.
ReplyDeleteTú respuesta ante el periódico en hebreo es mortal, ingenua, verdad pura...
Pero vamos, esa gente tan preparada que por un simple detalle así monten la que monten... Algo se les fue de las manos pero eso sí, no perdiste el vuelo :-)
Te me imagino por el pasillo hasta tu sitio:-)
Un besazo enorme, Myr.
MAG: Era la época de los asesinatos de los atletas en Munich (1972) de los secuestros de aviones por parte del grupo terrorista Septiembre Negro y después de la Guerra contra Israel que los árabes iniciaron en el dia del Perdón en 1973 cuando los israelies judíos ayunaban y rezaban en las Sinagogas. Por eso las medidas de seguridad eran extremas y que hubiera despachado mi maleta y no abordara el avión, eso era de por sí motivi de gran alarma Y luego que pareciera ahi y que tuviera un diario que no sabía leer...¿A, quién se le ocurre? Podía bien ser a alguien que quería pasar por o que no era. En fin... Desde luego que ya habían retirado mi maleta del avion. No pueden enviar equipaje sin que el pasajero esté a bordo... No en vano El Al es de las compañias más seguras del mundo. Además, los pilotos civiles han sido antes pilotos de guerra y te aseguro que están entrenados para evadir misiles, en caso de que fueran atacados.
ReplyDeleteVolviendo a lo mio, que slegría que mi aventura te resultara entretenida.
Besotes
Viajar como haces tu, tiene que tener cosas como las que cuentas... Y las que guardas, de esos viajes.
ReplyDeleteYo no he viajado tanto y tengo miles de anécdotas...
Besote guapa
MANUEL: Ojalá algún día nos cuentes anécdotas tuyas. Besos x2
ReplyDelete
ReplyDeleteQue bonito es como tener un libro de
tu propia vida y puedes releerlo
y percibir todo nuevamente, un gusto
leerte.
Besitos dulces
Siby
SIBY: muchas gracias. Besos para ti y buen fin de semana.
ReplyDeleteEn los setentas; yo el móvil lo descubrí por allá por los noventas.
ReplyDeleteUn relato muy bueno, una chica de dieciocho emancipada y los objetos imprescindibles.
Abrazo, Myriam
MUJER DE NEGRO: No había móvil en los 70. El texto entre corchetes es una intercalación en tiempo presente, en realidad; tipo resumen basado en mi experiencia vital a lo largo del tiempo. Tampoco o había tarjetas de crédito en esa época. ☺️ Quizás debí poner un nro de nota y escribirlo al pie de la página).
DeleteGracias por tu atenta lectura. Me alegro de que el relato te pareciera bueno.
Besos
¡Qué estrés, por dios! Podría ser un elaborado y divertido plano secuencia de una película de espías. Que maravilla poder contar hoy algo que te sucedió a los 18 años. Mucho ritmo en tu relato (Aunque el valioso hecho de que hoy existas delata la inexistencia de cualquier otro dramático final... [¡Es broma!]). MUchas gracias por participar y hasta la próxima. Besos, amiga.
ReplyDeleteALFREDO: jaja cierto. Muchísimas gracias por tus palabras y por habernos anfitrionado este jueves. Me hiciste recordsr viejos tiempos y eso también te lo agradezco y mucho.
DeleteUn abrazo grande.
Menudo viaje, innumerables objetos, e historias de vivencias bien narrado y ameno.
ReplyDeleteUn saludo
VICTOR: Muchas, muchas gracias. Un abrazo.
ReplyDeleteJOSÉ SIMAL DE LA FUENTE comenta:
ReplyDeleteComo relato de una experiencia vital real resulta muy interesante...
JOSÉ: me alegro alegro muchísimo de que el relato de mi experiencia vital te haya resultado interesante. Gracias, gracias y un gran abrazo.
DeletePITY NIETO SAIZ comenta: Bien Myriam, el viaje resultó casi un maratón.
ReplyDeletePITY: Creo también que lo fue y en ese tiempo contaba con dos ventajas, una que era joven y la otra, que era delgada. Besos
DeleteNo entendías el hebreo pero te gustaban las letras. Una joven con las habilidades sociales de una adulta experimentada. Te he acompañado en la carrera para no perder el avión. Besos, Myriam
ReplyDeleteSOR AUSTRI: jajaja seguro que tu espíritu no hubiera tenido reparos en no sólo acompañarme hasta el avión sino también en volar conmigo a Tierra Santa. Besotes, amiga.
ReplyDeleteMARIA SARMIENTO comenta: Ahora eres sabia y medio maga, generosa y compasiva, lectora incansable de almas y textos; ademas creas objetos hermosos con las manos y universos con la palabra. No se como serias antes pero ahora eres unica ! Gracias! 😊
ReplyDeleteMARIA S., me ruborizas. Mil gracias por tus cariñosas palabras que a mi me dejan sin. Besos and Thank you so much!
DeleteEres una viajera 🧳 desde jovencita y me has hecho disfrutar con ese interrogatorio ,esas respuestas...y esa entrada en el avión como una diva...te imagino con la boina y reconozco a la Myr viajera del ahora.
ReplyDeleteUn abrazo amiga y espero poder verte en uno de esos viajes.
CLARA: ¡Qué bueno haberte hecho disfrutar con estas aventuras! Prometo que cuando la Coronalocuratis pase te voy a visitar a ti y otros de mis amigos de España. De norte a Sur y si puedo también de oeste a este, que ganas y añoranza no me faltan.
DeleteMuchos besos ❤️