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Convocatoria de Mónica desde su blog Neogéminis
"A todos en algún momento se nos ha revelado nuestra existencia como algo particular, intransferible y precioso" aquella frase de Octavio Paz, le ronroneaba en la cabeza desde que había terminado la relación de siete años con Federico Strausshaven de Baviera. Una relación llena de altos y bajos, terminando en la ruptura desde que ella, Luciana Iankovich de Vilna, comenzó a entender que no podía darlo todo y estar siempre a su entera disposición para satisfacer hasta su más mínimo capricho ¿Y ella qué? ¿No contaba acaso? Es cierto que al principio de la relación él había sido todo sonrisa, galantería, modales refinados, y una elegancia varonil que derretía a cualquier mujer. Más tarde mostró su verdadera cara, esa que tenía escondida bajo tanto barniz de educación. Por eso esa mañana templada de mayo, Luciana le sirvió a Federico el desayuno como todas las mañanas, sólo que en la mermelada de moras le mezcló una buena dosis de aceite de ricino, luego se vistió con impávida tranquilidad y agarrando su bolso, desde la puerta le gritó: "Tschüss, baby. Hasta nunca más verte. Y que tengas una picazón allí dónde no puedas rascarte". Ella iba a recorrer mundo, a encontrarse consigo misma, y por sobretodo, a disfrutar de la vida.
209 palabras
Disfrutamos, ha llegado el tiempo !!!!
ReplyDeleteBuena cagalera se augura.
ReplyDeleteUn abrazo, Myriam.
Hay venganzas y adioses que son para provocar diarreas, mentales tal vez :-)
ReplyDeleteUn abrazo. Está bueno.
Eso nos demuestra que no solo al principio de una relación hay que ser amables, galantes ..debe ser siempre, sino pasa lo que pasa jajaj. Me gusto.
ReplyDeleteUn abrazo y muy feliz resto del día.
Ahí es donde esta la esencia de las personas, no solo vale una sonrisa, y ser galante en un instante, sino a lo largo del caminar de la vida.
ReplyDeleteQué curioso, de las tres que hemos participado ahora, Campirela, tú y yo, he visto que hemos elegido distintos fragmentos, me encanta la variedad. Sigamos Disfrutando de la lectura de los que vayan llegando.
Besos enormes.
Lo de la picazón, es muy cruel, la cagalera no tanto :)
ReplyDeleteSalud y besos
Siempre se ha dicho que la venganza se sirve en plato frío. Y desde luego ella lo ha hecho. Me ha gustado mucho descubrir la resolución de ella para dar por fin paso a su nueva vida. Y lo del guiño al idioma germano con esa despedida ayuda a cerrar mejor el texto, acorde a los nombres de los personajes. Estaba complicadoel reto, pero tú has resuelto el relato de maravilla.
ReplyDeleteUn abrazo.
Ese es el mejor de los viajes sin ninguna duda.
ReplyDeleteMaravilloso tu relato mi querida Myriam.
Abrazos enormes.
En este caso, la costumbre, no fue más fuerte que el amor...
ReplyDeleteBesote
jaja me encantó esa despedida irónica desde la puerta! como si se tratara de una película abreviada, le he visto el rostro a ambos! jajaa. Muchas gracias por participar, Myriam... esta vez has sido la primera!
ReplyDelete=)
No hay nada como un poco de ricino a tiempo...
ReplyDeleteBesos.
Cuando se decidió, después de 7 años, que mejor dejarle el recuerdo de la picazón.
ReplyDeleteSaludos.
Al principio todo va bien, pero después... no es oro todo lo que reluce.
ReplyDeleteY ella, al final ¿ se encontró consigo misma? Quizás sí o quizás no, pero parece por lo menos, supo disfrutar de la vida.
Besos
Eh aquí el final de muchas parejas¡¡¡ la galantería por parte de los dos ha de ser para siempre...y si no es así todo se descalabra...y nos lleva a vengarnos de al menos "divertidas" (para ella) maneras...
ReplyDeleteMuy original.
Un besazo
Buenas noches, Myriam.
ReplyDeleteCoincidimos en el fragmento.
Bueno, siete años son suficientes para comprobar si es posible aquello de "para toda la vida".
Algunas personas venden muy bien "la moto". Eso es lo que me dice mi mujer a mí, aunque en nuestro caso seguimos felizmente juntos después de 20 años.
Saludos.
La venganza de una mujer es el temor más hondo,,,,,,,,genial relato.
ReplyDeleteUn saludo
cáscaras, esa si ha sido una salida de pie de tiesto inesperada y es que hay caballeros y señores a caballo
ReplyDelete¡Hale, ahí que se queda! Pero vamos, con ricino poco mal podía pasar... pero ese primer mordisco sabría a demonios... amén de la cara que pondría cuando ella da un portazo en la puerta.
ReplyDeleteHay tantos y tantas con doble cara, que igual hay que ir llevando un frasquito con algo así especial :-) por si acaso.
Un beso muy grande, Myr.
Disfruta de la semana y te deseo sonrisas.
Creo que nos mantenemos en una relación que termina por no aportarnos nada, de alguien que se muestra de forma diferente, mientras nos fortalecemos para seguir adelante.
ReplyDeleteBuena salida de tu protagonista, Myriam
Un abrazo
Más vale tarde que nunca : ¡¡¡OLE!!!
ReplyDeleteUna buena venganza la de esta mujer que ha sabido estar en su sitio y mantener el tipo. Besitos.
ReplyDeleteHola a todos: muchísimas gracias por vuestros cariñosos comentarios. Simpre es un gran placer tenerlos aquí. Besos y abrazos a cada uno de uds.
ReplyDeleteLa venganza fue terrible.
ReplyDeleteBien contado.
Un abrazo.